-Los 683 minutos mejor invertidos.
-Sí, Dios bendiga a las versiones extendidas.
-¿No es un poco raro que nombres a Dios siendo hinduista?
-Nah, eso es sólo en la India- Leonard no pudo evitar mirarle por encima de las gafas con gesto crítico, aunque Raj no se dio cuenta.
-Si tú lo dices...-Raj abrió la puerta de su apartamento.
-¿Te importaría recordarme por qué en vez de ir a tu casa has venido a la mía? No te ofendas, pero son las seis de la mañana y es raro.
-¿Bromeas? Cada vez que Sheldon se queda en casa por una cosa de éstas, cuando vuelvo a casa me aplica el tercer grado; me pregunta por el estado de los asientos, la temperatura de la sala... y al final acaba despotricando sobre "la falta de coordinación entre tiendas y cines"-dijo haciendo el gesto de las comillas con las manos.
-Visto así no es tan raro... aunque también podrías haber ido con Penny, y...-Leonard le miró fijamente levantando las cejas- ¡Ah!, claro... su norma de no molestar antes de las once...Tío, ¡vives rodeado de normas!
Penny abrió poco a poco los ojos; el cuello le dolía mucho, y le tenía agarrotado. Lo primero que vio fue a Sheldon dormido junto a ella bajo la batamanta, y no pudo evitar sonreír. Debió de quedarse dormida, después de todo estaba muy cansada, y supuso que a Sheldon le había pasado algo similar, aunque no estaba segura de quién se durmió primero. Entonces se dio cuenta de que le había rodeado con un brazo, y no pudo evitar preguntarse cómo sería su reacción si al despertar se la encontrara tal y como estaba, recostada sobre él y abrazándolo. Una idea cruzó su mente, haciéndola sonreír pícaramente.
-Bueno, no es más que un experimento inofensivo... después de todo es científico, lo entenderá-murmuró para sí con una sonrisita malévola mientras volvía a colocarse tal y como se había despertado. Cerró los ojos haciéndose la dormida, y con la mano libre le dio un toquecito.
Sheldon notó un golpe en la zona de las costillas, pero estaba demasiado cómodo como para preocuparse por ello, arriesgándose a perder la postura, así que simplemente produjo un ruidito y siguió durmiendo. De repente, notó un golpe más insistente y fuerte, así que muy a su pesar, se vio obligado a abrir los ojos para buscar el origen de aquellos insufribles toques. Penny estaba allí, profundamente dormida. Tenía la cabeza apoyada en su pecho, y el brazo aún rodeándole. Lo primero que se le pasó por la cabeza fue deshacerse del abrazo de Penny para irse, pero su cara de tranquilidad y felicidad se lo impidió. Simplemente no se veía capaz de moverla y despertarla, así que volvió a acomodarse, y tras taparla mejor cerró los ojos. No estaba seguro, y de no ser porque lo creía imposible, habría jurado que la había visto sonreír fugazmente.
Dos horas después, Penny volvió a despertar. Había dormido muy bien, pero el dolor de cuello ya era insoportable.
-¿Sheldon?-murmuró aún dormida.
-Buenos días, Penny.-Respondió él mirándola.
-¿Hace mucho que te has despertado?- preguntó mientras se incorporaba.
-Unos diez minutos- el corazón de Penny se aceleró. "Lleva diez minutos despierto y no me ha dicho nada para que me moviera... ¿por qué?" Se preguntó a sí misma.
-¿Y por qué no me has despertado? Te debes de haber aburrido bastante...
-¿Es que no recuerdas lo que me pasó la última vez que incumplí tu norma de las once de la mañana? Definitivamente mi hermana fue una mala influencia para ti, aunque sus técnicas de persuasión son extremadamente eficaces- agregó recordando su primera visita y el incidente de la elección de pareja mientras inconscientemente cruzaba un poco las piernas.
-Oh, claro...- Estaba desilusionada, no sabía el motivo, pero esperaba algún otro tipo de respuesta, no la estúpida norma que les había impuesto al principio de irse a vivir allí. Lo que no sabía, era que Sheldon había empleado aquellos diez minutos de ventaja para buscar una respuesta creíble que explicara el por qué no se había quitado, ya que ni siquiera él conocía el motivo- En fin, -dijo poniéndose en pie y tratando de que Sheldon no se diera cuenta de la desilusión que se había llevado- prepararé el desayuno, ¿hoy qué toca?
-Tostadas francesas.
-Bien, hace tiempo que me apetecen, pero nunca encuentro el momento para hacerlas.
Mientras Penny preparaba el desayuno, Sheldon se encargó de recoger el salón para dejar sitio al desayuno. Finalmente, se sentaron en el sofá mientras desayunaban y charlaban amigablemente.
-Hola Sheldon, ¿qué tal fue la noche? ¿Te aburriste mucho?-Leonard acababa de volver de casa de Raj, donde se había quedado a dormir por la mañana en un intento por ocultarse de Sheldon.
-Hola, lo cierto es que fue bastante bien, sorprendentemente fue muy agradable.
-Me alegro- sonrió Leonard mientras cogía un refresco de la nevera- ¿qué hiciste?
-Dio la casualidad de que daban un maratón de Oshikuru, así que lo estuvimos viendo- contestó con la mirada fija en la pantalla del ordenador.
-¿Estuvisteis? ¿Quiénes?
-Penny y yo, se pasó por el piso para...
-Espera, ¿Penny se quedó toda la noche contigo?-le interrumpió evidentemente molesto. Sheldon asintió mirándolo por su repentino cambio de tono.- ¿A qué hora vino? Debía de ser muy tarde...
-En absoluto, serían poco más de las diez.
-¿Poco más de las diez?- Leonard trataba de contenerse.
-Sí, eso acabo de decir, deberías estar más atento, Leonard-siguió tecleando.
-Esto es increíble-bufó posando el refresco abierto en la encimera y se dirigió hacia la puerta del apartamento dando grandes zancadas mientras mascullaba cosas para sí.
Sheldon se quedó atónito ante la reacción de Leonard.
-¿Dije algo malo?
-No, Sheldon, todo lo contrario-cerró la puerta de un golpe.
Sheldon estaba confuso, repasó mentalmente toda la conversación en busca de su error, pero no encontraba ninguno, quizá Penny aún no le había enseñado a proceder adecuadamente en esas situaciones...
-¡Penny! ¡Abre!-gritó Leonard mientras aporreaba la puerta de su casa.
-¿Se puede saber qué...? –Penny se dirigió a la entrada, abriendo rápidamente- ¿Leonard? ¿Qué pasa? ¿Por qué aporreas la puerta? La vas a echar abajo –dijo desconcertada. Leonard rarísima vez actuaba así, debía de ser algo grave.
-¡¿Pasaste la noche con Sheldon?!
-Sí, ¿qué problema tienes con ello? Es un amigo y no tenía nada que hacer, no es tan grave- Dijo Penny enfadada.
- Tú no te das cuenta de nada, ¿verdad?
-¿A qué te refieres?
-¿A qué va a ser? ¡A Sheldon!
-¿Estás celoso? ¿De Sheldon?- Penny no se podía creer lo que estaba pasando, había un detalle que se le escapaba, pero no sabía cuál.
- No puedo creer que diga esto, pero sí. Te recuerdo que ayer fui al cine con Raj porque tú no querías quedar, se suponía que tenías que doblar turno y acabarías tarde, y además necesitabas una noche para ti, para relajarte y descansar, y cuando llego a casa, me encuentro con que te has quedado toda la noche con él- gritó furioso.
El mundo de Penny se colapsó por un instante. Lo había olvidado por completo, no se había acordado de que le mintió porque necesitaba aclarar muchas cosas en su cabeza, y ahora la había descubierto por su estupidez. "Tendría que haberme quedado en casa y no con Sheldon" se reprochó a sí misma.
-Se lo pedí yo- se oyó detrás de ellos. Ambos se giraron y vieron a Sheldon en el umbral del 4ª, encogido sobre sí mismo.
-Sheldon, métete en casa- dijo Leonard tratando de no chillarle. Sabía lo que le afectaban las discusiones y los gritos, y aunque estaba furioso, era obvio que Sheldon no sabía absolutamente nada de la conversación que había tenido con Penny el día anterior por la mañana, después de todo, ¿cómo iba a haberse enterado?
-Pero he dicho que...
-Sheldon, he dicho que te metas en casa, esto no es asunto tuyo.
-En rea...
-¡Sheldon! ¡Métete en casa!- le gritó finalmente sin ser capaz de contenerse.
Sheldon y Penny le miraron boquiabiertos, y tras unos segundos sin moverse, agachó la cabeza y se metió en el piso tal y como le había dicho, cerrando la puerta suavemente y encerrándose en su habitación.
-No puedo creer que le hayas gritado, ¿es que no sabes cuánto le afecta? Se supone que eres su amigo- le acusó Penny.
-Mira Penny, para empezar, y como ya he dicho en otras ocasiones, todos tenemos traumas infantiles, y no pasa nada, no se te ocurra interrumpirme ahora, ésta vez te toca escuchar a ti.-Se interrumpió levantando un dedo hacia Penny al ver que ésta iba a hablar- Segundo, esto no es asunto suyo, y estoy harto de que se meta donde no le llaman, y tercero, ésta vez te has equivocado, Penny, y mucho.
-¿Te crees que no lo sé?- dijo Penny dolida- eres increíble...-agregó mientras entraba en su piso.
-Y ésta es tu solución para todo, ¿no? ¡Esconderte! No, Penny, ésta vez no, como ya dije antes, ahora me toca hablar a mí, y tengo muchas cosas que decir- Dijo cerrando la puerta del apartamento de Penny.