Somos carne y hueso después de todo.
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Hoy es mi dia de descanso, en parte estaba feliz por ello, porque asi podria descansar, pero por otra parte yo deseaba que Jungkook viniera por mí como todos los días, se había hecho una costumbre. Nosotros teníamos una especie de amistad algo extraña, pues era lo que decian los demas.
Más de una vez la señora Min nos dijo que, más que amigos, nosotros parecíamos una pareja, dentro de mí estaba mas que feliz por eso, pero tambien me moria de verguenza. ¿Que pensará Jungkook cada que dicen eso? ¿Ha escuchado lo que dicen de nosotros? Realmente quisiera saber que es lo que piensa.
El timbre de la casa sonó, extrañada fui a ver, pues la abuela había salido ha hacer sus compras, dijo que le había faltado unos ingredientes para poder hacer el pastel de fresas que tanto me gustaba. Cuando abrí la puerta, vi a un joven hombre parado en el umbral, en su rostro tenía una pequeña sonrisa, su vestimenta era formal.
─¿Buenas tardes? ─ con el ceño fruncido salude.
─Buenas tardes, espero no molestar, acabo de mudarme por esa dirección, y solo pasaba para saludar a mis nuevos vecinos ─ el hombre habló con una sonrisa que dejaba ver unos dientes muy blancos, sentía algo de desconfianza─ Soy Choi Minho ─
─Ah, es un gusto... ─ asentí algo incomoda.
Si fuera la abuela seguro que lo dejaría pasar para charlar un poco y ofrecerle un poco de té y de sus galletas, pero yo no era la abuela, por muy extraño que sonara, el vecino nuevo me hacía sentir extraña.
─Espero que puedas entregarle esto a tu abuela, es un presente ─ me entregó una pequeña canasta con algunos frascos de mermelada de diferentes frutos.
Espera, ¿Cómo supo que vivía con la abuela...?
─Uhm, claro ─ digo mientras cojo la canasta entre mis manos, pero dando un paso hacia atrás suavemente y disimulada.
El nuevo vecino, Choi Minho, rió entre dientes y ladeo la cabeza un poco.
─Bueno, espero que pase buena tarde, otro día pasaré a saludar a tu abuela, cualquier cosa que necesiten pueden decirme ─
Asentí de nuevo, solo quería entrar a casa.
El joven hombre dio una suave inclinación y después giró en sus talones, solo para empezar a bajar los escalones de la casa. Solo vi como caminaba de regreso a lo que era su hogar, tal vez había sido por que era alguien despistada, pero nunca antes había visto esa casa del otro lado de la calle.
Realmente todo esto fue muy extraño.
[...]
Pov. Narrador.
En las profundidades del bosque, se encuentran dos chicos corriendo a toda velocidad, olfateando el aire y siguiendo un rastro que desde muy temprano les había puesto en alerta. No pasaron ni dos minutos cuando ambos se detuvieron frente a un bulto envuelto en una fina tela blanca, la cual se encontraba manchada de un líquido carmesí.
─Jungkook... ─
─Lo sé ─
Jungkook se agacha un poco, solo para retirar la tela un poco y poder ver mejor lo que estaba debajo de esa tela. Yoongi soltó un bajo gruñido cuando vio el cuerpo de una mujer, ambos sabían qué significaba todo esto.
─Con este ya son tres cuerpos encontrados en menos de dos días, ahora ya estamos seguros de que un chupasangre se coló al pueblo ─ Yoongi hablaba con enojo.
Jungkook frunció el entrecejo aún más, endureciendo sus facciones, él de verdad que estaba preocupado con todo esto, ya tenian casi una semana siguiendo un rastro de olor de vampiro, pensando que tal vez solo había estado de paso, pero después de encontrar el primer cuerpo, esta teoría se esfumó.
Las personas del pueblo podían estar en peligro y sin saber nada, las personas que sabían de ellos, se habían encargado de ayudar un poco, pero toda la responsabilidad caía en las manos de Jungkook.
─Tendré que hablar a Nirvana, si un vampiro a aparecido aquí, no creo que sea solo casualidad, tengo que avisar que estén atentos a cualquier signo de intrusos... ─ Jungkook pasó su mano por su cabello en forma de cansancio─. Si esto sigue así, tendremos que irnos antes de lo esperado, aunque hacer eso no me agrade mucho ─
Yoongi lo entendía, pues volver antes de lo esperado, significaba arrastrar a Rita sin saber nada, y eso ponía de los nervios a Jungkook.
Jungkook sacó su teléfono móvil y marcó el número de la persona de confianza que se había quedado en Nirvana, dando indicaciones para mantener la seguridad de las personas que estaban bajo su cuidado. Realmente él la tenia dificil.
[...]
Mientras limpiaba las mesas, no se me pasó por alto el que no había visto a ese par de chicos que siempre estaban en el local. Era extraño que Jungkook no estuviera sentado en la misma mesa de siempre, que Yoongi no estuviera hablando con él, Jungkook solo la había acompañado al trabajo y se había ido rápidamente.
─Señora Min... ─ me acerqué a la señora Min lentamente, dejando el atomizador de agua y el trapo a un lado.
─Dimer, cariño ─ ella dejó de limpiar el mostrador para ponerme atención.
─Uhm, vera, me estaba preguntando sobre... ¿Usted sabe dónde están los chicos? ─ mordí mi labio inferior con nerviosismo.
Por un momento, pude ver como la preocupación cruzaba por su rostro, solo para después reemplazarlo con una sonrisa en sus labios.
─Ellos tenían unos asuntos que resolver, pronto estarán de regreso, no te preocupes cielo ─
Asuntos que resolver, claro, ellos tambien tenian una vida. Ahora me sentía como una tonta por preguntar por ellos, me sentía llena de vergüenza.
La campanilla de la puerta principal sonó, ambas, la señora Min y yo volteamos a ver quien era, era un chico de cabello rojizo quien caminaba hacia nosotras.
─Buenas tardes, vengo por el letrero que está afuera... ─ el chico sonrió abiertamente.
─Oh, el puesto de ayudante, claro, si gustas dejarme la solicitud por favor ─ le dice la señora Min, el chico le entrega un papel amarillo y después voltea a verme, me sonríe─. Déjame ver... ─ la señora Min empieza a leer la solicitud mientras asiente varias veces─. Tu nombre es Steve, por lo que veo no eres de aquí ─
─No, con mi familia nos acabamos de mudar, venimos desde América, espero que eso no sea un problema ─ comenta él, mirando primero a la señora Min y después a mí de nuevo, ¿que tengo en la cara?
─No, claro que no, lo importante es que tengas ganas de trabajar, tu trabajo seria ayudar a entregar platillos y limpiar las mesas, además de la limpieza que se hace al inicio de dia y en el cierre de este, ¿te parece bien? ─
─Claro, solo digame cuando empiezo ─ la sonrisa de oreja a oreja que le dio a la señora Min pareció que le hizo gracia.
─Empiezas mañana, muchacho, la hora de entrada es a las siete, pero abrimos a las ocho ─
─Muy bien, entonces estaré mañana temprano, muchas gracias ─
─De nada, y aprovechando, dejame presentarlos, ella es Rita, será tu compañera y ella será quien te enseñe en las cosas que tengas dificultad ─
El chico, Steve, me volteo a ver con una sonrisa.
─Es un placer, soy Steve ─ me tendió la mano, me le quedé mirando a su mano por unos segundos y despues la tome con precaución.
─Es un gusto ─ digo, tratando de soltarme.
Ah, presiento que algo grande se viene.