「Voz」
En sus sueños había una pequeña figura de un pequeño niño de no más de siete u ocho años, el pequeño lloraba y se abrazaba a si mismo, tras un manto de cristral que no le permitía ver como era. Cuando Bon se acercaba a él para ayudar, acto involuntario que no podía detener, de a poco, esos sollozos iban transformándose en risitas y la antes pequeña figura se levantaba del suelo, mostrándole una esbelta silueta de un cuerpo adolescente más pequeño que el suyo, luego unos cabellos largos a melena caían en sus hombros... al alzar la vista un gran espejo se presentaba frente a él y notaba que ya no era el niño moreno de siempre, volvía a tener un rostro precioso y unos penetrantes ojitos rojos.
Cuando despertaba, miraba sus manos grandes y morenas y tocaba sus cabellos cortos y celestes, extrañando esa sensación fantasma de poder sentir su cabello largo.
Ahora, siendo un adolescente de quince, su vida era mucho menos agobiante que antes, "Bonnie" era una parte de él que sólo podía apreciar en los espejos, en cualquier superficie pulida en donde pudiera ver su reflejo. Ya no se veía a si mismo como un niño de piel blanca y ojos rojos, aunque amaba que de pronto sus ojos le jugaran una mala pasada haciéndole creer que su reflejo había vuelto a ser "el mismo" de siempre.
En el baño, terminaba de lavar sus dientes y mojaba su rostro, ya cambiado con su uniforme de su nuevo liceo, estaba dispuesto a irse ya a clases. Al ya tener amigos nuevos y algunos que otros conocidos de su primaria al menos era bueno, tenía la suerte de que su amiga rubia haya hecho hasta lo imposible para irse con él a la misma institución.
— "¡Bonnie quiere saludar a Bon!" —se escuchó de pronto una voz dulce envolver sus oídos, los cuales acarició como si un dulce beso haya terminado de cerrar ese comentario.
Al mirar al espejo, allí se vio a si mismo, como Bon; el moreno peliazul, y tras de si, un pequeño adolescente animoso vestido con su mismo uniforme, su misma manga, su misma corbara. Cada que se ponía algo nuevo, su pequeño nuevo "amigo" usaba lo mismo, y era lindo ver como en verdad el cuerpo de este, a través del espejo, era más pequeño y delgado que el suyo. Con sus cabellos morados la figura en el espejo se acercó y, allí mismo pudo ver como le abrazaba por encima de los hombros, sonriendo en el espejo.
— Hola... —sonrió Bon, tratando de llevar su mano hasta su hombro, donde se hallaba el brazo del más bajito en el espejo, pero no pudo sentirlo, lo cual le provocaba un ligero vacío— ¿por qué todavía no puedo tocarte?
— "Oh... no lo sé. Bonnie no sabe aún. Quiero tocarte también... pero al menos el amigo Bon tiene un reflejo muy bonito hehe." —mencionó el pelimorado, sonriendo un poco para ocultar la tristeza— "Bonnie quiere que el amigo Bon también pueda tocarlo... pero me conformo con... poder crecer junto a ti." —dijo, echándose para "atrás" hasta quedar a la pared del baño vista al revés en el espejo, enseñando lo alto que estaba a comparación de la primera vez que apareció—. "Bonnie ya no es un niño chiquito y a Bon no le molesta compartir con Bonnie. Muchas gracias."
— No es nada... —al volver al espejo, allí vio a su reflejo de cabello morado acercarse igualmente a un lado de su reflejo de Bon, luego, anulando a ese chico peliturquesa, debilitando su identidad, y al pestañear, sólo se hallaba frente a él, Bonnie, su reflejo siendo Bonnie— Aunque aun me cuesta un poco acostumbrarme a ti, no digo que seas malo pero que haya una persona a parte de mi en el espejo sigue siendo raro. Espero que mi mamá no me escuché hablando solo. —acercó su mano morena hasta el espejo, rozando esta cerca del rostro paliducho del pelimorado enfrente. Ya no estaba su reflejo tal cual como Bon, sólo estaba reflejándose en aquel espejo el rostro de Bonnie, un rostro precioso.
— "Hehe belle amico Bon, el amigo Bon es tan amable... me hace olvidar que hay heridas feas que no se quieren ir. Lastiman mucho a Bonnie." —el chico en el espejo trataba de frotar su mejilla contra la mano del contrario sobre el frío pulido de este espejo. Cuando el pelician tocaba el espejo, cuando ambos lo hacían, sentía que, de esa forma lograba sentir algo más allá que un vacío reflector de realidad— "Pero se siente bien ahora."
— Algún día dejarás de ser tan fantasmal, y talvez podamos hacer cosas normales, cosas de amigos. Uhm... bueno, yo... ah tenemos que ir a clases ya ¿nos vamos? —dijo, como si se tratase de un amigo normal, de una charla normal a través de una ventana. El pelimorado asintió animoso colocando sus dedos en la ventana del espejo.
Bon caminó hasta su cuarto peinándose bien el pelo antes de ir a por su mochila y correr hasta la sala a saludar y despedirse de su madre. La mujer le besó en la frente y le dio un abrazo, algo cotidiano y amoroso tras tanto tiempo de que su pequeño había mejorado su estado emocional gradualmente.
— "Pero Bon no olvida llevar un espejito chiquito, Bonnie no puede hablar siempre con Bon." —aquella voz capturó nuevamente la atención de Bon, quien estaba tomando la manija de la puerta de salida hasta que se volteó, buscando con la mirada de donde provenía esa vocecita, la dulce vocecita de Bonnie.
En la mesita auxiliar de al lado pudo ver un pequeño espejo de mano, ese que su madre usaba a veces. Rl suyo se había roto hace tiempo. Entonces, simplemente asintió tomándolo del mango para mirarse en él, allí se vio a si mismo, un chico moreno y de ojos verdes, pero al instante la sonrisa gigantesca del de melena inundó aquel pequeño espejito. Seguía siendo algo extraño que de la nada fuera Bon, luego Bonnie o que de pronto hubieran dos reflejos; el suyo, y el del chico del espejo que le sonreía con ánimos.
— Cierto, lo olvidaba.
— ¿Qué dices, cariño? —la peliazul se asomó por un lado del cuarto de la escalera.
— Ah no, no. Nada mamá... —carcajeó Bon— ¿puedo tomar tu espejo?
— Haha claro hijo mío. Yo no lo uso mucho. Solamente no lo pierdas ni lo rompas y, no te estés mirando mucho en clase, que tu maestra de Artes se ha quejado conmigo de que no prestas atención por estarte mirando al espejo. —le aclaró su madre, suspirando.
— Si, mamá. No volveré a hacerlo. Gracias, ahora si me voy. Te quiero.
*
Los días de Bon solían ir con calma, su rutina de aprendizaje era relajada para él por el gran empeño que ponía en clases para así mismo tener libertades en el establecimiento. Al llevar el pequeño espejo, había veces en que podía verse en él, algunas compartiendo dos reflejos amigos, logrando sentir como si en verdad lo tuviese al lado aunque sabía que esa sensación era irreal, que unos ojos eran verdes y los otros de su amiguito Bonnie, muy pocas llegaba sólo a verse usando la imagen del pelimorado, pues había aprendido que el oji-rojizo era un chico atrapado junto a él. El pelimora siempre le decía que no estaba atrapado, sino que, ansiaba aprender de él quedándose alli. No tenía idea del porqué aún sin verlo lograba oír su voz suave, rasposa y tierna, pero la adoraba.
Esperaba que de tan acostumbrado que estaba a esto no volviera a sentir terror de creer que lo observaban, cuando pequeño lloraba por lo desconocido y temblaba al ver que podía haber una imagen en el espejo pero ninguna persona en frente de el. Temía que el afecto por Bonnie, los reflejos y su ahora poca soledad terminase convirtiéndose en dependencia por ello.
— "Bonnie aprende, mira. ¡Aprendí a hacer algo!"
Bon lo buscó, pero en su pequeño espejo él no se hallaba y sólo se encontraba su propio reflejo, Bonnie no estaba allí pero aún podía oírlo. Entonces entendió que...
— ¿Puedo ir al baño, profe'? —el pelician alzó su mano, levantándose de su pupitre y tras recibir un asentimiento por parte de la mayor, salió corriendo del salón en dirección a los baños. Pues estos, eran casi los únicos que portaban espejos lo suficientemente grandes— Ah... ¿Bonnie? ¿Dónde estás?
— "¡Mira!" —le escuchó animoso, con un tono cantarín y una alegría inmensa en su vocecita bajita. Al voltear al espejo el reflejo de Bonnie se hallaba a un lado de él, su reflejo de Bon, en el espejo, flotando— "¡Bonnie ya aprendió a flotar!"
— ¿Flotar? ¿Por qué flotas...? —se acercó más, de modo que sus dedos pegados al espejo trataban de tocar el torso por encima de su hombro del contrario pelimorado— Bonnie...
— "Ahora Bonnie no es bajito, puede ser más alto que Bon ¡que divertido!" —mencionó dando giros en el aire a un lado del reflejo de Bon, sosteniéndole de los hombros y pegando su mejilla a la ajena— "Ahora Bonnie puede ir más rápido, no necesita caminar otra vez."
— Haha entonces... ahora si que pareces un fastasma.
— "Ah... no." —Bonnie le sonrió, acercándose al espejo, logrando tapar el reflejo de Bon como si de una imagen en zoom se tratase, quiso estirar sus manos para alcanzar al alto jovencito moreno, pero tenía límite hasta tocar el espejo— "Bonnie no es fantasma... Bonnie es amigo ¿no?"
— Ah si, Bonnie es un amigo raro que habla en tercera persona... pero, Bonnie es lindo... —extendió ambas manos hasta tocar las palmas ajenas en el borde del cristal del espejo, tratando de juntarlas.
— "¡Bon también es lindo! Bon juega conmigo aunque Bonnie es molesto y lo hacía llorar feo de chiquito. Pero Bonnie ya no hará llorar a Bon otra vez... Bonnie quiere ser bueno. Bonnie siente un vacío raro pero cuando el amigo Bon le dice cosas lindas Bonnie se siente muy bien..." —cuando ambos se sonreían, podían jurar ver sus manos tocarse aunque era algo que no pasaba, Bon podía creer que sus ojos estaban viendo como los dedos de Bonnie trasparentizados escapaban del espejo para tocar su mano, pero ya no estaba seguro de si realmente pasaba. Ya no estaba seguro de si luchar para encontrar la lógica a las cosas le hacía bien— "Bonnie ya no necesita hacer cosas malas que hagan sentir mal al amigo Bon... hehe no sé que soy, pero Bon sabe que soy bueno, porque somos amigos."
— Siempre me he preguntado qué o quien eres en realidad... —respondió Bon en medio de una suave sonrisa— no es normal tenerte aquí, que me hables, que hayas aparecido de la nada, pero... Tu voz... tan relajante, me provoca muchas cosas interesantes y... sólo me hace pensar que todo lo malo que pasé al conocerte terminó el día en que me di cuenta de que eres... precioso. Eres lo más lindo que he visto. Te adoro.
- "Mmh... Bonnie también... ah esto... yo también adoro al amigo Bon... te adoro. Bonnie te adora."
Bon le sonrió, llevando su mano izquierda hasta la mejilla del que ahora, nuevamente, era el único reflejo en el espejo, el de Bonnie, tratando de acariciarla aunque no lograba hacerlo. Se conformaba con ver lo adorable que se ponía el adolescente en el espejo cuando trataba de hacer aquello, como sus mejillitas rosas y sus ojitos rojos demostraban que estaba contento, que podía parecer que tenían vida. Seguía diciendo que "Su" reflejo era lindo, era hermoso y angelical aunque a veces le viera con cicatrices en sus brazos o pequeñas gotas de sangre escapando de su nariz... debían de ser cosas raras que creía ver.
— ¡Uhhh! Narcisismo real en vivo... amigo, eso es muy raro. —una voz masculina, grave y rasposa pero con un tono bajo apocó todo ese momento, obligando a Bonnie a echarse para atrás dejando sólo al reflejo de Bon.
— ¿Qué? —preguntó Bon, observando en la puerta del baño a un chico castaño de ojos azules, quien se hallaba parado alzando una ceja.
— Si te amas tanto a ti mismo no es mi problema, pero no te hables a ti mismo en el baño. Hay gente que quiere venir a hacer sus necesidades y vaya que... ah sería raro ver a un tipo adorarse a si mismo en un espejo. —le comentó con un tono calmo— Permiso.
— "Persona de ojos azules..." —mencionó Bonnie, revoloteando con algo de temor a un mirando por el espejo, a un lado de Bon— "A Bonnie no le gusta el pelito marrón... ni los ojos azules. Bonnie... se siente feo."
— ¿Mmh? —Bon volteó al espejo, sólo tras escuchar como la vocecita bajita de Bonnie perdía todo y allí pudo verlo abrazar por detrás a su reflejo moreno, con nervios.
— "Bonnie ya quiere irse. El... el amigo Bon tiene que... ah tiene que volver a clases."
— ¿Ah? Eh... ah si, claro.
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Hola uwu
Si, no me pareció tan necesario seguir dejando a Bon pequeñito, ya que necesitare cierta parte de su reciente madurez para seguir UvU
Y si, así como hay cosas que por nuevas y desconocidas dan miedo, con el tiempo, uno se acostumbra y termina desarrollando una visión normal, claro, cuando creces te das cuenta de que normalizar algo que no está ni cerca de ser normal, termina siendo complicado, Bon va a sufrir de su cabecita ;; idk(?
Ah si, otra cosa; los reflejos. Estos dependen del apego de Bon a su propia identidad, Bonnie sabe jugar con ello y es por eso que a veces Bon aceptando su reflejo puede verse pues... como Bon en si(? Aun así, Bonnie poco a poco crece con él y sigue siendo un misterio todo acerca de este nene uwu.
Cuando Bon se "aburre" de si mismo o de mirarse, es Bonnie quien suele reflejarse la mayor parte del tiempo, así como una balanza, si ambos están en el mismo canal, suele haber dos reflejos.
No sé si se habrán dado cuenta, pero un espejo en si tiene muchas dimensiones interesantes si se le dedica tiempo jdjs pero, aclaro, (talvez spoiler) Bonnie no forma parte de esto, sino que está adherido a Bon y sólo comparte lo que este puede ver, sus cercanías y hasta vestimenta(?? Esto ya en si, lo explicaré y profundizaré más adelante owo.
Sembrar más preguntas que respuestas es shido xd
Ahora si, espero hayan disfrutado de este capítulos owo.
Recuerden votar y comentar, si tienen dudas, yo responderé con gusto uwu (claro, sin spoirlers, aunque a veces se me escapan xd)
Nos leemos en otras historias y en la próxima actualización :3
Bye.
-NiaKu.