POV África
Un tren gigante se encuentra delante de nosotros cubierto de luces pequeñas.
-¡Es increíble! Pero...¿qué es esto?-Le pregunto al oso con una sonrisa.
-¿Tienes algún lugar en mente para ir de vacaciones? Roma..., Francia..., ¿El caribe...?- Me dice sonriendo.
-Pues lo cierto es que todos suenan bien, pero...
-Perfecto, entonces...¡nos vamos!-Emmett me agarra del brazo y me mete en el vagón del tren y en ese momento el tren empieza a andar.
-¿A dónde me llevas, Cullen?- Le sonrío.
-Primera parada...Francia...-Me dice detrás de mi mientras observamos el paisaje a través de la ventana. Sonrío.
(.....)
Llevo más de quince minutos mirando por la ventana. Emmett ha ido a hablar con el conductor, parece que se llevan bien, pues se oyen risas.
Me pierdo en mis pensamientos. ¿Qué sería de mi si no hubiera encontrado a Emmett? ¿Si no hubiera participado en el ejército de Riley? Quizás no hubiera sido parte de esta familia, ni Damon tampoco. Aunque, tampoco los hubiéramos puesto en peligro constante.
Noto unas manos en mi cintura, sonrío y me giro para besar los labios de Emmett con pasión. Él sonríe entre medias del beso y me alza haciendo que enrolle mis piernas en su cadera.
-Espero que te haya gustado la sorpresa.- Me dice un poco cohibido. Parece un niño...
-Me ha encantado, babe, pero creo que deberías haber avisado, al menos para agarrar una maleta con ropa.- Emmett me da un casto beso y alza una tarjeta de crédito con dos dedos.
-Seis mil dólares, para todo lo que necesites.- Abro los ojos ante el regalazo de Emm.
-Emm, yo...enserio, no puedo aceptar seis mil dólares así como así.- Le digo agarrando sus mejillas. Él reacciona hundiendo más su cabeza en mi mano, disfrutando de mi toque, como un gato.
-Te quiero, África.
Sonrío y lo beso emocionada, nuestro primer te quiero. Él me abraza más aún.
-Venga, ¿no vas a aceptarlo?- Me pone carita de cachorrito. Ruedo los ojos y le susurro.
-Vale...pero aún sigo preguntándome de donde sacáis tanto dinero...
-Algún día lo descubrirás, enana.-Me guiña un ojo y me baja.
Me agarra de la mano y subimos por unas escaleras hasta llegar como a una terraza. Espera, ¿una terraza en un tren? Bueno, no le daré importancia.
El aire golpea mi cara y me ensordece.
-¡Wow! ¡Me encanta!- Río y Emmett sonríe.
Abro los brazos y cierro los ojos disfrutando de la libertad que me provoca esto. Emmett se acerca a mi y se pone a mi lado en la misma posición que yo.
Nos sonreimos mutuamente.
(.....)
Llegamos y nos despedimos del conductor. Caminamos hasta un hotel de cinco estrellas y nos reciben como a verdaderos famosos. Es un palacio de verdad, estoy fascinada...
-Bienvenue à"Château hôtel Spa Grand Barrail. Reserve? (Bienvenidos a Château hôtel Spa Grand Barrail. ¿Reserva?)- Una mujer preciosa de unos cincuenta años nos atiende en recepción. Pongo cara de póker al no entenderla.
Miro a mi novio y él me sonríe con suficiencia para luego volver a mirarla.
-Nous avons une réservation pour Emmett Cullen. La plus grande pièce que vous ayez. (Tenemos reserva a Emmett Cullen. La habitación más grande que tenéis.)- Lo observo sorprendida ante su francés fluido.
-Bien sûr, notre assistant prendra votre sac. Salle 277. (Claro, nuestro ayudante os llevará vuestra maleta. Habitacion 277)- La mujer nos entrega una llave y Emmett la agarra.
-Merci. (Gracias)- Emmett y yo nos despedimos de ella y subimos detrás de un señor con un traje un poco extraño de color rojo. Sujeta nuestra maleta mientras nos guía.
Al llegar a la habitación, Emmett le agradece al hombre y este se va dejándonos solos.
-Increíble, me has dejado sin palabras.- Le digo sonriendo.
-Es lo que pretendía, podía haberle dicho que somos extranjeros y hubiera hablado nuestro idioma.- Ruedo los ojos riéndome y respondo.
-Pero nunca está mal sobresalir un poco, ¿no?- Él ríe.
-Bien, ponte un poco más informal, vamos a dar nuestro primer tour turístico. Dejaremos para mañana lo mejor, la Torre Eiffel.- Hace un gesto majestuoso haciendo que ría.
Emmett se va a la terraza dejándome a mi sola para cambiarme. Me cambio los zapatos poniéndome unos botines planos y me cambio el mono negro por un vestido más casual. Me maquillo con un labial granate y me pongo iluminador.
Emmett vuelve a la habitación y me mira de arriba a abajo. Se acerca a mi y me besa.
-Voy a tener que sacar mis colmillos cuando te miren, ¿verdad?-Me pregunta haciendo que ruede los ojos.
-Solo estás tú.- Le respondo. Un brillo decora sus orbes amarillas.
Me abraza fuerte mientras me da vueltas y reímos.
-Te quiero, te quiero...- Le digo dándole besos por toda la cara.
-Vale vale, ya está bien de cursilerias, vámonos.- Dice riéndose.
Bajamos a la recepción agarrados de la mano y Emmett se despide de la recepcionista. Caminamos por las calles de París viendo tiendas y discotecas para bailar luego.
En ese momento, giramos la cabeza hacia el sonido que empieza a sonar. Un festival con música y bebidas se encuentra en un recinto lleno de gente, esto va a ser divertido...
Agarro el brazo de Emmett y lo arrastro hasta el recinto y empiezo empiezo a bailar y a cantar. (Multimedia)
Emm también empieza a bailar al ritmo y sonreimos. En la subida del estribillo, empieza a funcionar un cañón de espuma y nos moja mientras toda la gente baila y salta con la música. Es un ambiente genial.
Emmett y yo cantamos a la misma vez junto a toda la gente. Me fijo en el DJ, que me mira con una sonrisa. Aparto la mirada del rubio con ojos verdes para volver a mirar a Emmett, esperemos que no se dé cuenta, si no, el chico puede salir en ambulancia.
Sigo bailando disfrutando de la libertad que me proporciona. Soy realmente feliz ahora mismo. Sin preocupaciones, sin problemas, con Emmett, no necesito nada más...
Cuando acaba el festival, salimos totalmente empapados. Nos paramos delante de una tienda.
-¡Eso ha sido emocionante! ¡Vamos otra vez!- Dice Emmett muy hiperactivo.
-Emm, cariño, el festival ya ha acabado.- El oso se deprime, pero levanta su cabeza y me dice.
-Vamos a cenar, honey, tengo hambre.-Sonrío por el apodo cariñoso.
-Vale, yo también tengo hambre, vamos.- Nos agarramos de la mano de nuevo y nos adentramos a un zoológico.
-¿Qué hacemos aquí?
-No hay bosques por aquí, ¿Qué pensabas cenar?- Me dice recordandomelo.
-Es verdad, vamos.
Unas horas después, miro mi reloj. Las nueve y media de la noche, el zoológico cierra ya. En ese instante, las luces se apagan y queda todo en silencio, menos por el sonido de los animales.
Vamos con cuidado hacia la estructura en la que tienen encerrada a una manada de ciervos. También hay un oso, pero he logrado convencer a Emmett que lo deje, puesto que solo hay uno y se darían cuenta antes.
Terminamos de "cenar" y volvemos al hotel para acostarme, estoy agotada. Cuando abrimos la puerta de la habitación paso directa al baño y me ducho. Cuando termino, me pongo el pijama y me acuesto.
Veo a Emmett a través de la ventana de la terraza, está haciendo pesas. Veo como los músculos de su espalda se contraen y se relajan, con ese hipnótico movimiento, me quedo dormida.
(.....)
Por la mañana me despierto desorientada, pero al instante recuerdo que estamos en el hotel. Oigo la voz de Emmett hablando por teléfono con la que puedo reconocer como Alice.
-Sí, está aquí dormida.
-Tratala bien, que no se te escape ningún detalle de lo que ella necesite. Haz que se olvide de su horrible estancia en Volterra.-Le aconseja Alice. Sonrío.
-Ayer estuvimos en un festival con un cañón de espuma, ¡fue increíble!-Dice emocionado como un niño.
-Os merecíais estas vacaciones. Disfrutad al máximo y recuerda que todos estamos bien.
-Avisarme si pasa algo.- Advierte mi novio.
-Si, tranquilo, adiós.- Corta rápidamente Alice.
Emmett se da la vuelta para mirarme y sonríe.
-Era Alice.
-Lo sé.- Sonrío. Me levanto, voy hacia él y lo abrazo oliendo su perfume.-¿Qué plan tenemos para hoy?
-La torre Eiffel...
Continuará...
Hola. Cómo estáis? Yo he estado un poco mal psicológicamente. He estado triste y con ganas de escapar de todo.
Este capítulo lo he intentado hacer más divertido y fácil de escribir, ha ido en contra de mi estado de ánimo. Ha sido una vía de escape al poder ponerme en la piel de África y disfrutar los acontecimientos que tiene.
La verdad, le hacía falta este descanso a Emmett y a África.
Bueno, nos vemos en el siguiente capítulo!
-KenaDragun