A la mañana siguiente Ruggero no era la persona quien me esperaba fuera de mi casa, Sino Agustín, tenía una sudadera puesta con su pelo despeinado que lo hacía ver muy bien
—Agustín...
—Me has dejado Plantado
—No era mi intención, Yo...
—Lo se, se que no era tú intención y la verdad es que me alegro mucho por ti por que tus padres te llevarán a una cena familiar, ¿te parece si lo cambiamos? Podemos ir a cenar cualquiera de los demás días, tú dime cuando puedes...
—Claro, te lo diré luego ¿te parece? Vamos a comenzar los exámenes y necesito estar concentrada, pero en verdad te prometo que saldremos.
—¡Me parece bien! Veo que ya estás lista ¿te llevo a la escuela?
—Ruggero está por llegar, él se ha ofrecido—Y su sonrisa desaparece.
—Ya veo, bien, está bien, entonces nos vemos en el almuerzo ¿si?
—Si.
—...Adiós.
...
—¿Estas segura que ya no sientes nada nadita por Agustín? —Las horas habían pasado, me encontraba ya en una clase con Valentina, y como era de costumbre estábamos hablando.
—No, no me gusta.
—Wow, jamás te habría creído que dijeras eso.
—Seré sincera, me gustó mucho, de hecho siempre se me había hecho el chico más guapo de todo el instituto o al menos de todos los chicos que mis ojos habían visto, pero él es el tipo de chico que se acuesta con medio instituto y que no está acostumbrado a tener una novia formal. Aunque me hubiera muerto por aunque sea me tocase... no es lo que estoy buscando.
—Ruggero era exactamente igual.
—Ruggero es otra cosa, jamás me vi con ese chico, más bien por lo engreído que era, al igual que Agustín tiene a cualquier chica a su Merced, pero debo de reconocer algo de él, y es que ganó mi corazón de a poco.
—¿en verdad? Pues que hizo —me dedicó una de sus típicas miradas coquetas, a lo que yo solo me reí.
—No es lo que estas pensando, él y yo no lo hemos hecho aún.
—¿¡no?! Pero si cuando andabas con Roberto lo hicieron a la semana, e incluso no pararon de hacerlo cada vez que se veían—Pude sentir mis mejillas arder, hablar este tema con Valentina me da algo de vergüenza.
—No, aún no lo hemos hecho, me refiero a que Ruggero me ganó con los pequeños detalles de... no sé... salir a citas... me llevaba al cine... me llevaba a comer... conoció a mis padres... Se los ganó por completo... me presta mucha atención a cada cosa que digo como si lo que estuviese diciendo fuera lo más importante para él... no se, es difícil decirlo con palabras, prácticamente me hizo sentir bien, a gusto y con una confianza única... de a poco me fue ganando a mí y eso me encantó.
Escuché su largo suspiro—Te encanta...
—Demasiado...
—Y lo traes loco, en verdad que lo traes loco, jamás lo vi haciendo el tipo de cosas que hace contigo con la Candelaria esa.
—¡Zenere! ¡Sevilla! —El profesor Wilfrido nos llamó la atención a ambas—¡Si siguen hablando en mi clase las mandaré con el director!
—Perdone, ya nos callamos —Le dije
Y de mala gana mi amiga se quedó callada para que él Profesor no nos dijese nada. Al salir a la hora del almuerzo Valentina habló hasta por los codos, desahogando todo lo que tenía que decir... tomamos unas hamburguesas de la cafetería con unos refrescos y nos fuimos a sentar. A la siguiente hora nos tocaba a ambas la clase De química, la cual tenía el examen. Es muy importante ese examen, ya que ese define si entras a las clases avanzadas, me sentía muy preparada, Ruggero me había hecho aprender casi todo el libro, y se lo agradecí mucho. Él estaba en la clase avanzada de química, así que prácticamente estaríamos juntos en otra materia.
Sentí como me daban un beso en mi mejilla y se sentaban a un lado de mi.
—Hablando del Rey de Roma—Dijo Valentina, puesto que era Ruggero quien me había besado la mejilla, me pasó el brazo por mis hombros para abrazarme.
—¿Hablaban de mi?—Giré a verlo, lo tenia tan cerca, así que no dude en robarle un beso a sus jugosos labios. Me sonrió de oreja a oreja.
—Hola—Nos quedamos mirando ambos, tan cerca, sonriéndonos el uno al otro con un brillo en la mirada.
—¡Dios mío! ¡Tanto amor me va a provocar vomito!—Exclamó mi amiga riendo, nos dejamos de mirar para reírnos con ella. Al paso del tiempo había llegado Logan para sentarse a un lado de su novia, luego llegaron varios del equipo del fútbol junto con las de animación y sentía como si no encajase en aquel lugar, todos se habían sentado aquí prácticamente porque Ruggero estaba aquí. Pero Ruggero me hacía sentir bien, me prestaba toda la atención a mí y a mis papas fritas que tenía en el plato, hasta que...
—¿Me puedo sentar?—Su voz me puso la piel de gallina, pues recordé que Ruggero me había prohibido hablarle, cosa que obviamente no iba a dejar de hacer. Agustín se sentó justamente alado de mi dejándome en medio de ambo chicos. —¡Uy! ¡Papas fritas!— dijo bromista para tomar una de ellas y llevarla a su boca
—¿Estas preparada para tu examen?—Ruggero me habló a la oreja
—Si, algo nerviosa.
—¿nerviosa? Pero si ya te has aprendido todo el libro cuando fuiste a mi casa...
—Da igual, ese profesor ha de traer algo contra mí porque siempre nos regaña a Valentina y a mi.
—¡Si! ¡Maldito profesor! ¡No nos deja echar chisme tranquilas!—La mesa estalló a carcajadas.
—¿trae algo contra mí chica? ¿Quieres que haga algo al respecto?
—Para nada, si es qué paso a clases avanzadas no tendré que verlo de nuevo
—¡no me dejes karol! ¡No me dejes!—chilló mi amiga—Las clases no serán lo mismo sin tu compañía
Ruggero y yo nos reímos—Aún no sé si vaya a pasar—confesé
—Si lo harás—Soltó de la nada Agustín, todos dirigimos la mirada hacia él quien seguía comiendo de mis papas fritas—Cuando quieres lograr algo no te cansas hasta conseguirlo, eso es algo que admiro de ti—Me miró a los ojos con una seriedad, se hizo un silencio entre nosotros, solo nos mirábamos, hasta que mi amiga decidió poner fin a eso.
—Como cuando teníamos Siete años y Un chico se burló de ella por no saber dividir fracciones, al día siguiente llegó siendo la más aplicada del salón sobre ese tema—Todos comenzaron a reír, yo la miré con cara de "Te lo agradezco"
Ruggero pasó su brazo alrededor de mi cintura acercándome más a él, me tomó de la barbilla y me besó, lento, con una pasión que solo él podía tener sobre mí.
—Si no sacas un maldito diez en su materia, te juro que le rompo la cara al estupido profesor—Volvió a besarme.
Al pasar unos momentos, no tardó en que una rubia se le subiera a las piernas a Agustín y este le dedicase toda su atención. Terminó el timbre, Ruggero me tomó de la mano por todo el largo pasillo hasta llegar a mi aula, me giró sobre mis talones para mirarme fijamente a los ojos. —¿Pasa algo?
—Te había dicho que no me gustaba que le hablaras a Agustín.
Fruncí el ceño—No, no dejaré de hablarle solo porque tú quieres, es mi mejor amigo.—Suspiró irritado
—Ya veo que eres difícil—Me sujeta de la cintura con una delicadeza y con su otra mano me toma la mejilla para acariciarla—Luego veré que hago con ese tema—antes de poder reprocharle, me besó en los labios y me hizo desaparecer todo aquello que nos rodeaba—Suerte en tu examen, te veré en el campo, recuerda que hoy nos han citado ahí los entrenadores, la semana que viene tendremos otro partido con los estupidos bulldogs y tenemos que entrenar—Asentí, recordando que esta mañana nos había informado la entrenadora de animación que nos daría un anuncio muy importante a la siguiente hora, volví a besarlo tomándolo desprevenido de nuevo y me sonrió
—Te quiero—Le dije, siento cosquillas en mi estomago, mi amiga Valentina suele llamarles "Mariposas"
—Te quiero—Me volvió a decir, me causó tanta ternura el ver sus hoyuelos marcarse en sus mejillas.
—Señorita Sevilla, entre al salón que este no es ningún motel para que esté con su novio—El profesor me regañó haciendo que me sobre saltara, Ruggero le dio una mirada asesina al Profesor, entonces antes de que pudiera hacer algo me despedí de él para entrar y encontrarme con Valentina hablando con unas chicas de su alrededor, por suerte me había guardado mi lugar a su lado. El profesor entró y cerró la puerta, todos tomaron asiento—No los quiero ver copeando, quiero que contesten todo el examen y por nada del mundo quiero que estén platicando—Giró a vernos a Valentina y a mí con el ceño fruncido, mi amiga se encogió de hombros sin darle importancia a su presencia.
Al entregarme el examen me di cuenta que las preguntas estaban totalmente fáciles, todo aquello me lo sabía de memoria, comencé a contestarlo sin preocupación y fui la primera en acabarlo, le entregué el examen al profesor, se sorprendió al verme a mi, me dijo que me saliera del aula y que me tomara el tiempo en que mis compañeros terminaban, que él me daría la calificación cuando sonara la campana de cambio de clase. Miré a lo lejos a mí amiga quien me hizo con la boca las palabras "Me dejaste aquí ingrata" nos reímos y me marché para hacer tiempo.
La hora y media que teníamos para el examen se me fue volando, me la pase en el teléfono viendo las redes sociales sin ninguna compañía, habían pocas personas fuera de sus clases, que supongo que se las habían saltado puesto que todos debían de estar en sus aulas. La campana sonó, me daban muchos nervios el saber el resultado de mi examen, pues sólo tenía tres opciones. O me iba a clases avanzadas, o me quedaba en esas, o de plano la reprobaba y tienen que hacer todo un rollo para ver si la puedes pasar o no, este instituto es algo difícil.
Entré al salón junto con otros compañeros que estaban esperando afuera, vi a Valentina que de nuevo hablaba con unas chicas, el maestro se aclaró la garganta y empezó a decir los resultados de cada uno, exacto, todos lo escucharían, este maestro puede ser algo malo con nosotros.
...
Tardó en llegar hasta la letra de mi apellido, y juro por mi puta vida que ha sido la sensación mas increíble que había sentido—Sevilla, sorprendentemente y con la mejor calificación, se va a clases avanzadas
—¡Aaaaaah! ¡Aaaaaaaaah!—Valentina y yo saltamos como unas viles colegialas. El profesor rodó los ojos irritados y prosiguió—¡Pasaste! ¡Pasaste!
—¡Pasé! ¡Pasé!— diablos, sí que este examen me había estresado más de lo normal, en verdad era una sensación increíble, me sentía feliz conmigo misma, muy feliz y agradecida con Ruggero por haberme enseñado todo sobre esta materia.
Llegaron a la letra del apellido de Valentina, quien no se fue a clases avanzadas pero mínimo había pasado la materia, al igual que yo, había hecho todo un escándalo saltando de alegría por haber pasado, de hecho cuando salimos del aula le gritó al profesor "¡En su cara!... ¡me seguirá viendo en su clase!" El maestro solo bufo de mala gana y se marchó, no podía dejar de tener la enorme sonrisa en mi rostro ¡había pasado! Y aunque me doliera dejar a Valentina por una clase, me ponía muy feliz el estar por primera vez en una clase más alta, esto quedaría perfecto para que me acepten en la universidad.
Nos dirigimos a los vestidores de chicas para ponernos un short corto para hacer ejercicio con una blusa de tirantes, obviamente me coloque una sudadera arriba, pero me cubría exactamente abajo de mi trasero dejando ver mis piernas, Mi loca amiga me había confesado que me había copiado la mitad del examen, pero que me he parado y me he ido y no a alcanzado a escribir lo demás, moría de risa con las ocurrencias que salían de su boca, dice que por eso había salido bien en el examen.
Nos encontrábamos en el campo, donde ya los del equipo de fútbol estaban entrenado, mientras que las de animación estaban apunto de llegar. Ahí estaba, parado mirando con el ceño fruncido a todos los chicos dando órdenes, traía puesto un pantalón deportivo con una camisa azul deportiva que se le ajustaba perfectamente a su cuerpo dejando ver su perfecto abdomen. Sonreí como estupida al verlo, y más felicidad me invadió, él había sido el causante de que saliera muy bien en el examen. Si nuestra relación tenía también apoyos en la escuela, esto iría muy bien entre nosotros, porque se supone que los novios están para apoyarte siempre siempre. ¿No?
El entrenador se detiene a un lado de él para decirle algo, él asiente con la mirada, y suena el silbato haciendo que todos tomen un descanso, todos se fueron a beber agua mientras que él hablaba con mi primo Mateo y le daba indicaciones que creo yo de lo que debe de hacer, él asentía. No tardó para que su mirada se encontrase con la mía, su cara se relajó y me sonriera de oreja a oreja, le dijo algo a mi primo quien me miró sonriéndome y volvió a asentir, cuando Mateo se fue comenzó a caminar hacia mi, hasta que sus ojos se fueron a lo que tenía puesto, se detuvo al instante, mirándome con el ceño fruncido. No pude evitar controlar toda la emoción que sentía, corrí lo más rápido que pude a sus brazos, lo tomé de sorpresa, enrollando mis piernas sobre sus caderas y abrazándolo por el cuello, escuché una leve risa de su parte, no dudó en envolverme en sus brazos.
—¡Pasé! ¡Pasé!—le gritaba, me separé de él para mirarlo para abajo, ya que aún me tenía cargada. Parecía como si le hubiese estallado toda mi felicidad a su persona, pues volvió a sonreír como tanto me gustaba.
—¿¡en verdad?!
—¡Si! ¡Con la mejor calificación! ¡Gracias! ¡En verdad gracias!
—No me tienes que dar las gracias por tus propios logros Sevilla —Su hermosa sonrisa hizo que lo besara, si, que besara a mi novio mientras que me carga en medio de un campo con muchas personas a nuestro alrededor mirándonos. No se porque, pero cada día me encantaba más Ruggero.
Mabel Paz ✌️