El fuego crispaba con fuerza cuando le echaban madera para que avivara con más fuerza además de que calentaba a quienes lo rodearan, Luis se mantenía cerca y con un palo pinchaba la madera para mantenerlo vivo mientras que Martha sacaba unos bocadillos envueltos en aluminio para mantenerlos y era ayudada por su pareja, habían aparcado en un pequeño claro y con el coche tapaban la fogata de la vista de la carretera; Tom estaba junto a ellas intentando convencerlas en seguir el camino pero las otras dos se negaban rotundamente por la necesidad de descansar.
-Puedo conducir yo o...
-Ya, cállate, -le interrumpió de golpe Elisabeth harta de escuchar las insistencias del otro.- ¿qué problema tienes con dormir?
-Coge tu bocadillo -Martha le dio lo mencionado golpeando con suavidad su bocadillo.-, y ve a sentarte con Luis.
El de lentes dio un pequeño bufido en su lugar antes de volver con el de cabello plateado que dejaba la frágil rama a un lado suyo.
-Tranquilo, señor, le vendrá bien descansar -habló con tranquilidad sin apartar la vista del fuego.-, recuerda que ha salido recién de la enfermería.
-No jodas -habló Elisabeth con un pequeño tic en su ojo mientras se sentaba en el sueño.-, ¿hablas en serio?
-Le estaba dando tiempo a mis compañeros para escapar -respondió con tranquilidad ofreciendo su comida a su compañero.
-Te comes el bocadillo que por algo lo he hecho yo -Martha frunció el ceño molesta antes de darle el último bocadillo al que faltaba.-, come, que te viene bien.
-Yo sé lo que me viene bien -dijo rodando la vista hacia otro lado posando su mirada ahora en Luis quien estaba rojo, no sabía si era por la luz del fuego o por otra cosa, aquello le recordó que aún debía preguntarle.
La pareja había empezado a reír con suavidad por la manera en la que Martha parecía intentar sentarse con la ayuda de la contraria. Dio un suspiro corto antes de mirar aquel fuego que se encontraba crispando, no pudo evitar pensar en su difunta mujer a quien aún le echaba de menos a pesar de los años pasados. Dejó la comida a un lado suyo antes de levantarse de su sitio.
-Iré a patrullar. -Se volvió en redondo para luego introducirse en aquella vegetación.
-No vayas muy lejos, recuerda que tenemos que hablar sobre el plan. -Le habló Martha mientras se alejaba del lugar.
Hizo una seña con la mano dejando claro que la había escuchado.
Siguió caminando por el bosque alejándose de la fogata a la cual podía ver desde la lejanía por la ausencia de luz en esos instantes, aunque la luna intentaba dar su luz no podía por las nubes que la tapaban durante largos tramos oscureciendo el lugar más de lo que estaba. Necesitaba relajarse de momento, cierto era que debía descansar tal como lo habían dicho la pareja pero aquello le llevaba a pensar en los sueños que tenía aunque era mejor calificarlos en pesadillas.
Se detuvo en seco cuando creía que ya estaba lo más lejos posible y que no pudieran verlo u oírlo. Miró el cielo nublado que escondía la hermosura de la noche, su espalda se apoyó en la madera de un tronco cercano, se pasó una mano por el pelo.
-Tranquilo, Stephen, Tomee Bear se encuentra bien, sé que lo volveremos a ver -le habló a su cabello por lo bajo.-... Y no hace falta que te preocupes por mí, estoy bien... No necesito comer aún, puedo aguantar hasta unas 72 horas...
Se sentó en el suelo con cuidado pensando; recordó que cuando aún era joven no podía aguantar una hora sin comer, cuando le rugía la barriga comería cualquier cosa, incluso una vez sin querer se bebió un vaso de pintura creyendo que se trataba de leche, sus amigos le habían gastado una broma pesada. Rió con suavidad notando amargura en su voz, se pasó una mano por la mejilla para quitarse de encima aquella lágrima escurridiza.
-¿Dónde estáis?
-¿Ha perdido a alguien? -La voz de Luis le sacó de todo y alzó la vista para encontrarlo asomado por el árbol en el que se encontraba apoyado. Llevaba en las manos su comida.
-Tal... Vez. -Apartó la vista hacia otro lado.- Deberías comer...
-Eso debería decir yo. -Dio una suave risa antes de sentarse a un lado.
Tom se hizo al lado para dejarle espacio en el tronco y que se apoyara.
- Gracias -dio una suave sonrisa Luis antes de mirar los bocadillos en sus manos.-, señor, por favor, coma...
El de lentes se quedó mirando como el otro alzaba la vista para mirarlo con preocupación, no sabía de dónde sacaba tanta preocupación por él. Suspiró en su lugar antes de coger aquel bocadillo con cuidado y sacar al aluminio que lo envolvía el cual lo guardó en uno de sus bolsillos. Notó como el contrario le seguía mirando así que le devolvió la mirada.
-¿Hace falta que me veas comerlo? -Sonrió un poco al ver como el otro abría la boca para contradecirlo pero pareció sonrojarse y mirar hacia otro lado.- Solo bromeaba.
Comieron de a poco con un cómodo silencio que se les había echado encima, tal vez no fuera una mala idea quedarse callado más tiempo.
Las nubes al final se apartaron del camino del cielo dejando ver aquellas hermosas estrellas además de la luz que daba la Luna para aquellos que la miraban. Era un momento tan tranquilo, últimamente Luis le hacía sentirse así con su mera presencia; lo cual le hizo recordar durante un breve instante a Elyssa, pero lo suficiente como para que esa comodidad que sentía en esos precisos instantes desapareciera.
Pero antes de poder abrir la boca para preguntarle a Luis cómo se encontraba para distraerse el contrario ya estaba formulando su pregunta.
-¿A quién perdió? -Luis jugó con la pequeña bola de aluminio que tenía en sus manos. Ante el silencio de Tom explicó mejor.- Antes dijo que tal vez había perdido a alguien...
Tom le miró un poco sorprendido por la repentina pregunta.
-Yo... -Miró un momento sus manos las cuales recordó manchadas de sangre.- Perdí a mi mujer, alguien la mató.
Notó el rostro impactado del otro, se volvió una mueca.
-Lo siento mucho. -Comentó Luis bajando la vista.
-No pasa nada, ya han pasado como unos tres años desde entonces. -Aclaró el contrario dando un pequeño carraspeo en su lugar para aclararse la garganta y evitar que se le escapara un sollozo.
-Aún así... -Susurró por lo bajo el contrario logrando captar la atención del de lentes ya que no parecía haber acabado la frase.
Unos pasos hizo que volvieran la vista hacia atrás, en dirección al camino que los había llevado hasta ahí. Allí venía Elisabeth que miraba al par con igual indiferencia.
-Vamos, hay que hablar del plan. -Les hizo una seña para que regresaran antes de ir por donde vino.
-¿Deberíamos contarle sobre lo nuestro? -Le preguntó por lo bajo a Luis.
-¿Lo... Lo nuestro? -Ante la sorpresa de Luis dio un suspiro.
-Ya sabes, de que la Armada Roja nos anda buscando. -Aclaró mientras se levantaba de su asiento.
-Oh... Cierto, -dio una suave risa nerviosa por lo bajo mientras era ayudado por el otro para ser levantado.- creo que... A lo mejor eso podría ayudarnos en la misión.
El de lentes asintió de acuerdo y regresó por el sendero que habían entrado a aquel lugar, escuchaba a Luis murmurar algo detrás suya mientras iban pero no le entendía bien aunque no le tomaba importancia.
Elisabeth se había vuelto a sentar junto con su pareja tomándole de la mano para cuando llegaron; se sentó delante de ellas considerando aún decirles sobre la búsqueda de ellos aunque en esos instantes de lucha no debían importar. Luis se sentó a su lado pero no tan cerca, parecía querer mantener una distancia lo cual hizo que Tom se preocupara más.
-Bien, -Martha dejó de mirar el fuego antes de alzar la vista para mirarles a la cara.- veo que Luis te ha convencido de comer. -Ante aquella mención Tom rodó la vista.- Pero eso ya no es importante, hay que planear un ataque.
-Antes de eso, -interrumpió Luis haciendo que la pareja le mirase, miró un momento a Tom quien asintió sabiendo lo que iba a decir.- hay una cosa que deben saber...