Miércoles en la cafetería, ______ fue a apartar una mesa en lo que sus amigas llegaban con la comida, ella se mantenía calmada; un par de minutos después llega Kenny a sentarse un momento frente a ella y le pregunta —¿Todo bien?—
—Sigue igual— se recargó sobre la mesa.
—Por otro lado, supongo que tenías razón sobre no confiar en Bill todo este tiempo—
—Sí, pero a qué costo—
—Anímate— divisó que las chicas se acercaban, así que se puso de pie y le sonrió yendo a su respectiva mesa.
Eric observó la escena desde su lugar con los chicos y comentó —Bien, ya me cansé, no te ayudo, mal, te ayudo, mal, nunca aprecias mi apoyo Kyle— indignado.
—¿Ahora qué?— le responde con la comida en la boca.
—Así no se puede, quiero que seas feliz—
El pelirrojo casi se ahoga por empezar a reír.
—¿Qué sucede?— pregunta Kenny sentándose frente a Stan.
—¿Qué sucede contigo?— reclamó el huesos anchos.
—Agh, ya consíguete una novia— falseando estar molesto, empezó a comer.
—No, consíguete tú una novia—
—¿Seguro?— burlón.
—Pero a ______ la dejas—
—¿Qué insinúas?—
—¿Tú qué insinúas?— mirándolo mal.
—No puedes controlar mi vida amorosa—
—Tampoco la mía—
—¿Pero la de Kyle sí?—
—Bien, ya es suficiente— interrumpió el antes mencionado y miró a Eric —Eres una mierda ¿Lo sabes?— continuó comiendo.
—No, soy tu mejor amigo, Stan ni dice nada— se defendió.
—Hablas mucho de ella, mejor tú invítala a salir— comentó Stan y el resto empezó a reír, claro, menos Cartman, quien prefirió ignorar.
[…]
Llegando de la escuela, al entrar a casa, Kenny recibe el mensaje de un oficial, quién pedía que Mysterion fuera a la estación para interrogar a Bill. Entonces, se dirige a su habitación para ponerse el traje y salir.
Llegando, otro adulto le indica la sala dónde se encuentra, los dejan a solas pero los ven por el espejo-ventana.
—¿Qué puedo hacer por ti? — empieza tranquilamente Bill.
—No lo hagas difícil— se quedó de pie recargado en la puerta.
—Oh, no, para nada ¿No gustas sentarte?—
—¿Qué ha hecho Marcus por ti?—
—Cielos, muchas cosas, es mi padre— se recargó en el respaldo —Somos, bueno, éramos muy unidos—
—Entonces ya sabías de esto—
—No, y por eso me aterra—
—¿Cuál crees que haya sido la razón?—
—Mira, la vida nos ha tratado muy injustamente, cualquier cosa puede ser la razón—
—Menciona algunas—
—¿No deberían ya saber eso? Digo, por algo se lo llevaron—
—Tu versión—
—...Él ha tenido un problema con la bebida pero se me ha hecho incapaz de ayudarlo—
—¿Por qué?—
—Siempre se escapaba de mí, por más que le rogué que dejara de tomar— en tono decepcionado.
—¿A dónde se escapaba?—
—Al mismo bar de siempre, todo el tiempo tenía que ir por él—
—¿Se vuelve agresivo contra ti al tomar?—
—Claro que no, pero si lo hiciera estaría bien con eso, lo entendería—
—¿Hace cuánto dejaron de ser unidos?— empezó a caminar en círculos lentamente —Porque, podría decirse que Marcus prefiere pasar su vida en el bar—
—No es cierto—
—¿No? ¿Qué tanto hará? ¿Y sus amigos?—
—Rara vez lo veo… con alguien más—
—Anteriormente, se le hizo una prueba para saber si tenía rastros de alcohol, pero estaba limpio, él mismo nos dijo que cada vez tomaba menos, pero seguía yendo al bar ¿Por qué?—
—No lo sé— pasó saliva y los ojos empezaron a humedecerse.
—¿Y si conoció a alguien?—
—¡No sé!— angustiado.
—¿Te habló de Tammy?— se detuvo.
—¿Quién?—
—Ah, pensé que lo sabías, era una buena amiga de tu padre, pero se suicidó—
—Se lo buscó— contestó arrogante.
—¿Quién?—
Antes de responder, de pronto alguien golpeaba la puerta con el antebrazo exigiendo pasar, era el mismo Marcus, quién hace poco se había unido a ver el interrogatorio. —Sí, ¿Quién?— también preguntó cuando un policía le abrió la puerta pero lo mantenía esposado.
—¿Papá?—
—Bill, ¿Quién se lo buscó? ¿Yo? ¿Por ayudarte?— Kenny lo dejó continuar para ver a donde iba el asunto.
—Tú más que nadie lo sabe— se levantó nervioso.
—Fuiste tú ¿Verdad? No puede ser... De hecho, sí puede ser, Bill ¿la mataste?—
—¿Qué? ¡No!—
—¡Estaba bien tomando la responsabilidad de toda tu mierda! Pero esto… ¿Cómo sabías siquiera de ella? ¡Ella SÍ pudo ser mejor!— agobiado —¡Era como una hija para mí¡ ¡Confiaba en mí! Y yo en ella, pero tú, maldito hijo de perra, te atreviste a hacerla sufrir— menciona con rabia.
—N-no, papá, tienes que creerme— puso ambos brazos delante de él e intentaba acercarse.
—Tú mataste a Débora—
—Pero nos hizo daño, TE hizo daño y se llevó casi todo—
—A esos dos chicos—
—Papá…— con voz temblorosa.
—Y me vengo a enterar que le disparaste a alguien más, al padre de una chica—
—Por favor, pa’…—
—Ya no eres mi hijo—
—¿Qué está diciendo?— Interrumpe Mysterion.
—Lo he estado cubriendo— prosigue —Les contaré todo, la verdad, sólo llévenselo— los demás oficiales que presenciaban todo se acercaron a la entrada y miraron a Mysterion, él asintió con la cabeza para que entraran y se llevaran a Bill.
—No…— el pelinegro retrocedía pero no fue impedimento. Lo tomaron de las muñecas a pesar de que ponía resistencia para ser esposado, un minuto después, una persona de cada lado se lo estaba llevando casi arrastrándolo —Esto no se va quedar así ¡Kenny!— amenazó mirándolo fijamente. Antes de salir de la sala, ignorando los brazos que retenían los suyos, juntó todas sus fuerzas para impulsarse contra la pared y golpearse la frente para que de un choque cayera inconsciente.
Ante esto, Marcus se sentía tan mal pero sólo proyectaba un sentimiento de decepción y prefirió irse acompañado de un oficial, luego, ahora sólo un sujeto se encargó de llevar a Bill a una pequeña enfermería del lugar y recostarlo.
Había un doctor en turno quien sólo le aplicó hielo en la frente y determinó que su mala alimentación hizo que fuera fácil para él caer.
Par de horas después, despierta y a metros de él, Mysterion está sentado y recargado en uno de los brazos de su asiento.
—Eres tú— cansado —Lo siento— fingiendo una calidez.
—¿Qué sabes de mí?—
—Ah, ayer la miraste con la misma preocupación como cuando le hablaste sobre tu reporte en mi obra— sonrió —Vaya descuido, ¿no?— rio ligeramente —¿O es que yo soy muy bueno?—
Kenny sólo lo observa serio —¿Algo más que decir?—
—Ojalá haber sabido esto antes, me sería de mucha ayuda—
—Igual no podrás hacer nada— Se pone de pie y se retira.
—Es una pena— suspiró.
El rubio se acerca a los encargados del tema para afinar algunas cosas y se va de vuelta a casa.
Últimamente todo ha sido estresante, lo peor es que no cree que Bill haya tenido algo que ver con el incidente del rifle.
Ya se podía ver el ocaso. Entró por la ventana de su habitación y se cambió, al salir, Karen, vestida del teletubbie Tinky Winky, lo vio desde la sala y le preguntó dónde estaba.
—Por ahí…— algo distraído por el disfraz.
—Bueno, pero ¿Sí saldremos? Se hará tarde— apagando el televisor.
—Ah, sí— olvidó que hoy es Halloween, y le había prometido acompañarla a pedir dulces —Espera— volvió unos segundos y tomó su disfraz; éste sólo era una diadema con grandes rayos de sol que su hermana le había hecho.
Salieron y se concentraron en ir primero a las casas mejor adornadas, pues dicen que los dulces son igual de buenos.
Poco a poco salía más gente y ahora tenían que hacer fila.
Al parecer llegaron a la última casa de calidad, estaban formados pero llegó su turno, Karen exclamó “Dulce o truco” con una sonrisa y una señora caracterizada del tletubbie, Dipsy, le dio doble cantidad por ir con la misma temática. Muy feliz, agradeció y dieron la vuelta para apartarse un poco.
—¡Mira!— le enseñó su calabaza que apenas iba por la mitad —Debemos guardar bien estos, pero toma uno por ahora—
Él con gusto tomó una barra de Hershey’s sabor cookies n' creme. Levantó la vista y notó que ______ lo estaba viendo.