(Últimos capítulos)
Un joven de cabello desordenado caminaba por un pasillo con el apoyo de un bastón.
¡Tsubasa¡ dijo una castaña al verlo.
No te preocupes, yo puedo llegar solo, respondió Tsubasa, haciendo una pausa para decir: Huele delicioso, ¿acaso hiciste...?
Si, lo hice, sé que te gustan esos empadenados y prepare muchos, para que lleves incluso para los chicos de la selección,...., ellos necesitaran estar bien alimentados y consentidos para lograr ese último paso, decía Sanae feliz, mientras su novio tomaba asiento junto a una pequeña mesa.
Sí, es cierto, no puedo creer que ya pasara más de un año desde que asumí este reto, más de un año de haber retomado lo nuestro, más de un año de haber vuelto a sentirme tan dichoso y todo gracias a ti, mi luz, mi Sanae, respondió Tsubasa con una cálida sonrisa.
No tienes nada que agradecerme, dijo la castaña mientras colocaba unas tazas en la mesa.
Te voy a extrañar mucho, nuevamente estaremos alejados por la concentración de los chicos, decía Tsubasa.
Sí, yo también te voy a extrañar, como cada vez que tienes que irte por las concentraciones del equipo, respondía la castaña.
Pero te llamare todas las noches, dijo Tsubasa.
Yo también, respondió la castaña sonriendo.
Tiempo después:
Una castaña ayudaba a bajar a su novio de un auto frente al local de la federación de fútbol de su país.
Nos vemos en dos semanas, dijo la castaña lo más calmada que pudo.
Nos vemos hermosa, respondió Tsubasa, tomando el rostro de su amada con sus manos para darle un dulce beso, beso que a los pocos minutos fue interrumpido por un carraspeo.
¡Disculpen interrumpa el romance¡ pero creo que ya estamos en la hora entrenador, decía un joven de gorra sonriendo.
¡Genzo¡ respondió Tsubasa sonriendo.
¡Hola Genzo¡ dijo Sanae.
¡Hola Sanae¡ tan hermosa como siempre, respondió Genzo.
Eres muy adulador, dijo la castaña sonriendo.
Solo digo lo obvio, no sé qué espera Tsubasa para no casarse ya contigo, yo en su lugar, hace mucho te hubiera propuesto matrimonio, decía Genzo sonriendo.
¡Genzo¡ dijo la castaña sonrojada.
Genzo, ¡vámonos¡ estamos en la hora, acoto Tsubasa.
¡Eh¡ si, dijo Genzo sonriendo, haciendo una pausa para decir: Nos vemos hermosa.
¡Genzo¡ dijo Tsubasa con reproche, haciendo una pausa para decir mientras caminaba con el apoyo de su bastón: El que no pueda ver no quiere decir que anden de coqueto con mi novia.
No, no confundas las cosas amigo, yo no ando de coqueto con Sanae, solo digo lo cierto, es hermosa, yo respeto mucho a Sanae y a ti también amigo, yo respeto la relación que los dos tienen, decía Genzo.
Bien, disculpa, respondió Tsubasa, haciendo una pausa para decir: Sanae es la chica que amo, y con la que quiero formar una familia, pero a veces siento temor de que ella se canse de estar con un ciego, es una chica hermosa como dices, y así como tú otros chicos abran notado su belleza....
Amigo, Sanae solo te ama a ti, no tienes que dudar del amor que ella te profesa, estuvieron juntos, a punto de casarse, rompieron y retomaron los suyo, llevan más de un año conviviendo bajo el mismo techo, siendo solo novios, la verdad no sé cómo puedes vivir bajo el mismo techo con una chica como Sanae, sin que pase nada entre los dos, la verdad yo no podría, de hecho, si estuviera en tu lugar, a estas alturas yo ya estaría compartiendo la misma habitación con la chica que me gusta,...., decía Genzo sonriendo.
Me quiero casar con ella, dijo Tsubasa de repente.
¿Qué?, respondió Genzo.
Si todo sale bien, tras el último encuentro que nos da el pase al mundial en el primer lugar del continente, hablare con ella y le volveré a proponer matrimonio, dijo Tsubasa.
¿En el campo de juego?, respondió Genzo.
No, será en otro lugar, a Taro y a Jun, ya se lo había comentado, ha Ryo no, porque no vaya hacer que se lo diga a mi Sany antes de tiempo, ya sabes que a Ryo no se le da el guardar los secretos, decía Tsubasa sonriendo.
Picaron, ya estabas pensando en boda y no me dijiste nada, decía Genzo haciéndose el ofendido.
¡Disculpa¡ se me paso, respondió Tsubasa.
Bueno, ya luego continuamos con la plática, ya vamos a llegar con los chicos, decía Genzo.
Tsubasa con el apoyo de Genzo llego al lugar donde ya lo estaban esperando sus amigos seleccionados para que él pueda darles las indicaciones de las practica del día.
Horas después: "Universidad"
¿De compras?, decía una castaña que se encontraba platicando en un pasillo con su amiga peli roja.
Si Sanae, tenemos que estar divinas para ir a alentar a nuestros novios y amigos en el último partido de clasificación, Yukari, y Azumi piensan igual, yo hable con ellas ayer por la noche y quedamos que hoy a la salida de nuestras clases Sany, ya que nuestras salidas hoy coinciden, nos reuniríamos fuera de la universidad para ir de compras, decía la peli roja.
¿Yukari y Azumi ya están en Tokio?, respondió feliz la castaña.
Si amiga, Yukari llego hoy bien temprano, y Azumi hace dos días con Taro, ya sabes que desde que son novios ella anda siempre acompañándolo a los encuentros, dijo Yayoi.
Bueno, siendo así, vamos, aunque no traigo mucho dinero, decía la castaña.
No te preocupes, compramos con mi tarjeta, ya luego me lo pagas, respondió Yayoi.
Federación de Fútbol:
Bueno es todo por hoy, a descansar amigos, decía Tsubasa.
Buena práctica Tsubasa, decía un moreno.
Si, estuvo muy intensa la práctica Tsubasa, acotaba Matsuyama.
Sí, es cierto, tan intensa que me duelen las piernitas, decía Ryo.
Hay Ryo, no seas tan quejumbroso, ya pareces abuelita, respondía uno de los gemelos Tachibana, haciendo reír a sus amigos.
Luego de varios minutos, ya con el campo casi vacío de jugadores, tres jóvenes se acercaron a Tsubasa.
Ya hablé con Yayoi, decía Jun.
Y yo con Azumi, respondió Taro.
Yayoi, me dijo que se lo comentaría a Yukari para que las apoye, acoto Jun.
¡Gracias amigos¡ dijo Tsubasa.
Yo también puedo apoyarte amigo, decía sonriendo Genzo.
Lo sé, y me apoyaras en esto....., decía Tsubasa mientras el joven de gorra lo escuchaba con atención.
Centro comercial:
Pero como que el vestido que compre no es para ir a un estadio, decía la castaña.
Claro que sí, además te queda muy lindo, acotaba Azumi, mientras sus amigas asentían.
Bueno, bueno, vamos al departamento, les invito un té haya, decía la castaña.
Bien, dijeron las chicas.
Días después:
Una castaña platicaba por teléfono con su novio.
Entonces ya tienen diseñado la estrategia, decía Sanae.
Si hermosa, escucho la castaña.
¿Y ya tienes a tus 11 jugadores?, respondió la castaña.
Sí, ya están los once...., escuchaba la castaña.
Fin de semana: "Brasil"
Un hombre de lentes oscuros tomaba asiento en un restaurante junto a un grupo de hombres.
Hoy sabremos si Japón va al mundial como cabeza de grupo del continente asiático o, en segundo lugar, decía un joven moreno.
Así es Pepe, respondía el hombre de lentes mientras miraba una gigantesca pantalla de televisión.
Tal vez lleguemos a enfrentarnos al equipo de mi gran amigo Tsubasa, decía Pepe.
Nuestro gran amigo Tsubasa dirás, acotaba Leandro.
Ya chicos, no discutan, que el encuentro ya va a empezar, dijo Roberto con calma.
Japón:
En un estadio completamente abarrotado de Japón se llevaba a cabo el último partido de la clasificatoria asiática, para definir al país que iría como líder de su continente.
A ganar Japón, decían la gente en las tribunas.
A ganar chicos, vamos Tsubasa, que tú estrategia nos lleve hoy a la gloria, pensaba la castaña, mientras juntaba sus manos.
Campo de Juego:
No olvide lo ensayado, decía Tsubasa.
No, no te preocupes, decían los once jóvenes que saldrían a pisar el terreno de juego.
Jun, dijo Tsubasa.
Dime, ¿qué sucede amigo?, pregunto el mencionado.
Dirige los movimientos del equipo conforme lo que acordamos, decía Tsubasa.
Así será amigo, respondió Jun.
Kojiro, dijo Tsubasa.
Dime, respondió el nombrado.
Haz todos los goles que puedas con el nuevo tiro que ensayamos, decía Tsubasa.
Así será amigo, respondió el moreno.
Chicos apoyen a Kojiro, para que pueda anotar lo más que pueda, ya saben que el primer cupo de la clasificatoria se definirá por goles, por ello no solo nos basta con ganar, sino además debemos de anotar la mayor cantidad de goles posible, ellos nos llevan 3 goles de ventaja en la tabla acumulada, si ganamos los empatamos en puntaje, pero la diferencia lo harán los goles, decía Tsubasa.
No te preocupes, se anotará los goles necesarios para ser los mejores de Asia, dijo Matsuyama.
Así es, todos apoyaremos a Kojiro pues es nuestro delantero, pero si se puede nosotros también anotaremos, acoto Taro sonriendo.
Claro amigo, dijo Tsubasa, haciendo una pausa para decir: Genzo, confío en que mantendrás nuestra vaya invicta.
Así será amigo, respondió el joven de gorra.
Entonces al terreno de juego, dijo Tsubasa.
Si, dijeron los jóvenes.
Tiempo después:
Tsubasa estaba parado al borde del campo escuchando muy concentrado cada golpe del balón.
La tomo, si la tomo Taro, esa recepción fue de Taro, pensó Tsubasa, antes de decir con todas sus fuerzas: Pásasela a Hyuga, esta es la última oportunidad que tenemos para romper el empate.
Bien, pensó Taro, tras haber escuchado a su joven entrenador.
Ya lo oíste, decía un atractivo moreno mientras corría hacia el arco contrario.
No lo permitiremos, decían las defensas de la selección rival.
Va Kojiro, dijo Taro tras lanzar su pase.
Bien, dijo Tsubasa mientras prestaba atención al sonido que emitía el trayecto del balón. Lo tiene, pensó el joven de cabello desordenado, guardando silencio para sentir la violenta patada que Kojiro le daba al balón.
Esto es por Tsubasa, dijo el apuesto moreno, antes de sacar un violento disparo que dejo inmóvil al arquero rival.
Golllllll, fue el grito ensordecedor del estadio, al tiempo que el árbitro pitaba el silbatazo final.
Los jugadores en el terreno de juego empezaron a estrecharse las manos y a intercambiar camisetas, al tiempo que se deseaban suerte en mundial, ya que ambos equipos representarían a su continente.
¡Felicitaciones¡ tu equipo se quedó con el primer lugar del grupo que representara a Asia, pensé que solo irían por el empate pues nos clasificaba a ambos, pero veo que me equivoque, decía el entrenador rival.
¡Felicitaciones a usted también¡ independientemente de quien va como primer lugar de Asia, nuestros país representaran a nuestro continente, demos lo mejor en la copa del mundo, respondió Tsubasa.
Eres un joven admirable, si como futbolista eras un genio, déjame decirte que, como entrenador, no estás lejos de serlo, lo que vi hoy en el terreno de juego lo armaste tú, y fue algo increíble, nos ganaron con justicia, decía el hombre tomando la mano de Tsubasa.
¡Gracias¡ respondió Tsubasa.
En tanto:
Ganaron, ganaron, decía Yayoi con las demás chicas, mientras una castaña miraba a su novio caminar hacia los vestuarios con el apoyo de uno de sus amigos.
Tsubasa, eres grandioso, pensaba la castaña.
Abra festejo, dijo una de las chicas.
¿En verdad?, dijo Azumi.
Si, Ryo me lo acaba de decir por mensaje, respondió Yukari.
Sí, es cierto, Jun también me acaba de enviar un mensaje, dice que vayamos a la sala de recepción de la federación, que estamos invitadas, decía la peli roja.
Pues vamos, acotaba una animada Azumi.
Vamos, agrego Sanae.
Minutos después: "Vestuarios"
¡Gracias chicos¡ sin su entrega en el campo no habría sido posible la clasificación,...., decía Tsubasa.
El triunfo es de todos Tsubasa, y tú has tenido mucho que ver en este, decía Taro.
Cierto, acotaron los jóvenes.
Bueno, y yendo a lo otro, ya todo quedo en el salón de la celebración, decía Genzo.
¡Gracias por nuevamente apoyarme chicos¡ respondió Tsubasa.
Amigo, anímate a lo que te dije, decía Genzo.
No lo sé, respondía sonriendo Tsubasa.
Aquí nadie es artista sino deportista amigo, acotaba Jun, mientras Taro asentía.
¿De qué hablan?, dijo Ryo mientras los demás jóvenes asentían.
Le volveré a pedir a Sanae que se case conmigo, respondió Tsubasa.
Bien, dijeron los jóvenes mientras se acercaron a darle palmaditas en la espalda su amigo y entrenador.
Horas después: "Federación de Fútbol Japonés"
Un grupo de chicas estaban en una mesa bebiendo unos refrescos mientras esperaban la presencia de sus amigos y novios.
Como que se están tardando mucho, ¿no?, ya llevamos más de tres horas aquí, decía Azumi.
Sí, es cierto, lo bueno es que la música esta buena, respondía Yukari, mientras movía sus brazos al ritmo de la música.
Allí están, dijo Yayoi.
A los pocos minutos los novios y amigos de las chicas se acercaron a la mesa a saludarlos.
¡Felicitaciones¡ decía la castaña abrazando a su novio.
¡Gracias¡ respondió Tsubasa, correspondiendo el cálido abrazo de su novia.
Los minutos pasaban, algunos jóvenes y sus parejas salieron a bailar al ritmo de la música que invadía el lugar, otros preferían beber algún refresco mientras platicaban, y otros se acercaban al encargado de la música a hacer sus pedidos musicales.
2 Horas después:
¡Sanae bailamos¡ dijo Tsubasa.
Claro, respondió la castaña.
Mientras la castaña se ponía de pie para tomar la mano de su novio, este dijo: Vamos a bailar, pero no aquí, sino fuera, en el jardín.
¿En el jardín?, pero allí no se escuchará la música, respondió la castaña confundida.
No te preocupes por ello, si se escuchara, dijo Tsubasa.
Bueno, entonces vamos, respondió la castaña, tomando la mano de su novio.
Una vez que estuvieron en el jardín, Tsubasa coloco sus manos en la cintura de su novia, al tiempo que acercaba su rostro a su oído y con voz temblorosa empezó a cantar una canción, al tiempo que un fondo musical lento inundo el lugar, y pétalos de rosas rojas volaban alrededor del mismo.
Con palabras sencillas hoy quiero decirte me gustas
De pies a cabeza
Es más claro que el agua que te necesito
me gustas todita completa
Y es que tu belleza es incomparable
La naturaleza fue buena contigo
Hice la elección correcta al elegirte
Para estar siempre conmigo
¡Tsubasa¡ decía una emocionada castaña, mientras colocaba sus brazos alrededor del cuello de su novio, que a pesar de sus nervios seguía cantándole al oído, mientras la castaña hacia movimientos ondulantes de baile junto a él.
Me gusta todo de ti
Tu sonrisa, tus ojos tu cara
Y esa forma tan dulce de hablarme
Si me besas me llevas al cielo
Siento ser el aire
Me gusta todo de ti
Eres única por dentro y por fuera
A tu lado todo es tan perfecto
Eres más de lo que yo merezco
Y sin duda alguna cuanto me gustas...
Me gustas, eres la chica con la quiero compartir todo en la vida, Sanae, ¿volverías aceptar casarte conmigo?, dijo Tsubasa al dejar de cantar la canción, mientras soltaba de su agarre a la castaña.
Sí, dijo con firmeza, la castaña abrazando a su ahora prometido, al tiempo que los chicos de la selección que habían llegado al lugar donde ellos estaban, empezaron a aplaudir.
Nota:
La canción que usé para este capítulo es del compositor Horacio Cisneros Palencia, sé que en México la canto una banda que lleva por nombre "El Recodo" yo no la conocí por ellos, sino por un grupo de rock y otro de cumbia de mi país que también la cantan, pero en sus propios géneros, y como la letra me pareció precisa para este capítulo decidí usarla.
Quería aclarar ello, pues siempre hay que dar mérito al autor original.
Ahora si agradecer a todas las personas que están siguiendo está historia de amor del género Romance que está entrando en su fase final.
¡Gracias por seguir cada capítulo de ella, gracias por sus votos y comentarios¡ ello lo valoro muchísimo.
Sin más que decirles, me despido de ustedes deseándoles una linda semana, y con está historia será hasta el próximo martes, Dios mediante.
Con mucho Cariño.
PrincesaLirio.