Capítulo 2. Instintos
Después de un mes del castigo público, algunos mayores veían mal a Wei Ying por ocasionar tanto alboroto por un pequeño tropiezo del torpe omega, culpando al joven beta de su inutilidad. Claro que esas eran palabras venenosas de chismes que empezaron a rondar en la secta por GongZhi, tratando de limpiar su nombre, diciendo que el pequeño Wei entre sus travesuras chocó con él y cayó al suelo, que él no sería capaz de atacar aún discípulo menor, y menos a un frágil omega.
Wei Ying tenía algo de fama al ser travieso e inquieto, de estar siempre jugando pesado con otros niños, por lo que terminaron creyéndole al joven beta, supuestamente inocente.
Era verano, la época del año favorita de Wei Ying, pues los lagos estaban llenos de vainas de lotos llenas de tiernas y frescas semillas. Corrió por los pasillos hasta encontrar a Jiang Cheng, para arrastrarlo hasta el lago.
Fuera del embarcadero, ya había algunos niños vistiendo solo pantalones, no todos estaban mojados de pies a cabeza, tenían un pequeño bote atado en la orilla del muelle lleno de sus ropas y algunas vainas que ya habían sido recolectadas. Uno de los niños escuchó la voz de Wei Ying gritando emocionado, todo saludaron felices porque al fin llegaban los últimos dos miembros de su grupo.
Jiang Cheng, a pesar de ser el "serio" y el recto del grupo, mandó a volar esa seriedad al ver a todos listos para empezar a jugar en el agua. Ese día no tendrían clases así que aprovecharía al máximo. Empezó a desvestirse y quedar en las mismas condiciones que los demás, pero se detuvo a punto de quitarse los zapatos al ver como Wei Ying casi se quitaba la túnica interior.
-No te la quites- Lo detuvo, volviendo acomodar la túnica.
-Pero hace calor y quiero nadar- Hizo un puchero.
-Ven.
Jiang Cheng tomó su túnica interior, la cual era una especie de camisa de mangas largas. Llevó a Wei Ying hasta detrás de un árbol, lejos de la mirada de todos. Ayudó a Wei Ying a cambiarse de túnica por la suya, él no veía con otros ojos a su hermano, pero después del incidente del castigo público, su hermana le había comentado que Wei Ying era un omega y que como buen hermano alfa debía de cuidarlo y no dejar que alguien viera su cuerpo desnudo. Jiang Cheng no entendía, incluso en ese momento con Wei Ying a medio vestir ante sus ojos, no veía nada diferente en su cuerpo, era igual al suyo. Restándole importancia, acomodó el borde inferior dentro de los pantalones de Wei Ying, también arremangó las mangas para que tuviera los brazos libres, más cómodo Wei Ying volvió dando saltos hacia sus amigos, seguido del tranquilo andar de Jiang Cheng.
Todos nadaron, pescaron algunos peces pequeños, llenaron el bote de vainas de loto, algunos pelaban las tiernas semillas para ponerlas en un tazón y así compartir entre todos. Jugaron entre ellos, peleas en el agua; en algún momento jugaron al gholu de agua, Wei Ying gustaba soltar su cabello y hacerse pasar por un cadáver de agua mientras sus amigos intentaban "exorcizarlo", que era solo sacarlo del agua lanzándolo hasta el muelle o al bote; o competían en ver quien aguantaba más tiempo bajo el agua o quien nadaba más rápido de un punto a otro.
Ninguno se presentó en la merienda, todos estaba demasiado emocionados jugando en el agua, y llenos de tantas semillas dulces que habían comido. Jiang Cheng decidió tomar un descanso de la dichosa cacería de Wei Ying, junto a otro discípulo alfa, ambos reían cada vez que Wei Ying sorprendía a los chicos, jalándolos bajo el agua o dándoles juguetonas mordidas en sus cabezas.
-¿Por qué no dejaste que Wei Ying también se desvistiera?- Dijo el pequeño alfa sentado en la orilla del muelle.
-Mi hermana dijo que no debía dejar que Wei Ying mostrara su cuerpo porque era un omega.
-¿Un omega? ¿Qué es eso?
-No estoy seguro, pero dice que los omegas suelen ser como los alfas, tienen aromas e instintos como nosotros, pero son más sensibles, delicados y frágiles, como jóvenes damas- Recitó las palabras de su hermana, vio a su amigo poner los ojos en blanco.
-Wei Ying no es nada de eso.
-¡También dije lo mismo! Wei Ying es fuerte tanto como yo, incluso formó su núcleo dorado en menos tiempo que nosotros. Si un omega es delicado y débil, Wei ying no lo es...
-¿Pero?- Sabía que Jiang Cheng no lo dejaría con la duda, de lo que le pudo hacer dicho su hermana mayor con respecto al tema.
-A-Jie dijo que Wei Ying era especial- Vio a su hermano nadar lejos de los que intentaban capturarlo- Que sea omega, no significa que sea como los demás. Que era como mi papá.
-¡Oh!- El joven alfa entendió entonces. Sabía que el líder Jiang era un alfa puro y el más fuerte que conocía, pero su personalidad era diferente al de la mayoría de los alfas, él era muy bueno y siempre sonreía- Entonces no hay que preocuparse, Wei Ying, solo seguirá siendo Wei Ying, sea o no un omega.
-Sí, pero mi hermana dijo que aún si confiábamos en la fuerza de Wei Ying, no debíamos dejarlo solo, que tal vez alguien intente hacerle cosas malas.
-¿Cosas malas?
-No me dio detalles, pero supongo que se refiera a la vez pasada, que lo empujaron y dijeron cosas malas.
-Eso debe de ser, Wei Ying es nuestro amigo y tu hermano, no dejaremos que nadie lo moleste...
-¡Ah!
La emotiva conversación de los jóvenes alfas se vio interrumpida al ver como algo colisionaba contra Jiang Cheng hasta hacerlo caer de espaldas contra el muelle.
-¡JA! ¡Ganamos!- Gritaron emocionados los niños dentro del agua.
-Lo... siento, A-Cheng- Wei Ying estaba un poco aturdido de lo alto que lo habían lanzado, cayendo sobre el pobre Cheng.
Jiang Cheng vio a su hermano casi acostado sobre su estómago, sus rostros están muy cerca, él ya estaba seco, pero Wei Ying le mojaba el rostro por su cabello húmedo. Tomó un mecho de su cabello suavemente para luego tirar con fuerza de él. Wei Ying se quejó, para luego ser empujado a un lado. Entre risas Wei Ying volvió a empujar a Cheng al agua al igual que al otro alfa para que siguieran jugando.
No fue hasta muy tarde que todos estaban regresando descalzos, pantalones húmedos y usando las túnicas exteriores o simplemente regresaban con sus torsos desnudos. Entre todos cargaban las vainas que no pelaron, sus ropas y zapatos.
Jiang Cheng era de los que iba semi desnudo, pues su túnica interior estaba empapada por Wei Ying, y este torpe al estar semi vestido con su ropa de vuelta, se le ocurrió trepar al árbol que estaba en la orilla del lago para tomar unas flores para Madam Yu y su Shijie, mas no contó con que la rama se rompería haciéndolo caer de nuevo al lago. Jiang Cheng se limitó a ayudarlo a quitarse las ropas mojadas y ponerle su propia túnica exterior.
Jiang Cheng iba al frente del grupo cargando sus ropas y las de Wei Ying, mientras este estaba a su lado cargando vainas de loto y las flores de aquel árbol, detrás de ellos estaba los otros jóvenes alfas bromeando entre ellos. Molestando un poco a Wei Ying por lo ligero que era. La escena era muy conmovedora, con los niños bromeando, dejando un camino húmedo de sus huellas, después de su día en el lago.
Pero esta escena también fue usada para esparcir más rumores. Donde no era bien visto que un joven omega estuviera jugueteando en el agua en compañía de alfas semi desnudos, o por la manera en que rodeaban el cuello de Wei Ying, o por el simple hecho de que Wei Ying estuviera usando las ropas del joven líder. Muchos hicieron oídos sordos, otros buscaban avivar las llamas del chisme.
Es noche ambos hermanos fueron reprendidos por Madam Yu por desperdiciar todo el día jugando en el lago, FengMian tranquilizaba a su esposa, diciendo que los niños merecían un respiro de tantas lecciones y entrenamiento, llegando a un punto muerto, y después de la cena, Wei Ying le entregó unas flores y una enorme vaina de loto a Madam Yu antes de salir huyendo a su habitación. YanLi vio divertida la escena, sosteniendo en su regazo sus flores y la vaina de loto que igual le fue regalada, Jiang Cheng solo vio con cara de poker la puerta donde había salido corriendo su hermano, FengMian se limitó a reprimir su risa al ver el rostro sorprendido y ligeramente sonrojado de su esposa.
-¡Ese mocoso!- Mandam Yu abandonó el salón "enfurruñada". Pero una vez en su habitación, puso las flores en un pequeño florero y la vaina de loto fue pelada por una joven discípula que le había llevado su té.
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Dos año más había pasado y estando Jiang Cheng y Wei Ying cerca de los diez años, su entrenamiento se volvía más intenso. A pesar de la habladuría de algunos mayores Wei Ying demostró su alto potencial en el cultivo aun si era un pequeño omega.
El entrenamiento empezaba a mostrar los cambios de los jóvenes discípulos, Wei Ying veía como sus amigos empezaban a hacerse más altos y como sus aromas eran cada vez más notorios, solía molestar a algunos por sus peculiares aromas, más les aclaraba que no eran desagradables, que seguro encontrarían a una buena pareja que les gustara y sino, él mismo les lavaría los ojos para que viera lo geniales que eran sus amigos.
Wei Ying era el único que no había crecido como ellos, así que era curioso ver una cabeza más baja entre las filas de discípulos. Pero su estatura no era obstáculo para él, su habilidad en las artes marciales era muy buena, su pequeña figura le daba mayor agilidad y flexibilidad, cosa que aprovechaba al máximo. Su habilidad con el arco y la flecha eran envidiables, incluso era mejor que Jiang Cheng, él no se veía opacado, solo se sentía orgulloso por su hermano.
Jiang Cheng igual se destacaba entre su grupo, era el más fuerte, y puede que su puntería no fuera tan buena, pero eran poderosos los disparos. Se sentía orgulloso de su fuerza, pues muchos veían como sin problemas podía llevar a Wei Ying en su espalda o en brazos cada vez que este se enfurruñaba por si perdía alguna presa en el bosque o hacía un drama diciendo que estaba demasiado cansado por el entrenamiento. A Cheng no le molestaba cargarlo, pues sabía que era solo un capricho de su hermano por tenerlo pegado como garrapata.
-Jiang Cheng~- Wei Ying estaba cómodamente en la espalda del joven Jiang, acomodó su barbilla en el hombro derecho de su hermano, y con una sonrisa siguió hablando- ¿Cuándo nos darán nuestras espadas? Ya quiero tener una...
-Aún nos falta más entrenamiento, padre dijo que cuando cumpliéramos los doce, nos darían nuestras espadas.
-¡Sí!- Abrazó el cuello de su hermano con fuerza, restregando su cara en su hombro. El silencio que se formó por unos minutos, no era molesto, pero a Wei Ying no le paraba la boca- Tu aroma es más fuerte.
-¿Te molesta?- Vio de reojo como Wei Ying, cerraba los ojos, olfateando su cuello. Un pequeño hormigueo le recorrió el cuello, pero decidió ignorarlo.
-No, me gusta.
Aquellas palabras le gustaron a Jiang Cheng, sin entender por qué. Solo sintió su pecho hincharse de orgullo, y un agradable calorcito recorrer su cuerpo. Con una disimulada sonrisa dejó salir su aroma, rodeando a Wei Ying, aquello causó que el omega terminara durmiéndose en su espalda, soltando suavemente su aroma, correspondiendo al del alfa.
El aroma a loto y flores de melocotón, llamó la atención de algunos. Temían que alguien hubiese entrado en celo o algún discípulo estuviera haciendo cosas indecentes a esas horas de la tarde y entre los pasillos. Pero todos suspiraron aliviados al ver que solo se trataba de los hermanos Jiang reconfortándose, no era una escena extraña, así que los dejaron solos en su camino de regreso a sus habitaciones.
Sus días en Yunmeng pasaban con tranquilidad, estudiaban en el pabellón con otros jóvenes discípulos, practicaban tiro en arco, cazaban faisanes cuando lograban tener tiempo libre, entrenaban artes marciales, y si alguien se descuidaba y perdía de vista a Wei Ying, sabían que alguien iba a caer en alguna broma, para terminar castigado por Madam Yu.
En una de sus bromas, Wei Ying atrapó a un pequeño grupo de jóvenes alfas que estaba de guardia, en un agujero poco profundo, aterrizando en cascaras de semillas de lotos y nísperos, fue asqueroso.
-¡Wei Ying!- Gritaron los jóvenes alfas, al saber quién sería capaz de semejante broma tan temprano de la tarde.
-Tres alfas, nada mal- Wei Yin estaba sobre un muro viendo a los chicos en el agujero intentando salir, mientras otro joven beta estaba muerto de la risa al borde del agujero- Mejor escapo antes que Jiang Cheng me atrape.
Wei Ying saltó al otro lado del muro, corriendo al mercado del muelle, jugaría un rato con algunos niños callejeros y compraría algunos dulces para compartir. Se tomaría su tiempo, hoy no practicaría el bordado con su Shijie, pues había viajado a la Torre Koi junto a Madam Yu, y Jiang Cheng estaba en sus lecciones con el tío Mian, así que camino tranquilamente por las calles que ya conocía como la palma de su mano.
No tardó en encontrar al pequeño grupo de niños pobres que solía jugar con él. Corrieron entre las calles, jugaron con ramas simulando espadas, y pintaron algunas piedras cerca del bosque con restos de tinta de la basura de la tienda de caligrafía. Antes de que atardeciera compró una gran bolsa de bollos de carne para repartirlo entre los niños bajo un árbol, una vez satisfechos y cansados, todos se separaron para ir a sus casas, Wei Ying se despidió de ellos, prometiendo volver cuando estuviera libre de sus lecciones.
-Ya es tarde, me van a matar- Wei Ying vio el como el cielo empezaba a volverse anaranjado, el sol estaba empezando a ocultarse y algunas tientas ya estaban encendiendo las linternas rojas de sus puestos.
En el camino vio a un vendedor de tanghulus, las pequeñas frutas confitadas eran tan brillantes como rubíes, todos bien empalados en el gran palo de paja. Pidió un par de dulces, uno para él y otro para Jiang Cheng, un perfecto soborno para atrasar su castigo.
Con calma y una gran sonrisa caminó de regreso al embarcadero de Loto, saboreando su amado dulce. Mientras caminaba ignoraba lo que pasaba a su alrededor. Un par de alfas extranjeros paseaban por el mercado cuando su atención fue captada por el pequeño omega solitario, por las ropas que usaba era claro que el pequeño omega pertenecía a una buena familia.
A paso sigiloso ese par de alfas seguían a Wei Ying a una buena distancia, lo vieron comer lentamente aquel dulce, pasando lo lengua entre las pequeñas frutas redonda, para luego meterlo a su boca, el juego de la fruta escurría un poco entre sus labios, pero eran retenidos por su pequeña lengua, sus labios ya estaban ligeramente rojos por el caramelo, una vista muy atractiva para el pequeño omega, por su tamaño ambos asumieron que aún era joven, lo suficiente para que no haya sido marcado ni mucho menos haya pasado su primer celo, un omega que valía mucho dinero.
Wei Ying se detuvo en una esquina, aquella calle no estaba iluminada y el sol casi se ocultaba, sentía que algo no estaba bien, los vellos de su nuca se erizaron y sentía como si estuviera siendo vigilado, escuchó la voz de una anciana a su lado, pidiéndole ayuda para bajar el letrero de su negocio, con una dulce sonrisa ayudó a la señora sin problemas.
Los alfas que veían a lo lejos se sorprendieron de como el omega había saltado sobre una mesa y sin mucho esfuerzo bajó un letrero de madera que era casi de su misma altura. El niño no solo era hermoso, sino también fuerte, eso debía de aumentar el costo de su venta, debían atraparlo rápido.
Olvidando por un momento la sensación de amenaza, Wei Ying siguió su camino, apresurando un poco el paso, ya podía ver los muros a lo lejos, si saltaba sobre el muro y entraba al embarcadero, aquella mala sensación que le hacía tener un nudo en el estómago se iría y correría a la habitación de Jiang Cheng a esconderse por esa noche.
Un poco más, solo un poco más, aceleró al paso y fue entonces que escuchó unos apresurados pasos a su espalda, asustado, corrió, pero una cuerda había atrapado su tobillo haciéndolo tropezar, vio a un adulto detrás a él sosteniendo el extremo de la cuerda, y luego a otro saliendo de un callejón, este intentó tomarlo del brazo, pero al instante se defendió, golpeando su pantorrilla y deshaciendo el lazo que lo apresaba, volvió a correr.
Pero ambos hombres no se rindieron, el embarcadero no estaba lejos, saltaría por el muro y llamaría a los guardias, más no espero que un perro se cruzara en su camino, obligándolo a desviarse a otra calle, saltó sobre unas cajas hasta alcanzar el techo de una tienda. Corrió por sobre las tejas, pero algo golpeó con fuerza su pierna haciéndolo caer.
-Eres rápido mocoso- Era uno de los hombre, de nuevo extendiendo su mano para atraparlo.
-Y no solo rápido- Tomó un puñado de tierra entre sus manos y lo aventó a sus ojos, aprovechando la oportunidad de escapar.
El otro hombre lo esperaba al final de la calle, en vez de detenerse tomó impulso, saltó sobre una pared y de una buena patada en el rostro logró derribar al otro hombre, orgulloso de sí mismo sonrió con autosuficiencia, alejándose lo más rápido que su pierna lastimada le permitía. Pero esos tipos no se rendían. Le habían lanzado una caja de madera sobre su pequeña espalda, haciéndole caer de bruces al sueño, intentó ponerse de pie, pero el hombre le había puesto un pie sobre su lastimada espalda.
-Ahora sí, no escaparas.
-¡Suéltenme!- gritó desesperado. El otro hombre se inclinó frente a él, le tomó el rostro con una mano encajándole los dedos en sus mejillas. Gruñó bajo y con fuerza tomó la muñeca de aquel hombre, recodado sus clases, apretó un acu punto, con un poco de fuerza, causando un gran dolor en el hombre.
-Este mocoso está entrenado- Alejó su mano adolorida.
-Parece ser la mascota de una secta- Arrancó la campana de loto de la cintura de Wei Ying.
-¡No! ¡Devuélvemelo!- La desesperación se estaba apoderando de su pequeño cuerpo, ya estaba oscuro, y sabía que a esas horas los perros callejeros empezarían a salir a buscar comida- ¡Suéltenme!
-Nos darán una buena fortuna por este mocoso, debe de estar bien educado.
-Educado tal vez, pero no domesticado- Vio como el Wei ying seguía luchando por salir debajo de su pie- Pero eso se puede solucionar.
Un fuerte aroma llegó a la nariz de Wei Ying, era de un alfa imponiéndose, pero había un olor diferente, este era... Asqueroso, todo su ser empezó a temblar de miedo, no sabía por qué, pero sentía que estaba siendo amenazado, como si tuviera una espada sobre su cuello. Sin poder evitarlo y sin saber cómo defenderse de esos dos hombres que lo tenían sometido, solo se le ocurrió una cosa, sabía que no iba a funcionar, pero su instinto lo orilló a hacerlo.
-Cheng...
-¿Qué dijiste mocoso?- El que aplastaba su espalda lo vio confundido.
-¡Jiang Cheng! ¡Jiang Cheng!- Gritó con lágrimas en los ojos. Pues esos dos hombres solo se rieron de él.
-Aun si llamas a tu dueño, no te encontrará aquí, olvídalo niño- El hombre que no lo aplastaba, ató sus tobillos y sus muñecas detrás de su espalda, sin dejar de gritar el nombre de Jiang Cheng- Ya cállate, nadie...
El pobre hombre no terminó de decir una sola palabra más, algo le había golpeado en un costado con tanta fuerza que lo mandó a volar. El otro hombre se sorprendió, al voltear a ver, en medio de la oscuridad escuchó el chirrido de lo que parecían ser aves, seguidos de una luz purpura.
-¡Jiang Cheng!- Wei Ying gritó aliviado al sentir el aroma a loto.
-¿Qué carajos?- No terminó de preguntar cuando su cuello fue rodeado por un látigo rodeado de energía espiritual, para luego ser lanzado a un lado- ¿Un cultivador?- Escupió un poco de sangre mientras se ponía de pie.
Frente a él había un joven alfa que no dejaba de gruñir y esparcir sus feromonas en forma de amenaza. A paso lento se acercó al pequeño omega, que parecía extasiado con la sola presencia del joven alfa.
-Mocoso, no me quitarás mi venta- Intentó acercarse, pero de nuevo aquel látigo le hizo retroceder.
Al ser amenazado por ese látigo, estuvo a punto de llamar a su compañero para que lo ayudar a lidiar con el otro niño, pero lo único que escuchó a su espalda fue el grito de su amigo, volteó y se topó un alfa alto vestido de elegantes ropas moradas, acompañado de otros dos alfas más jóvenes, uno de ellos tenía a su inconsciente compañero atado. Tragó duro, vio la campana que le había quitado al niño, viéndolo con más detalle, y fue entonces que se dio cuenta del grave error que cometió, esa esferita era igual que la del alfa más joven y del mayor. Entre el pánico al haberse metido con una de las sectas más poderosas, aventó el cascabel al rostro de FengMian, intentando causar una distracción y así poder escapar.
Pero el karma era poderoso, el líder como si nada tomó el cascabel entre sus dedos, y al momento que él saltó su tobillo fue sujetado por el látigo del joven alfa, azotándolo cual res contra el suelo.
Jiang Cheng caminó hasta quedar frente a él, con una mirada amenazante, se dispuso a pegarle con el látigo lleno de energía espiritual, azotándolo un par de veces. Sentía que un rayo era lo que le estaba mutilando la espalda, no llegó a sangrar su espalda, solo por pura suerte, pues el joven alfa se detuvo abruptamente, cuando fue llamado por el omega.
Wei Ying veía asustado la escena, nunca había visto a su tío, ni a Jiang Cheng así de molestos. Había visto a Cheng practicar con un pequeño látigo de metal que Madam Yu le había dado para que en un futuro heredara a ZiDian, pero esa era la primera vez que veía el látigo ser rodeado de la energía espiritual de Cheng y ser usada de ese modo. Sintió alguien a su lado, asustado lo vio intentando alejarse como un gusano, pero vio que se tratada de uno de los discípulos que siempre acompañaba de FengMian, dejó que el alfa lo desatara, y una vez libre se puso de pie.
-Jiang Cheng- Llamó asustado a su hermano, este de detuvo al instante y volteó a verlo.
-Wei Ying- Susurró preocupado, dejando al hombre herido en el suelo, corrió hasta Wei y lo envolvió en un fuerte abrazo.
Ninguno deseó separarse, Wei Ying ocultaba su rostro en el pecho de Cheng, intentando no ponerse a llorar de nuevo, empezó al calmarse al sentir como el aroma de Jiang Cheng empezaba a rodearlo, sintiendo uno de sus brazos en su cintura y la otra dándole suaves caricias en su espalda.
-¿Te hirieron?- Preguntó sin soltarlo.
-Mi pierna y mi espalda, duelen- Jiang Cheng se detuvo con la caricias, y vio a su padre.
Este solo hizo una seña con la mano, y sus discípulos se llevaron a los hombres, se acercó a sus niños, tocó el hombro de Wei Ying, pero este solo tembló y de ocultó aún más en el pecho de Cheng.
-¿Te tocaron A-Ying?- La sola idea, de que alguien tocara a su cachorro, FengMian quiso gruñir y destrozar a aquellos hombres, Jiang Cheng igual se sintió irritado, pero a diferencia de su padre él si gruñó bajito.
-No...- Movió un poco su cara para ver el rostro preocupado de su tío.
-¿Cómo te atacaron?
Wei Ying les contó lo que pasó desde que compró los tonghulus al vendedor, al instante se disculpó con Jiang Cheng por perder el que le iba a llevar en su huida. Cheng solo resopló, diciéndole que eso no importaba. FengMian quiso tomar a Wei ying en brazos para llevarlo de regreso, pero tanto este como su hijo se alejaron un paso inconscientemente, un poco avergonzados, Wei Ying se quiso acercar de nuevo a su tío, pero le dijo que estuviera tranquilo y dejara que Cheng lo cargara de vuelta sobre su espalda.
En el camino de regreso, Wei Ying les contó con orgullo como se defendió hasta que parecieron los perros, y como habían peleado sucio esos hombres. Igual contó que empezó a gritar por Jiang Cheng cuando ambos hombre dijeron que lo iban a domesticar antes de venderlo. FengMian en ese momento su mirada se volvió fría y peligrosa, los más jóvenes no entendieron la razón.
Al regresar, le devolvió a Wei Ying su campana de loto, le dijo que se diera un buen baño y que la joven beta que siempre cuidaba de él iría a ayudarlo con sus heridas, que cuando terminara se reuniera con Jiang Cheng en el comedor de los discípulos, que esa noche no comería con ellos, pues tenía asuntos que resolver.
Ambos siguieron sus órdenes, uno seguía un poco asustado por lo que acababa de vivir, mientras su hermano se veía irritado. Después del baño la joven beta le puso pomada para evitar que su espalda y pierna se inflamara, las vendó para que el medicamento no manchara sus ropas, y una vez listo, salió de su habitación para encontrarse con su hermano en el comedor.
Había una mesa ocupada por su grupo de amigos, Wei Ying se acercó a ellos con su bandeja de comida, con una sonrisa los jóvenes alfas le hicieron un lugar. Comieron y bromearon, hasta que Wei Ying sintió que Jiang Cheng no iba a venir.
-¿Pasa algo?- Preguntó Li Rong, un joven alfa gordito.
-Jiang Cheng debió de venir conmigo, pensé que se había atrasado, pero no llega...
-¿Volvieron a pelear? Tu aroma es algo amargo- Hua Qiang lo vio con el ceño ligeramente fruncido, arrugando la nariz. Este joven alfa era el más atractivo en su grupo, siempre solía estar rodeado de algunas chicas.
-No, no peleamos, pero...- Wei Ying solo se estremeció de solo recordarlo- Fui atacado, cuando estaba de regreso.
Sus amigos se vieron preocupados, preguntado su todo estaba bien. Wei Ying les resumió la historia contando su gran hazaña de enfrentarse a dos alfas adultos, pero que al final se vio derrotado, pero que Jiang Cheng llegó como todo un héroe en la escena acompañado de su tío. Todos escuchaban emocionados la historia, más nadie mencionó que la parte donde Jiang Cheng lo rescataba, sonaba a una novia orgullosa por la valentía de su novio.
-Tal vez fue con el líder a tratar con esos abusadores- Dijo seguro Hua Qiang- Mira el descaro de esos tipos por atacar a un discípulo de Yunmeng, y más del discípulo principal. Ya los veo siendo ejecutados en la plaza.
-Creo que eso es un poco extremo para el tío Mian- No imaginaba a su gentil tío dando una sentencia tan sangrienta.
-Solo digo, quien sabe que harán, igual los dejen en prisión por largo tiempo.
Al final de la cena Wei Ying terminó por regresar a su habitación solo. El pabellón donde se encontraba su habitación y la de los hermanos Jiang era el mismo, no muy lejos de la habitación principal del líder Jiang, y recientemente, habitado también por Madam Yu.
Se puso su túnica para dormir, una de suave tela blanca con bordados de lotos rojos que le hizo su Shijie. Se acomodó para dormir, pero no lograba conciliar el sueño; dio vueltas y vueltas, cambiando de postura varias veces, cada vez que cerraba los ojos sentía que era observado por su ventada o por el borde de su puerta, la sensación no desaparecía aun si abría los ojos y verificaba que no había nada ni nadie cerca de él. Cansado de la abrumadora sensación, tomó su almohada y corrió hacia la habitación de Jiang Cheng, solía ocultarse hace un par de meses con YanLi cuando tenía miedo, pues Cheng solía correrlo apenas tocaba su puerta, nunca quiso explicarle por qué el repentino rechazo, pues desde su llegada solían dormir juntos, incluso tomaban la siesta juntos.
Abrió suavemente la puerta, confirmando que Jiang Cheng aún no aparecía, con un puchero entró a la solitaria habitación; pero una vez dentro se sintió más tranquilo, todo el lugar olía a Jiang Cheng, sintiéndose más seguro se acomodó en el cama, acostándose sobre su almohada, abrazando la de Cheng y cubriéndose muy bien con la sabana, al instante el sueño le invadió y se dejó llevar por el mundo de los sueños.
No supo cuánto tiempo estuvo durmiendo, pero despertó al sentir la mano de alguien apartando un mechón de su cabello, no tenía que abrir los ojos para saber quién era.
-Tardaste mucho en regresar- Dijo con la voz adormilada.
-Ve a tu habitación, vamos, te acompañaré- Intentó quitar las sábanas que envolvían a Wei Ying, pero este no las soltó.
-No- Dijo encaprichado.
-Wei Ying, debes volver, ya no somos unos mocosas para dormir juntos- Intentó tratar de razonar con su hermano.
-Aun somos niños A-Cheng, ¿por qué me corres de tu habitación? ¿Acaso me odias ahora?- Se sentó viendo entre indigando y triste al que seguía de pie a lado de la cama.
-¿Qué? No, solo...- Suspiró- Mira, eres un omega, no debes dormir con un alfa que no sea tu pareja, no está bien.
-¡Pero eres mi hermano! ¡No tiene nada de malo que duerma contigo!- Frunció el labio antes de desviar la mirada hacia las sábanas- ¿Odias que sea un omega?
-Omega o no, eres Wei Ying. Solo trato de que no pierdas cara, frente a los demás. No quiero que digas que eres un fácil.
-¿Fácil?- Jiang Cheng vio que su hermano, de verdad no sabía a lo que refería. O era muy tonto o muy denso para no darse cuenta de su posición como omega.
-Olvídalo, no dormirás aquí.
-No, no quiero- Vio a Jiang Cheng fruncir el ceño y cruzar los brazos, esa era su pregunta silenciosa de por qué hacia su berrinche- No puedo dormir, al menos, hoy no quiero dormir solo. Siento que alguien entrará por mi ventana mientras duermo y...- Un escalofrío recorrió su cuerpo, el solo recordar aquel aroma apestoso del alfa.
Jiang Cheng comprendió a lo que se refería, el aroma de Wei Ying se volvió áspero de repente, podía oler su miedo. Con un suspiro derrotado, se alejó de la cama, tomó su túnica para dormir y se cambió detrás de un biombo. Wei Ying se vio extrañado, ¿acaso lo dejaría dormir solo en su habitación y él se iría?
-Muévete- Jiang Cheng regreso a su lado, subiéndose a la cama, él se movió como lo pidió dándole espacio- Si me pateas, te romperé las piernas- Amenazó con ligereza.
-Me portaré bien. Buenas noches.
-Mn.
Ambos durmieron cada quien en su lado, solo que a mitad de la noche terminaron con las piernas y brazos enroscados. Jiang Cheng tenía su brazo rodeando la cintura de Wei, y este estaba muy cómodo durmiendo sobre su pecho.