Poco a poco, cada vez más cerca, los días se acababan y las chicas buscaban el vestido soñado, ese vestido perfecto para la noche perfecta. La prom se llevaría acabo el 13 de Agosto por la noche, es un evento en el que las chicas se vuelven locas e histéricas, por qué? porque es un baile caracterizado en el que los hombres invitan a las mujeres y pues... también pueden ir las y los solteros, pero precisamente esa era la razón de histeria, nadie quiere estar solo ese día, viendo como todos se divierten y uno mismo no!.
Las chicas se quieren ver perfectas enfrente de sus príncipes azules. Imaginando como dan su primer beso o incluso como acaban con su virginidad. 80% de las chicas de tu generación te envidiaban, envidiaban que estuvieses de novia con alguien y sobre todo el quién era ese alguien. Uno de esos chicos malos, altos, con una tez hermosa y blanca como la leche, con unos ojos cautivadores y un cuerpo que volvería loca a cualquiera, resumido en un sólo nombre: Oh-Sehun. Odiaban que tuvieses a tu pareja de baile asegurada, pero bueno... es cuestión de suerte!.
Sehun te llamó, sacándote de tus pensamientos.
-Oppa! ¿Estás en tu dormitorio? -Saludaste repentinamente.
-Umm... no, pequeña. Resulta que me estoy preparando en los vestidores del campus para el partido de hoy en la tarde, pero me acordé de algo que te quería preguntar.
-dime! -Deseabas que ya te pidiera acompañarlo al baile de una buena vez, faltaban cuatro días y el no había mencionado una sola palabra del tema.
-¿Quieres ir al baile? -Preguntó serio.
-¡¿Que si quiero ir?!, es el sueño de cualquier doncella como yo!. -Gritaste frustrada, era una pregunta retórica para tu gusto.
Una pequeña risa salió de los labios de Sehun. -Eres una bebé...
-Una bebé muy tierna. -Añadiste sin pensarlo.
-Tienes toda la razón, pero bueno... ya que quieres ir, esta bien que vayamos los dos? digo... como pareja?, lo siento... la pregunta correcta es, ¿Le gustaría acompañarme a la prom, "doncella"? -Preguntó entre risas, resaltando la última palabra que de igual manera tu habías mencionado anteriormente.
-SI! -Casi le rompías los tímpanos a tu pobre novio, era la emoción.
Se escuchó una carcajada desde el otro lado, seguramente Sehun se estaba burlando de tu impaciencia exaltada. -Está bien pequeña... te hablo en la noche, me tengo que ir a los estrados, deséame suerte.
-Suerte! te amo! -Colgaste rápidamente y suspiraste, más enamorada no podías estar. Inmediatamente te pusiste de acuerdo con tus amigas y salieron al centro a buscar aquél vestido de cenicienta.
Ningun vestido te convencía, buscaste profundamente y después te desilusionaste al ver como todas tus amigas ya lo habían comprado. Ya no sabías si cancelarle a Sehun porque ningún vestido te agraciaba según tu. Hasta que lo viste... desde lo lejos pudiste alcanzar a ver lo que tanto anhelabas. Era perfecto!. Te lo llevaste y quedaste totalmente satisfecha con tu compra. Ahora los otros 4 días restantes se te harían eternos. Estabas extremadamente ilusionada.
Hasta habías traído una lista para comprobar que el vestido cumpliera con todo: Color negro como la rudeza de Sehun, No tan escotado o tendrías problemas con él, sexy para enloquecerlo al mismo tiempo y lindo para resaltar tu belleza.
Llegaste al campus una hora y cuarto después, alcanzaste a ver 30 minutos del partido en el que jugaría Sehun, se veía tan guapo aún con ese sudor que se deslizaba en todo su cuerpo. Veías como sonreía al hacer lo que le apasionaba y eso te impresionaba. Ganaron, el esfuerzo del equipo había valido la pena, había confeti del color representante de la Universidad en todos lados. Los estudiantes estaban que lloraban de la felicidad, se sentían orgullosos. Felicitaste a Sehun y lo dejaste ir a celebrar con sus amigos, amabas verlo sonreír y gritar de la emoción, te daba más ganas de vivir, literalmente.
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