—Iré a preparar la cena, Douma-san.
Douma asintió Feliz, antes de dejar de jugar con el pequeño Inosuke y observar a esa hermosa mujer qué ahora era su esposa. Hashibira se tomó la molestia de sujetar sus mejillas y darle un suave besó en sus labios, delicioso y lento, degustando del momento mientras él pequeño bebé sonreía feliz al verlos.
—Si quieres puedes dejar a Inosuke conmigo, Amo cuidarlo.
Kotoha no pudo evitar sentirse sumamente avergonzada.
— ¡E-está bien!— Se apresuró a decir, con las mejillas rojas— Le daré su biberón mientras hago la cena.
Entonces Douma sonrió cuando ella Torpemente se fue de la habitación. Douma sonrió divertido unos segundos después de que ella se fuera, sin embargó al pasar los segundos su cara tomo una mirada totalmente fría.
—Douma-san, La cena esta...
Kotoha no pudo terminar de hablar ante algo que le molestaba en la mejilla. Ante la atenta mirada de su pequeño Inosuke se permitió tocarla, curiosamente sus dedos se mancharon de un pequeño liquidó rojizo, ¿Una herida en su mejilla?, ¿Como si no había sentido dolor alguno?
—...Abaa...
La mujer de bellos orbes Verdes observó a su pequeño bebé y luego miró al frente, Allí, sentando sin mover algún músculo se encontraba aquél hombre qué ahora era su esposo. Ella se quedó en silencio por un momento, observando su ancha espalda donde su cabello rubio caía en picada hasta la mitad de su espalda, Douma sin duda era un ser Hermoso, Un ser que encerraba tantos misterios.
Kotoha entonces acarició su mejilla nuevamente, Esta vez no observó nada entre sus finos dedos, así que solo observó a su pequeño bebé de nuevo y sonrió.
— ¡Douma-san!, ¡La cena está hecha!
Allí Él Hombre de mirada colorida volteó su rostro, sonriendo apacible, divertido al verla animada.
— ¡Genial, Kotoha-chan!— Douma se levantó del suelo y camino hacia su amada esposa— ¡Vamos!, ¡Hay que cenar en familia!
Continuará