—Encontramos esto.
Hablo Thomas, con dicho aparato misterioso en las manos de Newt observándolo ahora que estaba limpio. Con (t/n) de pie a un lado de él notando el número escrito en este, sintiéndose un poco más calmada de que haber matado a un penitente les consiguiera algo, una pista real.
—Estaba dentro de un penitente.
—Son las mismas letras que hay en las provisiones.
—Si, quién nos puso aquí obviamente hizo los penitentes. Es la primera pista concreta de lo que sea que hayan hallado en tres años, ¿verdad Minho?
—Si...
—Newt, tenemos que volver allá afuera. Quién sabe a dónde podría llevarnos.
(t/n) asintió con su cabeza; era lo que les hacía falta para lo que ella les había mencionado con anterioridad.
—Podría llevarnos a una salida — completo (t/n) —.
—¿Sabes que intenta hacer verdad? — interrumpió Gally — Primero rompe las reglas, y luego intenta convencernos de que las abandonemos por completo. Las reglas son lo único que nos ha mantenido unidos, ¿por qué las cuestionamos ahora? Si Alby estuviera aquí, estaría de acuerdo conmigo. Este shank merece un castigo.
Hubo un pequeño silencio, con Newt observando a Thomas mientras repasaba las palabras de Gally, entregándole el aparato a Minho y regresando al lado de (t/n).
—Tiene razón, rompió las reglas, una noche en el pozo sin comida.
—¡Ay, por favor, Newt! ¿Una noche en el pozo, eso impedirá que vaya al laberinto? ¿¡Tú crees!?
—No, y no dejaremos que cualquiera entre al laberinto cuando le plazca. Así que lo haremos oficial, a partir de mañana eres corredor.
—Wow...
—Gally — le llamo (t/n) —.
—Ahora no.
—Gracias Newt.
(t/n) le sonrió a Thomas, pasando por su lado palmeando su hombro en esos momentos, mientras sonreía.
—Ve con cuidado con Gally, no podré impedir que te rompa la garlopa cara. — se burló ella —.
—Gracias por intentar subirme el ánimo.
—No lo estaba intentando.
Ella rio nuevamente caminando tras de Minho, dándole una última sonrisa a Newt mientras desaparecía con Thomas siguiéndoles. Encaminándose a lo que era la sala de mapas, cerrando la puerta detrás de ellos, quitando la tela que cubría una maqueta pequeña del tamaño en donde la podían observar.
—El laberinto — inicio Minho —, completo.
—¿Cómo que completo? Creí que seguían haciendo mapas.
—No hay más mapas que hacer — dijo (t/n) —.
—Yo mismo he recorrido cada patrón, si hubiera salida ya la hubiéramos encontrado.
—¿Por qué no se lo han dicho a nadie?
—Alby lo decidió — contesto ella nuevamente —.
—Sin embargo — hablo Minho —, desde la llegada de (t/n), o al menos en cuanto se unió a nosotros nos sugirió ir tras los penitentes, nos convenció acerca de la descabellada idea de que su entrada sería nuestra salida. (t/n) nos dio esperanzas, y ahora podemos creer que existe una salida, echa un vistazo.
Le menciono mientras le entregaba el aparato a Thomas.
—Hace como un año empezamos explorando estas secciones exteriores, encontramos estos números, impresos en los muros del uno al ocho. La forma en que funciona es que cada noche cuando el laberinto se altera se abre una nueva sección. Así que hoy la sección seis estaba abierta, mañana será la cuatro, y la ocho, y la tres, el patrón siempre es idéntico.
—¿Qué tiene de especial la siete?
—No lo sé — contesto —, pero anoche cuando (t/n) mato a ese penitente la sección siete estaba abierta.
—¿Crees que vino de ahí ese penitente? — pregunto ella —.
—Si, mañana nosotros tres echaremos un vistazo.
Asintieron en lo que estaban procesando, en adentrarse a dicha sección, ella sabía que no estaba preparada mentalmente para adentrarse de nuevo, pero si significaba encontrar una verdadera salida. Iría. Los pasos de dos personas corriendo les llamó la atención, volteándose inmediatamente para ocultar el mapa a sus espaldas, mirando con curiosidad y seriedad a Jeff y Clint que acababan de llegar.
—Hey, saben que no pueden entrar.
—Lo siento, es solo — comenzó Jeff —.
—Es la chica — continuo Clint —.
—¿Ya despertó?
—Si.
Dada la información la conversación acerca del laberinto fue olvidada por los tres para comenzar a seguir a los chicos a las afueras. (t/n) siguió a la gran multitud formada de fuera con planchas de madera que sostenían por sus cabezas, aquella la hizo fruncir las cejas en confusión.
—Es increíble — rio Chuck —.
—¡Déjenme en paz!
(t/n) rodo simplemente los ojos en aquellos instantes con la multitud de chicos, no le era de extrañar una reacción violenta por parte de una chica que acaba de despertar rodeada en un área con nada más que hombres. Ella se acercó corriendo, posando uno de sus brazos sobre su cabeza, previniendo cualquier roca que pudiese caerle encima.
—¡Oye, si lanzas otra roca, voy a...! — exclamo Gally —.
—No creo que le agrademos mucho — comento Newt —.
Inmediatamente ante el espectáculo (t/n) dejo escapar una risa divertida mientras observaba como incluso ni Gally podía dar un paso adelante para detenerla. La risa de la misma (t/n) provoco que la chica de arriba se detuviese, creyendo haber escuchado mal a una risa más femenina que masculina. E incluso, en ese entonces cuidadosamente Newt estiro una de sus manos, atrayendo a (t/n) a estar debajo de la madera para protegerse de las rocas.
—¿¡Quién está ahí!? — grito la chica en esos entonces —.
Asomándose para observar mientras arrojaba una roca. (t/n) le dio un pequeño saludo, oculta en donde estaba en esos momentos. Pero la chica no parecía calmada cuando la veía estar rodeada de chicos.
—Me llamo (t/n) — contesto ella con una pequeña sonrisa —.
Pero sin moverse del lado de Newt. Aun sintiendo su mano en su brazo, sosteniéndola cuidadosamente cerca de él.
—¡Queremos hablar contigo! — dijo Thomas —.
—¡Ya se los advertí!
—¡Soy Thomas, soy Thomas!
Grito el chico, en como de pronto las rocas cesaron, y notaron a la chica de cabello oscuro asomarse curiosamente a observar a la persona. Pero, definitivamente parecía que las rocas habían cesado por completo.
—Ahora... voy a subir — dijo nuevamente Thomas —.
Subió escalón por escalón de forma cuidadosa. Todos observando a Thomas subir, con una pequeña sonrisa en el rostro de (t/n) cuando vio que fue él único capaz de frenarla, tenían que haberse conocido desde antes de todo eso.
—¿¡Que está pasando allá arriba!? — pregunto de pronto Gally —. ¿Qué pasa allá arriba?
—¿Va a bajar? — pregunto otra persona —.
Newt quito la tabla de madera en esos momentos. Pero, para sorpresa de (t/n), no soltó su brazo, ni a ella le molesto su cercanía. Ambos, de pie junto al otro, sintiendo el calor corporal que el otro otorgaba.
Mirando hacia arriba.
—Oigan, dennos un segundo ¿Sí? — pidió Thomas —.
—¿Todas están así de locas? — pregunto Sartén —.
—¡Te escuche! — le reprocho (t/n) —.
Provocando un mar de risas de otras personas, incluida la misma risa de Newt, el tranquilamente soltó su brazo, solo para extender su propio brazo tras los hombros de (t/n), manteniéndola más cerca que antes mientras reía animadamente.
—Te lo recuerdo (t/n) — le contesto Zart entre risas —, intentaste atravesarnos con una rama. ¿Que nos dice exactamente eso?
—Que estaba asustada — ella contesto con una sonrisa amplia —. Ustedes no ayudan demasiado en está situación, acercándose a una pobre chica en una multitud.
—(t/n) tiene un punto — afirmo Newt —.
—Quizá lo tenga, o solo estas de su lado...
Menciono Zart provocando que un pequeño rubor se pasase en su rostro, si bien el chico no completo lo que quería decir, Newt supo exactamente a lo que iba. Aunque (t/n) había dejado de prestar atención cuando miro hacia arriba en donde noto de pronto que la chica desconocida se asomaba.
Dandoles una pequeña mirada.