Taehyung, su madre y sus hermanos pierden toda la fortuna de la cual gozaban debido a una mala jugada de su madre y el divorcio de ella y su padre. Su padre, cansado de ellos los expulsa de la mansión obligándolos a vivir una vida precaria como escarmiento.
Sin embargo, la pequeña familia Kim tendrá que pasar por muchas dificultades y cambiar sus perspectivas de vida para poder sobrevivir al nuevo infierno el cual viven. Mientras que su madre conocerá una nueva de vida, Taehyung conocerá la forma del amor.
¿Podrá Kim Taehyung conquistar el cerrado corazón de Jeon Jungkook?
"No puedes estar hablando en serio, es imposible." Kim Taehyung, un adolescente adinerado de dieciséis años le habló a su madre, estaba furioso y con justa razón, al menos eso creía él. Recientemente había recibido la noticia de que, toda la riqueza en la que estaban bañados, había desaparecido en un abrir y cerrar de ojos; Taehyung estaba estupefacto, a penas y se creía aquellas palabras tan dolorosas que salían de la boca bien pintada de su madre. Suspiró, se negaba rotundamente a creerse tal cosa, volvió a mirar a su madre después de un corto viaje de pensamientos pesimistas y esta le devolvía la misma mirada filosa, herida y desesperada.
Kim Taehyung, hijo de Kim JiSoo, hermano mayor de Kim Eon Jin, un jovencito de siete años y de Kim Jeong Gyu, una pequeña de tan solo cuatro. Próximo heredero de la fortuna del adinerado Kim Hesoo, un exitoso hombre de negocios co-dueño de NAVER Co., Ltd, entre otras empresas más creadas a partir del dominio de la misma. La familia Kim estaba ahogándose en dinero, al menos hasta que un extraño suceso deriva en el divorcio de Kim Jisoo y Kim Hesoo, quitándole a esta última y sus hijos la posibilidad de seguir disfrutando de la fortuna de la familia, negándole a su mujer y sus hijos, siquiera, un espacio en la misma.
Taehyung palideció. Su corazón latía a mil por hora. Taehyung estudiaba en una de las mejores preparatorias de Sur Corea, sus hermanos estudiaban desde casa, debido a los recientes trastornos de persecución que su padre había tenido. Si bien, el señor Kim no era el mejor padre, tampoco los acompañó en ningún camino de su vida, mucho menos estuvo para ellos en su crecimiento, era el único sostén de la familia, pues la madre de Taehyung dejó de trabajar cuando lo tuvo a él, hace más de dieciséis años.
"... Y tu padre dijo -No quiero que esos mocosos ni tú estén al amanecer en este lugar- Hijo, ¿Qué vamos a hacer? Nos hemos quedado sin dinero..." Su madre hablaba sin parar, Taehyung apretó su chaqueta Gucci de último modelo a su menudo cuerpo y suspiró, mordiendo su labio inferior. La situación estaba siendo dura y tenían que buscar una solución, no podían quedarse a merced de su padre y no luchar por, siquiera, una pensión alimenticia. El menor negó, dándose cuenta que su padre tenía demasiadas conexiones, sabía de lo que era capaz. Ciertamente, Taehyung nunca supuso que su madre los sacaría a patadas, joder, eran sus hijos.
"¿Él solo nos ha desechado como basura?" Le preguntó Taehyung a su madre, que bebía de su copa de vino, probablemente costaba más que la existencia de ambos. Ella asintió, limpiando su frente con un costoso pañuelo Louis Vuiton, hecho especialmente para ella con sus iniciales grabadas en la blanca y pulcra tela, Taehyung apostaba que su madre siquiera era capaz de sudar.
"¿Y mis hermanos, ¿qué pasará con ellos?" Preguntó, incapaz de procesar todo lo que había escuchado y la forma en que su padre, incluso, dejaría de costear la cara escuela privada de Taehyung, sus clases particulares y peor aún, sus clases de música.
"¿Acaso no me has escuchado? Nos iremos Taehyung, tu padre me ha quitado todo el dinero, me ha desechado. Ni siquiera le importamos nosotros, somos pobres Taehyung. Tenemos menos de dos días para irnos de aquí. Tu padre me lo ha ordenado, no le hemos causado un poco de lástima..." Ella habló, Taehyung pudo conocer su fingido llanto, frunció el ceño por ello y sacó su celular, bastante caro y último modelo y se quedó mirando la pantalla bloqueada, ahora tenían menos de un día para irse. Taehyung miró a su alrededor, su vida no podía caerse en un solo sentido, tenía que ir al día siguiente a la escuela.
"¿No te preocupamos ni un poco?" Soltó el mayor de sus hijos, colocándose de pie. Caminó tal cual modelo, elegante y pulcro y le miró por encima de su hombro. "Iré a hablar con mi padre, veré su tengo mejor capacidad de convencimiento que tú y de paso, sacarle unos cuantos millones." Soltó, casi escupiéndole a la mujer que miró a su hijo mayor casi con orgullo, pero dejó que lo hiciera, bebiendo de su copa, mostrándole sus largas y perfectas uñas. Taehyung subió las escaleras de mármol y no miró hacía atrás; sus dedos temblaban pues siempre le había temido a su padre.
El jovencito miró por aquel largo pasillo como cuadros elegantes y bastantes caros decoraban su paso, mordió una vez más su labio inferior y tocó la puerta del despacho principal de su padre, con las letras grabadas del hombre en plata justo en la madera de cedro oscura, incluso así se notaba cuan imponente era.
"Pase." Escuchó detrás de la puerta, Taehyung giró el elegante cerrojo y pasó, mirando a su padre mantener sus ojos en aquel portátil último modelo. Él escribía algo y estaba sumido en aquel texto mientras su hijo se sentaba frente a él, en aquella elegante silla de terciopelo, todo en ese lugar gritaba clase y elegancia, incluso, Taehyung.
"Si estás aquí, es porque la vibora de tu madre te ha metido un par de cosas en esa inocente y estúpida cabecita, ¿No es así?, ¿Vienes a pedirme dinero? No te daré nada. Te he dado de baja en todas tus clases y te he inscrito en la preparatoria pública de Seúl, agradéceme que no te dejé elegir solo, pues, eres inútil incluso para eso." Habló cortante, estoico. Taehyung vio reflejado su rostro en el del hombre, tragó saliva y lo miró una vez más, casi ahogándose en sus lagrimas, pero no lloró. Los Kim no tenían la posibilidad de llorar.
"¿Te importamos por lo menos un poco?" Le preguntó, casi sintiendo su voz quebrarse.
"Largo." Respondió, ignorando su pregunta, casi como lo hizo su madre. Todo el animo y esperanza que había formado a su alrededor se cayó. Miró su celular que vibraba, era una llamada de uno de sus amigos de la preparatoria, él probablemente ya se había enterado del fracaso rotundo que sería su vida. Dejaría de tener nombre, dejaría de tener clase, dejaría de tener absolutamente todo lo que era e incluso perdería su dignidad asistiendo a la escuela más horrible de la ciudad, sintiéndose acomplejado. Definitivamente, su padre los odiaba en cuerpo y alma y Taehyung suponía que todo eso era la culpa de su madre.
Taehyung salió echando llamas de aquel despacho y miró a su madre, la cual estaba el pasillo a unos metros de él.
"Él nos odia." Suspiró. Su madre dejó de sonreír y negó, rodando los ojos. "Mañana puedo convencerlo, ya sabes como es él." Soltó en una falsa sonrisa, repleta de suficiencia, Taehyung no estuvo bastante seguro de ello y fue hasta su habitación, mirando el elegante lugar. Había algo que lo hacía sentirse especialmente perdido y fue como, poco a poco, al pasar de la tarde la habitación se sentía gélida.
Se quedó en su escritorio, viendo los mensajes que recibía y la humillación pública. Si bien, la gente rica era bastante cruel, Taehyung no supuso cuanto lo serían con él, ellos comenzaron a apodarlo "Gucci pobre" entre otras cosas más; el jovencito formó un puchero abrazando su oso de peluche marca Gucci con ojos de diamantes y sollozó, odiaba su vida. Realmente la odiaba.
Supo también que todo estaba perdido cuando solo se le permitió tomar su ropa y sus artículos personales esa misma noche. Su madre había llegado con el rostro mallugado de tristeza, el mayor soltó un suspiro y miró a sus hermanos menores mirarle interrogantes, sosteniendo ambos sus osos de peluche. La mamá de Taehyung iba vestida como si fuese a un viaje, con un leopardo de piel real, un vestido entallado y un elegante peinado hacía arriba, lentes oscuros y un labial oscuro.
...
Taehyung, su madre y sus hermanos dejaron la mansión mientras su padre le miraba desde la entrada, casi riéndose de ellos. El taxi se sentía apretado, Taehyung incluso sentía que olía mal, todo había pasado en menos de un lapso de tiempo y nadie les había defendido, Taehyung miró a su madre casi queriéndola ahorcar, sus hermanos dormían acurrucados entre ellos y él miraba por la ventana, no queriendo tocar nada.
El hombre lo miraba desde el espejo del automóvil, riéndose de él y Taehyung sacó su gel antibacterial limpiando sus manos. Recorrieron las inmensas calles y avenidas de Seúl hasta parar en un complejo departamental bastante pobre, al parecer de Taehyung, sus hermanos chillaron emocionados y él gruñó.
"Van a ser 367,485.00 Wons, señorita." El taxista habló, su madre abrió los ojos como platos y Taehyung salió rápidamente el automóvil seguido de sus hermanos, sacando las caras maletas marca Bebe. Escuchó como su madre discutía con el hombre y hablaba sobre cuan caro era el servicio; Taehyung miró a su alrededor, despreciando cada cosa de su nuevo vecindario, había moho en las paredes de aquel edificio y también una gotera que venía del tercer piso. Había bolsas de basura tiradas y derramadas justo frente a él con un olor nauseabundo; incluso, él apostó ver más de cinco gatos caminando a su alrededor, Taehyung era alérgico a ellos. Miró a su alrededor, ya era de noche y la calle estaba oscura, incluso, daba miedo. La luz publica comenzó a prender y apagarse y los hermanos de Taehyung se prendieron de sus piernas asustados.
Taehyung supo que su madre se había deshecho de una buena cantidad del ahorro de ambos cuando el hombre se fue, su madre se posó a su lado y le sonrió.
"Es lo mejor que pude conseguir." Habló, casi en un chillido mimado. Había mentido, Taehyung sabía que el ahorro de ambos valía para una casa en un barrio más o menos considerable y cerca de su nueva escuela, pero sabía que ella probablemente se lo había gastado en ese nuevo collar de perlas que traía puesto.
Taehyung tragó saliva cuando un par de sujetos ebrios caminaban a su lado, a pesar de que venían vestidos de ejecutivos de algún lugar, no podía evitar sentir miedo; abrazó a sus hermanos acercando sus maletas.
"No quiero vivir aquí." Habló firme, su madre le miró y luego rodó los ojos. Taehyung había salido de su shock y ahora comenzaba a patalear asustando a sus hermanos menores. Comenzó a sollozar logrando que su madre tirara de su suave cabello.
"Aquí vamos a vivir mientras consigo algo mejor o sacarle dinero a tu padre." Habló casi en un gruñido y el mayor de los hermanos comenzó a llorar ganándose el llanto de los otros que caminaron detrás de él, esos chiquillos solían imitarlo en casi todo.
Cuando su madre quiso colocar la llave, se dio cuenta de que la puerta tenía un truco, así que tiro de ella hasta casi caer de bruces contra el piso por el reciente golpe. Taehyung miró estupefacto su nuevo hogar, no podía ser posible que el baño estuviera tan cerca de eso que, realmente no sabía si llamarle cocina, no había habitación, solo un largo sillón-cama con una vieja televisión. Taehyung comenzó a hiperventilar.
"No quiero vivir aquí." Habló de nuevo, sus hermanos corrieron al sillón y encendieron tal televisión. Solo había un canal local y justo estaban pasando una película infantil que apenas y se veía, debido a la mala calidad de la antena. Taehyung miró a su alrededor, no había un ropero y solo estaba la ventana del frente, solo un baño, solo un sillón-cama solo una maldita cosa de cada una. Él miró a su madre que comenzó a prepararse un cereal. Incluso el frigorífico era diminuto. No había sistema de lavado, secadora y posiblemente tampoco había bañera.
Taehyung se reusaba a utilizar las duchas. Jamás en su vida lo había hecho y no sería la primera vez.
"Duerme, Taehyung mañana tienes que levantarte excesivamente temprano para dejar a tus hermanos en su nueva escuela e ir a tu nueva preparatoria." Habló su madre. Comiendo de forma asquerosa, Taehyung le dejó caer su pañuelo Gucci en el rostro mientras corría a sacar su caro peluche de la maleta.
"Ah, y quizá tengamos que vender algunas cuantas ropas. El dinero está por acabarse..." Habló sin cuidado, su madre, apenas llevaban menos de un día en ese lugar y los ahorros de ambos estaban perdidos casi en su totalidad. Taehyung miró a sus hermanos, ellos ya habían cenado y no tendría que preocuparse mirando a su madre.
"¿Trabajarás?" Preguntó, dejando caer su cara bolsa de dormir importada de Francia con su nombre grabado en hilo de plata y le miró.
"Oh, no, cariño. Tú serás el que trabaje, no yo. No nací para trabajar." Habló mirando sus pulcras uñas.
Taehyung palideció. Tragó saliva y comenzó a soltar una rabieta. Necesitaba una deliciosa ducha de agua caliente con sales de la India y un masaje relejante. Iba a morir.
Tomó su celular, dándose cuenta que el enchufe estaba bastante lejos de él y comenzó a llorar, una vez más, conectándolo enseguida del enchufe del frigorífico casi cerca de esa pequeña estufa. Se dio cuenta que tampoco había un lugar privado para vestirse más que esa pequeña separación de madera china bastante barata, comenzó a sollozar mientras se colocaba su elegante pijama diseñada solo para él por un reconocido diseñador hindú y se acostó a dormir, sintiendo el helado piso traspasar su bolsa de dormir.
Al día siguiente fue despertado por un fétido olor a pollo frito, él odiaba el pollo frito, le causaba nauseas. Se despertó, viendo que aun estaba oscuro y fue hasta su celular, mientras sus hermanos vestían un, bastante barato, uniforme escolar, ellos estaban comiendo pollo frito y parecía de un restaurante barato, Taehyung gruñó, su madre se estaba gastando el dinero.
"Mamá salió, dijo que volvería en la tarde, cuando nos recoja de la escuela. Dijo que buscaras trabajo y te divirtieras en tu nueva escuela. ¡Por fin iremos a la escuela!" EonJin habló claramente emocionado, contagiando a su hermana menor, Taehyung vio el sillón cama destendido y se negó a acomodarlo, él jamás haría la limpieza, tomó su uniforme color gris con azul, era claramente horrible. Buscó una chaqueta que le combinara y se la colocó, al igual que un pendiente de oro con un diamante azul. Tomó su mochila y miró sus nuevos libros, acorde a su horario; era claramente horrible, odiaba esto. Su nana siempre acomodaba su mochila por él y era el chofer quien la cargaba hasta la entrada.
Sin embargo, tenía que ducharse y aquello sería un gran problema; buscó alguna ducha por algún lado y suspiró, no había nada más que un pequeño baño en ese lugar.
"Mamá dejó dinero para que te ducharas en las duchas comunitarias, dijo que le dieras esto al dueño." Taehyung tomó un cupón de descuento y comenzó a llorar, casi arrugándolo. Sus hermanos le ignoraron mientras miraban el televisor después de su "desayuno".
El mayor sollozó mientras caminaba y miraba hacía atrás, cargando su uniforme en su bolso Gucci; odiaba su vida, odiaba ser pobre y odiaba tener que ir a dejar niños a la escuela; aunque sabía que sus hermanos no tenían la culpa, no podía evitar odiarse en este momento mientras cubría su rostro y entregaba el cupón a la amable mujer que dejó a sus hermanos en la sala espera, jugando con bloques. Taehyung tenía menos de cinco minutos según el cupón para ducharse y le entregó un jabón lirio más pequeño que su mano, no, definitivamente él no se ducharía con eso.
Taehyung caminaba con el cabello mojado y horriblemente acomodado, su nuevo uniforme cubierto por su chaqueta y sus zapatos Oscar de la Renta color negro a tomar el transporte público. Había dejado a sus hermanos frente a aquella escuela pública espiándolos desde lejos hasta que entraron porque no era capaz de mostrar su cara.
Echó una considerable cantidad de gel antibacterial en sus manos y se limpió con ellas antes de subirle al primero que vio, seguro todos iban al mismo lado.
"Uh, disculpe, señor limpieza. Puedo suponer que por su uniforme, ese le dejaría muy lejos de nuestra escuela." Taehyung giró su rostro, mirando al hombre frente a él. Era rubio y un poco más bajo que él.
"Oh, ¿Entonces cuál?" Preguntó curioso, mirándole con desdén, el uniforme del otro era horrible y esa chaqueta ni siquiera combinaba, además, esos lentes de pasta negra eran terrible, ¿Qué le sucedía a ese horrible cabello rubio patito? Que mal gusto tenía, además, esos zapatos no combinaban con el corte del pantalón, Taehyung se sintió asqueado.
"Uh, mi nombre es Jimin, Park Jimin." Taehyung asintió, mirándole con notorio asco y el otro hombre se avergonzó escondiéndose detrás de su carpeta.
"Bueno, patito pobre, dime cuál, no tengo todo el tiempo del mundo." Taehyung habló, mientras sacaba su celular y texteaba en él. Hoseok no dejaba de envíarle mensajes preguntando como estaba, era casi su mejor amigo, casi, porque Taehyung no creía en los amigos.
Taehyung miró como el otro chico se sonrojaba y agachaba su mirada, apuntando al bus que estacionó frente a ellos, Taehyung frunció el ceño cuando el otro caminó hasta el mismo con la mirada gacha. "Chico rarito" Susurró detrás de él. Miró como patito pobre, como le había apodado, entregaba un billete y se iba a su lugar. Taehyung hizo lo mismo, evitando tocar a toda costa al chofer y le entregó un billete de cantidad considerable y, sin esperar cambio, fue a sentarse. El chofer le miró y se guardó el dinero, con eso llenaba sus ganancias del día de hoy, Taehyung no se sentó, tampoco tomó el tubo para sostenerse, por eso, casi cae sobre Jimin.
"¡Oiga! Maneje con cuidado" Gruñó, acomodando su cabello y su cara mochila con coraje, por obligación se sostuvo del tuvo mirando patito pobre a su lado, mirándole con curiosidad, Taehyung sacó su pañuelo Gucci de respuesta lo colocó sobre el tuvo. Tendría que tirar también ese a la basura.
"¿E-eres nuevo aquí?" Preguntó patito pobre. Taehyung rodó los ojos, como si fuera algo obvio.
"Sí, oye, deberías de sostenerme el bolso." Habló Taehyung, patito pobre parecía demasiado sumiso. El muchacho apenas pudo responder cuando tenía el pesado bolso de Taehyung y su mochila. Jimin miró curioso al chico, tenía un rostro limpio y esculpido por los Dioses, como los Idols que Jimin admiraba, Jimin se sintió mal por su reciente acne; además, la chaqueta que llevaba puesta Jimin la había visto en alguna tienda oficial, no creía que fuera la original, para Jimin ese chico era un misterio.
"Uh, ya llevamos, p-podrías ayuda..." De nuevo, Taehyung no lo dejó terminar y bajó al frente de una considerable cantidad de personas. Taehyung texteaba en su caro celular cuando patito pobre iba a entregarle su mochila, pero este se giró caminando hasta la escuela, Jimin casi se cae pero caminó detrás de él con la mirada gacha. Taehyung miró la entrada de su nueva escuela y algo no le dio buena espina.
"Patito pobre, esta escuela es una porquería." Habló, entrando, dando su nombre mientras que el hombre miraba con el ceño fruncido como el rostro de Jimin estaba rojo de cargar todo. Justo cuando estaban en la entrada, un grupo de cuatro chicos estaban en la entrada, Taehyung pudo suponer que eran un tipo de pandilla cuando les miró. Jimin soltó un suspiro de susto. Y le entregó las cosas al instante, Taehyung rodó los ojos.
"Gracias, patito pobre, toma."
De su billetera sacó dos billetes de los mismos que le había dado al otro hombre y Jimin abrió los ojos como platos, esa era su mesada de dos años, se negó.
"N-no..." Soltó.
"Venga, tomalo, lo necesitas más que yo, te vistes horrible." Habló, riéndose del más bajo que al instante agachó su mirada, sin embargo, una persona tras de él no.
"Jimin, ¿Este chico te está molestando?" Preguntó una voz ronca detrás de Taehyung.
Taehyung giró, encontrándose con un pelinegro o mejor dicho, un adonis. Era un poco más alto que él y tenía un piercing en su nariz, sus ojos eran expresivos y grandes y la forma de su boca era sensual. Vestía el uniforme, pero lucía sensual en él. Taehyung se giró, mirándole con cierta envidia.
"N-no, Jungkook, él..." Jimin se sintió sonrojar, Jungkook era su amor imposible desde la primaria, no podía ser posible que gracias al reciente desconocido este le hubiera dirigido la palabra, Jimin se escondió detrás de su carpeta haciéndose de vergüenza.
"Oh, no, solo le daba un poco de dinero por haber cargado mis cosas, es un buen chico, ¿No es así, patito pobre?" Le preguntó al rubio que asintió. Jungkook frunció el ceño.
"¿Cómo le llamaste?" El pelinegro gruñó y Jimin supo que algo malo iba a pasar ahí, se interpuso entre ambos y Jimin también supuso que aquel agradable chico se había ganado el odio de Jeon Jungkook, el chico más temido de la preparatoria.
Taehyung sonrió con suficiencia, alejándose de ambos, sin darle tiempo al otro de pensar en otra cosa y Jimin en soltarlo, siendo partidiarios de chismes y especulaciones. Genial, suspiró Taehyung, era el primer día y ya se había ganado un maleante de enemigo por culpa de patito pobre.