Un sonido ensordecedor, un dolor constante en la cabeza y una respiración irregular son las principales características de Hoseok.
Trata de moverse, sin embargo, el dolor punzante en la espalda lo detiene, trata de calmarse, comenzando a explorar sus alrededores predominando el color blanco en la habitación. Intenta nuevamente levantarse, el pánico se apodera de él cuando no puede mover una de sus piernas. Desesperado quita las sabanas que le cubren siendo detenido abruptamente para evitar que vea lo que está bajo ellas, pero ya es demasiado tarde porque él ha comenzado a gritar dolorosamente, mientras se retuerce en la cama de forma dolorosa. Está teniendo un ataque de pánico. Los enfermeros tratan de calmarlo, siendo una acción imposible cuando Hoseok comienza a actuar agresivamente.
-Está bien Hobi, todo está bien.
Una voz extremadamente dulce llega a sus oídos reconociéndola al instante.
-¿¡Dónde estás, Jimin!?-Grita desgarradoramente
Jimin se acerca cautelosamente, cuidando no alterar más de lo que ya está a Hoseok abriendo los ojos a tope cuando es tomado fuertemente de la camisa.
-¡¿Qué fue lo que paso?! ¿Por qué mi pierna no está en su lugar?
¿Cómo decirle a una persona que amas que ha perdido su pierna por un estúpido accidente?, ¿Cómo puedes decirle que lastimosamente no podrá hacer lo que más ama en la vida? Murmullos tontos salen de su boca expresando torpemente que lo siente mientras lo abraza fuertemente. Hoseok sin entender que pasa se aferra a él, porque en ese momento, parece ser lo único que necesita. Entre sus lágrimas y los murmullos de Jimin cae al mundo de los sueños, con la imagen de su pierna amputada en la mente.
***
Sus ojos están en el mar gracias a la gran ventana que está en el consultorio, admirando el bello color azul de este mientras trata de concentrarse en el sonido de las olas y no el dolor de su pecho.
-Señor Jung, ¿me está escuchando?- Habla fuertemente el doctor.
-Lo hago, claro que lo hago.-Contesta Hoseok de forma desinteresada.
-Entonces, sigamos, Youngmi me ha dicho que estas interesado en la prótesis, ¿eso es cierto?
-¿Quiere la verdad?- Young-hyun asiente prestándole toda su atención- La verdad es que no, lo que más me importaba suena algo imposible con mi condición, sin embargo, estoy harto de la insistencia de mi madre, así que, solo estoy aquí para complacerla.
-A decir verdad, me hubiera gustado tanto escuchar que toma un poco de iniciativa, pero, si quiere seguir así está bien.
-¿Disculpe?
-Bueno, en mi experiencia muchos pacientes suelen venir con un poco de esperanza, ya sabe, para poder recuperar su vida, a pesar de lo horrible que puede llegar a ser.-suspira mientras devuelve su mirada a él-Así que solo es decepcionante que no vengas por voluntad propia, en especial tratándose de ti.
Hoseok no dice más, porque sabe que Young-hyun tiene razón, sin embargo, la angustia y el peso de sus hombros parece aumentar. Recuerda a su madre alentándolo para que salga de su cama, recuerda lo doloroso que fue ver las miradas de lastima de sus compañeros de baile, tratando transmitir la pena que sentían por él.
Sin más que decir termina el papeleo requerido para poder adquirir la pieza que pasaría a ser parte de él además de escoger los días en los que llevaría a cabo sus terapias. Al salir del consultorio se encuentra con su madre topándose con su mirada llena de esperanza. Tímido comienza a avanzar hacia la salida evitando comenzar una conversación con ella, fallando al instante.
-¿Ha estado bien?- Pregunta Youngmi con una voz suave
-Sí, creó que ha estado bien.-Dice Hoseok con la mirada en el piso.
Realmente ella se encuentra desesperada, el humor de su hijo parece decaer aún más con los días, y no puede evitar sentir impotencia al ver a su hijo en esa silla de ruedas, sintiéndose responsable sin ninguna razón aparente. Tenía cierta esperanza de que pudiera ver a su hijo un poco más animado cuando tomaron la decisión de que probablemente la prótesis sería una buena opción, pero cuando lo vio salir con esa mirada inexpresiva se sintió desilusionada. Dando por hecho que nunca podría recuperar a su pequeño, aquel rayito de sol que se encargaba de hacerla sentir feliz y orgullosa.
Al salir del hospital se llevaron la grata sorpresa de ver a Jimin esperando por ellos, Youngmi se sintió aliviada, tal vez él joven podría ayudarla un poco, a decir verdad se encontraba tremendamente cansada, los gastos médicos eran gigantes y al ser el único soporte del hogar tenía que trabajar el doble para poder pagarlos.
-Oh Jimin, ¿has estado tanto tiempo esperando?
Jimin despega su mirada de Hoseok dolido al ver que el joven ni siquiera se había inmutado al verlo en el hospital.-A decir verdad no señora Jung, recién acabo de llegar de mis clases de la universidad.-Habla mientras de nuevo mira a su amigo- De hecho vine para llevar a Hoseok de paseo, pensé que un vuelta le haría bien.
-Oh creó que está bien.-Responde temerosa de la reacción de su hijo, pero al ver que este ni siquiera levanta la mirada una sensación de tranquilidad le inunda al pensar que tal vez él esté de acuerdo.
-Lo cuidaré bien, llegaremos después de las 10, así que por favor no se preocupe y trate de descansar, ¿Sí?
Jimin toma el mando de la silla de ruedas, despidiéndose de la mujer con una sonrisa que hace desaparecer sus ojos. Dándole a entender que él tiene el mismo presentimiento.
*****
El camino es tranquilo, Jimin lleva a Hoseok a lugares tranquilos y poco concurridos; él más bajo siempre habla animadamente tratando de sacarle unas cuantas palabras a su amigo pero parece conformarse con las pocas miradas que le regala. Al anochecer Jimin decide que comer un poco de ramen sería una buena forma de terminar el día. Así que ahora se encuentran sentados frente a una tienda 24 hrs, acompañados de dos platos de ramen instantáneo y unas cuantas cervezas.
-¿No tienes hambre? Apenas has tocado tu plato, y para tú información, con solo tomar la cerveza no te llenaras.
-No tengo hambre-Dice Hoseok con un tono monótono.
-Está bien, si no quieres comer está bien, pero por favor...Habla conmigo.
-¿Qué quieres que diga? Mis días no son muy interesantes como puedes ver.
-Ok.-Jimin habla tranquilamente, prestándole toda su atención-¿Qué tal has dormido?
-Pues...no tan bien-Hoseok levanta su vista y después de mucho tiempo vuelve a mirar a Jimin el cual se estremece por la intensa mirada de su amigo-A veces sueño con el accidente y en la forma en la que pude haberlo evitado, esas noches despierto y prefiero no volver a dormir, así que solo me quedo mirando a través de la ventana
-¿Eso sucede todas las noches?-Pregunta Jimin preocupado.
-No, otros días me sueño en el escenario. Específicamente en mi último show y en aquellas noches suelo llorar mucho, pero trato de no hacer tanto ruido para no despertar a mi madre, sé que está muy cansada por el trabajo y no quiero molestarla más de lo que ya lo hago.
Jimin no sabe que más decir, la información lo ha dejado en shock y la notica se lleva sus esperanzas. Pensaba que la distancia que Hoseok le había pedido (y que había cumplido) le ayudaría al joven. Pero fue desilusionante saber que solo había sido alejado para evitar ser molestado. Su corazón parece dejar de latir mientras la mirada fría de Hoseok está sobre él, transmitiéndole un profundo dolor, un sufrimiento que le calan los huesos. Pasan minutos hasta que Jimin decide terminar el paseo.
Vuelven a casa en la hora prometida, la señora Youngmi se encuentra dormida y el pelinegro se ofrece a ayudar al castaño para poder ir a dormir. Hoseok decide no ponerse el pijama con la ayuda de Jimin, se siente muy avergonzado de su cuerpo pues ha adelgazado y su pierna amputada no tiene un buen aspecto, además, no quiere sentir su lastima por lo que no cambiar su ropa parece su mejor opción. El pelinegro mete a su amigo a la cama tratándolo con sumo cuidado.
-Muy bien, ¿Estas cómodo? ¿Necesitas algo más antes de que me vaya?-Hoseok apenas abre la boca cuando Jimin lo interrumpe-Espera no te has lavado la cara. Ahora vuelvo
Jimin regresa con una toalla húmeda y se arrodilla frente al castaño mientras empieza a limpiar el rostro de su amigo. Hoseok lo observa, estudiando los rasgos de rostro; sus ojos se convierten en la cosa más bonita que ha visto, no son azules pero parecen reflejan el brillo y la belleza del mar. Puede notar el color violáceo bajo ellos sintiendo remordimiento, Jimin lo cuida mientras se encuentra cansado y es incapaz de retener las lágrimas por más tiempo.
-¿Hobi estás bien? ¿Por qué lloras?
El corazón del pelinegro late erráticamente, su boca se seca por la preocupación y él también comienza a llorar por la desesperación que nota en los sollozos de Hoseok.
-Po...Por favor no llores.-Hoseok se reincorpora y toma el rostro de Jimin entre sus manos-Lo siento mucho, no quiero verte así por favor perdóname, por favor.-Dice desesperado
-Lamento mucho lo que te ha pasado de verdad, lamento tanto verte en este estado. Por favor, deja de llorar, haré lo que quieras pero por favor, no sigas así. Te lo imploró.
La forma en la que habla Jimin parece despertar la irá de Hoseok, pues este lo suelta bruscamente y se aleje de él. Alterado.
-¿Crees que me gusta estar así? Intento mejorar, de verdad lo intento. No tienes idea cuanto anhelo que esto se acabe.-Habla entre lágrimas-Algunos días parece que por fin he mejorado un poco, que estoy a pocos minutos para poder salir de este horrible desierto. Donde el cansancio y -mi sed por recuperar lo que perdí es enorme, pero esos días parecen ser muy cortos. Porque en cuanto más me lleno de ese sueño más bajo caigo. Yo también estoy desesperado, pero no quiero que más personas sufran por algo de lo que soy responsable.
-Hobi, por favor, sabes que eso no es cierto.
-¡Claro que lo es! Jimin, tú mejor que nadie sabes que estoy así por perder los estribos. Estaba tan molesto por ser reemplazado en un baile que yo mismo descuidé la velocidad con la que manejaba hasta que choque. Y el accidente me arrebató lo que más amaba, pero es irónico pensar que eso mismo fue lo que me quito mi pierna.
Jimin no dice nada, porque no hay que pueda combatir la verdad de sus palabras, porque es algo que todos parecen evitar, pero es algo absurdo a estas alturas, en especial cuando el mismo Hoseok lo admite.
-Tienes razón y ya no hay algo que puedas hacer para revertir lo que hiciste-El castaño vuelve a recostarse cuando él termina de hablar, destrozado.-Pero si de verdad estas tan arrepentido lo único que puedes hacer es superar esta prueba. La desesperación parece ser la mejor manera para encontrar el camino-Jimin coloca una de sus manos en su mejilla-Así que utiliza tu desesperación para encontrar la paz.
-No puedo hacerlo-.Hoseok recarga su rostro en la mano de Jimin, buscando más esa tranquilidad que el toque le brinda.
-Una vez me dijiste que el mar es de tus cosas favoritas.-Habla con una voz suave mientras acaricia su rosto-Piensa que tu salvación es como el mar. Tú búsqueda por la tranquilidad te llevara un largo tiempo, pero la belleza de los resultados será enorme.
-Es largo y hermoso como el mar-Susurra Hoseok cuando vuelve a mirarlo.
-Así es, me alegra que puedas entenderlo.
-¿Estarás conmigo en el camino?-Preguntas casi con miedo
Jimin esboza una dulce sonrisa.-En cada momento.
El lugar se llena de silencio, uno muy cómodo. Ambos se encuentran perdidos en la mirada del otro y no sé percatan cuando la distancia entre ellos fue desapareciendo; Hoseok fue el que captura los labios de Jimin en un movimiento tan suave. Ninguno se mueve, el toque llenándolo de tranquilidad, pasan unos minutos así hasta que Jimin se separa del otro. En la mirada de Hoseok aparece un brillo que había estado extinto por mucho tiempo, un brillo que deja embobado a Jimin.
-¿Te vas a quedar ahí?-Pregunta Hoseok con un tono sarcástico
El pelinegro ríe y sube a la cama siendo recibido por los brazos de Hoseok, esconde la cara en su cuello, embriagándose con el aroma y el tacto que tanto tiempo había esto añorando. Su barbilla es tomada por los dedos del castaño para luego recibir un delicado beso en la comisura de sus labios.
-Gracias Jimin.-Dice Hoseok, para después envolver a Jimin entre sus brazos.
El afecto que comparten es suficiente para caer rendidos a los brazos de Morfeo.
*****
El tiempo pasa, los días se vuelven más tranquilos y las terapias hacen que Hoseok se acople de una manera increíblemente rápida a su nueva pierna. El castaño a veces suele llorar, pero las lágrimas ya no son de tristeza sino del orgullo que siente por sí mismo al ver que el mar que Jimin le dijo que debía encontrar parecía estar más cerca.
La pareja se encontraba dando un recorrido en la orilla del mar, caminaban tomados de la mano mientras conversaban animadamente. Después de algunos minutos Hoseok detiene a Jimin, sus manos toman su rostro y lo besa delicadamente, ambos sintiendo aquella sensación que los hace adictos a los labios del otro.
-Gracias.-Habla el castaño cuando se separa del más bajito.
-¿Por qué exactamente?-Jimin responde con un tono divertido.
-Por ser una de las personas que me apoyo a pesar de todo.-Hobi lo toma de la cintura atrayéndolo su cuerpo para empezar a bailar de manera lenta en el mismo lugar, Jimin rodea su cuello con sus brazos.- Por decirme que aún podía ser feliz si solo me esforzaba un poco.
El pelinegro esboza una sonrisa.-Hobi, no tienes que agradecer.
Hoseok sonríe con sus palabras, y se aleja un poco para poder ver de nuevo el rostro de Jimin.
-Puede que bailar como yo sabía hacerlo no vuelva a ser posible. Pero es un verdadero alivió saber que pueda bailar contigo de esta manera.
Jimin conmovido besa a Hoseok, haciéndole saber que piensa lo mismo.
Ambos esperaban que la vida fuera amable con ellos, y si por cosas del destino el universo no lo permitía, esperarían poder encontrar una solución en un mar tan grande desde el desierto en el que se encontrarían.
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Palabras utilizadas: 2412 palabras
"No Red, Black" este es el nombre de la historia ya que los personajes no fueron unidos por el "hilo rojo del amor" sino por la desgracia de Hobi que puede representarse por la palabra "Black"
Gracias a ITellYouSomething por la oportunidad.
¡Gracias por leer!