Lyra sentía como sus ojos se cerraban mientras que la profesora Minerva daba su clases de transformación, más de una vez apoyo su cabeza en el pupitre y cerro sus ojos pero luego se enderezaba, no podía quedarse dormida, el gen Granger le impedía fallar en esa clase.
Luego, Mcgonagall ordeno que hicieran las transformación que les había enseñado a un objeto cualquiera convirtiéndolo en el animal que más les agradará.
Lyra simplemente señalaba la silla frente a ella mientras pensaba en todo menos en el hechizo, dejo caer su varita de su mano y miro la silla sin saber que hacer
-¿Estás bien?
Una persona había recogido su arma y se la había dejado frente a ella, Lyra levantó sus ojos platas y miro a Penélope Prince quien alzaba una ceja rubia sin dejar de verla
Lyra pudo insultarla o decirle que la dejara tranquila, pero su cansancio se lo impidio y sin poder evitarlo nego con la cabeza. Prince se sentó a su lado y la miro fijamente.
-¿Estás bien?- repito la pregunta que había hecho.
Lyra la miro ¿Estaba bien? Esa era una gran pregunta, la verdad ni ella sabía si estaba bien, simplemente se sentía cansada como si algo le hubiera quitado las energías para poder existir.
-Si quieres hablar, solo dime- hablo Penelope mirándola, le sonrió mostrando sus dientes blancos.
Lyra le sonrio sin despejar sus labios, luego se giro al escuchar la risa de Dumbledore junto con Rolf Ollivander , ambos reían de tonterías sin sentido.
La ojigris regreso su vista a la rubia frente a ella, sus ojos verdes miraba a a Aron y se podía ver tristeza en su semblante. Lyra jamás se preocupo por entablar una conversación con la chica, al contrario, siempre la evadía.
-El era demasiado para ti- hablo Lyra, la rubia la miro sin enteder- Necesitas a alguien que esté a tu altura, Dumbledore no sabe lo que perdió.
Lyra se sorprendió ante sus palabras que salieron de su boca sin su consentimiento pero ya lo había hecho. Penélope parpadeo y le sonrio
-Todos los hombres son unos tontos- susurro la rubia e hizo una mueca.
-El no- señaló con la cabeza a Diango Reed quién observaba a ambas chicas, luego aparto su vista posandola en Rabastan- Te estaba mirando.
La rubia nego ante ello y soltó una risa.
-Claro que no Malfoy- nego la rubia- Te miraba a ti, todos los hacen.
Lyra la miro y fruncio el ceño.
-Prince, se que comenzamos con el pie izquierdo y ...
-Dime Amanda- la corto la rubia y Lyra frunció el ceño- Es mi primer nombre.
Lyra le sonrió y poso sus ojos en su pergamino, detrás de ella se escucho los gritos de enojo de Leyla Lupin quien le gritaba a Rolf Ollivander que le devolviera su varita.
-Ahora, harás ese hechizo o Hermione Granger estará avergonzada de ti- ordeno Amanda.
Lyra sonrió débilmente ante ellos y se levantó de la silla lista para hacer el encantamiento.