Baekhyun arregló que cada mañana Chanyeol estudiara lectura, escritura, historia y cultura. El príncipe lentamente estaba construyendo un plan en su mente. Imagino a un híbrido educado, muy parecido al príncipe Luhan, pero conocedor de la cultura humana, a ojo público, como él mismo. Lo vio en un traje, hablando con confianza en la corte real, con modales y etiqueta perfectos. Un híbrido que cambiaría el rol que los humanos les habían dado. Entonces quizás, lentamente pueda comenzar a cambiar la percepción de las personas sobre ellos.
Este ideal de Chanyeol fue destrozado desde el primer día, cuando se le fue dicho al príncipe que el lobo había escapado de sus lecciones y casi muerde al profesor. Paciencia, se dijo a sí mismo. Por otra parte, Chanyeol siempre sería un híbrido. Siempre tendría instintos y comportamientos de un lobo, nunca podría ser un caballero perfecto. Pero estaba bien. Parte de promover respeto hacia los híbridos era asegurarse de que fueran aceptados tal cual eran.
Sin embargo, la actitud de Chanyeol no estaba ayudando. El lobo había estado distante desde que Baekhyun anunció que él se convertiría en embajador. Aún dormía sobre la alfombra junto a la cama de Baekhyun, pero no hablaba o frotaba su cabeza contra el hombro del príncipe ni lo arrastraba a afuera como usualmente lo hacía. Baekhyun supuso que estaba enojado por Juzheng. Lo dejaría ser, esperando que se le pasara. Juzheng era su primer pretendiente, pero probablemente (Ojalá) no sería el último. Chanyeol tenía que acostumbrarse.
*
Las alarmas se dispararon en la cabeza de Baekhyun cuando le dijeron que el príncipe Juzheng quería verlo en un restaurante. Y Chanyeol no era bienvenido. El príncipe estaba preocupado por ser visto, pero Juzheng insistió en que ya había tomado todas las medidas para no ser molestados. Baekhyun no le creyó, pero ¿qué opción tenía? Tenía que ver al bastardo si quería mantener tranquilo a su padre. Al menos el príncipe mayor no sería capaz de tocarlo inapropiadamente en frente de los meseros, ¿cierto?
Estaba vestido completamente de negro esa noche -camisa, traje y corbata negros, esperaba que su ropa reflejará cuan sombría era para él la ocasión. Por supuesto, no le dijo al híbrido a donde iba. No quería mortificarlo.
–Su alteza, hola, –dijo Baekhyun con una pequeña reverencia, tomando asiento en frente del hombre. Su cabina era privada, en uno de los más pequeños miradores del lujoso restaurante localizado en el piso más alto del hotel de siete estrellas. Baekhyun miró por la ventana, a la vista maravillosa de las luces de la ciudad. Se sintió un poco seguro, saber que nadie podría fotografiarlos aquí.
–Hola, –Juzheng dijo con una sonrisa, Baekhyun contuvo un suspiro. –Tu padre me dijo que hay algo que querías decir.
–Si. Quería disculparme por el comportamiento de mi híbrido. Espero que puedas perdonarme, –dijo en una voz monótona.
–Esa no es una disculpa adecuada, Baekhyun, –Juzheng dijo en un tono de provocación. Baekhyun quería golpearlo.
En lugar de eso, se quedo ahí, y se trago su orgullo. –Lo siento, príncipe Juzheng, –repitió. Luego, se inclinó, lentamente, cada fibra de su ser gritándole por humillarse de esta forma.
Se quedo en esa posición hasta que el otro hablo.
–Estás perdonado, –Juzheng ronroneó.
Baekhyun se sentó de nuevo, evitando sus ojos. Siempre había odiado a Juzheng, desde la primera vez que lo vio, pero era uno de los príncipes de China, un imperio miles de veces más grande que Corea. Él siempre ha actuado de forma superior, como si Baekhyun debiera estar agradecido de que estuviera interesado. Su padre estaba desesperado por una fuerte alianza con la nación más poderosa, y podía causar tensión diplomática si Baekhyun fuera demasiado franco en su rechazo, lo cual era porqué se forzaba a si mismo a sufrir en silencio, al menos por un tiempo.
La cita no fue nada fuera de lo usual. Juzheng coqueteaba y hacia comentarios inapropiados sobre él, y Baekhyun pretendía reír por sus bromas y mantener la cortesía. Aparentemente había olvidado la disculpa que se suponía le daría por intentar tocarlo antes, y Baekhyun prefirió no recordárselo.
–Sus altezas, sus transportes estan esperado por ustedes frente al edificio. Por favor síganme cuando estén listos, –una mesera dijo al final de la noche.
Baekhyun estaba aliviado. Prematuramente. Encontró extraño que fueran recogidos al mismo tiempo, y frente al edificio, pero confiaba en su nuevo jefe de seguridad. Juzheng beso su mano dramáticamente antes de dejarlo abordar su carro, y Baekhyun pensó que todo estaba bien, hasta que encendió su laptop de vuelta en el palacio y fue saludado por el encabezado:
¿PRÓXIMA BODA REAL? ¡¿El príncipe Baekhyun y el príncipe Juzheng de China están saliendo?!
Y luego una foto en alta calidad de Juzheng besando su mano frente al maldito hotel.
Baekhyun cerró con fuerza la laptop y se quedo quieto, mirando el espacio. En momentos como ese, se daba cuenta que todavía era un niño estúpido, incluso si era mayor de edad. Habia sido entrampado descaradamente y no se dio cuenta.
–¡ARGH! –Empujo la laptop de su escritorio, haciéndola caer al piso. Se puso de pie y empezó a caminar enfadado, su cabeza daba vueltas. Casi no se dio cuenta cuando Chanyeol vino corriendo.
–¡¿Baekhyun?! ¿Estás bien? –pregunto preocupado.
Baekhyun corre a sus brazos y esconde su cara en la sudadera de Chanyeol. El lobo lentamente rodeó su cintura con sus brazos.
–Mi príncipe... ¿estás llorando? –Chanyeol susurró. Baekhyun sacudió su cabeza, pero Chanyeol pudo sentir la humedad en su pecho. Acaricio con una mano suavemente su espalda, odiando ver a su príncipe angustiado.
–Estoy bien...
–Dime.
–No lo entenderías.
–Pruébame.
*
Antes de hablar, Chanyeol preparó un baño de burbujas para Baekhyun con lavanda y sales de baño. El baño estaba débilmente iluminado por velas perfumadas de color púrpura, dando un aura romántica. El príncipe se sentó en el regazo de Chanyeol, inclinando su cabeza contra el hombro del lobo, completamente relajado por el agua tibia y el relajante perfume de lavanda.
Le dijo todo, la invitación de Juzheng, la trampa, los artículos que fueron escritos sobre él. Baekhyun había sido sincero cuando dijo que Chanyeol no entendería completamente. El lobo no sabía porqué la gente del reino estaba tan interesada en la vida amorosa del príncipe, o porqué alguien se escondería y tomaría fotos de él. Sonaba indebido.
–Ahora todos piensan que pase la noche con él, y no puedo apresurarme a decir que no tengo nada con él porque parecería como si fuera una aventura de una noche, –Baekhyun dijo miserablemente, sus ojos se cerraron.
–¿Qué es una aventura de una noche?
–Significa tener sexo una sola vez. No puedo dejar que la gente piense que hice eso, parecerá como que soy promiscuo y creare una horrible imagen de mí.
–¿Solo por tener sexo con alguien?
–¡Si! Así es como es la sociedad.
Chanyeol suspiró. Estaba masajeando suavemente la espalda apretada de Baekhyun bajo el agua. Era tan afelpada y suave, deseó recordar haberla apretado hasta dejar marcas. –Tienes razón... no lo entiendo completamente, pero tengo una idea.
El príncipe abrió sus ojos, interesado. –¿Qué cosa?
–Déjame llevarte al bosque. Es realmente pacifico, y prometiste que iríamos a acampar si dejaba que ese tipo clavara una aguja en mi brazo.
Baekhyun sonrió. –Si, la naturaleza sería algo bueno...
–Lo sería. Tu vida es tan... frenética. No sé como puedes pensar en muchas cosas a la vez. Me estreso con solo mirarte ir y venir, –Chanyeol dijo con una mueca. –Incluso aprendí la palabra "estrés" aquí.
–Estoy acostumbrado a eso. –Baekhyun se medio encogió de hombros. –Pero tienes razón, deberíamos ir.
Chanyeol sonrió. Los labios rosas de Baekhyun se veían tentadores, no pudo evitar atraparlos con los suyos en ese momento. Eran los labios más suaves que había probado. Baekhyun regresó el beso, inclinó su cabeza para darle más acceso.
Se besaron hasta que el agua se enfrió.