Merle no paraba de molestar a Rick, quien ya estaba harto de sus estupideces.
—Una pistola sin balas —dijo Merle, riendo—. Es lo más estúpido.
Rick perdió la paciencia y le dio un golpe que lo dejó inconsciente.
Daryl se enfureció al ver a su hermano en el suelo.
—¿Qué te pasa? —preguntó, con rabia en su voz—. ¿Por qué le pegaste?
—No irá con nosotros —dijo Rick, serio, mientras Maggie asentía.
Michonne se había llevado a Glenn a los autos, dejándonos atrás.
Nosotros esperábamos sentados en unas rocas, esperando que Merle despertara del golpe.
—Esto es un desastre —dijo Maggie, sacudiendo la cabeza.
—Lo siento, Maggie —dijo Rick—. No sabía qué hacer.
Rick y Daryl se apartaron de nosotros, gritándose.
La tensión era palpable.
Merle despertó y, para mi sorpresa, no hubo pelea.
Daryl corrió hacia su hermano y le dijo algo en voz baja.
—¿Qué hago aquí? —me pregunté.
Me levanté de mi roca y me fui hacia donde estaba Michonne.
Me di la vuelta y vi a Maggie y Rick acercándose.
—¿Y el de la ballesta y mano de hierro? —me pregunté.
Seguimos caminando. Tal vez los hermanos vengan después.
Había mucho sol, pero ya estábamos cerca de los autos.
Glenn corrió a abrazar a Maggie y la besó.
—¿Y Daryl? —preguntó, apartándose de Maggie.
—Se fue con Merle —dijo Rick, serio.
—¿Qué? ¿Es broma, cierto? —preguntó Glenn, enojado.
Rick negó con la cabeza y Glenn se enfureció.
—Fue mi culpa. Hay que irlo a buscar —dijo Glenn.
—No estaba en condiciones, Glenn —dijo Rick, intentando calmarlo.
—¿Y mi novia? —preguntó Glenn, enojado—. ¿Sabes lo que le hizo ese maldito?
Supuse que se refería a Merle o el Gobernador.
—Yo, ¿qué? Déjame tranquila —dijo Maggie, enojada, y subió al auto.
—Glenn, hablaremos cuando te calmes —dijo Rick.
—No... hablen ustedes. Yo ya me cansé de hacerlo —dijo Glenn y subió al otro auto.
- Te curamos y después se van - dijo Rick enojada a Michonne
Michonne se fue con Rick y Maggie.
Glenn, Carl y yo nos subimos al otro auto.
Al fin llegamos a la prisión. El camino fue muy incómodo.
Al entrar al bloque, había un nuevo grupo de personas.
Hershel se acercó a Maggie y la abrazó, al igual que la rubia.
Maggie se marchó del lugar.
Debería haber hecho lo mismo, pero en vez de eso, estaba con un grupo desconocido y un chico lindo.
Arriesgué mi vida dos veces para nada.
Cálmate.
Había cuatro nuevos. Rick se acercó al grupo.
—Tienen que irse —dijo Rick, serio.
—¿Por qué? —preguntó uno de los recién llegados.
—No es seguro aquí —dijo Rick—. Los caminantes están cerca.
El grupo se miró entre sí, nervioso.