Si, si ya lo sé se preguntan cómo diablos alguien como yo lleva un diario, lo hago primordialmente por orden de un médico, habitualmente no haría este tipo de idioteces, estaría bebiendo con mis amigos en un parque o tocando con los dementes de Mike, Dante y Chris pero mis padres me cortarian los fondos que utilizó en mis juergas.
En fin... Puedo decir que mi vida cambió el día que fuimos de visita a la casa de mi tío, mi padre había sido amigo de el durante su adolescencia y por consiguiente conoció a mi madre.
Ahora que lo pienso mis papás son una pareja totalmente disfuncional, mi padre fue un músico, andaba junto a mi tío con su guitarra y un par de baquetas haciendo música hasta en los buses, varias noches los tuvieron encarcelados por fumar marihuana o beber licor en las iglesias, eran un dúo que fácilmente podía sacar de quicio hasta al mismo demonio. Por el contrario mi madre era una chica pulcra, de conducta intachable, el orgullo de mis abuelos, era educada y muy buena con los estudios.
- ¿Cómo puedes ser hermano mío?- Siempre comenzaba mamá el sermón a mi tío.
- Emm, es una buena pregunta, pero creo que tengo la respuesta... Encontré los papeles de tu adopción, nuestros padres los habían escondido-. Lo decía de una forma muy sería.
- Eres un idiota, deberías madurar un poco, estas demasiado viejo para hacer esas bromas-. Decía mi mamá inflexible.
- Y tú deberías relajarte un poco, por eso te vez más vieja que Ed-
Mi padre que intentaba estar ajeno a sus discusiones siempre terminaba metido, aunque era un maestro para evadir ese tipo de preguntas.
- Pero que dices, tu y yo tenemos la misma edad, y mi esposa sigue tan radiante como el día en que la conoci- eso decía mientras tomaba a mamá de la cintura. Mamá se sonrojaba y dejaba de discutir.
Bueno bueno se preguntarán que papel cumplieron mi padre y mi tío, pues ellos fueron mis cómplices en esa exploración del mundo musical en el que ahora estoy. Pero aunque ellos dos me apoyan incondicionalmente mi madre siempre se opuso a mi lenguaje irreverente y vulgar.
- Eres una dama, comportate, utiliza vestidos, vamos a una fiesta de gala, ponte derecha...- Decía mi mamá.
Y seguía y seguía y seguía, no era una dama, no me interesaba serlo, no quería una vida común, aunque mi sueño culposo (lo admito) era un esposo como mi padre, un loco enamorado (no más que de mí) de la música, preocupado por su hija y enseñándole lo que no se aprende en la escuela, si siempre soñé en casarme.
Recuerdo que mi querido tío me prestó cuando era chica su disco favorito de Iron Maiden.
- Pequeña... Si te atreves escucharas el mejor disco de heavy metal y desmoronará todo tu conocimiento musical-
Parecía un demente, me reí y antes de que mamá se diera cuenta lo introduje rápidamente en mi morral.
- Adiós tío, te quiero- Le bese la mejilla. Éramos como niños pequeños que hacen una travesura juntos y queríamos que nadie se enterara.
Mi padre como ya mencioné era un músico, pero no cualquiera, se especializó en la pedagogía era uno de los mejores profesores de música, y como hija de un músico siempre tenía un sitio especial para escuchar las melodías.
-Buenas noches hija- Dijeron mis padres antes de irse a dormir.
- Buenas noches- Respondí.
Espere unas cuantas horas y cuando tuve la certeza que estaban profundamente dormidos me levanté al rincón musical de la casa.
No mentiré, me encantaba la portada, un ser antropomorfo teniendo al diablo como títere, apesar que era una niña amaba ese realismo, a mamá no le gustaba que viera películas de horror y mucho menos aquellas que trataban de demonios, supongo que que las mujeres aveces somos muy sobreprotectoras, pero papá era un amante a ese tipo de cosas y aprovechamos una que otra ausencia de mamá para romper las leyes y tener una noche de películas de terror.
Tomé el disco que mi tío me había prestado y lo puse en el equipo de sonido, no voy a mentir fue amor a primera escucha, escuchar invaders cambió mi vida seguí escuchando y me enganché totalmente con mi primer amor, Iron Maiden.
Esa fue la primer noche de mi vida en la que no pude dormir debido a la emoción que una banda dejaba en mi corazón, rápidamente llamé a mi tío y le dije:
- ME ENCANTÓ!!! Quiero seguir oyendo, ¿Pero qué sigue?-.
- Oye enana, ¿No crees que está muy temprano para eso?-
Era muy buena actriz así que puse voz de querer llorar y le dije:
- Lo siento tío, ya voy colgar.-
- Ahhh - Dijo de mala gana - Dile a tu papá que me visite mañana tendré los discos listos-.
-Gracias, te quiero-. Colgué el teléfono emocionada, pero ahora debía decirle a papá que estaba haciendo, y lo peor es que debía ser otro secreto papá e hija, aunque valía la pena.