Grandes cortinas de terciopelo rojo oscuro cubrían las ventanas amplias que se encontraban en el comedor del palacio. Tapices y lienzos decoraban las paredes, y junto a la puerta grande de entrada una armadura de cobre protegía la entrada . Una mesa de caoba presidida el centro de la estancia con un par de candelabros y varios platos de comida, acompañaban a las dos chicas que se encontraban sentadas en ella.
Daliah comía con verdadera ganas el plato de pollo que tenia delante de ella, mientras Giselle solo observaba hacia un hermoso reloj de madera sobre la chimenea de la sala. Marcaba las once de la noche y no se escuchaba ningún sonido aparte del tic-tac del reloj.
Después de devorar la ultima alita de pollo y arrojar el hueso en el plato de porcelana lleno de ellos, Daliah se recostó sobre el cómodo respaldo de la silla de nogal y detalles de flores. Suspiró y se frotó con calma la barriga mientras sonreía.
-- Uf... es como si hubiera estado días sin probar bocado. Eso estaba realmente delicioso.
Giselle sonrió y se volvió a mirarle.
-- ¿Cuando fue la ultima vez que comiste tanto de verdad?
-- Creo que hace dos días... cuando estaba en casa de mi tia - Se colocó bien sobre la silla y señaló un lienzo que habia detrás de la rubia con el dedo -. ¿Eso no es la aldea?
La joven se volvió en la silla para observar el lienzo y sonrió.
-- Creo que tienes razón. No estoy segura pero creo que lo pintó Jacky.
-- ¿Mi tia? Valla...
Daliah se levantó de la silla y se aproximó hasta el cuadro. Observó los delicados trazos marcando cada una de la silueta que componía el paisaje y sonrió. Un gran cielo azul bañado por nubes sutiles, acompañaban a un bosque que rodeaba Walschbronn bajo un hermoso palacio de piedra. Los delicados trazos del cuadro y e tipo de pintura con colores apagados indicaron a la adolescente que tenia bastantes años. Observando de cerca se percató de que faltaban edificios al igual que el bosque se veía bastante mas frondoso. En la esquina inferior izquierda se encontraba la elegante firma de Jackeline.
--No se cuantos años tendrá, cuando yo era pequeña ya recuerdo el haberlo visto por aquí. - Giselle se recogió el pelo en una coleta y se colocó junto a la castaña - . Juraría que tiene la fecha detrás del cuadro pero no me voy a arriesgar a que se estropee. Cuando era pequeña rompí sin querer un jarrón muy antiguo, y Gabriel se enfadó muchísimo... - Al recordar el suceso los ojos de Giselle reflejaron puro terror - . Llegué a pensar de que me mataría por la cara que tenia.
--¿Solo por un jarrón? - Daliah le miró con horror en los ojos al imaginarse la escena.
--Creo que fue por ser muy antiguo...Dios pero era horrible. Tenia cosas como cabeza de perro y cuerpos de serpientes. Nunca vi nada semejante.
--¿Pero que tipo de criaturas es eso?... - un escalofrio recorrió la espalda de la castaña y decidió que ese tema no tenia pinta de ser bueno. Suspiró y recordó la conversación de antes con su amigo - . Por cierto... ¿Sabes a que se refería Nath antes con lo del "festín sangriento?
La rubia negó con la cabeza creando un movimiento delicado con su cabello en el aire.
--Es la primera vez que lo escucho así que probablemente se lo ha inventado.
--Jamas me a mentido y me resultaría difícil creer que esta vez nos a mentido.
Giselle suspiró y miró de nuevo al reloj sobre la chimenea.
--Tenemos una pequeña oportunidad para intentar averiguar algo, lo único es que quizá no nos de tiempo de averigualo hoy.
--¿Que se te a ocurrido?
--Tenemos que... - La rubia le hizo un gesto con la mano para que le siguiera -. ... infiltrarnos en territorio peligroso. Solo una persona que haya vivido durante muchos años, puede saber algo sobre eso.
--Espera, estas diciendo que... - Al ver que Giselle asentía con la cabeza mientras sonreía, le salió una risa divertida de los labios - . Madre mía...
--Vamos. Tenemos poco tiempo antes de que vuelva, y si nos encuentra allí tendremos un gran problema.
Emprendieron el viaje pasando a través de los pasillos ricamente adornados hasta llegar al Hall principal. Comenzaron a subir las escaleras de mármol con una barandilla adornada con detalles de animales , y conforme avanzaban en la escalera de caracol Daliah observó gran cantidad de detalles que adornaban las paredes. El palacio constaba de tres plantas mas por las que se accedía mediante la escalera, y una cuarta planta que estaba ubicada en la única torre que poseía el edificio, pero que solo se podía acceder a ella por un lugar que desconocían.
La habitación que le interesaba a la rubia se encontraba en la ultima planta. Ala que Gabriel tenia estrictamente prohibido para todos los que residían de invitados en su propiedad.
Al mismo tiempo que comenzaban a alcanzar el fin de la escalera, Daliah observaba maravillada la enorme lampara de araña que se encargaba de iluminar las escaleras y coronaba la bóveda ricamente decorada. Cristales rojos colgaban de cada uno de los lados de la lampara que imitaba la forma de un rosal, mientras las sombras que esta proyectaba bailaban sobre la pared reflejando los detalles dorados que poseía. Una vez llegaron al piso lo primero que observaron fue un gran busto de mármol del dueño del edificio.
Daliah no se contuvo y se le escapó una carcajada. Como estuvo sospechando hacia tiempo, Gabriel Richter tenia tanto amor propio como cabellos en la cabeza. El busto reflejaba al hombre con rostro serio y pelo largo.
--Este hombre tiene un ego que no le cabe en el pecho.
--Si esto te resulta gracioso espera... - Giselle sonrió divertida - . Esta planta de la casa esta llena de cosas que mantiene ocultas. No deja subir a nadie aunque estoy segura de que Jacky si a estado por aquí.
--Que extraño. ¿Toda una planta para el solo? - Conforme paseaban por los pasillos decorados con temas góticos y cuadros mucho mas antiguos que los de plantas anteriores - . Tiene que ser muy solitario.
--Mi madre me contó una vez que esta zona era donde debia guardar sus objetos mas preciados... - Llegaron junto a un pórtico de madera decorado con tallas de animales - . Lo que quiere decir que es la única zona en la que podríamos descubrir si el Gatito te ha mentido o no.
Abrió con cuidado la gran puerta de roble oscuro y entraron al interior del dormitorio. Daliah observó al rededor de la estancia completamente sorprendida y después miró a Giselle quien estaba igual.
--¿Estas de broma? ¿Te referías antes a esto?
--Te juro que estoy ahora mismo igual que tu - La rubia observó el interior de la estancia completamente confusa - . No me esperaba esto para nada.
Un amplio dormitorio de tonos rojos y negros con una amplia vidriera a modo de ventanal - El cual se encontraba abierto - , pesadas cortinas negras junto al marco de esta. Un dosel de color caoba cubría una gran cama de matrimonio, que poseía un cabecero de madera con rosas tallados en el, al igual que en los pies de la cama. Un pequeño taburete a los pies de la cama de tonos tierra adornaba la vista de la cama haciendo juego con dos mesitas de noche junto a cada lado de la cama del mismo tono que el. Un gran espejo en una de las paredes de la habitación; un escritorio de ébano junto a la entrada y a un par de metros de un gran armario del mismo material . Incluso la elegante chimenea que se encontraba a los pies de la cama al otro lado de la puerta y una costosa alfombra que daba el toque de color dorado y naranja a la estancia, les podía hacer admirar lo que les atraía de las paredes.
La lampara de araña que servia para iluminar la estancia se encontraba bailando al son del viento que entraba por el ventanal abierto, siendo acompañado a su vez por las cortinas del dosel.
Tanto Giselle como Daliah estaban completamente sorprendidas de ver la escena que tenían frente a ella. La rubia le habia dicho a la adolescente que le esperaba algo mas gracioso, pero ambas estaban pensando ahora que eso no tenia gracia. Era preocupante.
Muy preocupante.
Allá donde miraras podías ver cuadros de una joven pelirroja y Armas. Los cuadros claramente se veía que en algunos era Jackeline, pero también habia varios de una niña pequeña de cabellera pelirroja, entre eso y que Cada una de las armas que habia en la habitación eran como sacadas de cuentos de miedo para los niños. Parecía el dormitorio de un Psicópata.
--Es como si fuera un fetiche o algo... - Giselle entró y miró a su alrededor - . Cuando me escabullía algunas veces por aquí de pequeña, no habían tantos cuadros... Ni armas. ¿De donde a sacado todo esto?
--Empiezo a pensar un poco en que quizás Nathaniel tiene razón sobre lo de que estamos en peligro aquí... - Daliah se aproximó a uno de los cuadros que se encontraba sobre la chimenea y lo observó detenidamente. Habia algo en el que le resultaba muy familiar. Jackeline se encontraba en el centro del cuadro con sus dos hijos enfrente de ella, y a ambos lados de esta se encontraban Gabriel y una joven de cabellos castaños claros.-- .Debe ser La chica que conocí días atrás ... Un momento... - Prestando mas atención en las poses que tenia su tia y sus primos en el cuadro le hizo romper a reír. Giselle al escuchar como la castaña reía dejó de observar uno de los cuadros de la niña pelirroja y se aproximó a esta -.Esto si que no lo esperaba.
--¿Que descubriste?
--Este cuadro es igual que el que tenemos en casa y mi tia en la suya - Se quitó una lagrima que le escapaba por reír tanto -... Solo que mi tia en vez de hacer tres cuadros distintos, simplemente aprovechó el mismo modelo y fue cambiando integrantes.
--El cuadro de la chimenea.... -- Sonrió divertida y observó el ventanal abierto -. Los cuadros de la pequeña tienen ojos de un color azul muy brillante, estoy segura de que son retratos de Jackeline. Tenemos que darnos prisa en buscar lo que nos incumbe, hace rato que se fue Gabriel y no creo tarde en regresar.
--¿que tenemos que buscar exactamente? - Se acercó cojeando hasta una de las mesillas que estaban junto a la cama-. Porque sin algo claro tendremos un problema.
--Pues tenemos un problema porque no tengo ni idea.-- Se acercó hasta una de los muebles mas cercanos al escritorio y comenzó a rebuscar - . Un libro seria lo mas lógico.
Daliah suspiró mientras dejaba de mirar en la mesilla y dirigía sus ojos a las pocas estanterías que habían en el dormitorio. Maldijo al ver que estaban todos escritos en otro idioma y no podía leer lo que ponía.
"--Porqué no puede tener libros normales escritos en francés? " - Continuó revisando debajo de la cama pero no dio con nada.
Giselle investigó en la zona del escritorio sin dejarse ninguno de los cajones por mirar. Recordó cuando era pequeña y le escondía cosas a su hermano y decidió darle un ultimo chequeo al ultimo cajón. Sacó el cajón del todo y comenzó a revisar el hueco. Metió la mano para dar pequeños golpes en su interior y sonrió al escuchar un ligero sonido hueco.
--Premio.... ¡¡He encontrado algo!! - Levantó con cuidado la tapa al tiempo que Daliah se aproximaba -. Por un momento casi nos lo pasábamos por alto.
--¿Que es?
Del interior del mueble sacó una caja de oro con incrustaciones de piedras preciosas y grabados por todas partes. Comenzó a darle vueltas para intentar abrirla pero no tuvo fortuna. El relieve de un ciervo con un ojo de rubí le llamó la atención, y al acariciarlo notó que aquella gema se movía. Presionó la gema y la caja hizo un ligero clic, indicando que se habia abierto.
Con la tapa abierta se llevaron incluso una sorpresa mas grande puesto que un gran trozo de seda rojo se encontraba en el interior ocultando algo. Las chicas se miraron una vez y con cuidado Giselle deslizó el trozo de tela.
Debajo de la fina cobertura se encontraba una flecha de plata, con muchos detalles y lo suficiente fina como para no poder ser lanzada con arco.
--Vale... esto es incluso mas extraño que los cuadros . - Daliah cogió la flecha y la examinó de cerca mientras Giselle observaba la caja - . Es como si hubieran cogido un lingote de plata y lo hubieran alargado y retorcido. Para que cogiera el parecido de el rabo de un tocino y después volver a colocarlo como una vara.
--Quien fuera que hizo esto realmente sabia lo que hacia, dejámela un momento - Giselle sostuvo la flecha que le cedía la castaña y puso una leve mueca de malestar. Se quedó observando la forma de cuadrado de la punta - . Diseñó una punta especial para retener con gran fuerza y evitar que fuera posible sacarla con facilidad. El diseño se ve basado levemente en las patas de una gallina, pero estoy segura de que esto seria capaz de sujetar a uno de los vampiros mas poderosos.
Daliah se fijó que un poco de humo salia de las manos de la rubia y se preocupó.
--Debería sujetarlo yo , parece como si te estuviera quemando.
--No te preocupes esto no me matará. - Siguió observando la flecha - Como tuve que ser transformada para no morir, la plata no me resulta tan insoportable. Claro que de cualquier forma esto solo impediría que me moviera, en este caso usarían un tipo de arma. Cosa para la que esta fue creada,¿Pero por quien? - En la base de la detallada pluma habia un pequeño relieve de un ave que le llamó la atención -. Mira, hay una figura aquí.
--Es como una especie de Ave.¿No?
Una fuerte corriente de Aire llamó la atención de la rubia, quien como si tuviera un resorte se levantó de un brinco. Con cautela se aproximó a la ventana y palideció.
--Mierda.
--¿que ocurre?
Fue junto a Daliah y en un rápido movimiento volvió a guardar la flecha en su sitio. La adolescente le miró confusa cuando le cogió en brazos y salio del dormitorio rápidamente.
--Gabriel esta llegando y creo que tenemos un problema. - Empezaron a bajar las escaleras cuando la castaña empezó a temer lo que iba a decir Giselle -. nos ha pillado.
--Mierda... ¡ Regresemos a la habitación! - Daliah miró asustada a la rubia quien empezó a suspirar con alivio - . Podremos disimular si nos metemos en la habitación.
--No te preocupes, tengo una idea mejor - Giselle comenzó a caminar a paso normal al llegar a la altura de la primera planta. Cuando llegaron al Hall de entrada la rubia comenzó a escuchar sonidos fuertes y pesados de pasos que descendían por la escalera - . Menuda suerte acabamos de tener.
Las impresionantes puertas de la entrada se abrieron al mismo tiempo que las jóvenes llegaban al amplio espacio. La silueta de una mujer entró guardándose lo que parecía una ballesta en la espalda. Pantalones negros; Botas altas marrones;Corsét negro con flores rojas bordadas; camisa blanca; Colgante con rubíes brillantes y un pelo largo con ondas de tono pelirrojo que hicieron una gran entrada para demostrar el poder que tenia sobre la estancia. Era Jackeline.
"Joder por que poco"
Giselle dejó a Daliah en el suelo y se aproximaron hasta la pelirroja quien estaba ya en el centro de la estancia.
--Tia Jacky,¿Te encuentras bien?
Los brillantes ojos azules de Jackeline recorrió a sus sobrinas y después descansaron sobre Gabriel quien acababa de llegar también a la habitación. Sonrió divertida mientras el hombre se colocaba junto a las chicas con mirada seria. La pelirroja rompió a reír haciendo que tanto la rubia y la castaña se miraron como si se hubieran perdido algo.
--Si hubiera sabido que tendría semejante recibimiento me habría cambiado de ropa... - Se miró de arriba abajo las destrozadas prendas. Daliah observó mezclas de suciedad y sangre por todo su traje - . Ha estas horas pensaba que estaríais durmiendo, es muy tarde para vosotras.
--Daliah tenia hambre así que le acompañé a preparar algo de cena... - Le dió un rápido vistazo a la adolescente y esta asintió sonriendo - ... Estábamos de camino al dormitorio cuando te encontramos.
--Buen punto rubia" - Daliah miró orgullosa a Giselle y esta le guiñó un ojo. Ignorando por completo que Jackeline le estaba observando divertida . - "Si ella está aquí es imposible que nos intente matar el rubio por espiar en su dormitorio"
--Ya veo.... te entiendo, yo estoy muerta de hambre también - La mujer se estiró haciendo que un fuerte crujido sonara en su espalda. Les dió un abrazo a las jóvenes y fue cuando observaron que tenia heridas por todo el cuerpo. - ....aunque yo no voy a ser tan afortunada , todavía tengo que trabajar por aquí fuera.
--¿A ocurrido algo? - Giselle comenzó a escuchar como un grupo de personas se aproximaba.
--¿Podéis estar solo cinco minutos los Lavigne sin dar problemas?
Tanto Daliah como Giselle notaron el tono de enfado por la intrusión que acababa de realizar, pero un ligero tono divertido al mismo tiempo que le guiñaba un ojo Jackeline y le enseñaba la lengua.
--Disculpe usted su gran señoría, el gran dios de todos los seres de la noche y de todos los seres aburridos... - Realizó una reverencia mientras sonreía - ... es parte de nuestro ADN el ser perseguidos por los problemas. No podemos evitar que el peligro nos encuentre, y a estas alturas tendrías que estar acostumbrado ya.
--Exacto - Daliah aplaudió a su tia pero se detuvo en cuanto vio la mirada reprobadora que le recibía por parte de Richter.
--Tendremos una charla pendiente, no penséis que os habéis librado.
--Hoy no Gabriel, tenemos otra cosa mas importante de lo que hablar ... - El rostro serio regresó a la pelirroja, algo que no pasó desapercibido para nadie - . Traigo un par de invitados conmigo, no pudimos dejarles allá fuera.
--Cuantos.
--Que ocupen dormitorio solo cuatro, los demás estaremos de guardia.-- Jackeline se cruzó de brazos y Daliah se fijó de que comenzó a negar con la cabeza al tiempo que Gabriel daba un par de pasos serios en dirección a la mujer -. Te dije que tenemos que hablar, cuando lleguen los demás lo haremos.
Giselle comenzó a aproximarse hasta la puerta de entrada al mismo tiempo que un pequeño pelirroja entraba corriendo al interior del palacio , gritando completamente emocionado mientras miraba a su alrededor.
--¡¡ESTO ES GIGANTESCO!!
Ian comenzó a girar sobre si mismo con las manos elevadas sobre su cabeza mientras que tanto su madre como Daliah le observaban divertidas. El hombre observó la escena y esbozó una ligera sonrisa mientras veía al niño corretear de un lado a otro.
--Si das tantas vueltas, te vas a marear pequeña pantera ... - Se acuclilló para recibir al niño que habia corrido hasta ella para abrazarle - . ¿Los tíos llegaron rápido?
El pequeño asintió al mismo tiempo que de su bolsillos sacaba un colmillo completamente orgulloso por mostrar el trofeo.
--Mira mamá, ¿a que es chulo?
--De donde sacaste ese colmillo de lobo... - La voz de Jackeline tomó un tono de amenaza que sorprendió a Daliah. Un carraspeo como un intento de ocultar una risa atrajo la atención de la pelirroja hasta el Rubio. Le fulminó con la mirada.
--¡No es de lobo! - Después de negar con la cabeza , Ian señaló feliz a Gabriel - Padre me lo dió después de arrancárselo a uno de los licantropos malos.
Los ojos azules de Jackeline miraron fríos como el hielo a quien se encontraba observando divertido la escena.
--Y tanto que vamos a tener unas palabras usted y yo Señor Richter.
--¡¡Mira Daliah!! - Ian ajeno a las amenazas que habían en el ambiente se puso a enseñar el colmillo orgulloso a su prima. La castaña simplemente sonrió evitando reflejar el asco que sentía al ver aquello que antes habia estado en la boca de una alimaña. - . Yo mismo lo limpié, ¿Crees que podría volverlo un collar como el de mama?
--Su...Supongo - Dalia sonrió al ver la cara que se le puso al pequeño y se llevó una mano al pelo - "porque demonios no se le ocurren cosas menos asquerosas?"
--O todos los que vienen ocupan una alcoba .... - Gabriel clavó sus ojos ámbar sobre los azules de la mujer y sonrió - ... O ...puede que el cráneo de un Licantropo amanezca en la mañana junto a la cama de alguien como mascota nueva. - Sonrió ampliamente dejando los colmillos a la vista al tiempo que notaba como unos pequeños brazos le abrazaban y daban ligeros brincos. La pelirroja le miró enfadada.
--¡¿EN SERIO?!
--Dependerá de lo que respondan.... - Gabriel dió unas palmaditas en la cabeza de Ian con cuidado , mientras no apartaba la vista de la mujer.
--Ni de broma. - Jackeline negó con la cabeza y fue cuando se percató de que Giselle estaba esperando cerca de la puerta.
No sabia cuanto rato habia estado esperando hasta que comenzó a escuchar mas alto las voces que hacia rato llevaba esperando. Estaba contenta de haber visto llegar a Jackeline, pero de todas formas ella no era a quien mas tenia ganas de ver y con urgencia.
--¡MALDICION IAN, TE DIJE QUE NO CORRAS!
Emily entró por la puerta principal y se sorprendió al encontrarse a Giselle justo en la entrada.
--Tendremos que empezar desde medio camino hasta la entrada... - La voz de dos hombres aproximándose hizo que la joven de vestido rojo comenzara a ponerse nerviosa.
--Jamas me acostumbrare a esta subida tan empinada.
Un hombre Pelirrojo vestido completamente de negro junto a un hombre castaño vestido exactamente igual llegaron acompañados por una madre y su hija. Los ojos de Giselle comenzaron a llenarse de lagrimas al ver como el hombre de pelo castaño se aproximaba lleno de arañazos y sangre por todas partes.
--¿Giselle? - El hombre se detuvo al ver a la joven llorando.
--¡Padre! - La rubia corrió hasta el y le abrazó mientras lagrimas de tonos carmesí comenzaban a deslizarse por su rostro.
Daliah observó como un hombre pelirrojo llegaba junto a su tio Soyer y dos mujeres. Al darse cuenta de que tanto Amber como su madre eran las que acababan de entrar le sorprendió. Miró preocupada a la joven de ojos ámbar quien iba abrazada a su madre y completamente llena de barro y sangre. Ese pequeño grupo debia de haber tenido muchos problemas para llegar.
"Es como si hubieran tenido que pasar por un calvario... - Se fijó en como la señora Summers abrazaba a su hija con un gran dolor reflejado en el rostro. Incluso las ropas de aquella mujer quien siempre intentaba ir a la ultima moda, estaba completamente destrozada - ...Es curioso, pero siento lastima por ella."
Jackeline se cruzó de brazos y observó la escena triste que estaba sucediendo mientras Ryan y Emily llegaban junto a ellos. La adolescente miró al rubio enfadada y decidió ponerse junto a Daliah.
--Las encontramos en el bosque, al parecer unos Licantropos hirieron a su padre... - La pelirroja miró con tristeza a madre he hija.
--Pero cuando les vi en el pueblo estaban bien...-- La castaña llegó a observar como el señor de la propiedad cogía de la cintura y le abrazaba por la espalda. El rostro de su tia le preocupó - .Esta bien,¿No?
--Su padre está muerto.... Se transformó en hombre lobo y tuvimos que matarlo. Huyeron al bosque cuando les iba a atacar y fue cuando por suerte nos cruzamos con ellas. Están en shock.
--La ponzoña de vampiro también cubría el cadáver, sospecho que empieza a preparar cosas feas nuestro querido amigo - El pelirrojo habló por primera vez provocando que Daliah se sobresaltara y sintiera un escalofrio al escuchar su grave voz - Woods empieza a ponerse serio.
--No veo la necesidad de tener esa conversación ahora mismo.... señor Coleman.
Ian se escondió entre sus padres y observó como se aproximaban Giselle y Soyer hasta ellos. Estaba asustado por lo que hablaban los mayores pero cuando escuchó el tono peligroso de Gabriel comenzó a temblar.
--Los niños tienen que dormir y tanto Leandra como su hija necesitan descansar...-- Soyer todavía seguía abrazado a su hija bajo su regazo cuando pasó la mirada desde Ryan hasta Gabriel - . Nos dejaremos unos minutos para cambiarnos y nos reuniremos para hablar de procedimientos.
--Padre... - Giselle puso una mano en el pecho del castaño y después miró a Daliah - . Daliah y yo podemos encargarnos de ellas, se donde Instalarlas para que descansen.
La castaña comprendió al momento a que se refería la rubia, por lo que asintió pero antes de que dijera nada Emily le detuvo.
--¿Y yo también cuento como un niño? - Clavó su mirada en los sorprendidos ojos de su madre - . Llevo todo el día de un lado a otro, teniendo que cuidar de ian y con un desconocido que de repente no se separa de nosotros. Un maldito desconocido se preocupa mas por nosotros que nuestra propia madre.
--Emily yo...
--No tiene sentido que cuando empieza a ocurrir cosas peligrosas prefieras salir de casa y actuar como un héroe - Los ojos ámbar de la joven comenzaron a tornarse rojos al tiempo que le comenzaban a escocer - ¿Acaso no te importa nada lo que pueda pasarle a tus propios hijos?
--¡SILENCIO!
Un gélido ambiente recorrió a todos los presentes. El hall entero guardó un profundo silencio tras escuchar el grito como si hubiera sido el mismo rugido de un león. Furia. Poder. Peligro. Esa única palabra causó que todos y cada uno de los sentidos de los cazadores presentes se pusieran alerta. Gabriel Richter era conocido a través del tiempo por ser un ser poderoso y haber demostrado que no le temblaba la mano a la hora de matar a nadie, y aquel grito lo habia demostrado. Se apartó de Jackeline y miró fijamente a su hija.
--vuestros aposentos están en el ala este de la ultima planta, y Créeme cuando te digo .... No pienso tolerar que vuelvas a dirigirte de esa manera a tu madre.
--Gabriel deten..
El rubio le hizo un gesto con la mano a Jackeline para que le dejara terminar y siguió observando a la adolescente.
-- id ahora mismo todos a vuestros dormitorios. - Los ojos de Gabriel habían adquirido un tono rojo mas vivo que los de Emily, quien se quedó en el sitio petrificada.
--Daliah, Giselle... Acompañad a Leandra y su hija al dormitorio..-- Soyer besó la frente de Giselle y le soltó del abrazo - Mañana hablaremos.
--No... - La rubia le cogió de la muñeca y le observó a los ojos - Les dejare en los dormitorios pero no voy a separarme de ti.
El castaño sonrió y volvió a besarle en la frente. Asintió con la cabeza y le acarició la mejilla antes de que esta se apartara.
--Venid... - Giselle se puso junto a Daliah y le hizo un gesto para que ayudara a la a madre he hija - . Pronto podréis descansar.
Solo quedaban seis personas en aquel helado recibidor, pero ninguno sabia que decir para romper el silencio. Soyer le dio un ligero golpe a Ryan en la espalda y con la cabeza le señaló hacia la puerta.
--Vamos a revisar el perímetro y asegurar lo que podamos. Nos reuniremos en media hora - Ryan asintió ante Soyer y comenzaron a alejarse.
--No. Esta noche no va a reunirse nadie. - La potente voz de Gabriel resonaba por toda la estancia, siendo capaz de helar la sangre a cualquiera que estuviera ahí presente.-- Asegurar la zona que necesitéis pero hasta mañana no habrá reunión. - Cogió en brazos a Ian mientras observaba a los hombres y después dirigió la mirada a la pelirroja y a Emily - . Jackeline. Emily. Caminad.
Una vez que Tanto Soyer como Ryan salieron cerrando tras de ellos la puerta, la mujer puso una mano en el brazo del rubio y miró a Emily.
--Estará mas cómoda cerca de Becky y no creo que Ian esté tranquilo lejos de su hermana... - Hizo un gesto con la cabeza hacia la puerta de salida, gesto que el rubio recibió con mala cara - Sabes que tengo que ayudarles.
--Diez minutos. - La mujer asintió antes de acariciar la cabellera de su asustado hijo. Gabriel observó como la mujer intentó acariciar a Emily pero esta se apartó de la mano de su madre, quien se alejó con rostro triste - .Andando.
Hacia un rato que las jóvenes habían recorrido esos elegantes pasillos. Seguidas de cerca por madre he hija y con la discusión de los adultos todavía en la piel, Daliah observaba a Amber con tristeza. Después de ver como pasaban de largo por la puerta en la que estaba Nathaniel se giró a Giselle.
--Pensaba que les ibas a dejar con Nath - Por el rabillo del ojo vió a la señora Summers y Amber.....No les habían oído. Su prima negó con la cabeza.
--Necesitan recomponerse un poco. - Giselle se detuvo entre dos puertas de madera y miró con calma a las Summers, al tiempo que abría una de las dos puertas y señaló su interior - . Podéis usar estas dos estancias, pero si lo prefereis podéis descansar juntas en esta. Hay dos camas y estoy segura de que estaréis mas tranquilas de esa forma.
--Gracias... - La suave voz de Amber era apenas un susurro. Entró con su madre seguidas por Daliah y Giselle.
Daliah ayudó a Amber a quitarse la ropa ensangrentada mientras Giselle de un armario comenzaba a sacar ropa limpia para las nuevas huéspedes. La ojigris ayudó a la señora Summers y Examinó sus heridas al igual que las de su hija.
--Afortunadamente no son graves.. - La rubia cogió los montones de ropa destrozada y observó a Daliah y después a Amber- . Traeré agua y las cremas para limpiar las heridas, pero por suerte no se infectaran... de nada. No temáis transformaros, estáis limpias de toxinas.
Leandra miró a la pequeña de los Lavigne con lagrimas en los ojos. Le cogió de las manos y comenzó a llorar completamente abatida.
--Disculpadme...-- Se puso de rodillas a la castaña haciendo que esta le empezara a ayudar para levantarse - Estáis siendo muy amable con una persona que jamas a mostrado ese comportamiento con vos.
--Madre por favor, no... - Amber miró a Daliah y esta le sonrió con calma.
--No se preocupe de verdad... - Hizo que se sentara de nuevo y le sonrió - . Lo importante es que ambas estáis bien.
Giselle sonrió y al ver que se calmaron un poco abandonó la habitación cargada con las ropas. Avanzó un par de metros hacia atrás y se detuvo en la puerta del dormitorio donde estaba metido Nathaniel. Suspiró irritada mientras soltaba la ropa manchada a un lado de la puerta y entró sin llamar. Se aproximó hasta la cama en donde yacía el rubio durmiendo tranquilamente y se quedó un par de segundos observándole. A pesar de haber podido cambiarse de ropa, el joven seguía con las ropas destrozadas con las que habia llegado al palacio.
La camisa blanca de Nathaniel presentaba tres grandes cortes en la zona del pecho que dejaban de forma visible el torso trabajado del joven y los cortes que tenia en el. Los pantalones oscuros estaban llenos de barro y agujeros por la zona de la pantorrilla. A pesar de la oscuridad pero gracias a su buena vista, Giselle pudo observar como el pelo del flequillo se le pegaba a la frente por el sudor que le recorría, y como comenzaba a marcarse en el rostro del Rubio la ligera sombra que le estaba produciendo la barba al crecer.
--Eh Gatito. Levanta el trasero. - Le dió un leve empujón en el hombro y este se levantó de un brinco completamente alerta. Giselle Rió - No te preocupes, no voy a morderte.
Nathaniel miró a su alrededor y después a la Joven Enfadado.
--¿Que haces aquí? Tendrías que estar con Daliah.
--Larga historia.... - Giselle fue hasta la bandeja que habia dejado en el mueble cuando estuvo curando a la castaña y le miró - . En el armario hay ropa limpia. Cambiate y sígueme.
--Pf... Tienes mucha fe al pensar que voy a ir contigo. Te repito , no tengo intención de moverme sin Daliah.
--Mira... - Giselle dejó enfadada la bandeja de nuevo , pero con mucho cuidado y fue al armario. Sacó un pantalón oscuro y una camiseta negra limpia y se la arrojó - No pienso repetirlo. Vístete o sino seré yo misma quien lo haga.
--Olvidate de que me ponga vuestra ropa, antes preferiría morir - Nathaniel se acercó a la rubia con la ropa limpia en la mano y la tiro a los pies de esta -. ¿Esta claro?
--¿Entonces te da igual lo que le a pasado a Daliah? - Al ver el rostro que le puso Nathaniel sonrió triunfante.
--¿Que le a pasado?
Giselle volvió a dirigirse al mueble a por la bandeja y se dirigió a la puerta. Se detuvo en el marco y miró al rubio.
--Cambiate de ropa rubito.... te espero fuera.
Después de abandonar el dormitorio y cerrar tras de ella, Giselle no esperó mas de cinco minutos antes de que saliera el joven completamente cambiado de ropa. Sorprendentemente por el echo de que los pantalones le quedaban como un guante pero con la camisa no tubo la misma suerte. Se dobló hasta los codos las mangas para evitar que le se arrastraran, mientras que intentó abrocharse los botones de la camisa pero sin éxito. Un par de botones estaban mal abrochados por las prisas y los primeros de la camisa estaban desabrochados, dejando visible su pecho marcado y los abdominales trabajados.
La rubia emprendió la marcha sin decir nada con la bandeja en la mano , seguida de cerca por Nathaniel. Confundido de que siguieran por el mismo pasillo se sorprendió cuando esta se detuvo junto a una puerta y la abrió con delicadeza.
--Giselle, volviste rápido.
Giselle miró a Nathaniel quien se mantenía a distancia de ella y le hizo un gesto con la cabeza para que entrara primero. Le dirigió la mirada desconfiado pero se aproximó a la puerta cuando reconoció una voz de su interior.
--¿Ocurre algo Giselle? - Amber se acercó a la rubia al mismo momento que su hermano se colocaba en medio de la puerta. Comenzó a notar lagrimas cuando lo reconoció - ¡¡NATHANIEL!!
--¿¡Amber?!
Ambos hermanos se abrazaron mientras el rubio seguía sorprendido de verle ahí. Giselle pasó indiferente con la bandeja y la colocó sobre una de las camas libres, pues al parecer la señora Summers se habia quedado dormida de tanto llorar.
--Al final si fuiste a por el ... - Daliah se levantó y dejó espacio a Giselle para que preparara lo necesario para curar a Amber. Observó a los hermanos - ¿Como conseguiste que te hiciera caso? Aunque vamos.... - Miró divertida a Giselle y después a Nathaniel y las pintas que tenia - . Si no fuera porque no te puede tener cerca, por sus pintas podría pensar que fue una buena forma de convicción.
--Te utilicé de escusa, le insinué que te habia ocurrido algo y se dignó a hacerme caso . - se incorporó y le dió los trapos a la castaña ignorando el comentario de esta - . Aquí esta todo para tratar las heridas, voy a tener que dejaros. Mi padre esta regresando.
Daliah asintió mientras le sonreía.
--No te preocupes Giselle, Mañana hablamos... - La castaña le abrazó y sonrió - Ya hiciste demasiado por nosotros, descansa.
Giselle sonrió y pasó en silencio por detrás de los hermanos. Amber al ver que la rubia se marchaba de nuevo le detuvo del brazo mientras la confundida mirada de su hermano le observaba al ver que se habia separado para detener a la ojigris.
--¿Ya te marchas? Pensaba que te quedarías con nosotras.
--Si, tengo que hacer un par de cosas antes de mañana.
--Muchas gracias por ayudarnos, en serio... se que no deberíais pero os lo agradecemos mucho - Amber le abrazó y Giselle se lo devolvió mientras sonreía .
--Limpiaos las heridas y descansar, lo necesitáis.
Nathaniel no pudo evitar poner cara de confusión al ver como su hermana tocaba a la rubia del brazo. Se cruzó de brazos molesto y dirigió una mirada envenenada a la joven de ojos grises.
--Amber ten cuidado de coger muchas confianzas con aquellos que viven aquí, no dudaran un segundo en destrozarte el cuello si te distraes.
La melliza se volvió hacia su hermano completamente sorprendida.
--¿Como puedes decir eso? Madre y yo no podríamos estar aquí si no nos hubieran ayudado.
--No te molestes querida.... -- Giselle le sonrió y le acarició con cuidado el brazo para después soltar su mano.
--Las concubinas no son buenas para proteger y menos cuando tienden a fraternizar demasiado con quien no debe. Seguro que Matthew decidió marcharse para perderles de vista.
Un silencio recorrió la habitación antes de que Giselle diera el primer paso, después de despedirse de las chicas y dedicar una mirada enfadada a Nathaniel por su comentario lleno de odio y se marchó. Tanto Amber como Daliah clavaron sus ojos sobre el joven, quien les devolvía la mirada pero sin comprender porque estaban molestas. Definitivamente aquellos días iba a ser demasiado complicados.