Stiles se sentó sobré el capo del auto estacionado sobre la carretera, la fuerte luz de la luna le bañaba la piel como si fuera un río.
El aire soplaba por entre los árboles y movía el follaje como una especie de danza espiritual. Al fin escucho aquello que llevaba esperando un buen rato.
La cabeza de Lidya se recargo en su hombro derecho, con medio cuerpo acostado sobre el capo. Allison se acercó a ellos y se sentó a su lado.
—¿Crees que Derek logré controlarlos en el celo?—. Dijo Lydia, a nadie en particular
—Solo dijo “Si los ves venir, te subes al auto y te vas”—. Dijo Allison, intentando imitar la voz de Derek
—El celo, según los libros, es algo difícil de controlar a menos que no se tenga una pareja para descargar sus impulsos— Lydia le pasó las manos por el cabello a Styles—. Pudiste ayudar a Derek, ¿No, Stiles?
—Soy humano, no quiero morir
—¡Pero aceptas que de no serlo habrías pasado el celo con él! Ya te atrapé, ¿Mi dulce Stiles perderá su canasta con el lobo feroz?
—¡Lydia no digas eso!—. Chillo Stiles, rojo de vergüenza
—O sea que Stiles quiere darle de cenar al lobo he—. Lo picoteo Allison
—¡Ya no sean cochinas!
—¡Derek y Stiles se aman de verdad, se besan sus bocas y en el auto follan!—. Cantan Lydia y Allison
—¡No griten eso, las van a escuchar, marranas!
—¡Derek y Stiles, se quieren casar, quieren hijos, y follar hasta el final!
—¡YAAAAAAAAAA!
Las dos jóvenes soltaban tremendas carcajadas que, sin saberlo, mantenían al tanto a Derek Hale en lo profundo del bosque.
...
Si había que ser sinceros, Derek no era quien cuidaba la etapa de celo, aún era joven en ese aspecto de su etapa Lobuna. Por el contrario era Peter quien cuidaba que los lobos no se hicieran daño, y que aquellos que tenían una pareja pudieran completar su celo sin interrupciones de por medio.
Así es como habían encontrado cuevas profundas en el espeso bosque, conductos que conducian unas a otras y se intercalaban por varios cientos de metros.
Y Peter estaba orgulloso de poder asignar cuevas, para no tener que ver a sus jóvenes aprendices al total desnudo.
Sabía que el celo de Scott y Isaac era difícil por ese tiempo, desde que Derek y Stiles habían encajado sus ritmos cardíacos -sin planearlo ni saberlo-, el joven rubio se sentía celoso.
Así que Peter y Derek estaban obligados a escuchar los lamentos lobunos de ambos adolescentes en su frustración sexual.
Por otro lado Derek odiaba tener que aceptar que su hermana menor pasaba el celo con Jackson. Mientras tenía que lidiar con el celo frustrado de Aiden, este sentía a su pareja cerca, pero no podía pasar el celo con ella. Malia pasaba el celo en un trance dormitabundo. Por otro lado le enorgullecia que Ethan fuera totalmente tranquilo en tal ámbito. Mientras que Erika y Boyd lo pasaban juntos sin problema.
—Tienes que hacer algo— Dijo Derek, rompiendo el silencio—. Tus consejos rompe huevos han puesto en duda los sentimientos de Isaac, lo eriste totalmente
—Fui sincero
—No lo fuiste, solo dijiste lo que te convenía en ese momento
—Tu sabes que Isaac tiene problemas, sus problemas familiares lo siguen persiguiendo mientras que Scott tiene ese miedo perpetuo de que Isaac lo deje por alguien mejor
—¡Tú sabes que no habrá algo mejor! Cuando vi los ojos de Scott, aquella noche después de que él y Allison se separaran vi la mirada de Isaac a través de él, escuché su risa al rededor
—Si lo se, y en los ojos de Isaac se refleja la risa de Scott, y se siente como su torrente sanguíneo se alborota cuando el cachorro lo mira. Pero Derek, son jóvenes, Isaac aún no lo entiende
—Scott es quien no lo termina por comprender
—Los dos son demasiado lentos, tal vez el día que al fin Scott se decida a morder a Isaac todo les irá mejor
—Hablando de mordidas, ya no escucho a Isaac jimotear, ¿Crees que esté...?
—No, escucho sus latidos y... Ugh, sin detalles.
Aunque Peter seguía hablando Derek ya no lo escuchaba enteramente.
—Ohhh— Dijo Peter, estirandose sobre la roca donde se sentaba—. Las peques están molestando a su mami, papá lobo debe ir para asegurarse que Caperucita Roja este bien
—No vuelvas a usar esos apodos, o juro que te corto la garganta, está vez va en serio.
Peter río con total orgullo.
—Acepta, te encantaría que el peque de Stiles se pusiera una caperuza roja
—¡Peter cierra la boca!
—Anda sobrino, ve y asegúrate que Stiles este bien. Yo me seguiré haciendo cargo de que no salgan de las cuevas
—Podria perder el control, no es buena idea
—Ya no tienes dieciséis, controla tus feromonas y ve ahora.
...
Era comprensible el tremendo susto que Lydia y Allison habían recibido cuando vieron a Derek Hale parado en una colina, bañado por la luz de luna.
—El dijo corran—. Murmuró Lydia, recordando aquellas severas palabras
—Si eran los chico, no si era él—. Contesto Stiles
—Tu solo quieres una excusa para quedarte—. Dijo Allison.
Derek cada vez estaba más cerca, y las chicas no pensaban correr riesgo alguno.
—¡Párate ahí, Derek!—. Gritó Lydia, bajando del capo para correr hacia la cabina del Jeep y sacar el bate de Stiles, ahora cubierto de Woolfsbane
—¡Lydia, ¿Que mierda es eso?!—. Le regaño el hombre
—Las manos tras la espalda y camina tres pasos en línea recta
—¡No estoy drogado!
—¡Pero estás en celo!
—¡No es ni remotamente parecido, loca!
Lydia bajo el bate con frustración.
—¿Cómo sabemos que no harás nada extraño?
—No puedes saberlo, pero soy vuestro Alfa, así que bajas ese bate y me dejas pasar
—¡Si eres tú!
Derek rodó los ojos, y camino hacia Stiles. No quería parecer atrevido con el chico, apenas llevaban dos semanas llendo a citas tontas.
Miró a los lados, Lydia y Allison los observaban fijamente.
—Deberian ir a ayudar a Peter, necesita alguien con quién hablar
—Tu dijiste que era peligroso—. Protestó la Cazadora
—Ya vi lo bien que se defienden
—Pero...
—Desaparezcan.
De mala gana y con total enfuruñamiento las dos chicas subieron la colina y desaparecieron en el interior del bosque.
Ahora sí, Derek tenía permiso de ser atrevido.
Camino hacia Stiles y lo tomo de la cintura.
—¿Que haces?
Usando aquella envidiable fuerza lo sentó sobré el capo del auto, las piernas del joven Stilinski estaban ligeramente abiertas, lo suficiente para albergar el cuerpo de Derek Hale entre ellas.
—Beso a mi chico.
Sonaba tan lindo de los labios del joven Hale.
Derek toma iniciativas usualmente, en esta ocasión fue Stiles quien se atrevió a besar a Derek.
—Sabes a dulce
—Eso es tan lindo
—Hueles increíble.
Las manos de Derek lo acercaron más a su cuerpo, creando -tarde o temprano pasaría- fricción y calor entre los dos.
—Derek no es buena idea
—¿Que?
Los besos de Derek estaban en su cuello.
—Estas en celo, no podrás controlarte
—No pasará nada
—¡Soy humano, Derek!
El hombre se separó del hijo del Sheriff ante esas palabras, ¿como pudo olvidarlas antes?
—Tienes razón, pude hacerte daño
—No es por qué puedas o no hacerme daño, Derek, es mi primera vez, y no quiero que al siguiente día no sepas ni que pasó y no recuerdes nada
—¿Entonces si estás de acuerdo en que tú y yo...?
—Si Derek, pero para todo hay tiempo, y no quiero que sea en tu celo. Siento que sería como de prostituta.
Derek soltó una carcajada mientras negaba con la cabeza, se sentó junto a Stiles en el capo del Jeep.
—No eres una prostituta
—Aun así seguro sería una muy buena
—Eres virgen
—Bethoveen no escuchaba y aún así componía musica.
La noche ideal para Stiles y Derek no podía ser otra que esa. tranquilos, seguros, con su manada cerca y hablando de idioteces toda la noche hasta dormir sobre el capo del auto abrazados.