﹙𝐄l fuego está en mí, lo mismo que el sol. Sin que lo toquen, el tambor de la eternidad resuena en mi interior. Pero mis oídos sordos no pueden oírlo. ﹚ ≛
˖ ꉂ 🕷ʾ | DRIFTMARK, narrador omnisciente.
Sus ojos observaban el paisaje que tenía de fondo, ignorando completamente todo lo que sucedía a su alrededor, prefería prestarle atención al sonido del mar y perderse en sus pensamientos mientras veía las olas a escuchar a Vaemond Velaryon dando unas palabras en el funeral de Laena. La muerte de su tía fue algo muy inesperado y Alyssa se sintió devastada, se llevaba muy bien con ella y el pensar que ya no estaba le entristecía mucho, no podía imaginarse como se encontraban sus primas con la pérdida de su madre. Se encontraba parada en medio de sus hermanos, su brazo estaba sobre los hombros de su hermano Lucerys mientras que el menor tenía su cabeza apoyada en ella, buscando refugio. Volvió a la realidad cuando escuchó al príncipe canalla soltar una risa, aunque Alyssa no tenía idea de que acababa de decir Ser Vaemond Velaryon, supuso que era algo irrelevante.
Empezó a observar a todos a su alrededor, podía darse cuenta de muchas cosas al ver a los demás en silencio. Alyssa notó las miradas entre Daemon Targaryen y su madre, empezando a sospechar que algo había pasado entre ella y su tío.
Después de la ceremonia Alyssa buscaba acercarse a su tía Helaena, su madre estaba muy distraída para prestarle atención y se encontraba muy aburrida, deseaba distraer su mente de todo lo que la había atormentado hace semanas; la muerte de Harwing Strong era algo que aún no podía superar. Alyssa no era tonta, sabía que ella era una bastarda y desde que estaba muy pequeña pudo darse cuenta de quien era su verdadero padre y siempre mantuvo una buena relación con él. Le entristecía mucho el saber que nunca iban a volver a verse, era un buen hombre a pesar de todo.
Iba a sentarse junto a su tía cuando su madre se acercó a ella.
─ ¿Y tu padre? ─ preguntó mientras le acariciaba la mejilla, tratando de darle ánimos.
─ En la bahía, creo ─ contestó, mientras buscaba con la mirada al hombre.
─ Tus primas han perdido a su madre, deberías de ir a consolarlas. Eres buena con las palabras ─ dijo mientras tomaba las manos de su hija, Alyssa la observó lentamente, ella no quería ir con sus primas, su presencia no las haría sentir mejor, ellas necesitaban vivir su duelo según ella. ─ Lleva a tus hermanos contigo ─ Rhaenyra ordenó antes de darle un beso en la frente a su hija y alejarse.
Alyssa hizo caso omiso a lo que su madre le dijo y decidió acercarse a el príncipe Aemond Targaryen cuando su tío Aegon con quien estaba conversando se alejó, probablemente para buscar más vino.
─ ¿Qué planeas hacer? ─ la voz de Alyssa sacó a Aemond de su nube, la Velaryon notó que se la pasó distraído toda la ceremonia. Sabía que planeaba algo, conocía muy bien a Aemond. Alyssa y Aemond tenían algunas cosas en común y con el tiempo desarrollaron una especie de amistad. Ambos lograron sentirse identificados al no tener un dragón.
Al poco tiempo del nacimiento de Alyssa Velaryon, eclosionó un huevo de dragón pero, lamentablemente y de manera inexplicable, su dragón murió. Nadie podía entender el por qué, varios decían que al ser una bastarda los dioses la castigaron de esa manera, otros que alguien fue quien mató a la pequeña bestia, pero eso no tenía mucho sentido. Alyssa veía a sus hermanos felices con sus dragones y a veces deseaba tener uno. Sabía que su tío Aemond también anhelaba un dragón, y le preocupaba que fuese a hacer alguna locura ahora que Vhagar no tenía un jinete.
─ ¿Yo? ─ Aemond volteó a verla, haciéndose el que no entendía a que se refería la castaña.
─ Sí, tu.
─ No sé que estás pensando, yo no planeo hacer nada, ¿que podría hacer yo aquí? ─ trató de excusarse.
─ Mm, no lo sé, solo no hagas nada que te ponga en riesgo, no quisiera quedarme sin tío ─ dijo de manera amistosa, mientras sonreía, el príncipe Aemond la observó detenidamente.
Mientras Alyssa y Aemond conversaban, la mirada del rey Viserys y la serpiente marina estaban puestas en ellos.
─ ¿No creen que harían una buena pareja? ─ el rey Viserys fue el que habló, llamando la atención de Corlys Velaryon.
─ Se llevan muy bien, debo decir. ─ respondió sin mucho interés, sabía a que iba el rey.
─ Alyssa ya debería de estar comprometida, ¿no cree? Me preocupa mucho su destino, Jacaerys es el heredero al trono, Lucerys heredará el título de Señor de las Mareas, a Alyssa solo le queda casarse con un Lord importante. ─ el rey hizo una pausa para toser ─ Ahora que mi hijo Aegon está comprometido con Helaena, Aemond y Alyssa podrían casarse cuando sea prudente, uniendo nuestra sangre nuevamente.
Aunque Alyssa fuese la primogénita de la princesa Rhaenyra, su familia decidió que su hermano Jacaerys heredara el trono de hierro. Muchos lo consideraban una hipocresía, ya que la princesa Rhaenyra era la heredera, su hija también debía serlo. Pero Alyssa no deseaba ser reina, odiaba todo lo que implicaba ser rey de los siete reinos, así que le daba igual lo que decían acerca de la sucesión del trono. Ella solo quería explorar todo Poniente y tocar el piano.
─ Recibimos muchas propuestas de matrimonio para la princesa, el joven Stark es un buen partido también, majestad ─ Corlys Velaryon se rehusaba a comprometer a su nieta con alguien de sangre Hightower, pero no podía llevarle la contraría al rey.
─ Los Stark se mantienen muy alejados de todo lo que pasa aquí, Bennard Stark ofreció a su sobrino solo para deshacerse del chico, si no nunca hubiesen echo una propuesta de ese estilo.
─ Tiene razón, sin embargo debemos de esperar a que el niño Stark haga algo, estoy seguro que será un buen gobernador del norte, además, también está Jonh Arryn, hace unos días recibí un cuervo en donde decía que desearía casar a su hijo con Alyssa.
─ Hay que admitir que Cregan Stark sería muy digno de mi nieta si lo demuestra, pero Alyssa no soportaría el frío del norte. Además no creo que el joven tenga deseos de desposar a nuestra nieta. Sería mejor que se quedara en desembarco del rey junto a Aemond ─ Viserys rió ─ Hay que platicarlo con Rhaenyra y Laenor mañana. Estoy seguro que aceptarán mi propuesta ─ habló el rey antes de levantarse de su asiento y dirigirse a donde se encontraba la reina Alicent, dejando a la serpiente marino no muy convencido. Aunque sabía que Alyssa no fuera su sangre, la niña llevaba su apellido y se aseguraría de protegerla y velar por su futuro, es familia a pesar de todo.
Pero tanto Rhaenyra Targaryen y Alicent Hightower rechazaron la oferta del rey Viserys, la amistad que Aemond Targaryen y la Velaryon tenían acabó cuando Aemond llamó bastardos a sus hermanos. Aemond Targaryen reclamó a Vhagar y perdió un ojo a manos de Lucerys Velaryon y después de una gran pelea entre Rhaenyra y Alicent su familia quedó dividida. Laenor Velaryon murió y su madre se casó con Daemon Targaryen casi de inmediato.
La vida en Roca Dragón le parecía demasiado aburrida, no tenía la enorme biblioteca que había en la fortaleza roja, lo único que la mantenía entretenida era practicar en el piano que mandaron a instalar especialmente para ella. Alyssa se levantaba muy temprano para empezar con sus melodías, toda su familia estaba ya acostumbrada al sonido del piano entonces no les perturbaba su sueño, excepto a Daemon Targaryen; el príncipe canalla llevaba varios días sin dormir bien por culpa de su hijastra.
Molesto, se dirigió al salón principal, al acercarse las notas del piano se escuchaban cada vez más fuerte, no podía negar que la melodía era hermosa, pero de tanto escucharla iba a parar con pesadillas.
─ ¿Es necesario tocar a esta hora, niña? ─ habló en voz alta, la pequeña le dio una mala mirada.
─ Sí ─ Daemon rodó los ojos.
El príncipe canalla no podía entender el por que, pero Alyssa lo odiaba, o al menos eso parecía. A pesar de ser alguien tímida y callada siempre le contestaba y le daba malas miradas, al parecer no le agradó que desposara a su madre, incluso cuando Daemon dijo que podía llamarlo padre ella respondió que prefería morir incinerada por un dragón antes de llamarlo de esa manera. Rhaenyra la excusó con que estaba entrando a una nueva etapa en su vida y que empezaba a hacerse rebelde, pero con el tiempo se le pasaría.
Han pasado tres meses desde la boda de Rhaenyra y Daemon y ella sigue con la misma actitud, pero solo con él. Incluso Daemon se ha puesto a pensar que Alyssa empieza a tocar tan temprano solo para molestarlo.
─ Creí que ya habíamos hablado de esto, no puedes tocar a esta hora.
─ Lo haré más temprano entonces. ─ a Daemon empezaba a darle un tic en el ojo.
─ ¿Siempre has sido así de grosera? ─ preguntó, acercándose a la niña. No entendía por que le era tan importante ganarse a Alyssa, pero no quería llevarse mal con ella. Si seguía con ese comportamiento debería de recurrir a su último recurso para agradarle a la joven, aunque en realidad, lo que tenía planeado era por petición de Rhaenyra.
─ ¿Tú siempre has sido tan malhumorado, o las personas se van volviendo así con la edad? ─ Alyssa sonrió, a ella no le desagradaba Daemon, simplemente le tenía resentimiento, estaba convencida que la muerte de su padre fue obra de él y le iba a tomar tiempo olvidarse de eso, además, quizá si empezó a rebelarse un poco desde que se mudó a Roca Dragón, pero era solo por que extrañaba la Fortaleza Roja, pasar tiempo con Helaena Targaryen y conversar con Aemond era algo que le hacía falta.
─ Debemos de llevarnos bien, mocosa ─ el rubio hizo una pausa ─ Tengo un regalo para ti, algo para que podamos llevarnos bien ─ las palabras del mayor hicieron que Alyssa dejara de tocar el piano.
El Targaryen empezó a caminar, ordenándole a la Velaryon que lo siguiera.
─ ¿Justo ahora? ─ preguntó confundida, ¿ni siquiera podría irse a cambiar? Alyssa seguía en ropas de dormir.
─ No tengo todo el día, niña.
Alyssa estaba confundida al ver a Caraxes frente a ella, sintiendo miedo y emoción al mismo tiempo, Daemon no pensaba que ella se subiría a esa bestia tan fea.
─ Me imagino que ya has montado un dragón antes ¿no es así?
─ Con mi madre.
─ Muy bien, entonces sube ─ parecía una broma. Ni siquiera tenía ropa de montar.
Volar junto al príncipe Daemon era algo que nunca hubiese imaginado, tampoco entendía muy bien el propósito de este viaje, ¿Acaso estando muy alto la empujaría al suelo? Decidió confiar en su padrastro y se aferró a la silla de montar temerosa. Su curiosidad aumentó cuando Caraxes aterrizó cerca de una cueva, Daemon la ayudó a bajar y empezó a caminar, Alyssa no podía entenderlo, no esperaba que ella entrara ahí.
─ ¿Qué hacemos aquí? ─ preguntó mientras observaba la cueva oscura.
─ Reclamarás un dragón ─ la Velaryon abrió los ojos, incrédula.
─ Y-yo n-no ─ tartamudeó, pero Daemon no la dejó hablar.
─ ¿No puedes? ─ volteó a ver a la niña ─ tienes sangre de dragón en tus venas, es necesario que reclames a uno si se te hace fastidioso cuidar un huevo.
─ Ya tuve uno y murió.
─ ¿Y eso que? ¿No te sientes digna entonces? ─ Alyssa no respondió ─ Si tu dragón murió fue por que hay algo más grande para ti dentro de esa cueva. Debes aprender a enfrentar tus miedos y dejar de ser tan tímida, ¿acaso no quieres salir a volar con tus hermanos? ─ miró seriamente a la niña mientras agarraba una antorcha.
─ ¿Qué tengo que hacer? ─ preguntó decidida, mientras recibía la antorcha que tenía el príncipe Daemon.
─ ¿Me crees experto en dragones? Yo que se ─ Alyssa rodó los ojos ─ Solo haz lo que te nazca, debes conectar con el dragón por como eres tú, no por lo que yo deba decirte.
─¿Que pasa si sale mal?
"Morirás incinerada, y yo tendré que lidiar con tu madre y abuelo" pensó, pero decidió quedarse callado unos segundos ─ No tiene por qué salir mal ─ fue lo único que le dijo.
Alyssa solo le dio una mirada a Daemon y a Caraxes antes de adentrarse a la cueva, temerosa. Quería analizar toda la situación, ¿Acaso Daemon lo hacía a propósito para matarla? No, Daemon quería a su madre, no le haría algo así, bueno, Alyssa no lo sabía con seguridad, por algo le decían el príncipe canalla. Probablemente era petición de su madre, Alyssa sabía que Rhaenyra trataba de buscarle un dragón, también le ofreció varios huevos de dragón para que cuidara, pero ella se negó.
Sabía en donde se encontraba, había leído acerca de Montedragón varias veces y por lo que sabía era un lugar en donde habitaba algunos dragones como Vermithor y Ala de plata. Alyssa se sentía emocionada, no entendía por que seguía caminando con mucha seguridad adentrándose cada vez más a esa cueva oscura, era como si sus piernas se movían solas y no existiera el miedo pero Alyssa se sentía temerosa, no era fan de la oscuridad y el miedo era cada vez más grande, aún así ella siguió caminando.
Habían huesos por todos lados y empezó a sentirse asqueada, el olor tampoco era muy agradable, decidió distraer su mente, mientras observaba la gran cueva, no veía nada, ni un dragón. Alyssa empezó a tararear la canción que estuvo practicando en la mañana, tratando de mantener la calma, sin imaginarse que esa acción fuese a despertar a la bestia que estaba frente a ella.
Esos ojos que parecían estanques de bronce fundido veían fijamente a Alyssa, amenazantes, mientras soltaba un gruñido. La castaña se mantuvo firme, mientras seguía tarareando, seguía acercándose al enorme dragón. Alyssa no tuvo dudas, se encontraba frente a Vermithor, la furia de bronce, el dragón del rey Jaehaerys Targaryen.
Alyssa dudó en seguir caminando, pero sabía que debía acercarse al dragón, no había vuelta atrás, quizá al huir Vermithor la convertiría en cenizas. Solo pudo dar dos pasos más cuando la bestia soltó un rugido antes de expulsar una llamarada, tratando de asustar a la niña, pero Alyssa siguió acercándose, estando a centímetros de la bestia.
─ ¿Skoro syt ao ossēntan issa yet? (¿Por qué no me haz matado?) ─ habló en alto valyrio, rezando que el dragón pudiese entenderla ─ Ivestragī issa sagon aōha kipagīros (Déjame ser tu jinete) ─ Alyssa acercó su mano, manteniendo el contacto visual con el dragón, Vermithor gruñó fuerte intentando asustar a la castaña, pero Alyssa siguió inerte.
Siguió tarareando, tratando de calmar a la bestia frente a ella, la furia de bronce le mostró los dientes mientras le daba lo que parecía ser una mala mirada. Alyssa vio su vida pasar cuando divisó una llamarada en la garganta del dragón pensó que iba a incinerarla, pero en realidad, le enseñó su enorme lomo, dándole permiso de montarlo.
Aún sin quitar el contacto visual con la bestia, Alyssa se acercó y montó en su lomo por primera vez, mientras sonreía. Se quedó esperando a que el dragón emprendiera vuelo, cosa que no pasó, Alyssa frunció el ceño hasta que entendió que Vermithor esperaba órdenes de la princesa ─ ¡Sōvegon, Vermithor! (Vuela, Vermithor) ─ el dragón extendió sus alas y salió de la enorme cueva en donde estuvo varios años, emprendiendo vuelo.
Daemon el cuál se encontraba inquieto, empezó a preocuparse cuando escuchó los rugidos de Vermithor, preguntándose que estaría pasando dentro de la cueva, pensando si Alyssa pudo conectar con el dragón o ya estaba echa cenizas. Su preocupación desapareció cuando vio salir a la furia de bronce de la cueva, observando la silueta de Alyssa sobre el dragón.
La sensación del viento en su rostro, la brisa empujando su cabello suelto hacia atrás, Alyssa se sentía poderosa montando a un dragón como ese, podía observar todo el mundo desde arriba, sentía que podía ir hasta Valyria con Vermithor, en serio estaba emocionada. Vermithor podía sentir la alegría de Alyssa, motivando su vuelo, desde que la vio pudo sentir su sabíduria y la tranquilidad que ella emanaba, siéndole muy familiar al rey Jaehaerys, ganándose la confianza del dragón.
Al aterrizar en Roca Dragón pudo ver a su madre, esperándola con una sonrisa.
─ Madre, ¿me viste? ─ preguntó emocionada mientras se bajaba del lomo del dragón anciano, corriendo a los brazos de su madre.
─ Te veías asombrosa, hija mía ─ sonrió mientras le daba una mirada al dragón frente a ella. Pudo ver a Daemon bajando de Caraxes, le había seguido el vuelo a Alyssa ─ Pero pensé que íbamos a esperar a tu siguiente cumpleaños para llevarte a Montedragón ─ habló, pidiéndole una explicación a su esposo.
─ Mientras más rápido tenga un dragón mejor ¿no? ─ fue lo único que dijo Daemon, tratando de excusarse.
─ Bueno, yo creo que alguien debería de dar las gracias ─ Alyssa suspiró, mientras veía a Daemon de reojo, finalmente se volteó, acercándose a Daemon, sorprendiendo al hombre cuando la niña que parecía odiarlo le dio un abrazo.
─ Gracias, de verdad, ahora trataré de tocar a una hora prudente, lo prometo ─ Alyssa se alejó rápido, le costaba ser cariñosa, pero debía de ser agradecida. La joven Velaryon se retiró a sus aposentos, con intenciones de descansar, dejando solos a Rhaenyra y Daemon.
─ Un dragón como ese será útil en unos años ─ habló el hombre.
─ Recibí una carta de Bennard Stark ─ Daemon levantó la ceja, curioso ─ Una propuesta de matrimonio, entre su sobrino y Alyssa.
─ ¿Piensas aceptar su propuesta?
─ Cregan Stark es un buen partido, pero nunca ha habido una unión entre un Targaryen y un Stark.
─ Tener a los Stark de nuestro lado podría ser importante en unos años, no se sabe que puede pasar ─ sugirió Daemon, Rhaenyra dudó.
─ Llevamos un tiempo buscándole un pretendiente a Alyssa, él podría ser una buena opción, si es que a Alyssa le agrada.
─ Yo puedo ir con Alyssa al norte, si es que piensas aceptar su propuesta ─ Rhaenyra agradeció tener a Daemon junto a ella, pareciéndole algo tierno su preocupación por cuidar a su hija. Ambos se dirigieron a sus quehaceres, no sin antes mandarle un cuervo al regente de la casa Stark, considerando su propuesta.
En el momento en el que Rhaenyra Targaryen envió esa carta, empezó la triste y complicada historia entre la princesa Alyssa Velaryon y lord Cregan Stark. Ambos vivieron varias dificultades hasta el final y su historia se volvió un cuento de hadas para las generaciones futuras y con el tiempo, fueron olvidados, como si su amor nuca hubiese existido.
La verdadd dudé en publicar este cap, tengo varias ideas y se me hizo re largo escribir después de mucho tiempo. No hay contenido de cregan pero quise hacer una introducción de Alyssa y Vermithor porque soy fan de Vermithor JKSDHSJFHS.
Fan de Daemon como padrastro, JEJWJJQ.
Tenía ya tiempo, cuatro años desde q escribía un fanfic y no se q tal lo hice pero espero que lo disfruten. Ya en el próximo capítulo introducimos bien a Cregann, q emoción jj.