Caminó hacia La sala donde estaban sus amigos y su jefe, pero su cuerpo se sentía tan pesado que cada paso que daba le parecía hundirse en cemento.
Todo a su alrededor se movía lentamente o incluso no se movía, la impresión de que el tiempo se detuvo le estaba mareando. Sin embargo él sabía que no era el tiempo lo que se detuvo, era su mente.
Habían tantas cosas en ella que parecía paralizada por sobre es forzarse.
Aquella promesa que le hizo a Yoongi y la manera en que lo llamó, sabía, no eran palabras suyas.
Ni siquiera se dió cuenta hasta que las palabras habían salido ya de su boca, y eso le confundía.
Jungkook necesitaba respuestas, no más preguntas. Pero todo a su alrededor se volvía más retorcido e indescifrable.
¿Era mucho pedir un poco de claridad?
Creía él que no.
Entró a la habitación y solo vió a Hoseok hablando con su jefe.
—¿Jin-hyung y Namjoon?— Preguntó a los hombres.
—Namjoonie recibió una llamada y creo que Jin-hyung fue por un snack.— contesto Hoseok.
—Iré a buscar a Jin, necesito hablar con él.— Dijo y se retiró después de que los dos le asintieron y continuarán con su conversación.
Caminó a la cocina pero Jin no estaba ahí. Frunció el ceño y decidió buscarlo.
La casa era grande pero era fácil de reconocer el camino, asi que con confianza de que no se perdería fue adentrándose al interior.
Pasó por varias habitaciones y algún que otro baño, estaba seguro que esa casa tenía espacio de sobra para solo dos habitantes. Caminó por varios minutos pero no habia señales de su primo. "Quizá este en el patio" se dijo a si mismo.
Justo cuando dio media vuelta para regresar escucho un ruido en una de las puertas más adelante.
La curiosidad mató al gato.
Jungkook se acercó en silencio hasta la puerta semi-abierta y entonces vió a su primo. Pero no estaba solo.
—No digas eso Namjoon...—La voz de Jin sonaba triste. Jungkook se acercó lo suficientemente para escuchar con claridad sin ser descubierto.
—Ya basta Seokjin. No juegues.
—¿Crees que estoy jugando? ¿Acaso creíste que todo lo que pasó fue un juego? Se supone que me conoces Namjoon.— Esta vez Jin parecia indignado.
—Deja de mentir... Es obvio que todo lo que paso para ti fue un juego.— El rapero sonó dolido.
—¿Por qué te esfuerzas en no creerme?
Namjoon no contestó.
—Siempre me culpas de aquello...—Pero no soy yo quien va y se acuesta con cualquiera cada vez que puede.
—Seok—...
—No, ya basta tu. ¿Crees que solo porque trato de arreglarlo puedes echarme en cara todo lo que quieras? Pues a ese juego se puede jugar de a dos. El único que no deja de jugar eres tú. Conmigo o con el que quiera pasar una noche en tu cama. Ya estoy harto. Harto de pedirte que recapacites, que me creas cuando te digo que... Ya estoy harto Namjoon, estoy cansado de tu actitud de crío.
—...—
—¿Si esto era lo que querías? Entonces felicidades, lo has conseguido. Ya no voy a rogar te más porque me creas. Si realmente quieres creer que te he mentido, bien por ti... No Voy a esperar a que un día superes tu falta de confianza.
Jungkook corrió a esconderse justo a tiempo que Jin salia de la habitación. Su rostro se veía decaído y podría jurar que quería soltar el llanto pero su primo era más duro de lo que parecía, era más fuerte.
Esperó a que Namjoon saliera pero este no lo hizo, despacio se asomo por la puerta y miró al pelirrosa adentro. El chico parecia hundirse en un hoyo negro, jamás le había visto así. No entendía porque habían discutido pero algo era seguro y eso fue que las palabras de Jin no entraron en saco roto, si fuera así Namjoon no parecería apunto de tirarse al suelo y llorar a mares.
Nuevamente entró a la sala y su primo ahora estaba presente.
—Ahí estas Jungkook, se supone que fuiste a buscar a Jin pero llego primero que tú.— Dijo su jefe.
—Si, me perdí buscándolo.— Hoseok y Eunji se rieron, Jin parecía serio.
—No me sorprende Jin dijo que fue al baño. Supongo que por eso no lo encontré.— Mintió de igual manera que su primo.
La velada paso "normal" y cuando se hizo tarde su primo y el se retiraron.
Estaba mentalmente cansado, esa noche habian pasado demasiadas cosas que no podia entender.
Maldito presentimiento de mierda. Fue lo que Jungkook pensó al final de esa velada.
Miro en su regazo la caja azul con negro y suspiró cansado. No quería seguir pensando en nada, por lo menos en lo que restaba de camino.
Jin manejaba en silencio, sumido completamente en sus pensamientos y e único sonido que inundaba el carro era la música del radio encendido.
Dirigió su mirada a la ventana, podía ver los edificios a lo lejos brillar con aquella intensidad propia de las ciudades, dejó su mente en blanco y se dedicó a escuchar la música en turno sin siquiera criticar las malas canciones que salían de vez en cuando.
Se tiró a su cama exhausto. Eran las 12:36 am. Tenía claro que quería dormir, eso ni se lo cuestionaba aún así algo le hizo levantarse.
Se quitó su ropa y se puso un pantalón gris deportivo y una camiseta blanca manga corta, básicamente su pijama.
Sin embargo no volvió a meterse a la cama. Se puso sus tenis y salió en total silencio para no despertar a su primo.
Ya no soportaba más, la necesidad de verlo y sentirlo cerca le llevo al lago.
No tuvo ni que decir su nombre cuando el rubio anaranjado apareció frente a él.
—Jungkook...— Aquella voz hizo estragos en el estomago de Jungkook.—Viniste.— y
Jimin sonaba tan ilusionado y contento que con solo verlo así sentía su pecho brincar desaforado.
—Quería verte.— No se dió cuenta como su propia voz sonó aliviado con solo ver el rostro de Jimin.
El fantasma sonrió tan hermosamente que si fuera posible se habrían pintado sus grises mejillas con un lindo rosado. No se lo esperó, pero Jimin apareció un segundo después junto a él, apretándolo en un abrazo suave.
El olor del espectro jamás lo cansaría, era mágico, todo Jimin era mágico. No dudo en levantar sus brazos y envolver la cintura de Jimin entre ellos.
Era la primera vez que compartían un abrazo así. Donde ambos chicos se sintieran y se sujetarán de la misma manera y con el mismo sentimiento.
Jimin hundió su rostro en el cuello de Jungkook y suspiró. El pelirojo se sintió estremecer por el aliento frío del fantasma. Se sentía tan bien tenerlo así de cerca. Sentirlo.
—¿Nunca te he dicho que me encanta como hueles?- preguntó Jimin aspirando el aroma de Jungkook una vez más.
—...No, creo que no.— dijo con la calma que tanto había pedido estos últimos días.— ¿Te gusta?
—Si, me fascina... Me hace sentir...tranquilo.— dijo sin dejar de hundir su nariz en Jungkook para no dejar escapar ese adictivo olor.
Jungkook ni cuenta se dió en que momento había cerrado los ojos y solo disfrutaba de las sensaciones que Jimin le provocaba.
Tenía miedo de darle nombre a ese sentimiento pero aún así no podía negar que existía. "No aún... Sólo un poco más...un poco más." se negaba a caer en ello, quería que esa felicidad que la ignorancia le brindaba durará un poco más, ya después enfrentaría la realidad, pero por ahora solo queria sentir a Jimin.
Ando enferma, ¿Pueden creerlo?
Me lloran mis ojos tan solo acercarme la compu o el celular a los ojos.
Bueno, si ven algún error en los nombres me avisan para corregir.
Besos.