Clay salió de la habitación para ir en busca del médico, hasta que vió a una chica entrando por la puerta, con algunas dificultades... ya que veía mal su pie. Sin pensarlo, decidió ir a ayudarla.
—Hey, ¿puedo ayudarte? —dijo con una tierna sonrisa.
—Ay, serías de gran ayuda. —sonrió. Por cierto, ¿cómo te llamas?
—Clay, el gusto es mío. —extendió su mano, a lo que la chica quiso extender su brazo y en un falso movimiento, casi se cae. Sin embargo, el ojiazul la sostuvo desde su cintura.
La chica sonrió algo nerviosa y las mejillas de Clay se tornaron algo rosadas, resaltando por su tez blanca.
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— ¿Dónde estará el médico? ¿En Alaska? —Lucy dijo cuando notó que Clay demoraba tanto.
—No lo sé, quizá tuvo algunas urgencias... —Justin rió y Lucy le pegó en el codo. Hm... —se quejó. ¿Recuerdas que tengo golpes, verdad?
—Ay, lo siento Jus... —le da un beso en la frente. Fue sin querer, pero por lo que dijiste...
—Esto tendrá consecuencias... —hizo una sonrisa algo maliciosa.
—Me das miedo a veces, ¿sabés?
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—Lo siento, yo no quise... —dijo quitando sus manos.
—No te preocupes... por cierto, me llamo Marie... ¿me ayudas hasta ir a la guardia?
—Sí, vamos.
Clay sonrió y sujetó a la chica de su brazo, para acompañarla.
—Gracias, Clay, Has sido muy amable. Sólo me caí de mí escalera, mientras estaba pintando.
—Vaya, ¿eres artista? —rió.
—Algo así... sólo pinto para dejar un poco mis problemas.
—Entiendo... bueno, encantado de conocerte, pero debo buscar al médico porque mi hermano está internado y...
-Oh, lo siento. Olvidé preguntar qué hacías aquí.
Ambos rieron un poco.
—No tenías qué...ya, me voy a ir.
Clay le dedicó una tierna sonrisa y se fue en busca del médico para sacar a Justin lo antes posible.
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—Joven Foley... me da gusto saber que está bien.
—Sí, me siento un poco mejor...
—Quizá si te hacemos algunos exámenes puedas irte... pero debes avisarles a tus padres. Ahora los dejo un rato a que se despidan por un rato y luego nos vemos para los estudios. —los tres jóvenes asienten y el médico se retira.
—Clay, ¿sucedió algo que demoraste tanto? —indagó Lucy.
—Hm... nada, solamente ayudé a una chica que tenía el pie algo mal y entonces bueno, me demoré un poco por eso...
—Te lo dije Lu, algo había... ¿Y ya la besaste? ¿Le pediste el teléfono? ¿Algo? ¡Cuenta!
—Em no. Simplemente la acompañé y luego le dije que debía buscar al médico para sacarte de acá.
—What the fuck?! Quiero creer que es una broma.
Lucy se cubrió la cabeza riendo.
—Se nota qué no somos hermanos de sangre eh... ¿no has visto nada cuándo yo...? —Lucy levanta una ceja. ...Cuando yo era medio tonto, pero me gustaba conversar con las chicas? —ella revolea los ojos.
—Bue, cómo parece que van a tener estas conversaciones de chicos macho alfa que no me interesa escuchar, mejor voy a avisarle a Lainie que pasó.
— ¿Qué? ¿Por qué? ¿Te enojaste?
—No, no me enojé Justin... simplemente eso.
Respondió cerrando la puerta.
—Creo que lo arruiné, ¿cierto? —asiente Clay.
—No puedes estar todo el tiempo recordando a tu época pasada, porque no a todos nos gusta escuchar como eras, pero dado a eso... creo que iré a ver a Lucy y a buscar a la chica.
-Genial... esperaré solo.
Contestó algo fastidiado.
{...}
—Lucy, ¿estás bien? —preguntó Clay cuando la encontró sentada tomando un café.
—Ya hablé con tu mamá... al principio se enojó un poco pero ya está viniendo. —sonrió leve y tomó un sorbo de café.
—De acuerdo, pero no es eso lo qué te pregunté. ¿Qué te molestó?
—No sé Clay, creo que me apuré bastante en confesarme a Justin. Quiero decir... quizá no esté lista para estar con alguien.
—-Entiendo, pero creo que te molestaste por los comentarios del viejo Justin ¿no?
—Puede ser... mira, sé todo el pasado de él con las chicas y sé que es tonto ponerme así, pero ahora que está feliz, me da miedo que pueda volver a ser lo que era cuándo vayamos al colegio, que por cierto... voy a ser de las chicas nuevas.
—Uff entiendo, —la abraza, dejando que se apoye en sus hombros. Pero doy fe que Justin está haciendo mucho para cambiar, pero si realmente crees que aun no estás lista para estar en una relación, le podrías decir... ese tema es algo difícil para él.
—Lo sé, ya veré qué hacer... cambiando de tema, ¿por qué no buscas a esa chica?
—De hecho, vine a ver si te encontraba y a ella también.
Ambos rieron por los nervios del chico.
—Buscala, no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy. —sonrió.
{...}
Clay recorrió el lugar para ver si podía encontrarla. Y ahí la vió, saliendo.
—Hey hey —le gritó y ella se giró.
—Clay... hola. ¿Ya te vas?
—No, de hecho... te estaba buscando.
— ¿Ah si? —rió.
—Sí... em... —dijo nervioso, mientras se rascaba la nuca, vió a Lucy a lo lejos, que hablaba con Lainie. Quería preguntarte si te gustaría salir a caminar, tomar un café... algo.
—Claro, me gustaría Clay. Espera... —saca su celular algo lento, dado a que tenía una bota y un poco menos de equilibrio. Dime tu número, así te envío mi contacto y ahí me tendrás. —rió.
—Sí... —dijo él y se lo pasó.
—Listo Clay. Voy a escribirte luego o espero que lo hagas tú.
—Gracias. Ten por seguro que nos escribiremos.
Sonríen. Clay parecía estar feliz.
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—Chicos, intenten contarme la próxima vez que algo así suceda.
—Lo siento, fui yo quién les pidió que no digan nada. -Lucy simplemente asiente.
—Vamos, Clay nos debe estar esperando... aunque lo vimos cómodo con esa chica. —Lainie dijo contenta. Lu, ¿me ayudas a levantarlo?
—Sí, claro. —toman a Justin de ambos brazos y llegan hasta la puerta para encontrarse con Clay.
—Chicos, ¿cómo vamos a hacer? ¿alguien viene al auto conmigo?
—Si, tía. Voy yo.
— ¿Segura? —preguntó cuando todos la miraron extraña.
—Sí... tal vez los chicos quieran hablar sobre la chica nueva de Clay y todo eso... ¿no?
—Entiendo, vamos entonces. -ambas los saludan para dirigirse a la casa.
{...}
— ¿Sabes que le pasó a Lucy?
—Creo que deberías hablar con ella, mejor.
— ¿Qué te dijo?
—Sólo habla con ella, ¿bien?
—Bien... —dijo y apoyó su brazo en la ventana.
{...}
Todos ya estaban en la casa, a excepción de Lucy que había salido con su madre.
Justin se había duchado, y entonces decidió esperar a Lucy, quién supuestamente empezaría a quedarse aquí. Y esta noche tendrían una sorpresa.
Algunas horas después habían llegado con algunos bolsos así Lainie y Matt le mostraron a Clay y Justin su nueva habitación, la cuál era una vieja parte de la casa abandonada, pero que estaba de cierta manera separada de la casa principal. Bastante equipada, hasta incluso con una puerta trasera, heladera, ducha y una pequeña cocina. Lucy y Jennifer vivirían en la casa principal, ocupando la antigua habitación de Clay.
—Hermana... no te tenías que haber preocupado tanto por mí. Esto es temporal, hasta que podamos encontrar algo que mi trabajo permita costear.
—No me importa, somos familia ¿sí? y quiero que estemos todos cómodos.
—Gracias. —dijo para abrazarla.
{...}
—Lucy, ¿crees que podemos hablar afuera?
— ¿Te parece?
—Sí, me parece.
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— ¿Qué sucede? —dijo cruzada de brazos.
— ¿Puedes decirme qué hice para qué me estés evitando?
—Nada, no hace falta tampoco que esté todo el tiempo pegada a vos.
—No, no dije eso. Saliste de la habitación algo rara, y ni siquiera viniste en el auto conmigo, llegas y no me saludas tampoco.
—Justin, uff... es que no sé si quiero que empecemos algo. Siento que apresuré las cosas.
—Mierda, no puedo abrazarte porque tengo muletas pero... a la mierda las fucking muletas. —dijo para sostenerse de ella lo más rápido que pudo antes de caer. ¿Por qué piensas eso?
—No sé, últimamente mencionas tanto al viejo Justin... y yo no quiero que volvamos a la escuela, que vuelvas a tus andanzas de chico popular y todo eso, además de qué seré la chica nueva y bueno... tengo miedo.
Justin se sintió triste de repente. Nada de lo que ella decía tenía sentido, y era la primera vez que la sintió tan lejana desde que la conoció. Quería llorar, no sabía qué decir exactamente. Se limitó a mirarla.
—No sé que decir... yo en verdad te quiero Lucy. En este tiempo que te conocí, fui muy feliz compartiendo cosas juntos y pensé que era el momento. Aunque sé que es dificil estar con alguien con un pasado como yo. Estoy haciendo todo lo que puedo para ser mejor, pero si no es el momento, yo te entiendo. —hizo una mueca de dolor.
Le dedicó una pequeña sonrisa y sus clásicos ojitos de cachorro. Ella logra abrazarlo, sin que pierda el equilibrio. ¿No era el momento?
Ahora sí eh, quiero leer sus comentarios.