Una semana después,
Madison.
Revuelvo la taza de café caliente que está justo frente a mí sobre la mesa. Jona está anotando unas cosas en una libreta, y cada cierto rato siento sus ojos clavados en mi dirección.
"¿Vas a estar así todos los putos días?" Lo escucho hablar.
Lo cierto es que no tengo ánimo para contestarle.
Lo único que ha hecho en toda esta semana es mantenerme encerrada, viendo cómo hace y deshace junto a los vagabundos que trae al departamento y que dice llamar amigos.
No le veo sentido a su obsesión conmigo. Está enfermo y yo misma me traje a esta trampa. Debí haberlo sabido... pero siempre hago todo mal.
Lo único bueno en mi vida estaba siendo Grayson, y lo arruiné por completo.
Me pregunto qué estará haciendo... cómo estará él, Ethan y Bella. No he sabido nada de ellos en una semana completa, y honestamente espero no tener que saber nada.
Porque eso implicaría que vengan aquí, y sólo dios sabe si alguien saldría vivo de este departamento. Jona está loco.
"¿Pretendes tenerme aquí sin hacer nada?" Le digo, sin emitir ninguna emoción.
"No. Necesito que cuadres estos cálculos..." Me dice, estirando una hoja hacía mí sobre la mesa.
Yo casi suelto una risa.
"Creo que perdiste la cabeza. Yo no me meteré en tus sucios negocios. No tengo nada que ver." Me niego de inmediato.
"Claro que estás involucrada. Siempre has sido cómplice, es por eso que no te convenía estar lejos de mí. Ahora haz lo que te pido." Me ordena.
Yo muerdo mi mejilla interior mientras lo miro con odio. Esto es miserable.
"Ah... y para la noche prepara tus pertenencias." Me dice, antes de pararse de la silla.
Yo frunzo el ceño.
"¿Para qué?"
"Sólo hazlo, y deja de negarte a todo lo que te pido."
"¿Ni siquiera puedes explicarme por qué demonios tendría que empacar esta vez? ¡Sólo te pido por una vez un poco de informa..."
No alcanzo a terminar cuando el teléfono del moreno suena, y me ignora olímpicamente.
"Mason. Tengo lo que me pediste... Estará en Los Ángeles mañana por la mañana, te lo aseguro..."
Lo veo caminar a la salida de la cocina, y con rabia tomo el tazón de café, llevándolo a mis labios. He decidido que no vale la pena intentar hablar algo con él.
El olor del líquido me recuerda a la cafetería, y a las mañanas en que Grayson llegaba y me pedía uno con esa mirada tan coqueta.
Las lágrimas no tardan en acumularse en mis ojos al recordarlo. No puedo dejar de pensar en él.
Lo extraño tanto.
(...)
Grayson.
Escucho la voz de Ethan, quién está sentado frente a mí, pero en realidad no le presto atención en lo más mínimo a lo que me dice.
Estoy concentrado mirando un punto fijo en la isla.
Hace algo así como una semana pasó todo. Y sigo sin entender nada. Madison me dejó marcando colgado.
No entiendo... no logro comprender qué le hizo tomar la decisión de alejarse de mí. Sólo me dijo un montón de patrañas, la conozco... debe de haber una razón por la que haya decidido alejarme de su vida.
¿Hice algo mal?
Creía que todo iba bien... creí que estaba feliz conmigo. E incluso me prometió que no volvería donde ese imbécil. Pero ahí estaba ella... en su departamento, escondiéndose detrás de él y alejándose de mí.
Estaba asustada, lo sé... Pero al mismo tiempo sonaba tan convencida. ¿Y si realmente quiso volver a él? ¿Y si realmente no fue capaz de decírmelo antes, y simplemente decidió irse aquella tarde?
Pero ella no haría eso...
Sin embargo eso fue lo que me demostró.
Me niego a pensar que nunca la conocí completamente, porque estoy seguro de que aunque haya estado años con ese idiota, yo fui realmente quién se dedicó a descubrir lo que escondía tras esos ojos color caramelo.
Me niego a creer que se alejó así... sin más. ¿Como pudo ser tan fácil para ella?
¿Cómo pudo luego de haberle confesado que la amaba, y ella a mí? ¿Cómo pudo? Después de todas esas noches en las que casi amanecíamos despiertos. En donde sólo ella y yo sabemos lo que sucedió.
Éramos sólo los dos.
Pero se fue sin más, sin siquiera darme una buena explicación.
"Gray... ¿Me estás escuchando?" Mi hermano llama mi atención, pasando su mano frente a mi cara.
Yo despego la vista de la isla, entonces lo veo. Sé que Ethan también está confundido con todo lo qué pasó.
"Lo siento..." Suspiro. "¿Qué decías?"
"Bro... han pasado días... ¿Qué quieres hacer?"
"Algo me dice que Madison necesita un tiempo... algo debió ocurrir para que haya vuelto donde Jona." Le contesto, pensándolo lo más fríamente posible.
"¿Qué? ¿No quieres volver por ella?" Me mira casi consternado, como si yo estuviera loco. "Cómo sabes si ese loco no está haciéndolo algo en este moment..."
"¡Ethan! ¡Ella me lo pidió!" Alzo mi voz, notando rápidamente como mi corazón se acelera. "Estoy seguro... seguro de que ella me necesita lejos por ahora... la conozco, algo me dice que debo darle tiempo. Por favor, no me hagas más difícil la tarea, ¿Sí?"
Él me mira por varios segundos, y luego asiente.
"Lo siento." Dice, y le da una palmeadita a mi hombro antes de ponerse de pie y caminar fuera de la cocina.
Él ya está listo para ir al trabajo, y lo cierto es que yo tengo ánimos ni siquiera para tomar una ducha.
Todo me recuerda a ella. Vaya que la necesito conmigo de vuelta.
"No creo que vaya hoy..." Elevo la voz. Ethan me mira de vuelta a la cocina. "Me tomaré la tarde para empacar mis cosas... tal vez el viaje a Los Ángeles me sirva para tomar algo de aire."
"¿Estás seguro de que no quieres que te acompañe? Son negocios que yo también puedo manejar..."
"No. Estaré bien. Lo necesito."
Mi hermano asiente. Antes de terminar la construcción, tendremos que viajar todos los fines de semana a L.A, y espero poder hacer bien mi trabajo.
Y también espero que todo juegue a mi favor para lograr que ella regrese conmigo, a donde realmente pertenece.
***