Neko Corporation » TaeGyu / B...

By cutiekxng

130K 13.4K 9.8K

Neko significa gato. Neko Corporation es una organización creadora de los mejores juguetes sexuales del mundo... More

PRÓLOGO
Capítulo uno.
Capítulo dos.
Capítulo tres.
Capítulo cuatro.
Capítulo cinco.
Capítulo seis.
Capítulo siete.
Capítulo ocho.
Capítulo nueve.
Capítulo diez.
Capítulo once.
Capítulo doce.
Capítulo trece.
Capítulo catorce.
Capítulo quince.
Capítulo dieciséis
Capítulo diecisiete.
Capítulo dieciocho.
Capítulo diecinueve.
Capítulo veinte.
Capítulo veintiuno.
Capítulo veintidós.
Capítulo veintitrés.
Capítulo veinticuatro.
Capítulo veinticinco.
Capítulo veintiséis.
Capítulo veintisiete.
Capítulo veintiocho.
Capítulo veintinueve.
Capítulo treinta.
Capítulo treinta y uno.
Capítulo treinta y dos.
Capítulo treinta y tres.
Capítulo treinta y cuatro.
Capítulo treinta y cinco.
Capítulo treinta y seis.
Capítulo treinta y siete.
Capítulo treinta y ocho.
Capítulo treinta y nueve.
Capítulo cuarenta.
EXTRA.
EPÍLOGO.
NOTA IMPORTANTE

NAVIDAD.

2.3K 256 371
By cutiekxng

Uno de los días que TaeHyun más amaba, no solo porque el cumpleaños del amor de su vida era un veinticuatro de diciembre, sino porque BeomGyu le permitía hacer todas las decoraciones que quisiera, acabando por llenar la casa de tanto rojo, verde y blanco que acabaría hundiendo hasta al mismo Grinch en el espíritu navideño de TaeHyun.

—Amor ¿Qué haces ahora? —El minino escuchó la voz de su esposo y removió sus esponjosas orejas, bajándose del banquito donde se había subido para continuar colocando unas cuantas guirnaldas.

—Ya van a llegar. —Hizo un puchero TaeHyun, acercándose a su castaño. —Y no luces allá, allá y allá también. —Señaló respectivamente.

—Bebé, ya hemos hablado de esto. La casa está hermosa, no te preocupes más ¿De acuerdo? —BeomGyu se estiró para colocarle a TaeHyun el gorrito de Santa, doblando la punta de este y asegurándose de que no esconda sus felpudas orejas. Él, por su parte, se colocó las astas de los renos. —Listo ¿Ves cuan hermoso te ves?

—Yo quería ser reno.

—No, no, ni lo pienses, gato engreído. —BeomGyu suspiró, cruzándose de brazos. —Ya lo hablamos, lo que menos quiero es que cuando la visita llegue, note que ya me pasaste por dos centímetros. No te lo voy a permitir.

TaeHyun sonrió, moviendo su larga cola. Él y BeomGyu habían prometido mantenerlo en secreto, pero la última vez que se midieron, hace algunas semanas, TaeHyun ahora medía metro con setenta y cinco, mientras BeomGyu se mantuvo en su metro con setenta y tres. No se notaba tanta la diferencia de tamaños, pero para el mayor fue un golpe directo en su orgullo.

—Soy Santa y tú reno. —Afirmó TaeHyun.

—Se dice "Tú mi reno", amor.

—Tú mi reno.

—Muy bien. —BeomGyu se inclinó y beso sus labios. —Pero ya no sigas creciendo. Mira que si para la próxima navidad esto perdura, te prometo que serás un duende ¿Vale?

— ¡Vale! —Aunque TaeHyun no tenía idea de cómo hacer para no continuar creciendo.

Después de un beso, TaeHyun se dedicó a bañar, cambiar y vestir a sus hijos con todo el espíritu navideño que tenía. MinGye fue un hermoso reno de cuatro años, MiYeon una Mamá-Claus de dos y HyuSung un duende de un añito cumplido hace poco.

Dejando que MinGye y MiYeon disfruten de los decorados de la casa y saquen sus juguetes a la sala de estar mientras HyuSung descansaba en su cuna, TaeHyun se acercó para asegurarse de que BeomGyu tuviera lista la cena, sonriendo y meneando sus orejas al escuchar el dulce cantar de su amado, moviendo sus caderas de lado a lado.

Él quiso acercarse para rodear la cintura de su esposo y llenar su cuello de besos, hasta terminar jugando nuevamente en la cocina, pero sabía que no era correcto. Aunque imaginarse a BeomGyu renegando debido a que TaeHyun ya era más alto que él y ahora era el felino de cola larga quien rodeaba la cintura del otro, era algo que TaeHyun adoraba oír.

Porque aunque llegara a medir dos metros, él siempre sería el pequeño bebé de BeomGyu. Pase lo que pase.

Sus orejas se menearon una vez oyó el timbre, sacándolo de sus pensamientos y devolviéndolo a la realidad, justo a tiempo para ver a MinGye corriendo hacía la puerta, pegando su oreja esponjosa a la madera.

— ¿Quién es? —Preguntó el pequeño.

—La vieja Inés. —MinGye sonrió emocionado al oír la voz de su tío SooBin, así que abrió la puerta sin dudarlo, recibiendo al rubio felino que lo tomó en brazos y al instante lo puso de cabeza, haciéndolo reír.

—SooBin... Te he dicho que dejes de hacer eso. —Detrás del rubio entró YeonJun, siendo seguido por Kai, quien observaba la joven pareja con una mirada llena de resignación.

TaeHyun amaba las visitas de sus amigos.

Él no recordaba la última vez que habían estado todos juntos, pero ahora, por fin, después de tanta insistencia de BeomGyu hacía los demás, ellos consiguieron quedar juntos para pasar el cumpleaños del castaño y la navidad en su hermosa casa de playa.

—Cada día este engendro pesa más. Mierda. —SooBin maldijo, costándole devolver a MinGye a su posición normal, mientras el pequeño reía y reía, amando la adrenalina. — ¿Qué les das de comer, TaeHyun? ¿Esteroides?

TaeHyun ladeó la cabeza, sacudiendo su castaña y larga cola, sin comprender a qué se refería SooBin. El felino vio a YeonJun cargar a MiYeon mientras Kai buscaba a HyuSung, sin embargo, la pregunta de SooBin aún seguía en su curiosa cabeza.

—Son como proteínas, solo que malas a largo plazo. —Oyó la voz de BeomGyu y justo después, uno de los brazos del castaño rodeó su cintura, sacándole una sonrisa. —Son malas, no le damos esteroides a nuestros hijos, amor.

—No estero...ides. —Aceptó TaeHyun, acercándose para, doblándose un poquitito, apoyar su cabeza en el hombro de BeomGyu. Soltó un gruñido cuando le costó y le fastidió la posición, antes era tan fácil hacerlo. A veces ni a él le gustaba ser alto.

—BeomGyu... Veo que estás... —Kai alargó la oración, mirándolo de pies a cabeza.

— ¿Enano, cornudo y viejo? Sí Kai, pienso lo mismo. —YeonJun sonrió con burla, logrando que BeomGyu arquee una de sus cejas, completamente indignado.

—Por eso no quería que vinieran, tengo los amigos más estúpidos de la vida.

TaeHyun soltó un suspiro al escuchar las risas. Él creía que BeomGyu estaba tan hermoso como el primer día, o como la primera vez que vio esos ojos azules mirarlo con curiosidad cuando le pidió algo para comer. Sin embargo, después de mucha, mucha explicación, TaeHyun comprendió que cuando las burlas vienen de tus amigos y son soltadas con tal noto, no se consideraban burlas, sino bromas y lo mejor era reírte de ti mismo junto con ellos. Las risas eran buenas, eso se lo repetía MiNa muchas veces.

El resto de la noche, los tres mejores amigos junto con SooBin y YeonJun se sentaron en los sofás, observando a los bebés jugar frente al enorme árbol cubierto de luces de colores. TaeHyun se acurrucó al lado de BeomGyu, soltando un largo suspiro, observando el hermoso brillo de la chimenea. Porque sí, BeomGyu tuvo que mandar a hacer una chimenea para que TaeHyun disfrute del total espíritu navideño, eso hace un par de navidades.

Sí, se podía decir que TaeHyun y SooBin eran bastante mimados ahora, pero estaba bien, porque se lo merecían, o así pensaban BeomGyu y YeonJun.

—Esto es como los viejos tiempos. —Dijo Kai, rompiendo el cómodo silencio en el que todos se habían sumergido, uno en el que solo se oían los balbuceos o palabras de los pequeños bebés. —Ya saben, antes de TaeHyun, SooBin y todo... Cuando solo éramos BeomGyu, YeonJun y yo, solíamos también pasar la navidad en la casa de BeomGyu.

— ¿Qué hacían? —Preguntó TaeHyun, con curiosidad.

—Observábamos la chimenea y nos preguntábamos si alguna vez Papa Noel se habría quemado el culo bajando por ahí. —Respondió YeonJun, sacándole una sonrisa al rubio felino.

— ¡Yo sé que sí! ¡Lo vi en un programa! Por eso Santa ya no entrega los regalos, sino sus duendes. —SooBin continuó, totalmente orgulloso. —Es un viejo estúpido y gordo al fin y al cabo.

— ¿Es estúpido? —Le murmuró TaeHyun a BeomGyu, sacándole una sonrisa. El mayor negó con la cabeza, rozando su nariz con la de su esposo.

—No es estúpido. —TaeHyun sonrió, besando los labios del castaño, ronroneando como puro instinto, olvidándose por un momento que estaban acompañados.

—Otra vez lo están haciendo. —Le gruñó SooBin a YeonJun, haciendo un gesto de asco hacía sus dos amigos. — ¡Siempre lo hacen! Por eso te dije que no importa si cogemos frente a ellos ¡Ni siquiera nos notan!

—Creo que está bien. —Kai habló ahora, llamando la atención de YeonJun y el rubio minino. —Quiero decir, si nos ponemos a pensarlo por un segundo, BeomGyu ya cumple veinticinco años ¿No? Él y TaeHyun han pasado por tantas cosas para llegar hasta aquí, cosas que cualquiera no podría superar.

YeonJun y SooBin estuvieron de acuerdo. A pesar que el inicio del problema fue también el inicio de la felicidad, ellos tuvieron que estar cerca de perderlo todo para encontrar el camino a su eterna felicidad. Ahora solo lo disfrutaban y se lo merecían. Nadie se merecía tanto ser feliz como BeomGyu y TaeHyun.

—Me gusta que sean felices. —Admitió SooBin, después de un largo silencio. — ¡PERO PUEDEN DE UNA MALDITA VEZ DEJAR DE BESARSE FRENTE A NOSOTROS HIJOS DE LA GRAN...!

Sí, ese era SooBin. Lo curioso era que los bebés no se asustaban ante sus gritos, muy por el contrario, ellos reían.

— ¡Hey! ¡Bienvenidas!

SeulGi y MiNa entraron a la casa, saludando con alegría, dejando los regalos cerca del árbol y sentándose junto a YeonJun. Kai al final se sentó al lado de BeomGyu, y TaeHyun con SooBin pasaron al suelo, acercando a los bebés, manteniéndolos entre sus brazos para que no se dirigieran a los juguetes.

Una vez SeulGi y MiNa acomodaron sus obsequios bajo el árbol, BeomGyu, TaeHyun, YeonJun, Kai y SooBin sacaron también los que habían traído y colocaron todos. El árbol se vio mucho más hermoso con tantos regalos envueltos en preciosos colores, y TaeHyun nuevamente no pudo sentirse más feliz.

La verdad era que ese ambiente familiar y cálido no se podía crear con facilidad en cualquier hogar, sin embargo, justo en este parecía nacer con tal espontaneidad que TaeHyun consideró llamarle magia navideña. Tenerlos a todos ahí hacía que su corazón se acelerara y que deseara abrazarlos para que se mantuvieran juntos por siempre, aunque sabía que cada uno tenía sus obligaciones que cumplir.

— ¡Yo voy primero! ¡Yo voy primero! —SooBin se iba a lanzar sobre los regalos cuando YeonJun lo cogió del cuello de su remera, logrando evitar que fuera con todo hacía el árbol. SooBin gruñó y meneó sus orejas, mirando con odio al peligro. — ¡Arg! ¡Deja de hacer eso! ¡En la calle haces lo mismo!

—Y si sigues así te pondré correa, pareces más un perro que un gato. —Le respondió el ojinegro, mirando retadoramente al felino. SooBin bufó, rodando los ojos.

— ¿Por qué no me enamoré de alguien millonario? ¿De un político o de un narco? ¿Por qué de alguien que no puede comprarme todo lo que veo en la calle?

YeonJun y todos los presentes suspiraron con resignación. Los dramas de SooBin ya los conocían lo suficientemente bien, sin embargo, todos olvidaron aquello cuando vieron a los pequeños avanzar emocionados hacía los obsequios, cogiendo los primeros que tuvieron en frente. Fue BeomGyu quien se levantó y avanzó, entregándoles a sus hijos sus regalos designados y así pasó uno por uno, asegurándose de que todos reciban los que debían.

Como era de esperarse, fue BeomGyu también quien recibió más regalos, aunque la mayoría de estos eran solo bromas de YeonJun y Kai. Cosas como consoladores, lubricantes de sabores, condones con textura, plugs y muchos más juguetes sexuales, consiguiendo que TaeHyun solo pregunte una y otra vez qué era cada cosa y para qué servía. Pero no, con SeulGi presente, no le explicaría en ese momento.

—Esto es el colmo. —Chilló el castaño, mirando a sus amigos aguantando las carcajadas. — ¿Para qué mierda un plug con cola de gato? ¡TaeHyun tiene una!

—Uno nunca sabe. — YeonJun se encogió de hombros, terminando por reír a carcajada suelta junto con SooBin y Kai, quienes tampoco aguantaron un segundo más sin burlarse de su mejor amigo.

TaeHyun, aunque realmente no entendía nada, solo compartía divertidas risas contagiadas de los demás, admirando como MiNa observaba su nueva mochila con diseños de cuadros negros y blancos, al parecer la chica estaba enamorada de ese regalo.

—Hey, mamá. —MiNa le dio un ligero codazo a su madre, quien la miró, para luego volverse a concentrar en la caja entre sus manos. Una muy grande caja. — ¿Por qué no lo abres? Es para ti.

—Lo sé, pero no dice quién me lo envió, eso estoy buscando, amor. —TaeHyun ladeó la cabeza, solo escuchando atentamente.

—Bueno, tómalo como un regalo de todos nosotros. —MiNa suspiró, observando la mirada preocupada de su madre. — Anda, má, no es una bomba, te lo aseguro.

—De acuerdo, de acuerdo. —SeulGi sonrió, dándole una agradecida sonrisa a su hija. Notó la mirada de TaeHyun sobre ella y asintió, abriendo la caja entre sus manos.

MiNa suspiró encantada al ver el gesto sorprendido de su madre. Sí, la joven de cabellos ahora turquesas conocía muy bien el contenido.

BeomGyu, a pesar de oír de vez en cuando las carcajadas de sus amigos o las bromas que se podían hacer YeonJun y SooBin ocasionalmente, estaba suficientemente atento en SeulGi como para notar la confusión en su mirada al no encontrar nada en la enorme caja. MiNa, quien estaba consiente de todo, se inclinó para mirar hacia adentro, respondiendo a la pregunta silenciosa de su progenitora.

—Hay un sobre ahí. — Le señaló hasta el fondo de la caja envuelta. —Sácalo y míralo. Vamos, mamá.

SeulGi, no muy convencida, hundió su brazo para sacar dicho sobre y tenerlo entre sus manos, ignorando completamente que ahora todas las miradas estaban puestas en ella, incluso la de TaeHyun, aunque él era el único que no comprendía qué sucedía, pero la curiosidad lo mataba. Sí, muy buen refrán.

MiNa le dedicó una rápida mirada al esposo de TaeHyun antes de devolvérsela a su madre, mientras SeulGi sacaba los papeles de dentro del sobre, leyendo línea por línea, cambiando la expresión de su rostro a una de total asombro, para después dejar que sus ojos se llenaran de lágrimas, antes de mirar instintivamente a TaeHyun.

BeomGyu vio a TaeHyun maullar como instinto. Su bebé ya podía hablar con normalidad y preguntar qué sucedía, pero aún después de tantos años, en momentos donde solo su instinto actuaba, él continuaba siendo un pequeño niño felino con orejas esponjosas y cola larga.

—T-TaeHyun. —La voz entrecortada de SeulGi preocupó a TaeHyun, quien al instante se alejó de BeomGyu para acercarse a ella entre gateos silenciosos, mirándola con sigilo y preocupación. — Be-Bebé hermoso. TaeHyun, pequeño. —SeulGi no dejaba de llorar y mientras más lo hacía, menos TaeHyun entendía sus palabras.

— ¿SeulGi? —El felino se acercó hasta estirar su mano y acariciar la mejilla de la mujer, eliminando unas cuantas lágrimas, lo cual fue en vano, porque SeulGi no dejaba de llorar. — ¿SeulGi estás triste?

—No. No. —SeulGi negó repetidas veces, mirando fijamente al joven ante sus ojos. TaeHyun era un chico hermoso, más que hermoso. Ella no podía estar más orgullosa del precioso chico que ahora la observaba con preocupación. — Claro que no. —Soltó un sollozo, inclinándose hacia adelante. — ¿P-Puedo... Puedo abrazarte, cariño? ¿Puedo...Yo?

TaeHyun no la dejó seguir. BeomGyu suspiró totalmente fascinado al ver a su joven esposo lanzarse a los brazos de la madre que lloraba, ahora con ella hundiendo su rostro en el cuello del felino, sollozando sin reparo, olvidándose de absolutamente todo lo demás.

—SooBin ¿Estás llorando? —Preguntó YeonJun en un susurro, captando la atención del rubio felino, quien al instante pasó sus manos por sus ojos, negando con la cabeza, frunciendo exageradamente el ceño.

— ¡Claro que no, estúpido! Se me metió algo... Al ojo.

BeomGyu sonrió, justo antes de ver que MiNa le hacía un movimiento con la cabeza para que vayan hacia la cocina. Asintiendo, BeomGyu la siguió hasta que estuvieron fuera de la vista de los demás. Ella estiró su puño hacía el mayor y luego el de BeomGyu golpeó cariñosamente contra el de ella.

—Tenías razón... Funcionó. —Admitió la joven muchacha, inclinándose para volver a ver a su madre, aferrada aún a TaeHyun. Ella sabía que no lo soltaría en un largo tiempo. —Mi mamá no lo vio venir... Créeme que me costó guardar el secreto hasta hoy.

—Creo que no hay mejor momento para regalar algo que en navidad, MiNa. —BeomGyu mordió su labio inferior, aguantando una sonrisa. — Sé que cuando le explique a TaeHyun, él también se sentirá muy feliz.

—Tú has hecho feliz a mi madre, BeomGyu, no hay forma de pagarte el devolverle la razón por la cual dejó de sentirse viva.

—Ella siempre te ha tenido a ti.

—Lo sé, no es un reproche. —La joven acomodó sus cabellos. —Mi madre rara vez me ha faltado, yo la considero una de mis mejores amigas, no me estoy quejando. Sin embargo, sé que ella sentía que algo le faltaba ¿Entiendes? Como una intuición de hija... Supongo.

—Bueno, por algo la de la idea de la prueba de ADN fuiste tú. —BeomGyu le despeinó los cabellos, en su típica señal de orgullo hacía la muchacha que ya la consideraba una hermana más.

—Sí, pero la idea surgió después de que mencionaste que los ojos de TaeHyun, los de mi madre y los de los míos tenían el mismo precioso verde. Quiero decir, yo sentí algo cuando vi a TaeHyun, sin embargo podía haber vivido mi vida pensando que se trataba solo de un inmenso cariño al inocente niño.

—Lo importante es que nos aseguramos ¿No? Tú conseguiste una muestra de sangre de tu mamá mintiéndole con que era para ayudar a uno de los niños de Neko Corporation y con TaeHyun fue difícil, pero no imposible.

—Y me diste un hermano. —MiNa sonrió, dejando que sus ojos se humedezcan, antes de pasar sus manos por estos, eliminando los rastros de lágrimas. —Gracias por compartir a tu TaeHyun con nosotras, BeomGyu.

—Cuando vives cumpliendo años un veinticuatro de diciembre. — BeomGyu dijo, soltando un suspiro. —Aprendes que compartir es la única opción que tienes para pasar un buen cumpleaños. —Él se acercó a la puerta de la cocina, observando a TaeHyun siendo abrazado aún por su madre. —Y ahora sé que es así, no me molesta darles un poco de TaeHyun, al final, él tiene el corazón lo suficientemente grande para entregar amor a todos.

—No lo dudo. —MiNa caminó hasta BeomGyu, mirándolo a los ojos antes de inclinarse y dejar un suave beso en la mejilla del castaño. — Pero recuerda que no es solo él, fueron los dos los que consiguieron llegar hasta aquí. Juntos.

—Y todo gracias a una empresa llamada Neko Corporation. Quién lo diría.

No hacía falta decir que esa fue la mejor navidad en la casa de la familia Choi, no solo porque fue ese el día en el que le regalaron a SeulGi el mejor regalo del mundo, sino porque cuando TaeHyun miró a los ojos a BeomGyu y murmuró su nombre, este confirmó lo que tanto oía susurrar a sus amigos.

Desde el golpe más doloroso o la lágrima más triste valía la pena si al final de tanto sufrimiento, era TaeHyun quien descansaba a su lado, besándole los labios y repitiéndole lo mucho que lo amaba.

NO ESTABA PREPARADA PARA LA LLEGADA DE ESTE MOMENTO, NADA PREPARADA. Pero bueno, llega el momento de despedir esta adaptación.

En primer lugar, me gustaría darle las gracias a todas aquellas personas que siguieron esta historia; tanto a las que llegaron antes, como a las que llegaron después, como a las que llegarán en un futuro. Muchísimas gracias. ❤️

Me ha hecho muchísima ilusión tener la oportunidad de adaptar esta bonita historia al BeomHyun, de la misma manera que espero que disculpéis los errores que haya podido cometer y que hayáis disfrutado al leerla.

Y ahora, ha llegado el momento en el que por fin puedo decir: "Colorín colorado este cuento se ha acabado".


Continue Reading

You'll Also Like

957 121 6
Glitch: Una falla de corta duración en un sistema, como una falla transitoria que se corrige sola, lo que dificulta la resolución de problemas. | Ga...
2.3K 330 7
En una ciudad donde los habitantes son dotados de habilidades especiales, al pequeño Jungwon se le otorga el poder de la invisibilidad. Seamos hones...
422K 27.7K 97
Todas las personas se cansan. Junior lo sabía y aun así continuó lastimando a quien estaba seguro que era el amor de su vida.
15.9K 2.4K 8
Taehyun a veces lo mira, pero nunca se atreve a decir alguna palabra. BeomGyu solo quiere que regrese. • BeomHyun • Introducción + 5 capítulos cort...