Dylan
La noche comenzaba a sentirse fría cada segundo. Sentí como mis glúteos se endurecían más, y esta vez, no era por el ejercicio.
Mis rodillas se movían con ligeros movimientos de un lado a otro, y el silencio era tan profundo, que podía escuchar el crujir de mis articulaciones.
La calle se encontraba completamente sola, y la poca iluminación no ayudaba en absoluto.
En otras circunstancias pude morirme de miedo, pero eh pasado por tanto, que una calle solitaria ya no es algo que me preocupe.
¿En qué momento accedí a esto?. Hace tiempo que no me involucraba en esto. Es más, no tendría el porque. Solo lo supe por los días que estuve cautivo, pero, ¿Eso que significa para mí ahora?.
Lo único que me queda ahora es seguir con mi vida. Eso es lo único que quiero, que todo encaje, que todo termine con una sonrisa... Aunque claro, eso solo pasa en los cuentos de fantasía, y en mi caso, no lo es.
- Perdón por el retraso-.
Una voz femenina me hizo dar un pequeño brinco. Claro, sabía de quien se trataba, pero eso de aparecer de momento y sin previo aviso, no va conmigo.
- Descuida, me gusta estar congelandome en la calle-. Me levanté poco a poco por mi entumecimiento, hasta quedar a la altura de nuestras vistas.
- Vamos, es por este callejón-.
Sin decir nada más, dió medio vuelta y camino al interior del callejón.
Por un instante dude. Tome mi bicicleta y comencé a avanzar hacía la penumbra.
Realmente, si la calle me pareció oscura aún con iluminación, no podía describir la oscuridad del lugar.
De momento se escuchó un crujido metálico, y después, apareció una línea ligera de luz entre la oscuridad que se fue expandiendo poco a poco acompañado de ese sonido oxidado.
No dude en entrar a ese lugar después de recibir una mirada de aprobación.
La luz se fue reduciendo ante mi mirada, solo para mostrarme una habitación y unas escaleras que daban más abajo.
- Deja tu bicicleta aquí, bajemos -.
Se dirigió directo a las escaleras, acto que realice después de acomodar mi bicicleta sobre la pared.
No mencioné ni una palabra, solo seguíamos bajando esa extensa escalera de caracol. Era una especie de túnel iluminado con poco focos, pero con una gran intensidad.
Al final, se encontraba una puerta doble metálica, y a un costado de ella, un especie de sensor.
De momento ella saca una tarjeta de su abrigo y lo pasa sobre la luz roja que tenía ese extraño láser.
- Escucha, pase lo que pase, mires lo que mires, no hables, solo si te lo pregunta ¿Entendiste?-.
Trague saliva y asentí levemente.
Las puertas se abrieron de par en par y junto a eso, sonidos metálicos y luces parpadeantes por todos lados.
No podía describir ese lugar.
Era una especie de fabrica, con personas trabajando en extraños aparatos o máquinas.
Al caminar podía ver más de cerca todo.
Los rostros, las máscaras, las máquinas, las chispas rojas y amarillas saliendo por todos lados.
Me concentre en todo eso, que de imprevisto, no note las miradas puestas en nosotros, o más bien, en mi.
Algunos se habían detenido para darme una mirada, pero otros seguían en su trabajo.
Pude calcular alrededor de 150 personas, o inclusive más. de diferentes edades y estaturas.
- Hey!-.
Una voz masculina, acompañado de su mano me detuvo.
- Jeremy... Cómo está?-.
Lo mire un instante, antes de que alguien lo retirará de mi camino.
- Vamos -.
Con solo escucharla, camine nuevamente desviando mi mirada de mi alrededor.
A lo lejos, por encima, se miraba una habitación con una ventana enorme desde un estremo hasta el otro extremo, para otorgar una vista directa de la zona.
Al final del camino, una especie de ascensor nos esperaba. Era algo más bien como una plataforma enganchado en un estilo de grúa mecánica.
Un chico se coloco frente a nosotros impidiendo nuestro paso.
- Hey, calmado. Clasificación B -.
Al escucharla el chico se movió a un costado dejando el camino para subirnos a aquel extraño ascensor.
No lograba entender que era todo esto. ¿Porque ese tipo me pregunto por Jeremy? ¿Que es este lugar?.
Cuando accedí a verla y hablar sobre algunos asuntos, no tenía contemplado un lugar como este.
Pero sobre todo, ¿Que tenía que ver yo con esto?.
Bajamos de aquel ascensor, y caminamos nuevamente hasta detenernos en una puerta.
- Escucha, se que todo esto parece extraño, pero tus dudas serán resueltas ahí adentro, confía en mi-.
No tenía idea alguna de lo que esperaba. Solo tenía que seguir y eso es todo.
Una chica rubia abrió la puerta dejándonos entrar a aquella habitación con la enorme ventana.
Parecía algo simple, pero sin embargo, eso no quitaba lo inquietante que era.
- Vaya, no espere está visita así de... improvisto-. Una voz masculina se escuchó proveniente de una silla grande colocada justo enfrente de aquel ventanal, y justo al decir su última palabra, se giró para vernos.
- Hola Tonny, ya un tiempo sin vernos!-.
- Gloría... Ya un tiempo, lo suficiente para que hagan espectáculos en plena ciudad!-.
- Las cosas no salieron como esperábamos, lo que ocurrió en esa escuela...-.
- Lo que ocurrió en esa escuela fueron estupideces, no fue por un acto de nuestra causa. Dejaron que ese grupo se metiera en esto nuevamente, y todo por una obsesión del imbécil de Jorge...-.
Aquel chico para ese punto ya se había levantado de aquella silla, y caminado directamente a nosotros.
- Fue un percance que no se a vuelto a repetir-.
- Tu eres Andy, cierto?-.
Parado frente a mi, aquel chico se me quedo viendo fijamente.
- Yo, Me llamo Dylan-.
Respondí fríamente.
- Chico, ambos sabemos que los dos, son la misma persona. Sé quién eres, se lo que has hecho... se lo que eres capaz de hacer. Y, estoy seguro que te preguntaras, quien diablos soy yo. Bueno, me presento- Se alejo unos cuantos pasos y estiró ambos brazos a los costados - Me llamo Antonio, aunque puedes decirme Tonny. Soy el líder de este grupo. Nos hacemos llamas "Luciérnagas" y este lugar, es uno de nuestros complejos-.
No lograba entender aún!
Que rayos tengo que ver con este grupo?
- Me comentaron que tienes respuestas de algunas dudas que tengo respecto a todo esto!-.
- Depende sobre que dudas tienes hermano-. Para ese entonces, Antonio comenzó a servir una especie de licor que nos ofreció.
- No gracias, no tengo buenas experiencias con líquidos ofrecidos de extraños-.
-Oh vamos, no soy un extraño, Jeremy me conoce muy bien...-.
Lo mire unos instantes, y lo acepte.
- ¿Que es todo esto? ¿Que tiene que ver Jeremy contigo?-.
- Ya te dije, esto es...-.
- No, me refiero a Jeremy con Las Luciérnagas, Yo con todo esto, porque no pueden dejarnos en paz?-.
Su mirada no mostró reacción alguna. Solo se limito a mirarme con indiferencia. Para después, hacer una señal de sentarnos.
- Como sabes, Jorge es hijo de unos de los traficantes más reconocidos de la entidad, inclusive parte del extranjero. Al ser capturado, el toma una parte del mando de todo. Específicamente de esta zona. Cómo sabrás, un chico no puede tomar acción de todo, es por eso, que cómo todo jefe, tiene sus sucesores. Las acciones de su grupo en la entidad fueron, bueno, inmaduros para la organización de su padre. Y una de esas acciones fuiste tú, su juguete. Pero hubo más. Su poder fue más de lo debido. Era solo un niño con deseos inmaduros. Asesinatos, robos, entre muchas cosas.
Al ser asesinado el padre de Jeremy, el entra a este grupo, y bueno, eso ya lo sabes. Para ese entonces Jorge quería aun más de lo que tenía, el poder del estado.
Su grupo de las Salamandras fue teniendo la fama como grupo de rebeldía para derrotar el mal gobierno.
Mucha gente lo siguió... incluyendome. Pero lo que no sabíamos, era con la clase de grupo en la que nos habíamos metido. Claro, eso fue cuestión de tiempo. La idea original de derrocar el gobierno se fue desplando, y el ganar poder fue su principal objetivo, sin importar eliminar gente a su paso. Al desertar, se creo Las Luciérnagas, quienes tenemos ese objetivo primordial. Este lugar, es hogar para algunos, esperanza para otros-.
Se levantó de su asiento y camino hacia el ventanal.
-Esta gente tiene Fe que la injusticia se acabe. A comparación del estado, Jorge es poca cosa a su nivel. El desempleo, la inseguridad por parte de grupos como las Salamandras...-.
- Esa Gente... Conoce a Jeremy, verdad?-.
- Jeremy rescató a más de la mitad de este lugar, gente de las calles secuestrada por grupos electivos, gente que se siente a salvó en lugares como estos...-.
No sabía realmente como reaccionar con esto.
Si Jeremy algún momento me lo contó, lo olvide completamente. Y si no, no se porque me oculto algo así.
- Entonces ¿Cómo piensas pagarme por esta información?-.
Pagar por información que tuve que saber desde siempre?...
Ahora mis planes habían cambiado totalmente!
Si Jeremy arriesgó su vida por esta causa.
Traicionando un grupo sabiendo las consecuencias que tenía como resultado...
- Ayudaré en lo que necesiten!... Cuenta conmigo.
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