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Bajo la luz de la luna se encontraba una mujer de cabello blanco sentada en un pequeño sillón blanco colocado justo a lado de un gran ventanal y en sus brazos yacía una pequeña niña de ojos azules tal cuales zafiros iluminados por la tenue luz de la luna.
- Mamá, ayer Melissa me dijo que queria convertirse en una heroína para salvar a su papá de los malos..- le contó con emoción en su voz. - pero me dijo que no podía porque el doctor le dijo que no tenía poderes, ella estaba muy triste... - hablo con tristeza. - así que yo le dije que me iba a convertir en la mejor heroína por las dos... - ante esto la mujer soltó una pequeña carcajada y acarició su mejilla con ternura. - voy a proteger a todos...
Así que mi pequeña Eri se quiere convertir en héroe, ¿he? - ambas miraron al hombre castaño que estaba a unos pasos de ellas, no pasaron muchos segundos hasta que la pequeña niña salió corriendo en dirección al hombre.
¡Papá! - grito la niña en los brazos del hombre. - ¡Te extrañé mucho!
Yo también te extrañé pequeña.. - beso la mejilla de la niña. - ¿Cómo te portaste?, ¿ Le hiciste caso en todo a mamá? - pregunto y la niña sintió. - así se hace pequeña, si sigues así te llevaré a ver al tío Toshinori..
¿¡Enserio!? - le pregunto con emoción y el hombre asintió. - !Sí!, ¡Iremos con el tío Toshinori!
Cariño, ¿No crees que él ya está bastante ocupado con su trabajo? - le pregunto la mujer caminando hacia ellos.
No te preocupes por eso, de hecho él fue el que me dijo que quería ver a Eira.,. - le comento con una sonrisa en sus labios. - Cuando dejemos a Eira con Toshinori podríamos pasar tiempo juntos como en los viejos tiempos.. - termino de decir antes de besar a su esposa.
Papá, ¡Mamá es mía! - alejo a su papá de su madre.
Pequeña Eri, comparte un poco a mami a papi.. - le dijo su padre a la pequeña niña pero siguió negándose.
¡No!, ¡Mami es de Eira! - aseguro inflando sus mejillas provocando una carcajada en ambos adultos.
Pero antes de que alguno dijera alguna otra cosa escucharon una explosión junto al sonido de las ruidosas alarmas de la casa causando que ambos adultos se alarmaran.
Elena, toma a Eira y llévala a mi laboratorio, no salgan por ningún motivo... - le dijo con un tono preocupado.
Lionel, ¡¿Qué rayos está pasando?! - grito asustada la mujer al escuchar disparos cerca de donde se encontraban.
No hay tiempo de explicar, ellos ya me encontraron.. - le dijo mirándo fijamente la puerta con preocupación.
¡¿Ellos?!, ¿¡De qué mierda estás hablando?! - pregunto con desesperación la mujer.
No hay tiempo. - volvió a repetir y posteriormente se agacho a la altura de la pequeña niña que se encontraba llorando en los brazos de su madre al no saber lo que estaba pasando. - Hey pequeña...
Papi, ¿Qué está pasando? - pregunto con cierto temor en su voz.
Papi tiene que ir a arreglar unas cosas con unos tipos malos... - trato de explicarle a su hija con el tono más calmado que pudo aunque en el fondo era todo lo contrario. - así que pequeña Eri, ¿Puedes hacerme un favor? - la niña pareció dudar pero al final acepto. - proteje a mami hasta que regrese ¿Si?
Eira protegerá a mami... - le respondió.
Así se habla. - Le sonrió.- se que algún día serás una grandiosa superheroe y cuando llegue ese día estaré muy orgulloso de ti. - acarició su cabello con lágrimas en los ojos. - papá estará muy orgulloso.. - volvió a repetir.
Papi, ¿Porque estás llorando? - le pregunto la de ojos zafiros confundida, hace unos segundos había dejado de llorar.
No es nada... - Negó con la cabeza. - adiós mi pequeña Eira... - abrazo a su hija antes de salir de la habitación corriendo sabiendo que sería la última vez que vería a su familia.
[...]
Se encontraba la mujer junto a su hija encerradas en el laboratorio justo como lo había ordenado Lionel, habían pasado al rededor de 15 minutos desde la última vez que vieron a aquel hombre castaño, durante ese tiempo se escucharon disparos y más explosiones a los alrededores. Ambas se encontraban abrazadas en una esquina del laboratorio.
De pronto escucharon que golpearon la puerta con fuerza, la niña se aferró a su madre con fuerza, golpe tras golpe hasta que al fin la puerta cedió dando paso a tres hombres con armas.
Cuando los hombres entraron al laboratorio comenzaron a buscar por todas partes, Elena había escondido a su hija en un pequeño armario que estaba ahí para evitar que la encontraran pero antes de que ella pudiera esconderse fue lanzada hacia unas mesas de metal que se encontraban ahí.
Así que tu eres la perra de esa escoria ¿he? - la insultó acercándose a la mujer amenazante. - esa escoria no quiso decir nada y prefirió morir como un cobarde.. - al decir eso Elena se tensó y sus ojos se llenaron de lágrimas. - así que dime perra, ¿Donde está? - la tomo del cuello.
N-no se de que es-estas hablando.. - dijo con dificultad intentando safarse de su agarre. Esta respuesta causó más enojo en aquel hombre robusto ya que apretó aún más su cuello.
Pregunto tres veces más y seguía respondiendo lo mismo.
Veamos si sigues actuando de esa manera cuando veas a tu hija siendo torturada.. - le respondió dejándola caer al suelo, le hizo una señal a uno de los hombres que se encontraba ahí y rápidamente sacó a la niña del armario obligándola a sentarse sobre su rodillas, ella miraba a los hombres asustada y comenzó a llorar de nuevo.
¡No!, ¡Alejate de ella! - grito intentado levantarse del suelo pero este la golpeo de nuevo.
¡Mamá! - grito con temor una y otra vez al ver que su madre estaba siendo golpeada, entonces recordó lo que su padre le había dicho, tenía que proteger a su madre pero ¿Cómo?
Cuando menos lo esperaron el suelo comenzó a congelarse poco a poco.
Pero que mierda.. - susurro un hombre de cabello rojizo vestido de negro. - Hey mocosa, ¡Deja de hacer lo que quiera que estés haciendo! - le grito acercándose a la niña pero al dar un solo paso quedó completamente congelado en su lugar.
¡Mocosa estúpida! - golpeo a la niña el otro hombre que se encontraba junto a ella. - No se que rayos estas planeando, pero detente.. - le advirtió.
El hombre que se encontraba golpeando a la madre de la niña dejó de hacerlo y frunció el ceño al ver a uno de sus compañeros congelados.
Par de inútiles, no pueden hacer nada bien.. - en ese momento de distracción, Elena golpeo al hombre con un un pedazo de metal que se encontraba ahí y grito.
Eira, ¡Corre! - grito con desesperación y la niña hizo caso, la mujer activó su Quirk haciendo levitar objetos y lanzarlos a los hombres.
Esto provocó aún más enojo en ambos hombres acercándose a la mujer pero el hombre robusto le ordenó al pelinegro ir tras la niña y este obedeció.
Eira se encontraba corriendo por los pasillos de la gran casa temiendo por su madre. Durante el camino pudo divisar a varias personas que trabajan en la casa muertos en el suelo, deseo con todas sus fuerzas que su padre se encontrara bien pero entonces lo vio, su padre estaba degollado justo en frente de ella.
¡Así que aquí estabas perra! - Palidecio al escuchar al hombre pelirrojo delante de ella, Eira comenzó a retroceder con temor hasta que finalmente tropezó y calló al suelo.
Quedo en completo shock al ver que al hombre le comenzaban a salir garras por donde se supone que estaban las uñas, se acercó lentamente a la niña soltando carcajadas.
No te preocupes, seré rápido.. - la niña cerró los ojos antes de ser rasgada por aquel hombre, cuando menos lo espero sintió un gran dolor en su ojo izquierdo pero nada más que eso.
Tío ....viniste... - susurro con debilidad la niña al ver a el héroe número 1 delante de ella con una de sus características sonrisas. - mamá.....ella..
Tranquila, solo descansa... - escucho decir al héroe antes de caer desmayada...
[...]