- ¿Crees que Jinyoung esté por llegar?
- Hoy tiene turno completo.
- Sé que no está bien lo que hacemos, pero...
- ¿Quieres terminar?
- Ni siquiera puedo respirar, si no estás conmigo.
- Te necesito.
- ¿Estás enamorado de Jinyoung hyung?
- No lo sé. Tan sólo, seamos tú y yo.
- Te deseo...
- Y yo a ti, bebé.
- Hazme tuyo. Fóllame...
- Voy a enterrar mi polla en ti, tan profundo que verás estrellas.
Los recuerdos del pasado venían a él, como pesadillas ardientes que intentaban destruir la poca cordura guardada- ¡MALDITO HIJO DE PUTA!- gritó, entre sueños, apretando las sábanas. El sudor deslizándose por su frente y sollozos apretados en la boca- Te amé con locura ¡¿Cómo puedes hacer esto?! Voy a destruir tu vida ¡Lo juro!- gruñó, mientras lágrimas se deslizaron, violentamente, a través de las mejillas. Jinyoung, aún, guardaba el inmenso dolor del pérfido engaño. Fue tan ingenuo y bueno en el pasado, allí comprendió que las personas nobles no tenían cabida en este mundo.
Jaebeom estaba cumpliendo el turno completo y su magullado cuerpo necesitó un respiro, antes de volver a la pista, por lo que la habitación de médicos de guardia sonó tentadora; según le informaron, el personal del área determinó que los miembros podían disfrutar de aquellas bondades. Sin embargo, la sorpresa fue mayúscula cuando vio al Doctor Park sumido en un estado cruel e indefenso, nunca pensó que alguien con tal fortaleza, mal carácter y carente de sentimientos iba a ser tan atrayente.
Se acercó a él y no evitó acariciar el suave cabello del mayor, el intenso deseo de proteger al hombre saltó de su pecho- ¿Por qué sufres Park Jinyoung?- pensó, para sí mismo. Im tocó la nívea piel, del rostro ajeno, alejando las infames lágrimas y, por primera vez, se dio cuenta del magnetismo que provocaba el sujeto.
- ¡No me dejes, por favor!- clamó el médico, lazándose a los brazo de Jaebeom- Por favor, por favor, por favor...
- ¿Está bien? ¿Doctor Park?- el pelinegro se dejó embriagar en el dulce olor de Jin. Aquel hombre detestable se deshacía sobre su regazo.
- Yo...- masculló Jinyoung. Segundos de silencio y el caos detonó-¡¿QUÉ MIERDA HACES AQUÍ? ¡¿POR QUÉ ME ABRAZAS?!- vociferó Jin, entonando los ojos de rabia líquida.
- Vine a descansar, aquí- apuntó a una de las camas- Y, usted...- Jinyoung entrecerró los orbes- ¡Sí, usted! Se abalanzó encima- apuntó al hombre sobre sus piernas, el cual, con total descaro, ni siquiera se movió un centímetro.
- ¿Querías abusar de mí? ¿Eh? Sonrisa sin ojos- el mayor extendió las cuencas- ¡Mira! Tienes ojos y bonitos, muy bonitos...- sonrió con malicia.
- ¡¿Qué?! ¿Por qué haría eso?- indicó molesto- Además, tengo un prometido y lo amo- Jin alzó una ceja.
- Todos dicen eso- bufó, saliendo del regazo del pelinegro- ¿Sabes? Sé más original en tu discurso. Eso de "lo amo, seremos felices y le debo fidelidad" es la peor mierda del mundo. Créeme, sonrisa sin ojos- alzó una ceja en dirección a Im.
- No necesito sus "consejos" Doctor Park- espetó, fulminándolo con la mirada.
- ¿De verdad? ¿Para qué los pides? - Im abrió la mandíbula hasta el suelo- Eres extraño, sonrisa sin ojos. Bien, iré a mi turno- alzó la mano a modo de adiós y esperando que Jaebeom olvidara la situación.
- Escuche...- atónito vio a Jinyoung alejarse, rápidamente.
¿Qué había sido aquello? Im estaba curioso ¿Quién o qué hizo a Jinyoung reaccionar de aquella forma? Aunque, sin duda, lo que más llamó su atención fue lo que sintió al ver el estado del castaño; una oleada inexplicable, la cual jamás experimentó, antes, ni siquiera por Youngjae- Es la falta de sueño, Jaebeom- indicó, para sí mismo.
Controló las emociones, el gran Park Jinyoung no permitía debilidad, pero el dolor del pasado volvió igual que una puñalada indolente y violenta, golpeando una y otra vez ¿Era tan difícil olvidar todo? ¿Por qué guardaba sentimientos por aquel hombre? Y a pesar de los años dolía como el infierno.
Te odio, hijo de puta.
Su cabeza volvió a la normalidad al escuchar los gritos en la cafetería del hospital, confundido ante la violencia de los acontecimientos, focalizó la vista y vio con horror lo sucedido- ¡Calientapollas! ¿Qué haré contigo? Grandísimo cabrón...- farfulló, entre dientes. Jongin era un buen elemento, él mismo reclutó hace un tiempo. Sin embargo, el chico tenía un defecto, frente a las impecables cualidades, adicción a los estrechos agujeros y pollas de los donceles.
- ¡¿Qué mierda sucede aquí?!- gruñó. Kai mantuvo la mano sobre su mejilla, luego de haber recibido una cruel bofetada.
- ¿Así enseñas a tus chicos? ¡¿Es tu estilo, Park?!- ¡Dios! Aquella diatriba lo sacó de quicio.
- Kyungsoo, al parecer, no haces caso de los rumores ¿Verdad?- un furioso sonrojo se difuminó en el rostro del sujeto- ¿Qué culpa tengo que dejes a un cabrón meter la polla en tu culo?- gruñó Jin, descomponiendo a Do.
- ¡Tú!- gritó, apuntando a Jongin- ¡Hicimos el amor! ¡Te debes hacer cargo de tus acciones! - Jinyoung rodó los ojos.
- Estamos en el siglo 21 ¿Sabes? La gente folla, igual que conejos, en todas partes- rezongó con desdén- El 90% de los presentes aquí, lo ha hecho en este hospital. Follar es follar, Soo- el chico comprimió la quijada.
- ¡¿Me estás jodiendo?!- vociferó, mientras Jin cruzaba los brazos en el pecho.
- Hablo muy en serio- soltó sin tino- ¿Qué dices en tu defensa, Kai? Tengo trabajo de esclavo y no hay tiempo para escenas de dramas. A menos que seas Gong Yo, claro, y no lo eres o estaría sobre tu polla en este momento ¿Qué dices? - Kim observó, pasmado, al castaño.
- Lo siento, Soo...- el moreno se rascó la nuca- ¿Podemos hablar luego? - Kyungsoo fulminó a Jongin con la mirada.
- ¡Jódete! - expresó, dando vuelta sobre los talones.
- ¡Listo! Muevan sus culos, tenemos vidas que salvar ¡¿No?! - Expuso Jinnie, dispersando a la multitud en cinco segundos.
Incluso Kai se escabulló entre los presentes- Cobarde, calientapollas...- reflexionó, internamente, ya tendría la oportunidad de patear su trasero ¡Dios! De todas las personas, en el jodido mundo ¿Por qué Do? El jefe del área de farmacia. Siempre fue de conocimiento público que una pelea con "Satan Soo" podía llevar al desastre a un área, sin piedad. Jinyoung estaba dispuesto, incluso, en ofrecer a Kim como sacrificio humano.
- ¿Adivina?- Park rodó los ojos- ¿Simuló que me interesa?- preguntó con ironía.
- ¡Cruel!- voceó Jackson- ¡Eres el peor amante del mundo! ¿Lo sabes?- expuso de forma melodramática.
- ¿Por qué somos amigos?- suspiró cansado- ¡Oh! ¿Qué sucederá, cariño? ¡Estoy demasiado interesado! Tanto que no le patearé el culo al cabrón de Kai- Wang soltó una carcajada.
- El chico tiene agallas ¡Es mi nuevo héroe! Satan Soo ¿Eh?- Jin pasó la mano por su rostro.
- Al grano, tengo poca paciencia hoy...- parecía impaciente. El chino era bueno percibiendo emociones y no sería bueno contar la pesadilla que tuvo.
- ¡Una salida! En realidad, la bienvenida de Jaebeommie- indicó, dulcemente.
- ¡¿Jaebeommie?!- ¿Quién mierda tenía un apelativo tan patético? Pensó, internamente.
- ¡Idiota! El encargado del personal en tu piso ¿Lo recuerdas?- Park frunció la boca.
- ¿Sonrisa sin ojos? Excelente y suerte con ello- hizo el ademán de huir- Perdida de tiempo...- cuchicheó, esperando que Wang no escuchara.
- Juro que, si no vienes ¡Viviré en tu casa! - entornó los ojos- Le diré a nuestros padres que somos amantes y mi amorcito hará una escena de celos épica. Incluye fuegos artificiales y globos- Jinyoung jaló su cabello.
- ¡¿Por qué debo ir?! Cariño, el 99,9% de los integrantes del staff me odia y es mutuo- vio el mohín esbozado en Jackson- Mis padres, Kunpi, Suho, Chanyeol, Hyunjin y tú son los únicos a los que considero "humanos" en mi lista- los orbes de Wang brillaron de emoción.
- ¡Es lo más lindo que me has dicho en la vida! - hizo una pausa- cinco años ¡Lo acabo de grabar! - el castaño soltó un gran bufido, recibiendo un beso en la mejilla- ¡¿Vas?!- derrotado, golpeó la cabeza contra la madera.
Un estruendo llamó la atención en las mesas contiguas, especialmente, de la conformada por el personal de emergencia. Para nadie fue secreto, desde un inicio, que Jinyoung sentía gran estima por Wang y que junto a BamBam, Suho y Chanyeol eran las únicas personas dignas de un trato "decente" de su parte.
- No sé cómo el dulce Wang es amigo de Annabelle- indicó Irene, quien más de una vez fue reprendida por Park.
- ¿Annabelle?- inquirió Jaebeom, curioso ante el pseudónimo.
- ¡Ajá! Diabólico, podrido, salvaje y letal- acotó Sana, la interna que recibió, diariamente, los ataques del castaño.
- ¡Ustedes no lo conocen!- Junmyeon resopló- No siempre fue así, pero es una historia que no me pertenece- recalcó, siendo abucheado en la mesa.
Jaebeom escuchó atento cada comentario ¿Estaba relacionado con lo de la mañana? Sintió mayor curiosidad ¿A qué se debía el sufrimiento Park? Fisgonear era incorrecto, aunque algo provocó las ganas de investigar aquello. Jinyoung resultó una especie de imán y él, de forma inconsciente, se iba a pegar a este.
- ¡HEY, bebés! Su jefe, también, irá a la celebración- chilló Jackson- No se preocupen, domaré a la bestia- vítores fueron escuchados, haciendo fruncir el ceño de Jin.
- ¿Qué miras sonrisa sin ojos?- articuló, sonrojando al enfermero.
Jaebeom lo aniquiló de un vistazo y Park le devolvió el gesto con arrogancia.
La noche joven deparaba una serie de sorpresas y desafíos.
Sin duda, se transformaría en una velada inolvidable.
El destino y la última palabra.
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