Hola, soy yo, Moon. Estoy acostado, mirando el techo y ¿Saben? Como la mayoría de ustedes, también pensé que iba a morir la noche pasada, no puedo creer que en serio estuve a punto de suicidarme, es increíble a los extremos que podemos llegar las personas, cuando crecemos incomprendidas y sin una figura de autoridad que te guíe por los caminos correctos, no tuve a mis padres y siempre tuve que luchar por cosas que no me competían en lo más mínimo, sufro un trastorno del sueño, llamado sonambulismo, lo descubrí pocos meses después de haber asesinado a mi pequeño hermanito, nunca tuve esas intenciones y estoy completamente arrepentido, la culpa que cargo en mi consciencia es algo que será difícil hacer desaparecer, tengo que aprender a vivir con ese tormento, con mis pesadillas e infinitos recuerdos, pido perdón a mi hermano aunque ausente está. De alguna manera me hace sentir mejor conmigo mismo. Lo se estoy necesitando ayuda, y voy a buscarla, pero mientras no me sienta del todo listo, no volveré a tener contacto con algún otro ser humano al que pueda lastimar, si quiera a Alex, después de lo que sucedió lo menos que merece es una disculpa, sin embargo esperaré un tiempo más prudente para acercarme a él, aun no estoy seguro de lo que siento por él, pero creo que debe odiarme, una vez termine mi terapia hablare con el de una manera adecuada.
Me levanté, coloqué mis blancos pies en el frio suelo, era una noche de invierno, tenía poca ropa, salí de mi habitación y camine hacia la habitación de mi madre, llame a su puerta y me invitó a pasar, me senté en su cama y la abracé, mientras un rio de lágrimas bajaba por mis coloradas mejillas...
- Lo siento mamá...
- Que sucede Moon?
- No quise hacerle eso a mi hermano, ¡Por favor ayúdame!
- No hijo, tu perdóname, fui una completa idiota, nada de esto hubiera pasado de no haberme ido.
- Mamá...
- Moon...
- Por favor, prométeme que no me volverás a dejar.
- Por el dedito...
Me desperté en brazos demi madre, me levante con mucho cuidado de la cama, pero igual se despertó, fuia mi baño a ducharme y ella también se dirigió al suyo, ¿Los planes del día? Ira por ayuda de un psicólogo, salimos, cogimos un taxi que nos llevaría justo aldestino, mi madre entró primero al consultorio, impacientemente esperé afuera,las ansias me estaban matando, ¿por qué se tarda tanto? Me pregunté, justosalió y fue cuando me levante de la silla para entrar, una vez cerré esapuerta, mi vida comenzaría a cambiar...