[ Lee JiHoon X Choi SeungCheol ]
_MyJungKookie_
Nos encontramos en el año 3120 y el mundo ha sido tomado por criaturas celestiales. Quién lo diría, ¿no?
Muchas personas pensaron que los ángeles no harían nada "malo", si se podía decir solamente "malo" lo que han hecho con el mundo, nunca se imaginaron que esas ¿personas?, mejor dicho, seres, harían lo que están haciendo ahora.
Gritos en todo el mundo se escuchaban pero los ángeles y demonios solamente estaban haciendo su trabajo
- Tienes muchos pecados, humano, te mereces lo que estamos haciendo - JiHoon es un ángel que no tiene piedad hacia la humanidad, el solo acaba con ellos sin dejarles la oportunidad de hablar ni una segunda oportunidad.
- Deberías escucharlos JiHoon, a veces algunos se arrepienten y puede agarrar otro camino - Otro ángel llamado Joshua, él era diferente a comparación con JiHoon. El tenía otra perspectiva sobre el mundo y daba a la gente una o varias oportunidades para que rectifiquen sus errores.
- Joshua, aunque haya personas que te den segundas oportunidades, ¿crees que le voy a dar otra oportunidad a aquellas personas que hicieron algo mal? ¡Es obvio que no, Joshua! ¡Tienes que entender que no todo el mundo merece una segunda oportunidad!
- JiHoon, eso lo dices por experiencia propia, ¿no? - preguntó Joshua calmado pero con obvia curiosidad y preocupación en su rostro.
El silencio de JiHoon fue suficiente respuesta para Joshua.
- A ti no te dieron una segunda oportunidad, ¿me equivoco? Por eso haces todo esto, piensas que si tú no has tenido una segunda oportunidad, otros tampoco la merecen, ¿cierto?
Joshua vio como los ojos de JiHoon empezaban a cristalizarse mientras baja la mirada para después asentir a lo que dijo Joshua.
- ¿Que fue lo que pasó, JiHoon?
- Ocurrió hace varios años...
- Entonces... ¿eres un demonio?
- Claro que sí, ¿acaso no lo parezco o mis alas te dicen lo contrario?
- Es verdad... Pero oye, tu no deberías estar aquí.
- Claro que debo estar aquí, soy uno de los guardianes del inframundo, por lo que tengo que evitar que no traten tan mal a los más nuevos, si se meten con ellos, no sabrán lo que es el verdadero infierno.
- Okeey, eso sonó muy raro.
- Bueno, en lo que estábamos... ¿Por qué dices que soy inocente?
- Para empezar, ¿sabes que es tener relaciones sexuales?
Aquel chico, que aparentemente era un demonio, contesto inseguro.
- Claro que se lo que es.
- Entonces dime que es.
- Eh...
- ¿Lo sabes o no?
- Si... es cuando viene la cigüeña y eso...
JiHoon no podía creer que aquel demonio tan lindo no supiera lo que era tener relaciones sexuales.
Ahora que lo veía bien, realmente no parecía un demonio, si no fuese por sus alas, fácilmente hubiera pensado que era un ángel caído, porque definitivamente la belleza que tenía este demonio superaba a la belleza humana.
El chico tiene una piel tan pálida que, realmente no parecía que viniera del mismísimo infierno, con sus ojos grandes parecidos a un cachorro, llenos de inocencia, fácilmente podía decir que no ha visto ni un mal en toda su larga vida como demonio, y finalmente sus labios...
Bendito sea esos labios.
Unos labios tan rojos que parecía que recién acaba de comer una cereza, pequeños pero a la vez un poco abultados, puede decir con absoluta verdad que son los labios más apetecible que ha visto en todos sus años como ángel.
No pasaría nada si se aprovecha de esa inocencia, ¿no?
- Lee JiHoon, no me digas que tú... - Joshua no se podía creer lo que acababa de escuchar, ¿realmente su mejor amigo pensó aprovecharse de la inocencia de alguien? ¿Encima de un demonio?
Normalmente suele ser al revés, que los demonios; con almas negras y malvadas, fuesen los que se aprovechasen de los ángeles más inocentes y puros, pero, ¿un ángel aprovechándose de un demonio? Aunque suele ocurrir muy pocas veces, nunca pensó que JiHoon hiciera algo como eso.
- Si, desgraciadamente si - JiHoon levantó la vista para encontrar el rostro decepcionado incluso asqueado del que consideraba su mejor amigo.
Aunque el entendía perfectamente su mirada, se mira así todos los días en el espejo cuando recuerda lo que hizo.
- Cuando me di cuenta de que estaba cometiendo el peor error de toda mi vida, ya era demasiado tarde...
SeungCheol.
Choi SeungCheol se llamaba el maldito demonio inocente.
Ya habían pasado varios años desde que se conocieron, y, tal como JiHoon quería, poco a poco empezaron a ser algo más.
Los humanos desde siempre creyeron que una relación entre un ángel y un demonio no era buen vista y que era una atrocidad, sin saber que, las relaciones entre ángeles y demonios pueden incluso ser de lo más normal.
Por lo que a ningún demonio, después de varias veces, les parecio raro ver al ángel JiHoon junto a su demonio más joven paseando tranquilamente por el inframundo.
No os equivoqueis, el inframundo realmente es la mayor tortura para cualquier ser en la faz de la tierra, pero no es todo el inframundo. La zona abismal, era la zona que todo el mundo temia, donde condenaban a los pecadores y donde los nuevos demonios suelen establecerse por obligación al principio de sus largas vidas.
Pero que los demonios sean, literalmente, seres diabólicos con los humanos corruptos e incluso con algunos desafortunados ángeles, eso no les impedían preocuparse de otros demonios, de enamorarse e incluso, de formas sus propias familias.
Y eso, el ángel lo supo perfectamente cuando un grupo superior de demonios, al principio de su relación con SeungCheol, le advirtieron de que como se le ocurriese herir al demonio más joven y más amado, iba a tener a todo el inframundo en su contra.
Por un momento, JiHoon pensó en cancelar todo su plan y esconderse en el sitio más apartado del universo, pero... ¿no sería un poco divertido provocar a los demonios? Porque después de todo, un gran número de demonios hirió tanto física como emocionalmente a muchos ángeles, algunos de ellos cercanos suyos, entonces, ¿por qué no vengarse hiriendo y aprovechándose del demonio que más amaban?
Y cuando vio su oportunidad, lo hizo.
Sin que todavía supiera al 100% que eran las relaciones sexuales, se aprovechó de SeungCheol, y lo peor de todo, es que el demonio ni siquiera se dio cuenta.
Lo que se suponía que iba ser solo una vez, JiHoon logro que ocurriera varias veces, haciendo creer a SeungCheol que eran actos para demostrar su amor.
JiHoon realmente pensó (o quiso) que eso duraría para siempre.
Pero no fue así.
Sin saber la realidad de todo, un SeungCheol emocionado le contó todo a su mejor amigo, Yoon JeongHan; un demonio solo un año mayor que él, todo lo ocurrido con su, en ese momento, novio.
Y JeongHan no necesito ni una palabra más para saber la verdad detrás de todo.
A pesar de que fue el mismo el que le advirtió a JiHoon que ni se le ocurriera hacerle daño a su demonio, realmente se atrevió hacerlo. Lo peor es que SeungCheol realmente pensaba que el ángel lo amaba de verdad.
Y con todo el dolor del mundo, JeongHan le contó a SeungCheol la verdad detrás de las acciones de JiHoon.
Nunca antes, en sus años de vida como demonio, quiso tantas ganas de matar a un ángel después de ver como el brillo inocente en los ojos de SeungCheol que le caracterizaban en el inframundo, poco a poco se apagaban al darse cuenta de la realidad.
JiHoon realmente logro lo que en un principio quiso.
Quitarle la inocencia a SeungCheol
Después de lo que hizo, JiHoon al poco tiempo se arrepintió de todo lo que hizo.
El engañar al demonio para que tuviera relaciones con él y así poder aprovecharse, dolió más de lo que imaginaba cuando se dio cuenta de que, en el transcurro de su plan, se enamoró perdidamente de SeungCheol.
JiHoon no se había dado cuenta de lo desgarrador que realmente podía llegar a ser lo que hizo hasta que sufrió las consecuencias de sus actos.
Donde todo inicio fue donde todo acabo.
SeungCheol quiso quedar con él en el mismo lugar donde se conocieron, sin saber lo que el demonio quería hacer realmente.
Supo que algo iba mal al no ver el hermoso brillo en los ojos de SeungCheol.
- ¿Te divertiste? - preguntó SeungCheol, con una sonrisa que a JiHoon le dio miedo mirar.
- ¿De que me estás hablando? - JiHoon contestó con una pregunta, intentando acercarse a SeungCheol, sorprendiéndose al ver como el demonio retrocedía decidido.
- ¿Te divertiste cuando te aprovechaste de mí? - preguntó sin quitar la sonrisa de su rostro, empezando a asustar seriamente a JiHoon.
- SeungCheol, yo... te puedo explicar... - quiso acercarse el demonio, pero este volvió a retroceder.
- ¿Explicarme el que, Lee JiHoon? ¿Que solo te acercastes para poder aprovecharte de mí? ¿Que todo a sido una mentira? ¿¡Que todo estos años de relación fue una completa falsa?! - JiHoon vio perfectamente como los ojos de SeungCheol, de un negro que podía opacar la noche pasaba a ser un rojo que luchaba con el fuerte tono de rojo de la sangre.
Y es que se le olvidó el detalle de que SeungCheol, era un guardián del inframundo.
Los guardianes del inframundo son reconocidos por todos, por ser seres que, aunque parezcan inofensivos, realmente pueden ser máquinas de matar. Pero el real punto fuerte de los guardianes era sus palabras, el saber atacar y hacer daño con su forma de hablar era lo más reconocido de un guardián.
Y recién recordando esto y ver el color de las alas de SeungCheol, JiHoon sintió el verdadero dolor y miedo.
Un demonio no podía pasar a ser un ángel, al igual que un ángel no podía ser un demonio, por lo que el color de las alas clasificaban a unos de otros dependiendo de su comportamiento y forma de ser.
Los angeles con el blanco más limpio y puro son los más inocentes, buenos de corazón y felices, los ángeles que los humanos siempre se imaginaron, y después de ahí, el color solo puede oscurecer, por lo que los ángeles con las alas grises, eran los ángeles más corruptos pero a la vez fríos y tristes de todo el paraíso.
Recién JiHoon entendió porque el color de sus alas se fue oscureciendo cuando comenzó a salir con SeungCheol.
El destino siempre supo que sufrirá las consecuencias de lo que hizo.
Para los demonios es algo similar, las alas totalmente negras, eras de los "mejores" demonios del inframundo y los jefes de los grupos, los demonios que los humanos siempre se imaginaron, y al contrario que los ángeles, después de ahí, el color solo puede aclararse. Los demonios con las alas grises eran los más inocentes y con más amor del inframundo, y por raro que suene, también son de los más sobreprotegidos.
Aunque no os lo creáis, no hay mucha diferencia en los demonios, o existen demonios con alas negras o alas grises, nunca se ha visto el caso de un color intermedio, dando igual el paso del tiempo.
Por lo que, cuando llegó SeungCheol, el primer demonio con el color intermedio entre negro malvado y gris inocente, realmente se convirtió en el demonio más admirado, amado y protegido.
Y eso no cambio a pesar de que todos veían poco a poco como las alas de SeungCheol se iban aclarando cuanto más tiempo pasaba con JiHoon.
Si ahora el resto de demonios viesen las alas totalmente oscuras de SeungCheol, posiblemente JiHoon tuviera a todas las criaturas del inframundo buscando su yugular.
- Realmente pensé que me amabas, JiHoon - el odio y el rencor eran sentimientos que JiHoon juro que nunca vería en los ojos de SeungCheol - Y pensar que he malgastado años de mi vida porque a ti te dio el capricho de aprovecharte de mí...
- SeungCheol, por favor, déjame explicar todo - JiHoon no quería llorar, realmente estaba haciendo mucho esfuerzo para no llorar, pero era casi imposible - No te imaginas lo arrepentido que estoy de lo que hice, lo asqueroso y decepcionado de mí mismo que me siento de haberte hecho algo así. Cuando quise darme cuanta de lo que hice, ya fue demasiado tarde. Realmente te amo Choi SeungCheol, no dudes de eso por favor, me arrepiento mucho - JiHoon no se atrevió levantar la mirada al notar como sus lágrimas finalmente comenzaron a caer - Por favor, dame una segunda opor-
- ¿Una segunda oportunidad? - preguntó SeungCheol casi riéndose en la cara de JiHoon y agachándose para poder mirarle a los ojos - ¿Realmente crees que te mereces una segunda oportunidad? ¿Después de lo que me has hecho? Lo peor es que ni siquiera me di cuenta y tuve que enterarme de otra persona de lo que me estabas haciendo.
Realmente JiHoon ahora sabía porque SeungCheol era un guardián del inframundo, sus palabras solamente decían la verdad y el dolor que sentía en el pecho nunca lo había sentido antes.
- SeungChe-
- Créeme cuando te digo que si me hubieras dicho la verdad, si no hubieras sido tan cobarde de ocultarme cual era tu objetivo, habría hecho que volviéramos al principio, y así poder ser la pareja que alguna vez yo pensaba que éramos, pero tu cobardía y tú estupida verdad es a lo que nos ha llevado a esto.
- SeungCheol, por favor...
- No te quiero volver a ver, Lee JiHoon. Más te vale que no vuelvas aparecerte por aquí al menos que quieras saber ahora de verdad porque soy un guardián, pero esta vez no será solo con palabras - dicho esto, se dio la vuelta sin siquiera mirar a JiHoon, dejadolo solo con el corazón roto.
Una amenaza.
JiHoon no podía creer que SeungCheol le haya amenazado.
No podía creer que ese demonio inocente que conoció al principio de todo, ahora lo haya amenazado.
¿Cómo ha sido capaz de hacerle algo así a su lindo demonio?
¿Al amor de su vida?
Cuando JiHoon termino de contar lo ocurrido, levantó la mirada, encontrándose con la mirada decepcionada y enfadada de Joshua.
- De todos los demonios que hay en el inframundo - comenzó a decir Joshua - Tenías que meterte con Choi SeungCheol.
- ¿Sabes quién es?
- Es conocido por algunos ángeles por ser uno de los demonios más amables con nosotros - suspiró - Además de que yo lo conozco personalmente desde hace ya bastante tiempo, es uno de mis amigos más cercanos - comentó Joshua, frontandose el rostro con ambas manos - Y a ti no se te ocurre otra mejor idea que romperle el corazón.
- Joshua...
- Me esperaba cualquier cosa viniendo de ti JiHoon, pero esto no puedo permitirlo, porque no solo has hecho algo horrible, se lo has hecho al único demonio que no se lo merecía, a uno de los únicos demonios que nos tratan con respecto, a un ser querido tanto mío, como de algunos ángeles y de todo el inframundo.
- Yo siento mucho lo que he hecho...
- No tienes que decirme a mi que lo sientes, si no a SeungCheol, y mejor hazlo rápido, ahora que los ángeles y demonios estamos juntos en la tierra, JeongHan seguramente vaya a por ti...
- ¿JeongHan?
Cuando JiHoon quiso regresar al inframundo para encontrar a SeungCheol, tal como dijo Joshua, apareció un demonio llamado JeongHan, acorralando a JiHoon con tres demonios más, notoriamente enojados.
- Con que tú eres el ángel que tanto daño le ha hecho a nuestro SeungCheol - dijo JeongHan con una sonrisa aterradora, deseándole la muerte a JiHoon con tal solo una mirada.
- Yo...
- ¿Tú que? - preguntó el demonio más joven, Vernon - ¿Crees que servirá de algo que te disculpes cuando el daño ya está hecho?
- Solo quiero hablar con SeungCheol - dijo JiHoon, dando pasos hacia atrás por cada paso que daban los demonios hacía el.
- ¿Realmente crees que te dejaremos ver a SeungCheol después de lo que hiciste? - pregunto el demonio más alto de los cuatro, MinGyu.
- Sinceramente, no sé si lo tuyo es valentía o ganas de morir, teniendo a todo el inframundo buscando tu cabeza - confesó el demonio restante, WonWoo.
- ¿Que queréis vosotros? - preguntó JiHoon cuando su espalda chocó contra un muro de piedra, acorralado por los cuatro demonios.
- Nosotros solo queremos vengar a SeungCheol, por todo el dolor que le causaste - dijo JeongHan, acercándose más a JiHoon poco a poco.
- Solo quiero disculparme, aunque no acepte mis disculpas necesito que sepa cuánto lo siento - confesó JiHoon, intentando enfrentarse a JeongHan, quién cada vez estaba más cerca de él.
- ¿Acaso el color de las alas de SeungCheol y las tuyas no es la prueba suficiente que ya no puedes acercarte a él? - preguntó WonWoo, acercándose más a JiHoon quedando al lado de JeongHan - Con solo tú presencia le haces daño.
- Y nosotros vamos hacer que experimentes el mismo dolor que siente SeungCheol cada vez que te recuerda.
Poco a poco, los cuatro demonios se iban a acercando a JiHoon, quién había cerrado los ojos, esperando a lo que él se tenía totalmente merecido.
- ¡Parad! ¡No os acerquéis más! - gritó a la lejanía una voz muy conocida para los cinco seres, quiénes solo dirigieron su mirada sorprendida en la dirección en la que venía aquella voz.
- SeungCheol... - susurró JeongHan, acercándose al nombrado, quién poco a poco se acercaba volando al suelo
- No le hagáis nada a JiHoon, por favor - suplicó SeungCheol, aterrizando enfrente de JeongHan.
- Pero SeungCheol, él-
- Déjame a solas con él, JeongHan - pidió SeungCheol, mirando tanto a JeongHan como a los otros tres demonios sorprendidos.
- SeungCheol, nosotros solo-
- Se que querías hacer, y os agradezco que os preocupéis tanto por mí, pero dejarme a solas con él, por favor - volvió a pedir SeungCheol - Todo lo ocurrido es un tema solo entre él y yo, y nadie más.
Los tres demonios miraron a JeongHan, esperando a su decisión.
- Te vamos a dejar a solas con él, pero si solo veo un mínimo movimiento hacía ti de él, vuelvo y le arrancó la cabeza - amenazó JeongHan, agarrando a SeungCheol de los hombros.
- Lo que pase entre él y yo, es solo cosa de él y yo, no quiero que nadie interfiera, JeongHan - dijo SeungCheol, posando sus manos encima de las de JeongHan - Si realmente llega a pasar algo, os mandaré la señal, pero quiero que os vayáis.
JeongHan suspiró, para después hacerles una gesto a los otros demonios, indicando su retirada y se fueron los cuatro demonios, volando hasta desaparecer de la vista del demonio y ángel restante.
- JiHoon...
- Por favor, antes de que me digas algo, escúchame - suplicó JiHoon, viendo cómo SeungCheol cerraba lentamente la boca, prestándole atención - Vengo a disculparme por lo que te hice a pesar de que se perfectamente que no merezco tu perdón. Me arrepiento como no tienes idea de lo que hice y, aunque se que no me creerás en estos momentos después de lo que pasó, yo... yo te amo mucho, SeungCheol - agarró las manos de SeungCheol, sin apartar su mirada de él - Amo cada sonrisa que me diste cuando estábamos juntos, los apodos cariñosos por los que me llamabas, las caricias que nos dábamos cuando estábamos en nuestro mundo, amo tus preciosos hoyuelos que amo tanto ver - confesó sacándole una pequeña sonrisa a SeungCheol por unos segundos - Cuando hice por primera vez el estúpido plan que tenía en mente, me arrepentí por completo. No quiero que pienses que me arrepentí de hacerlo contigo, me arrepiento de haberlo hecho con las intenciones que tenía en ese momento. Todas las demás veces que lo hicimos fueron las mejores experiencias que tuve en mi larga vida como ángel y las hice con todo el amor que te tengo - acaricia las manos de SeungCheol con su pulgar - Se que no merezco tu perdón pero quiero que sepas, que digas lo que me digas, siempre te amaré, aunque tú me odies.
En esos momentos, ángel y demonio tenías los ojos llorosos, soltando lágrimas inconscientemente, viendo a la persona que tenían enfrente.
- JiHoon, yo... - comenzó a decir SeungCheol - Debería odiarte por lo que me hiciste, y por un tiempo intenté hacerlo, pero... - dió una pequeña sonrisa - Da igual lo mucho que lo intenté porque te sigo amando, noté desde hace tiempo como tus alas comenzaban a oscurecerse, y debí tomar aquello como una señal, pero mi amor por ti me dejó totalmente ciego - suspiró - Y espero que no suene una locura si digo que quiero darte otra oportunidad...
- ¿Qué?
- Aquel día, cuando discutí contigo, me di cuenta de lo arrepentido que estabas cuando me lo contaste todo, diciendo que me amabas - sonrió - Pero la furia de ese momento me hizo decir alguna que otra cosa que no quería decir.
- Eso significa que...
- Que quiero darte una oportunidad, pero solo una segunda oportunidad, no hay más, una oportunidad para empezar de nuevo, y poder ser la pareja que en un principio yo creí que éramos - sonrió SeungCheol.
SeungCheol se acercó a JiHoon, envolviendo sus brazos alrededor de su cuello, comenzando un abrazo que los dos necesitaban desde hace mucho tiempo, con JiHoon enrollando sus brazos en la cintura de SeungCheol, correspondiendo el abrazo.
Y con el cielo del inframundo, solo el viento caliente fue testigo de cómo las alas de ambas criaturas empezaban a aclararse.