Se estaba acercando a mi, estabas centímetros de mi cara, sentíamos la respiración del otro, el tenía toda su ropa mojada y yo mi camiseta levantada.
- Te gane t/n... - Dijo susurrando
-Si...
-¡Chicos ya esta lista la cen... oh!- dijo al vernos en la posición en la que estábamos, tierra trágame, estábamos todos sudados, Shoto con su camiseta mojada y yo con la mía levantada y para rematar los dos sudados y yo atrapada contra el piso, vaya forma de encontrarnos. -Bueno, los espero en el comedor - Dijo sonriéndonos pícaramente, cerró la puerta y nos dejó de nuevo solos, los dos estábamos hechos unos tomates, eso no era de Shoto, pero era reconfortante el saber que no era la única, Shoto rápidamente me descongelo el codo y mis manos, luego me ayudo a pararme, sin dirigirme la mirada me pasó una toalla para secarme el sudor, la rojez del momento ya se había pasado y solo quedaba la del entrenamiento.
-T/n ¿Por qué sigues tan roja? - Vaya que directo era.
-Ohh es porque cuando hago ejercicio me suelo poner como un tomate, no se el porqué pero solo sucede- Dijiste dándote toques a tu piel con la toalla.
Se terminaron de secar y Shoto se fue a cambiar de ropa, ya que lo mojaste entero... vaya vista.
En fin, te dirigiste donde Fuyumi te indico y te sentaste en el comedor esperando a Shoto.
-T/n - Te llamó Fuyumi
-¿Si? - Dijiste algo nerviosa, no sabías lo que te iba a decir respecto a la situación que presenció.
-¿Te gusta Shoto?- de un momento a otro te enroscaste a atorar con tu propia saliva, no sabias si te habías puesto roja por que te estabas ahogando o por lo que te pregunto Fuyumi, luego de un rato te calmaste pero tu cara seguía estando al fuego vivo.
-¿S-Se nota mucho?- Dijiste tapando tu cara.
Ella soltó una pequeña risita, le causaba gracia que fueras tan inocente respecto a lo que es el amor - No te preocupes T/n, no le diré a Shoto- hizo un gesto en el cual se comió una llave y cerró sus labios. Le sonreíste. Te caía muy bien fuyumi, era como la hermana que nunca tuviste, crecer sola fue duro, pero sabias llevarlo en tu cabeza, aunque por dentro sabias que tenías un vacío que era difícil de llenar pero este último lentamente se estaba regenerando.
-Llegue - dijo Shoto tomando asiento a tu lado
-Bien, ya vuelvo con la comida. - Fuyumi rápidamente fue hacia la cocina y llego con una bandeja de té verde y ¿Frutillas con chocolate? Vaya esto era nuevo, tus ojos brillaron de solo ver las frutillas, no habías tenido oportunidad de comerlas debido a que tu mamá decía que era un gasto innecesario.
-Shoto kun- llamaste su atención por lo bajo - ¿Le dijiste a tu hermana que me gustaban las frutillas con chocolate?- Tus ojos miraban a Shoto y a las frutillas en lapsos de tiempos, parecías una niña pequeña, lo cual le causó ternura a Shoto, pero este no lo quiso demostrar así que mantuvo su semblante.
-Si...- Dijo tranquilo, era la primera vez que alguien te tomaba tanta atención, pensabas que a Ahoto se le olvidaría lo que le dijiste, pero no solo no se le olvidó, sino que le contó a su hermana, quiero llorar de la emoción, ¿Como puede ser tan lindo? TT.
Procedieron a tomar té verde y a comer, eran unas cuantas frutillas así que quedarías más que satisfecha. Mientras comían hablaban de temas triviales y de cómo lo había hecho en su enfrentamiento, el té daba consejos y tú hacías lo mismo con el. Luego de comer ya era muy tarde por lo que te tenías que ir. Te despediste de Fuyumi y le agradeciste todo.
-Adiós t/n, ojalá puedas volver pronto, fue un gusto tenerte por aquí. - Dijo en la entrada de la puerta.
-Gracias fuyumi TT, fue genial pasar tiempo con ustedes. - ye despediste y Shoto te fue a dejar a la entrada de su casa.
-Gracias por todo Sho kun- Le sonreíste. - La pasé muy bien contigo, espero volvamos a entrenar juntos algún día - le confesaste.
-Lo mismo digo t/n...- Se quedó un rato callado y se dirigió hacia donde ti, te tomo de la muñeca y te acerco a el. Te abrazo fuertemente, obviamente le correspondiste el abrazo, te gustaba estar así con el, tranquilos, sin que nadie los molestara. Querías tener tu oportunidad para estar con Shoto a solas, pero de verdad como que el universo no quería que estuvieran solos, por ahora.
-Bueno Shoto, nos vemos- Te paraste de puntitas y le diste un beso en la mejilla, luego de eso te diste la vuelta agitaste tu mano en señal de despedida y caminaste rápidamente hacia tu casa ya que era de noche. Suponías que tu mamá ya había llegado, ya que de todas formas era muy tarde.
Llegaste a los apartamentos y te dispusiste a subir, llegaste a tu puerta, pero algo te detuvo, viste a alguien parado esperando en la puerta de al lado, era un chico alto con el pelo negro y parches morados en su cara, era primera vez que lo veías en el vecindario, quizás era nuevo, le dirigiste una última mirada y te adentraste en tu casa, las luces estaban prendidas, tu mamá se encontraba viendo la televisión mientras estaba ¿Dormida? Rápidamente trajiste una manta para taparla, saludaste a Coco y le diste unos cuantos mimos, te dirigiste a bañar debido a que habías hecho mucho ejercicio y luego de eso planeaste un calendario de entrenamiento que debías cumplir si o si, y así transcurrió el mes y la mañana del festival deportivo llego, habías dado todo de tu ser por entrenar, estabas más delgada y marcada, pero te parecía que estaba bien así que no le tomaste mucha importancia.