Las semanas pasaron y al parecer Dios había escuchado nuestras plegarias, Jessy estaba evolucionando muy bien, su pierna estaba curada y no tenía la cabeza vendada y segun los médicos, eso significaba que podría despertar en poco tiempo, pero eso no me quitaba la angustia y el llanto de todas las noches. Estábamos con ella todos los días.
John: ayer llevé a Jaxx un rato a mi casa, para que pueda jugar con Bao, sabes? -le dije- ya no es el mismo perro feliz que era antes, le haces falta -hice una pausa- en realidad nos haces falta a todos... ya se que no debo ponerme triste porque en poco tiempo vas a reaccionar pero... es tan difícil -las lagrimas querían salir- es tan difícil verte así, sin saber cuando despertaras ya ha pasado casi un mes y te extraño demasiado mi amor -frote mi rostro contra su mano para poder sentir su calor por lo menos- debes ser valiente, si? Así saldrás más rápido de esto y podrás volver a ser esa chica tan alegre y risueña de antes... nunca te lo había dicho antes pero, desde que murió Helen no había vuelto a sonreír hasta que te conocí, de alguna forma supiste alegrar mis días con tu sola presencia y así lograste meterte en mi corazón, con tus bailes improvisados y esas ocurrencias tan locas que tenías a veces -rei al recordar eso-
Continue hablándole un rato más antes de irme, me despedí de ella con un pequeño beso en la frente. Volvi a casa y al rato llegó Leo, no lo esperaba así que me sorprendió bastante su visita.
Leo: como estas llevando toda esta mierda? -dijo mientras servía un par de tragos-
John: como puedo... -respondi sin ganas-
Leo: Mara quiso ir a verla hoy, ahora está con ella -suspiro-
John: y el bebé, como esta? -quise cambiar de tema-
Leo: genial... mi hijo está cada día más grande y más terrible, lo descuidas un segundo y ya está intentando treparse a algún mueble -sonrio- lo adoro
John: debe ser lindo... ya sabes, tener un hijo
Leo: lo es, algún día lo sabrás -me dio ánimos-
John: no Leo, ya es tarde para mi, ya tengo casi 40, Jessy aún es demasiado joven para ser mamá y... seamos sinceros -hice una pausa- yo no soy la mejor opción para formar una familia
Leo: eso mismo pensaba de mi mismo, y mírame ahora -sonrei-
El logro animarme y hacerme sentir mejor, los días pasaron, iba al hospital todos los días sin falta y le leía libros, libros de amor en su mayoría, de misterio, y romance, sabía que esos eran sus favoritos. También le contaba historias de mi infancia. Pero hoy era el momento de leerle unos cuantos poemas.
Llegue a su habitación y entre con el libro entre mis manos.
John: hola, niña linda -me senté a su lado- hoy te quiero leer algo un poco diferente, se que te va a gustar.
Sin decir más comence a leer los poemas que había seleccionado meticulosamente en el libro. Leí los que me llegaron más al corazon
Amada, el aura dice
tu pura veste blanca...
No te verán mis ojos;
¡Mi corazón te aguarda!
El viento me ha traído
tu nombre en la mañana;
el eco de tus pasos
repite la montaña...
no te verán mis ojos;
¡Mi c...!
Me detuve inmediatamente y la mire su mano fijamente, sus dedos comenzaron a moverse de repente me puse de pie tan de repente que el libro calló a mis pies.
John: Jessy... -mire su rostro que aún se mostraba en un sueño profundo- Jessy, nena... me escuchas? -pregunte esperando recibir una respuesta, sin exito- a ver, si me oyes mueve la mano, puedes hacer eso? -puse toda mi concentración en su mano y lo hizo, movió los dedos-
Me quedé en blanco unos segundos antes de salir corriendo a llamar al doctor. Este entro rápidamente para revisarla y me dejo esperando a fuera, tome mi celular con las manos temblorosas y llame a Edward para informarle lo que había pasado. Espere un par de minutos hasta que el doctor salió nuevamente.
John: y? Ya despertó? Puedo verla? -pregunte sin vergüenza-
Doctor: aún no despierta, debemos hacerle un par de exámenes y ver la actividad que hay en su cerebro, para ver si en realidad está reaccionando o si solo fue una reacción involuntaria de su cuerpo
John: pero... ella movió los dedos cuando le pedí que lo hiciera
Doctor: lo sé, pero cuando yo le hablé no hizo nada... esto puede ser debido a que mi voz no le es familiar. Así que comenzaremos a preparar los equipos inmediatamente para realizar los estudios
John: entiendo... -retrocedi un tanto decepcionado- puedo entrar?
El doctor asintió y volvi a quedarme al lado de su camilla, hablándole... diciéndole cosas bonitas para que estuviera contenta al despertar. Sus padres llegaron un rato después y les comenté lo que me dijo el doctor y comenzaron a hablarle también.
Edward: hija, soy papá -susurro muy cerca de su oído- mamá también está aquí conmigo.. puedes oírme? -con algo de temor dirigimos nuestra atención a cada parte de su cuerpo-
Melissa: su pierna!! -dijo con emoción y la señaló, la estaba moviendo a penas-
Unas pequeñas lágrimas de emoción escaparon por nuestras mejillas. Al día siguiente le hicieron los estudios y por la tarde nos dieron los resultados. Con mucha felicidad el doctor se dirigió a nosotros
Doctor: ya revisé los resultados y me alegra informarles que la chica está reaccionando -todos nos abrazamos de la emocion- ella va a despertar en cualquier momento, pero debo advertirles de nuevo que es muy probable que no todo salga bien -se puso serio- por que aún no sabemos que consecuencias pueda tener después de esto..
Edward: lo sabemos doctor...
Volvimos a casa con un granito más de esperanza, pude descansar bien y sin problemas, pasaron dos días más, estaba leyéndole otro libro hasta que un sonido captó mi atención, un leve quejido escapó de sus labios, al mismo tiempo que abrió los ojos.
Jessy: q-que... pa...so? -a penas logró pronunciar-
No saben lo feliz que era al escuchar su voz de nuevo.
John: alguien te disparó en la pierna y luego te dio un golpe muy fuerte en la cabeza -intente contener la emoción-
Ella miraba a todos lados antes de fijar la vista en los pies de la camilla, lucia preocupada y confundida.
Jessy: n-no lo ... recuerdo -dijo con angustia notable en su voz y rostro-
John: tranquila Jessy -intente calmarla- llamare a tus padres y al doctor, si? -pregunte buscando su aprobación, ella solo asintió-
Rápidamente tomé mi celular y llamé a Edward, le conté las noticias mientras iba a buscar al doctor, intenté apresurarme lo más que puede, no quería dejarla mucho tiempo sola y menos en el estado en el que se encontraba.
Volvimos en menos de 10 minutos y el doctor comenzó a revisarla, justo en ese momento Edward y Melissa entraron a la habitación.
Jessy: papi -de inmediato se fundieron en un fuerte abrazo- no recuerdo lo que pasó -dijo entre lagrimas-
Edward: tranquila amor, no pasa nada -la consoló-
John: si, Jessy... pronto todo volverá a ser como antes -le tomé la mano y sonrei-
Jessy: gracias pero... -me miro por unos segundos de una forma que no supe describir- tu quien eres...?
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