Te quiero decir que te extraño.
Que te necesito, y que añoro uno de tus abrazos.
Ya ha pasado bastante desde que no nos vemos, y por ahora creo que no nos vamos a ver más.
Sólo espero que dentro de varios años, por fin te pueda ver de nuevo.
Tu sonrisa.
Tus ojos llenos de luz.
Y pueda abrazarte muy fuerte.
Extraño tu voz.
Tengo vergüenza al decir que ya no la recuerdo.
Por favor, no me culpes a mí, culpa al tiempo.
Culpa a la edad que tenía cuando te fuiste.
Culpa a la enfermedad que te llevó lejos de mí.
Te he necesitado mucho durante estos casi seis años, ¿sabes?
Han pasado muchas cosas desde que te fuiste.
Seguí ocupando los mejores puestos en la escuela, sólo por ti.
Aumenté de peso, mucho.
Me hicieron sufrir.
Y luego bajé de peso, mucho.
Lo siento por eso.
Algún día, hace muchos años, te prometí que no dejaría que me molestaran.
Rompí la promesa.
Pero, joder, sin ti perdí todo.
Perdí mi felicidad.
Perdí el amor más puro que jamás me podrían dar.
Te perdí a ti.
Hice una amiga cuando me molestaban.
Al año ella murió.
También me dolió, muchísimo.
Luego hice otra amiga.
A mi abuela le molesta, pero te juro que es buena.
También tuve un novio.
Fue muy bueno conmigo,
pero yo no con él.
Me sentía incapaz de amarlo como él me amaba a mí. Y lo dejé.
No quería engañarlo más.
Hice otra amiga.
Te puedo jurar que es la mejor.
No sabes las cosas tan tontas que hemos hecho.
Aunque, si me ves, de seguro las sabes.
Me hice daño.
Mucho daño, y lo siento.
Ya no lo hago, lo he prometido.
Y no volveré a caer.
Por ti, por él.
Por ustedes dos.
Mi hermano ha ganado una beca,
es motivo de orgullo de la familia.
Yo sigo sin ganar nada,
me ignoran mucho aquí.
Me hace falta tu compañía.
A veces no dejo de llorar, esperando tu regreso.
Sé que no se puede, que es imposible.
Sin embargo, lo espero.
Tengo un novio ahora.
Es el mejor, tú lo sabes.
Me hace feliz, y me gustaría que lo conocieras.
Se llevarían muy bien.
He cometido varios errores en este tiempo,
y sé que cometeré más,
pero no me odies por eso.
Sé que he cambiado mucho,
ya no soy la muñeca rubia que veías.
Ahora mi cabello es castaño, ha cambiado con el tiempo.
Pero es castaño claro, como lo era el tuyo.
Me han dicho que soy bonita,
y que me parezco a ti.
Mucha gente te recuerda cuando me ve.
Me alegra que te recuerden.
Yo no te olvido en ningún momento.
Siempre estás conmigo.
Pero a veces no te siento.
Me gustaría sentirte más.
Sentir tus brazos rodeando mi cuerpo.
Sentir tu voz de nuevo en mi oído,
tratando de calmar mis llantos.
Ahora estoy de vacaciones,
me aburro mucho en casa,
pero no me quejo.
He dejado de comer normalmente de un tiempo hasta acá,
me han dicho que es malo,
pero mi cuerpo no presenta cambios,
no me importa.
A veces me sumerjo en total oscuridad,
en esos momentos te necesito más que nunca.
Necesito ver tu luz,
pero no estás.
Algún otro día te escribiré un poco más,
y te contaré lo nuevo que hay en mi vida,
aunque tú ya lo sepas.
Como último, pero más importante,
quiero repetirte que te amo.
Que te amo con todas las fuerzas posibles,
y que sigues teniendo tu lugar en mi corazón.
Te extraño tanto.
Nos vemos algún día, mamá.