La guerra entre vampiros y licántropos no nació de una simple rivalidad, sino de su insaciable deseo de supremacía.
Las leyendas cuentan que todo comenzó con Lilith, la primera mujer antes de Eva, creada por Dios a partir de la misma arcilla que Adán. Sin embargo, su espíritu indomable la llevó a rechazar el papel de sumisa. Cuando Adán intentó imponer su autoridad, ella lo desafió.
- Yo también fui hecha con polvo y, por consiguiente, soy tu igual. -dijo
Cuando él trató de someterla, Lilith abandonó el Edén y se refugió en el Mar Rojo, donde se unió a demonios y engendró seres oscuros. Como castigo, Dios la maldijo, convirtiéndola en un ser condenado a succionar la sangre de los recién nacidos. Así nació la primera vampira.
Las historias de criaturas nocturnas y devoradores de carne se extendieron por todo el mundo. En la mitología griega, Lamia, una mujer maldecida por Hera, seducía a los hombres y bebía su sangre.
En Roma, las estriges acechaban a los niños en la oscuridad. Y en el norte, los guerreros hablaban de los Draugr, muertos vivientes que bebían la sangre de sus víctimas.
Los licántropos también tienen su propia historia. Se dice que su origen proviene de Licaón, un rey cruel que sirvió carne humana a Zeus para probar su divinidad. Enfurecido, el dios lo transformó en un lobo. De ahí surgió la palabra Licántropo, que significa "hombre lobo".
Pero entre todas estas criaturas, existía una abominación más temida: los Volkodlak, híbridos entre vampiros y licántropos. Un ser tan poderoso que la naturaleza misma no toleraría su existencia.
Y yo era la única de mi especie.
"Un híbrido sería más letal que cualquier hombre lobo o vampiro. La naturaleza no toleraría semejante desequilibrio de poder".
Mis padres fueron asesinados por los gobernantes de ambas razas antes de que siquiera pudiera recordar sus rostros. Sobreviví solo gracias a mi tía, miembro del consejo licántropo, quien me protegió de aquellos que querían erradicarme, me mantuvo oculta, hasta que las cosas se calmaran.
Con el tiempo, la guerra entre clanes quedó en las sombras. Vampiros y licántropos acordaron coexistir entre los humanos, manteniendo sus conflictos lejos de la vista del mundo.
En la actualidad, algunos incluso compartían espacios con ellos.
Muchos mitos acerca de ambas razas surgen con el paso de los años, pero solo siguen siendo eso para los humanos, leyendas, cuentos de terror o simples mitos.
Claro, la guerra entre ambos bandos ha existido desde la creación del todo con el fin de reinar sobre la tierra, pero con el paso de los años esta idea ha sido simplemente olvidada; ya que el surgimiento de la raza humana se ha interpuesto en ello. Se han ocultado a su sombra y aquel que se de a la luz, será asesinado.
En la escuela convivían tres especies "convivían"... vampiros, hombres lobo y humanos. Aunque, en realidad, era una tregua frágil, donde cualquier chispa podía encender un conflicto.
Aunque pronto esa chispa estaba a punto de encenderse.
El ambiente en la cafetería estaba cargado de tensión.
Los clanes estaban separados, como siempre. Licántropos en una esquina, vampiros en otra. Los humanos, en su ignorancia, se sentaban donde quisieran. Y yo... yo pertenecía a ninguna parte y a todas a la vez.
Hey, huele a perro mojado -soltó Lucía con desdén, dirigiéndose a Lauren.
Los licántropos se tensaron de inmediato. Nadie podía darse el lujo de provocar una pelea delante de los humanos. Pero la provocación estaba hecha.
Lucía, ¿te sientes mal? -respondió Lauren con una sonrisa cínica-. Te ves un poco pálida.
Los licántropos rieron. Ahora era el turno de los vampiros de mantenerse firmes.
Lucía golpeó la mesa con fuerza, su mirada fija en los ojos verdes de Lauren.
La cafetería quedó en silencio.
Suspiré, aquí vamos de nuevo...
Me acerqué despacio y, como siempre, los vampiros que acompañaban a Lucía dieron un paso atrás. Cobardes.
¿Hay algún problema? —pregunté con calma, interponiéndome entre ambas.
Lucía endureció la expresión.
N-Nada, solo estábamos conversando dijo con falsa dulzura, antes de retirarse con una sonrisa sarcástica-. Nos vemos luego, cariño.
Rodé los ojos y me giré hacia Lauren, quien bufó con fastidio.
Te dije que no le hagas caso.
- Los de su especie son unos malditos, deberíamos poder vivir en paz - Tenia razón, pero eso solo sucedería si los "antiguos" y sobre todo los lideres de ambas razas fueran asesinados.
- Los de tu especie Jauregui tambièn son unos malditos - Camila había llegado a la mesa.
- La reina de las chupa sangre hace aparición frente a nuestra mesa, deberíamos brindarle alimento, ten bebe así tendrás algo de mi poder por tu venas - Cabello me miro y se fue acercando hacia mi.
La rivalidad entre Cabello y yo surgió con la idea de quien podría ser la más poderosa.
- Te pondré una bala en la boca si sigues hablando asqueroso Volkodlak - Era asì siempre, con cualquier especie.
Como la única Volkodlak, era tachada como "la sangre sucia", pero eso no me quitaba que podía ser una de las más poderosas entre ambos clanes. Me tenían miedo, la mayoría de ellos y los que se creían superiores eran tan débiles que ni siquiera podían tocarme. Si tan solo pudiera decir eso de cabello, ella pertenecía a la sangre más pura de vampiros y era una de las más poderosas de clan vampírico.
- Si logras hacerlo te aplaudire, pero antes de que eso suceda te clavaré una estaca y te mandare a dormir durante siglos...
Flashback:
Pov _____:
El aroma del hierro llenaba el aire. Un gruñido gutural resonó en el bosque, seguido por un destello de ojos dorados en la penumbra. TN se incorporó con dificultad, sintiendo la sangre tibia deslizándose por su ceja. El impacto contra el suelo la había dejado aturdida, pero su cuerpo estaba diseñado para resistir más de lo que cualquier licántropo o vampiro pudiera soportar.
—Vaya, creí que los Volkodlak eran más resistentes —se burló una voz melódica y cruel.
Camila Cabello emergió de entre los árboles con la gracia depredadora de una pantera. Sus ojos carmesí brillaban con malicia mientras jugueteaba con la daga de plata que sostenía en su mano. La hoja aún goteaba con la sangre de TN.
—No deberías haber cruzado mi camino esta noche —gruñó TN, mostrando los colmillos.
—¿Y dejarte hacer lo que quieras? No me hagas reír. Tú no perteneces ni a los nuestros ni a los suyos —dijo Camila con una sonrisa venenosa—. Eres un error, y los errores deben corregirse.
La noche anterior, en una misión rutinaria para vigilar los límites del territorio, TN había descubierto un grupo de vampiros cazando humanos, violando el frágil tratado entre las especies. No era raro que los vampiros de sangre pura ignoraran las reglas; después de todo, se consideraban superiores a cualquier otra criatura.
TN se había lanzado a detener la masacre, pero lo que no esperaba era que Camila estuviera entre ellos.
¿Así que esta es la justicia de los vampiros? —escupió TN, limpiándose la sangre del labio—. Se supone que hay un acuerdo. ¿O acaso crees que las reglas no se aplican para ti?
Camila sonrió, mostrando sus colmillos perlados.
—Oh, _____ . . . Tú aún no entiendes cómo funciona este mundo. No hay acuerdos. Solo los fuertes sobreviven.
Antes de que TN pudiera responder, Camila desapareció en un parpadeo y reapareció frente a ella, la daga en alto, lista para clavársela en el corazón. Pero _____ no era solo una licántropa, Ni solo una vampira.
En el último segundo, atrapó la muñeca de Camila con una fuerza sobrehumana. Su agarre era como el acero, y por primera vez, la vampiresa frunció el ceño.
Si me subestimas, Cabello, cometerás un grave error.
En un movimiento fluido, _____ giró sobre sí misma, torciendo el brazo de Camila y lanzándola contra un árbol con tal fuerza que la corteza se astilló. La vampiresa se incorporó con elegancia, limpiándose la suciedad del vestido con un gesto altivo.
No está mal —admitió, inclinando la cabeza - Pero sigues siendo una aberración.
_____ respiró hondo, sintiendo el ardor de la adrenalina recorriendo su cuerpo. Sabía que este no era solo un enfrentamiento casual. Camila no solo la odiaba por su existencia como Volkodlak. Había algo más, algo más profundo detrás de sus palabras llenas de veneno.
—¿Por qué realmente me odias, Camila? —preguntó TN, con la voz más tranquila.
Camila entrecerró los ojos, pero no respondió. En lugar de eso, sonrió con una dulzura artificial.
—Nos vemos en la escuela, _____.
Y en un parpadeo, desapareció en la oscuridad, dejando a TN con más preguntas que respuestas.
Pov Camila:
El frío de la noche la envolvía mientras se apoyaba contra el tronco del árbol, masajeando su muñeca. El golpe que TN le había dado aún le hormigueaba, pero no era eso lo que más le preocupaba.
Suspiró, observando el bosque sumido en la oscuridad. Sabía que TN pensaba que ella estaba cazando humanos, y quizá esa era la impresión que quería dejarle.
Pero la verdad era otra.
Ella no había estado ahí para matar.
Había estado siguiendo a su propio clan. Vampiros de sangre pura que sí habían roto el tratado. No podía permitir que su raza se expusiera de manera tan descuidada, pero tampoco podía desafiarlos abiertamente sin que su lealtad fuera cuestionada. Así que los vigilaba, asegurándose de que no dejaran rastros, eliminando cualquier testigo cuando era necesario… pero nunca matando por placer.
Ver a TN irrumpir en la escena, con la furia de una bestia desatada, la había tomado por sorpresa. No porque no esperara encontrar resistencia, sino porque ver a TN luchar siempre despertaba algo en ella. Algo que no quería nombrar.
Cerró los ojos un momento, recordando el enfrentamiento. La manera en que TN la sostuvo con tanta facilidad, la intensidad de su mirada… La pregunta que le había hecho antes de que se marchara:
"¿Por qué realmente me odias, Camila?"
Camila dejó escapar una risa seca. Si TN supiera la verdad…
Pero eso no podía pasar.
Las barreras que mantenía firmes podrían empezar a desmoronarse.
Y eso era algo que no podía permitirse.
Nos vemos en la escuela, ______ - murmuró para sí misma antes de desaparecer entre las sombras.
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