Caía por una espacie de portal y, de pronto, me encontraba en pleno océano, ahogándome.
De la nada aparecieronn unos etraños y me rescataron. Perdí la conciencia y me desperté en una playa. Junto a mi se encontraba un chico rubio, creo que fue él quien me salvó utilizando el boca-boca, porque me sentía un poco asfixiada. Aún en esas condiciones, eché a correr pero no llegué muy lejos ya que el chico que había dejado atrás hacia unos segundos, se encontraba delante de mi. Ambos comenzamos a correr, él me hizo una zancadilla, yo caí y el conmigo.
De la playa pasamos a una caverna. El chico se acercó a mi asustado, yo miré en la dirección que señalaba y lo ví, el motivo de su miedo. Un hombre con una sonrisa maliciosa que vestía un traje negro y capa blanca. Creo que hablaba con un subordinado.
No nos oyeron entrar, así que aprovechamos para escondernos y fue entonces que el chico se acercó más a mi y yo le pedí perdón. Pasado un rato cuando vimos que ya no había nadie, nos pusimos a andar agachados hasta lo que parecía un acuario enorme en una de las paredes de la caverna. Instintivamente lo atravesé y cogí la mano del chico mientras me elevaba.
Ascendimos por unas columnas y llegué hasta lo que sería una edificación, había gente allí. Yo me transformé en una especie de criatura acuática (con branquias, membranas en los dedos y la nariz plana). Cuando llegué a cierta planta, salgo de esa especie de corriente de agua y pido oxigeno pero no me entienden. El chico se estaba ahogando. Finalmente conseguí aire en de un frasco que flotaba.
Me acerqué a un mostrador atravesando una cortina de agua y recordé que ese había sido mi punto de partida. Le dije a un chico del mostrador que enviase a casa a mi compañero, me contestó pero no oí la respuesta. También me preguntó cómo estaba y contesté:
-Soy una superheroína- con tono sarcástico. Me encontraba cansada y solo quería que esa situación acabase pronto. El muchacho me miró con cara de no querer volver.