Seis meses más tarde.
Aburrida.
Estoy tan aburrida.
El cielo era pálidamente azul y un pájaro solitario circulaba a través del aire sobre la prision. Nubes de niebla flotaban alrededor de los edificios grises y yo observaba cómo aquel pájaro volaba, preguntándome si había perdido a sus amigos al final de otoño y fue dejado atrás mientras todos viajaban a lugares más cálidos. Esa solamente otro día para los convictos en aquellos trajes enterizos naranjas brillantes, quienes hablaban entre ellos, caminaban para estirar sus piernas, peleaban y jugaban de distintas formas para mantenerse entretenidos. Yo estaba tirada en el suelo, sobre una fina capa de nieve y miraba a el cielo con una expresión aturdida en mi rostro. Mi diversión luego fue arruinada cuando Chan camino hacia mi, levemente pateándome y ordenándome que me levantara. Ignore la advertencia del guardia con una gorra roja de lana.
-Chan-ah, ¿Como va la vida del otro lado de las paredes?-Murmure seriamente.
El frunció su ceño y miro en mi dirección.-Exactamente igual que ayer. Deja de molestarme con esta clase de preguntas. No es que vea mucho de todos modos, ya que mi jefe siempre hace que haga turnos en la noche y un par de horas extra.
-¿Quieres que le escriba una carta de enojo con insultos y otras cosas más?-Respondí burlonamente y sonreí.
-¿Quieres que te tire dentro de una celda de confinamiento en solitario por el resto del día?-Soltó en respuesta.-Jamás te perdonaré por lo que hiciste. ¡Era la única vez que los prisioneros estaban votando en quien era el mejor guardia y no me elegiste solo porque otro guardia te estaba sobornando con cupcakes!
-Eran cupcakes con algo de alcohol dentro, o bueno saborizados tal vez con alcohol.-Trate de protestar y hacerlo entrar en razón.
El gruñó y respondió seco: -Eso no me hace sentir ni un poco mejor.
Chan era mi única fuente de entretenimiento estos días. Bromeábamos y discutíamos entre nosotros demasiado y su actitud siempre mala y ruda de alguna manera hacía que la vida en prision fuera al menos un poco más soportable. Realmente era horrible volver luego de haber probado la libertad. Estuve casi a punto de escaparme de este lugar por siempre, luego la esperanza de resbaló a través de mis dedos y la policia me arrastró nuevamente dentro de este asqueroso lugar.
Había pasado casi ya medio año desde que el Equipo Z había sido disuelto. Tratamos de pelear para que no sucediese pero si queríamos mantenernos fieles a nuestro verdadero propósito, debíamos seguir la ley. El público jamás se entero de la realidad de el equipo misterioso que resolvía numerosos crímenes y hacía que viciosos crimínales fueran arrestados, finalmente con nuestras vidas jamás siendo las mismas otra vez.
Yiyeon abandonó por completo la vida de crímenes e investigaciones y decidió are una cafetería. Aun seguía Aldo enamorada de Jackson y regularmente le llevaba almuerzos caseros en esperanza de que el eventualmente la notara. Jackson por otro lado fue puesto a prueba por un par de meses después de todo lo sucedido, pero se enterró el mismo justo en resolver crímenes apenas volvió. Pasaba la mayoría de su tiempo investigando diferentes casos o pasando tiempo con Yiyeon. Aun no notaba el amor de ella por el, pero estaba comenzando a notar sus extrañas emociones de celos cada vez que otro hombre miraba a Yiyeon. Seungmin decidió dejar el hospital y continuar trabajando en sus investigaciones medicinales en otro laboratorio. El trataba de decirse a el mismo que estaba agradecido de que no debía lidiar más con el Equipo Z, pero aún secretamente extrañaba las investigaciones. El siempre se encontraba seguidamente alguna excusa para visitarnos a todos. También aún trataba de asegurarnos que aún nos odiaba, pero el sabía que no era verdad. Jinyoung fue el único que volvió a su vieja rutina en la nueva oficina de fiscales. Decidimos darle crédito por la directora que fue arrestada y el rápidamente alcanzó la popularidad y subió de puestos en el trabajo. Luego estaba yo, atrapada con mi sentencia de por vida en prision sobre mi cabeza otra vez.
El tiempo en la prision pasaba terriblemente lento y jamás deje de extrañar a Hyunjin. La imagen de el y la memoria de su risa siempre volvía de a ratos a mi mente mientras trababa de vivir mi vida. Estaba lidiando con encontrar una razón para continuar existiendo, pero las visitas de mis amigos, al menos lograban calmar mi dolor. No pensé que lo harían, pero el Equipo Z hizo un hábito el venir a verme a prision. A pesar de todo aún debía lidiar con las quejas de Yiyeon, la incredulidad de Jackson, las payasadas de Seungmin y la actitud libre y energética de Jinyoung, aunque en realidad no me molestaba. Jamas lo diría por lo alto, pero comencé a pensar de ellos como verdaderos amigos.
Otra cosa que era diferente era el hecho de que mi madre ahora estaba aquí.
El jefe de la policia Kang Jaeyong y el fiscal Son Ahn Lee, quienes eran los únicos que sabían como ella llegó a donde estaba, estaban muertos, aunque aún así ella decidió confesar y arrepentirse de sus crímenes. Aun trataba de evitarla a toda costa a lo primero, pero ella estaba teniendo un par de problemas en ajustarse a la vida aquí dentro. Era consideraba una de las más bajas en la cadena jerárquica de criminales. Las personas comunes que estaban atrapadas aquí odiaban a los fiscales corrupto y otros como ella, no tomando tanto tiempo en que se involucrara en una pelea. Otra mujer convicta estaba golpeándola hasta que me involucre y la salve. Trate de decirle que solo la ayude sólo ir aquella vez, pero de alguna manera comenzó a seguirme por todos lados y me encontré a mi misma enseñándole las formas de supervivencia en prision. Era una manera extraña de pasar el tiempo de madre e hija con ella, pero lentamente estábamos volviéndonos amigas.
Pase demasiado tiempo pensando en nuestro último caso. Jinyoung trabajaba en revisar a través de todos los casos del fiscal Ahn Lee y sacar la verdad de los crímenes de este y el jefe de la policia a la luz. El desesperadamente quería que las victimas obtuvieran justicia y realmente admiraba su determinación y pasión por ser un buen fiscal, pero de alguna forma aún deseaba que jamás hubiera entrado a mi vida. De alguna forma, no podía evitar ser egoísta, porque si el no hubiese vuelto, Hyunjin aún estaría aquí.
Aún estaba tirada en el suelo sobre la leve cuando Chan me golpeó en las costillas, haciéndome que me sentara.
-¿Quien fue el que vino a visitarte antes?-Pregunto curioso de repente.
Mis ojos se abrieron un poco y rápidamente comencé a pensar en una excusa.-Mi amigo.
-¿Como es que alguien tan antipática como tu tiene tantos amigos?-Protestó y frunció su ceño.
Tome algo de nieve en mi mano y la arrojé directamente a su rostro. Mis labios se ensancharon en una sonrisa maliciosa ante su expresión de horror y rápidamente me puse de pie.-Honestamente, no tengo idea.
El comenzó a perseguirme por alrededor y amenazarme con golpearme, mientras que yo corría y me reía. La visita de la cual el hablaba era la de mi padre. El no venia a verme algo seguido y entendía que aunque el fuera un hombre poderoso, era algo arriesgado que viniera a prision, Era difícil para nosotros hablar sobre cosas normales que no estaban relacionadas con el crimen, porque esas eras nuestras vidas básicamente, pero de alguna manera logramos hacerlo. Hoy su visita, me dejó algo confusa, ya que dijo algunas extrañas cosas.
Estábamos sentados en lados opuestos del transparente vidrio que separaba la habitación, cuando repentinamente dijo: -Tengo un regalo para ti.
-¿Un regalo? Pero mi cumpleaños es en dos semanas, o ¿Acaso estamos finalmente realizando el concepto de 'todo el mes de cumpleaños' realidad?-Pregunte y sonreí divertida.
Su rostro se quedó serio, pero sus ojos brillaban con anticipación.-Te enteraras muy pronto.
Fruncí mi ceño molesta y crucé mis brazos en mi pecho.-¿Que? ¡Odio las sorpresas! Lo sabes, así que puedes meter tus mensajes cifrados e indirectos bien dentro de tu-
-La hora de la visita ha terminado.-Chan me interrumpió y abrió la puerta de la pequeña sala.
Fruncí mi celó enojada y mi padre se rio entre dientes.-Te veo pronto, mi niña.
Ni siquiera fue la mención de el dándome un regalo que me confundió, pero la forma en la que dijo esas palabras. Era completamente diferente que las últimas veces cuando vino a verme. El siempre decía que volvería cuando podría, pero que no debía esperanzarme demasiado. Estaba tan acostumbrada a eso y el pensamiento de su cambio repentino fue muy extraño.
Estaba corriendo aún y miraba por mi hombro a Chan quien pronto terminó cansado de mi. Saque mi lengua en su dirección en forma de burla y comencé a saludarlo con mi mano, tratando de captar su atención, pero rápidamente se rindió y comenzó a caminar hacia el otro lado. Otros guardias lo habían llamado para que ayudara con el nuevo prisoners, quien luchaba y gritaba. Instantáneamente me congele ante el sonido de su voz y un escalofrío recorrió mi espalda. Lentamente giré mi cabeza y mis ojos crecieron en shock. Mi respiración estaba comenzando a volverse rápida y mi corazón comenzó a acelerarse en mi pecho.
Jeongin.
¿Acaso fue arrestado?
Sus oscuros ojos miraron directamente a los míos e instantáneamente dejó de pelear con los guardias. Lo soltaron y comenzaron a darle advertencias, pero el las ignoró completamente y comenzó a caminar hacia mi. Su sonrisa creció aún más mientras hacía su camino hasta mi y me encontré a mi misma incapaz de moverme. Memorias de la noche en la que fui forzada a asesinar a un hombre se repetían en mi mente y mis manos temblaban con terror.
Salí de aquel trance que mi miedo me provocó y tropecé hacia atrás, allí fue cuando Jeongin comenzó a correr hacia mi. Los guardias solamente rodaron sus ojos, pensando que otra pelea entre prisioneros comenzaría y ellos creían que era una de las cosas más molestas que podían suceder en la prision. Pensé que también trataría de golpearme, pero luego una lapicera que debía haber obtenido de algún que otro lado, salió de su manga de su traje anaranjado. Apretó su agarre en esta, apretando para que la punta saliese y la levantó por sobre su cabeza.
El dolor quito repentinamente el aire fuera de mis pulmones y el aún sonreía cuando yo susurré: -¿Por que?
-No tiene nada que ver contigo en realidad.-Respondió y quito la lapicera de mi pecho otra vez. Sangre comenzó a manchar mi traje anaranjado y comencé a sentirme algo mareada.-Solo estoy pagando por mis errores.
Colapse en el suelo y tres guardias noquearon a Jeongin a el suelo. El estaba siendo arrastrado a aislamiento en solitario, mientras que yo estaba en el suelo sobre la blanca nieve, tratando de quedarme consciente. Estaba perdiendo demasiada sangre y todo alrededor mío comenzaba a ser más y más distante. Pronto la nieve no se sentía fría, mi pecho dejó de doler y una dulce y tranquila sensación de entumecimiento lleno mi cuerpo.
Estaba completamente inmóvil y mis ojos estaba solo medianamente abiertos cuando fui colocada en una camilla y Chan junto a otro guardia quienes me llevaban, corrieron fuera de la prision. Oí las sirenas de una ambulancia y una máscara cubrió mi boca. Íbamos rápidamente hacia un hospital en Seúl y me preguntaba si realmente quería sobrevivir a esto. La sensación de dolor comenzaba a volver y estaba insegura de si prefería la dulce tranquilidad de la vida después de la muerte. No parecía tener mucho por la cual vivir de todos modos, pero mientras pensaba sobre morir finalmente, la ambulancia repentinamente chocó.
Las enfermeras estaban inconscientes, la cabeza del conductor estaba descansando y yo estaba tirada en mi camilla, recuperando mi aliento. No tenía idea de que había sucedido, así como antes cuando Jeongin decidió atacarme, pero el dolor lentamente estaba comenzando a tomar mi cuerpo otra vez. Vi a alguien abrir la puerta de la ambulancia y por un momento, pensé que estaba en peligro. Luego un par de fuertes brazos de envolvieron a mi alrededor y me levantaron en el aire. Su suave cuidado y la mano que acaricio mi frente instantáneamente hicieron que me sintiera a salvo y mis ojos lentamente comenzaron a cerrarse.
-Lo siento. No quise lastimarte, pero no podía hacerlo de otra forma.
Trate de mirarlo, pero me desmayé antes de que pudiera ver el rostro de mi salvador.
***
Estaba demasiado enojada con mi padre.
Si había alguna cosa que odiaba más que nada en el mundo, entonces era que no me dijeran nada de lo que sucedía. El si me presumió sobre su plan maestro para sacarme de prision, aún si eso involucraba a mi siendo apuñalada y casi morir en ello. Trato de mentirme que se encontró con Jeongin, quien justamente estaba planeando ser arrestado, pero sabía que no estaba diciendo la verdad. Había algo más que estaba sucediendo, pero en vez de decirme la historia completa, solo me asistió la herida y me arrastró fuera de su casa.
El restaurante donde me encontraba ahora estaba completamente vacío. Estaba localizado en el piso más alto de un rascacielos y estaba sentada en una de las mesas, muriendo de aburrimiento. Mi padre Zhang, quien me compró el lugar entero por esta noche me ordenó que me quedara aquí, esperando y sin causar ningún problema, aunque no me quede quieta por mucho tiempo. El sentimiento de ser libre nuevamente estaba volviéndome completamente loca, como extática y no pude evitar en levantarme cuando vi que comenzó a nevar fuera. Abrí las puertas que daban a un pequeño balcón, saliendo fuera y mis ojos brillaron con emoción al ver los copos de nieve caer en cascada del cielo encima de Seúl. Mi mirada viajo sobre la vista de la ciudad y me pregunté que tendría el futuro para mi ahora que estaba libre otra vez.
-Seria más divertido si tuviera a alguien a mi lado.-Murmure pensativa y me incline sobre la barandilla del balcón. El viento soplaba a través de mi largo cabello y estaba observando la vista de la ciudad llena de luces que nunca se apagaban y pensando, hasta que repentinamente oí el sonido de pasos. Giré mi cabeza, preguntándome si mi padre o quien quiera que se suponía que debía esperar, finalmente vino.
Los pasos hacían eco a través del restaurante vacío y las velas prendidas en las mesas iluminaban cálidamente en su rostro. Su cabello color caramelo caía sobre su frente adelante y sus ojos tenían aquel brillo familiar de travesura. Estaba parada en el balcón, observando cómo caminaba cerca de mi con completo shock. Mis ojos estaban llorosos, mi corazón latiendo rápidamente en mi pecho y a lo primero estaba lidiando con creer que el era real. Mi imaginación regularmente creaba imágenes de el para llenar el vacío que dejó en mi tiempo atrás. Pensé que este podría ser otro truco de mi mente y no quería esperanzarme demasiado.
La vista de mi mirada en shock hizo que el sonriera y lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas.
Era el.
Corrí la distancia que nos separaba y salté sobre sus brazos. El me abrazo lo más fuerte que pudo y me giró alrededor de él. Sus labios encontraron los míos y sentí que el fuego que había muerto en mi corazón, repentinamente comenzó a quemar otra vez.
-Hwang Hyunjin, ¿Como volviste de la muerte?-Murmure llorando y toque su rostro con mis manos temblorosas como si fuera a desaparecer en frente de mi otra vez. Su cabello ahora estaba castaño y largo, en una media coleta detrás de su cabeza.
El río divertido y dijo: -Hubiera muerto o me habrían llevado de vuelta a prision, pero tu padre me salvó. Fue una de las personas que fueron rescatadas del edificio colapsado y el se aseguró que la ambulancia donde estaba siendo trasladado, fuera manejado a un pequeño hospital fuera de Seúl. Me identifico con falsos documentos y pude mantenerme libre.
-¿Mi padre te transformó en el lider de una mafia o algo?-Murmure y mire a el traje negro que llevaba puesto. Le quedaba bien, pero no podía evitar burlarlo un poco.
El sonrió y acaricio mi mejilla. Sus ojos de suavizaron mientras empujaba un mechón de cabello detrás de mi oreja y susurro: -Lo siento por tardar tanto en ir por ti.
-Lo importante es que lo hiciste.-Murmure por lo bajo, envolviendo mis brazos alrededor de él de nuevo y enterrando mi rostro en su pecho.-No te vayas otra vez. Por favor, no me dejes. Era todo tan solitario sin ti. Estaba sin esperanzas y odiaba cada momento que tenia enfrentar el
mundo por mi misma.
-Deja de llorar. Estoy aquí ahora. Mírame. Estoy aquí y prometí que no iría a ningún lado. Lo siento por haberme ido.-Respondió y me sostuvo nuevamente.-Ahora que te tengo otra vez, no dejaré que te vayas. Eres mía, Jung Jinsoul. Es tal como tu dijiste, somos tu y yo.
-Te amo.-Solté y limpie mis lágrimas con la parte trasera de mi mano.
El tocó mi barbilla, levantando mi cabeza hacia el y miro profundamente mis ojos lloroso.-Y yo también te amo.
El viento soplaba a través de la puerta abierta del balcón, copos de nieve cayendo sobre la alfombra roja, derritiéndose y aquel frío día de invierno, mi solo y único sol, volvió a mi vida.
Fin.
[GRACIAS POR LEER! QUEDE HASTA YO MISMA ASÍ 🤡🤡🤡Me he emocionado tanto con esto! Espero que les haya gustado tanto como a mi y debo decir que he amado TODOS y cada uno de sus reacciones y comentarios en serio me alegran el día ❤️ Espero que no se hayan enojado conmigo y si podría recomendar esta historia lo agradecería mucho. Así que Gracias a todos ustedes por leerme, no me cansare de decirlo 🥺❤️.
PD: Por cierto estén atentos a el epílogo.
Maria.]