Chicos antes que flores

By Kurumi_Hyuga

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Spoiler: Hinata es la única estudiante "pobre" en el privilegiado instituto Konoha. En este, mandan los llama... More

Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capitulo 16
Capitulo 17
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 21

Capitulo 7

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By Kurumi_Hyuga

Anteriormente...

Y decidida, cerró la puerta y caminado lo más prudente y sigilosa posible, empezó con su misión. Huir de esa mansión sin ser vista y cambiada.

Bajó las escaleras, agarrándose a la baranda, mirando por todos los lados, escuchando atenta. Sonrió al verse en una situación como esa.

Enferma y deseando huir del malo. Es como una película.

-Qué haces-y Hinata rápidamente se tensó, su corazón bombeó acelerado y detuvo su respiración.

Ya estaba! Ya la habían pillado. Y si siquiera había llegado a la puerta. Y encima tuvo que ser él!

Porque! Porque! Porque!

Ya estaba! Ya la habían pillado. Y si siquiera había llegado a la puerta. Y encima tuvo que ser él!

Apretó la baranda al sentir sus pasos acercarse a ella y cerró sus ojos.

Por favor! Por favor! Que siga que siga!

Y eso fue exactamente lo que hizo; pasó por su lado, sin decir nada, sin hacer ningún movimiento provocando que esta abriera los ojos y le viera descender la escalera.

-Si quieres irte, puedes hacerlo. Nadie va a retenerte-

Con su pecho al desnudo y unos pantalones cómodos, se dirigió a otra sala, ignorándola. Mientras Hinata, asombrada pero volviendo a sus sentidos, terminó de bajar la escalera, lentamente, observando y esperando que Naruto se adentrara en la otra sala. Cuando desapareció, cayó al suelo de rodillas, respirando aliviada y quitando toda esa tensión.

No es tiempo de victorias Hinata, tienes que salir de aquí.

Se alzó del suelo y siguió caminando por la poca iluminada casa, todavía con el corazón acelerado. Buscó a los sirvientes por sus habitaciones, la cocina…pero no había nadie en esa casa.

Porque tienen que irse todos a dormir!

Pues se iría. Aunque fuera en pijama, saldría de esa casa, tan seguro como que se llamaba Hinata Hyuuga.

-Todavía aquí- ella se tensó de nuevo al escuchar esa voz y cerró sus ojos.

Porque? Porque siempre él?

Y cerrando sus manos en puños, siguió buscando una salida, a una persona, una habitación, le daba igual lo que fuera, mientras la mantuviera alejada de Naruto y su mirada.

-Lo mínimo que podrías hacer es agradecerme- Hinata se detuvo - si no fuera por mí, todavía seguirías en el suelo del instituto muriéndote de frío-

Ella apretó sus puños.

-Nadie te pidió que lo hicieras- respondió intentando sonar dura

-Es cierto. Podía haberte dejado tirada.-se dirigió a ella, sonando desinteresado -pero caíste prácticamente sobre mí. Y por supuesto, mi familia me enseñó a no dejar nunca a una dama en apuros-

-Debo tomarme eso como un halago?-

-Tómatelo como quieras-dijo rudo pasando por su lado-pero la próxima vez, evitar caer sobre mí. Es molesto-

-Tú sí que eres molesto- murmuró ella bajito, aunque Naruto llegó a oírlo y se detuvo, apretando su puño.

-Para estar enferma, sigues igual de irritante.-

-Y tú de idiota- masculló mirando a un lado-me dijis…ordenaste que no volviera nunca a esta casa-le miró-porque me has traído?...odio estar aquí…-

Naruto sonriendo sorna, se volteó, cruzándose de brazos.

-Hay algo más que odies? No sé, tal vez…a Shikamaru?-

Hinata se sonrojó y Naruto al verlo, se acercó.

-N-nara-san...-

-No te hagas ilusiones con él. Shikamaru no es para ti-

-…..-

-Él apunta demasiado alto-se detuvo delante suyo-jamás podría fijarse en una chica de campo como tú- se inclinó sobre su cuerpo- no vales nada-

Hinata apretó sus puños, sintiendo sus ojos llenarse de lágrimas.

-Porque…?-Naruto se colocó, observándola- porque siempre…-Hinata alzó la cabeza y le miró- porque tienes que tratarme así?- su labios formaron una línea tensa y miró de nuevo a un lado, limpiándose una lágrima traicionera y respiró profundo- sabes, comportándote de esta forma, no me extraña que Sakura se haya ido.- y en un segundo Naruto la agarró con fuerza del brazo.

-Cómo demonios sabes eso?- siseó la pregunta, casi fulminándola con la mirada, una mirada que Hinata aguantó- responde- exigió a pocos centímetros de su rostro.

-No- y miró a un lado. Sabiendo que le estaba provocando ante esa negativa, pero ella también estaba enfadada. Él siempre, siempre tenía que humillarla y ella, cansada, soltó lo primero que vino a su cabeza, aun sabiendo que era un tema muy íntimo y doloroso.

Naruto apretó más su brazo, provocando que ella se quejara adolorida.

-Suéltame...-sollozó adolorida cuando de repente Naruto empezó a tirar de ella, volviendo a subir las escaleras. Ella intentó soltarse de todas las formas posibles, pero cuanto más se moví más apretaba y ella sentía que se pondría a llorar.

Realmente le hacía daño.

Entraron en la habitación en la que ella había estado durmiendo y cerrando la puerta de una patada, la lanzó la cama y tras eso Naruto se colocó sobre ella; sujetándole las muñecas e inclinándose sobre su rostro, haciendo que Hinata dejara de moverse y le mirara, con sus ojos brillantes por las lágrimas.

-Sabes que puedo hacerlo- siseó él- y lo haré-

Hinata se mordió el labio con fuerza, evitando ponerse a llorar del miedo y la rabia que sentía al no poder hacer nada. Su cuerpo estaba débil y sin fuerzas, además de todo, la fiebre volvía a ella, sonrojando sus mejillas y calentando su cuerpo.

Se intentó mover, pero él apretó muñecas y piernas inmovilizándola. Viró el rostro a un lado, con una lágrima resbalando por su mejilla.

-Déjame…por favor…-y cerró sus ojos-por favor…-su voz se rompió por lágrimas.

Naruto la observó, sintiendo aquella cosa extraña en su pecho cuando ella lloraba. Lo ignoró y soltó una de sus muñecas, dirigiendo la mano hacia los botones del pijama mientras sus labios daban pequeños besos por su cuello y clavícula, a medida que se iba abriendo la camisa.

Hinata se removió, pero él apretó todavía la otra muñeca sujeta, advirtiéndole de esa manera que no se moviera. La camisa se abrió del todo y Naruto, soltándole la otra muñeca deslizó sus dedos por su vientre, disfrutando de la suavidad de su piel mientras que la otra mantenía agarrada su cintura. Sus besos saltaron la parte que aquel sujetador ocultaba y se deslizaron por su vientre, lamiendo, mordiendo, descendiendo hasta su cadera.

Hinata se tensó y Naruto al notarlo, apartó sus labios y volvió a colocarse sobre ella, acercando mucho su rostro.

-Nerviosa?-con una sonrisa burlona, subió la mano que tenía agarrada su cadera, haciendo un camino con su dedo hasta detenerse sobre el pecho-la primera vez nunca es agradable…-subió la mano y le agarró el rostro- mírame- Hinata abrió sus ojos, topándose con los azules intensos de él y su sonrisa burlona- no tengas miedo…-y bajó su cabeza- no voy a hacer nada que no conozcas…-y con su mano, subió el sujetador hacia arriba, disfrutando de sobremanera lo que observaba. Unos pechos firmes y preparados para él le esperaban, provocando que borrara su sonrisa y sintiera su entrepierna despertar. Acercó su boca y lamió, escuchando un pequeño gemido de Hinata, que de alguna manera le provocó y descontroló, mordiéndole y haciendo que gimiera más alto. Naruto rápidamente le tapó la boca.

-No grites-dijo él con la voz ronca, apartando la mano de sus labios para luego quedarse observándolos. Tan rosados y apetitosos…acercó su boca, pero se detuvo a muy poco, cerrando sus ojos.

No podía. Simplemente no podía.

Un sollozo provocó que abriera sus ojos y la mirara a los ojos. Estaba llorando y de nuevo, era él el causante.

-Por favor…-sollozó-déjame…-

Toda la excitación y el calor desparecieron en cuanto empezaron a caer lágrimas. Él se quitó de encima, y se sentó a un lado de la cama. Hinata también se sentó y puso su ropa bien, avergonzada.

-Lo siento- masculló Naruto, mirando a un lado- supongo que aunque te odie, no puedo negar que tu cuerpo me atrae.-

Todo el rostro de Hinata enrojeció y miró a la cama, avergonzada. Su cuerpo le atraía? Era la primera vez que le decían eso.

-Eso no significa nada. Puede que desee tu cuerpo pero sigo sintiendo el mismo sentimiento de rechazo por ti- la miró- no me gustas y nunca lo harás-y volvió a mirar al frente- pero tu cuerpo sí. Y quiero oírte gritar cuando te tenga-

Hinata apretó sus puños, con sus mejillas arreboladas pero con una enorme rabia en su cuerpo.

Cuando...me tenga?

-N-no pienso acostarme contigo- Naruto la miró mientras ella, muerta de vergüenza por dentro, miraba a un lado-n-no soy ninguna cualquiera -

-Pero eres mi sirvienta y debes cumplir con todo lo que se te manda-

-….-

-Tu familia sigue perteneciendo a Namikaze. Por mucho que te empeñes en trabajar en otros lados y matarte, tu familia seguirá siendo mía hasta que decida otra cosa-

Hinata se reprimió las ganas de golpearle.

-O tal vez…-una sonrisa cínica surcó su rostro- hasta que te entregues a mí-

Hinata le miró incrédula.

-Tu cuerpo a cambio de tu familia, que me dices? Es un buen trato. Yo dejó a tu familia con todas sus deudas pagadas y tú me ofreces tu cuerpo- él sonrió mientras que Hinata volvía a mirar a un lado.

-N-no pienso hacerlo-

Naruto sonrió ante esa respuesta, y se alzó de la cama.

-Lo sé. Por eso seguirás siendo mi sirvienta y tú familia, mía- y con la misma sonrisa, se dirigió a la salida.-Aunque…-se volteó- como soy buena persona, te daré tiempo para pensártelo. Un par de días será suficiente- y volteándose, abrió la puerta y salió.

Su cuerpo a cambio de su familia?

-Yo dejo a tu familia con todas sus deudas pagadas y tú me ofreces tu cuerpo-

Apretó el cobertor entre sus manos, sintiendo toda su impotencia, toda la rabia y el odio que jamás había sentido por una persona.

Por eso Naruto salió con esa sonrisa, porque sabía que ella terminaría aceptando, porque sabía que ella…haría lo que fuese por su familia, incluso, entregarse a él.

Se tumbó y cubrió con el cobertor hasta la cabeza mientras reprimía que nuevas lágrimas brotaran de sus ojos.

Aquella noche, Hinata no consiguió dormirse hasta bien entrada la madrugada.

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Al día siguiente…

-Nee-chan-

Hinata frunció el ceño al sentir la voz de su hermana. Dónde estaba? Porque estaba todo tan oscuro?

-Nee-chan.-

Abrió sus ojos lentamente, enfocando las cosas a su alrededor.

-Ya despertó!- exclamó Hanabi.

-Hinata- cuando abrió por fin sus ojos, pudo ver a sus padres y su hermana, cada uno a un lado de la cama.

-Mama…-murmuró ella, sentándose en la cama-q-que hacéis aq….-pero su madre se le lanzó al cuello, abrazándola.

-Mi niña, como te encuentras?-besó su mejilla varias veces haciéndola sonreír.

-Mejor.-y miró a su padre-papa, no tendrías que estar…-

-Me dejaron salir por unos minutos para venir a verte.-respondió Hiashi, sonriendo un poco-pero dime, Hinata, porque no nos dijiste?-

-Eh?-

-Sí, lo de que trabajabas tanto- se sentó a su lado Hanabi, asombrándola. Entonces, Naruto les había contado que ya no era su sirvienta! Que trabajaba en dos lugares.

-Mama yo…-

-Namikaze nos dijo que estuviste trabajando muy duro con él y su empresa y que por eso enfermaste- Hinata miró a su hermana.

-Que yo qué?-

-Tenías que habérnoslo dicho-se sentó Hana al otro lado-pensamos que volvías a trabajar por las noches, como la otra vez-

Hinata miró a cada uno, parpadeando asombrada. Que había estado trabajando con él? De verdad que se su familia se creía tal mentira?

-Por fin despertarte- entró Ino seguida de Naruto, que ella, rápidamente al verle, bajó la cabeza-cómo estás?- a lo que ella asintió, con una pequeña y falsa sonrisa- me alegro porque te hemos preparado un suculento almuerzo.-

Y al chasquear sus dedos, apareció aquel mayordomo que la guió por primera vez por esa mansión; dejó una bandeja, que tenía una pequeñas patas para apoyarse sobre la cama y que estaba repleta de comida.

-Que aproveche- el mayordomo destapó los platos y se quedó asombrada al observar cada uno de los platos. Un gran plato de tortitas cubiertas con una deliciosa crema de caramelo y una nube sobre este, un par de tostadas, una copa de leche y otra de zumo…Hinata miró a Ino incrédula mientras esta sonreía

-Increíble nee-chan.- Hanabi se subió a su lado, observando maravillada la comida.

-El médico dijo que tenías que comer mucho, así que no te preocupes si luego quieres repetir.-

-P-pero yo no…-y miró los platos, tragando saliva. La verdad, es que tenían muy buena pinta. Y su hermana bien se había dado cuenta. Así que partió un trozo de tortitas, lo pinchó y lo alzó- toma- Hanabi se sonrojó y negó, aunque no podía apartar la mirada del trozo- vamos, sé que te mueres de ganas por probarlo- rió Hinata

-E-eso no es cierto…-dijo siguiendo el con la mirada el tenedor que Hinata movía de una lado a otro con el trozo acaramelado en el tenedor.

-Hinata con la comida no se juega- reprimió su padre. Ella dejó de mover el tenedor, acercándolo a la boca de su hermana, que empezaba a abrir la boca, cuando rápidamente se lo llevó a la suya.

-Delicioso!-exclamó emocionada al probarlo.

-Nee-chan!-gritó inflando sus mofletes mientras Hinata reía.

-Sí, si.-agarró otro trozo y se lo dio-a que esta bueno?-

-Delicioso!-exclamó también Hanabi.

-Quieres más?-y ella asintió haciendo sonreír a los demás.

-Si quieres puedo mandar que te preparen uno- dijo Ino sonriendo, al ver a las dos hermanas jugar.

-De verás!-

-Hanabi-chan no seas maleducada-añadió su madre- gracias pero nosotros tenemos que volver.-

-No importa mujer.-movió Ino su mano al aire, restándole importancia.

-pero…-

-Vamos abajo, Hanabi-chan?- esta saltó de la cama y siguió a Ino-por cierto, mis padres desean verles- se detuvo en la puerta-bajan?-

Hana y Hiashi se miraron.

-No quisiéramos molestar más-añadió Hiashi- de verás que…-

-Modestia aparte por favor-interrumpió Ino riendo-somos familia no?-

-Familia?-repitió Hinata, que volteó a mirar sus padres.

-Está bien- suspiró Hana- aceptamos-

-GENIAL!-se escuchó el grito de Hanabi seguida de la sonrisa de Ino.

-Nosotros bajamos ya- le dijo Hana a la vez que Hinata asentía

-Gracias por venirme a ver-y cerró sus ojos cuando su madre besó su cabeza-volveré pronto- murmuró.

-Cuídate- dijo su padre, dándole un toque cariñoso en la pierna. Tras eso, se despidieron que Naruto y salieron de la habitación, cerrando la puerta. Hinata bajó la vista al plato y se concentró en la comida, intentando ignorar la presencia del rubio.

-Una familia muy unida- Hinata le miró cabizbaja al sentir su voz. Naruto sonreía, apoyado contra la pared y observándola de brazos cruzados-sin duda te quieren mucho-

Hinata dejó el tenedor sobre la bandeja.

-Todavía te queda un día.-se separó de la pared y caminó hacia la puerta.

-No…-Naruto se detuvo-no hace falta…-apretó el cobertor-sabes que lo haré-

Naruto sonrió con altivez.

Jaque mate.

-Te espero esta noche en mi habitación, cuando todos se haya ido a dormir. Es la que está al final del pasillo, la de la puerta marrón.-y tras eso salió, dejando a Hinata muerta por dentro.

Se iba a entregar a alguien que no amaba, a alguien que utilizaba a su antojo, al alguien que se divertía a su costa.

Porque? Porque tenía que hacerle eso? Acaso merecía tal trato por su parte?

-Buenos días- la puerta se abrió, dejando entrar a otra persona.

-Nara-san-el moreno se acercó a la cama, tan elegante y con esa sonrisa encantadora.

-Acabo de ver salir a Naruto y parecía muy contento- se sentó en la cama, a su lado- como te encuentras?-y alzó la mano para tocar su mejilla, pero Hinata volteó el rostro y él, algo sorprendido bajó el brazo.

-P-podría i-irse?-preguntó sin atreverse a mirarle. Aquellas palabras de Naruto todavía resonaban en su cabeza-yo…no creo que sea correcto que me venga a visitar. Estoy enferma y si llegara a contagiarle…-

-Que te ha dicho?- preguntó él, mirando hacia la ventana- por eso salía con esa sonrisa…-la miró- dime-

-N-nada-sus mejillas se sonrojaron-p-pero no le convienen que le vean conmigo. Una chica de campo como yo podría...perjudicar su imagen-

Shikamaru alzó sus cejas, incrédulo.

-De verdad piensas eso?- y Hinata, muy a su pesar, asintió. Le oyó suspirar y como la cama volvía a su estado cuando él se alzó. -Hinata-

Y ella, sorprendida al sentir pronunciar su nombre, volteó el rostro, chocando al momento sus labios con los de él. Sus ojos se abrieron desorbitados y sus mejillas ardieron. Estaba besando a Shikamaru.

Se estaban besando!

Shikamaru se separó unos centímetros y una sonrisa se formó en sus labios.

-Al menos ya no tienes fiebre- se paró, y palmeó su cabeza-come, necesitas recomponer fuerzas- y metiendo las manos en los bolsillos, salió de la habitación.

Hinata se tocó los labios y al momento, una sonrisa surcó su rostro, sonrojando sus mejillas. Shikamaru le había besado. Por fin había recibido su primer beso y de la persona que menos esperaba.

De su príncipe azul.

Apartó la bandeja, el cobertor y se alzó de la cama, corriendo hacia el espejo del baño con esa sonrisa. Se paró en el lavamanos y observó su rostro. Y le gustó lo que vio. Sus mejillas volvían a tener color, su cabello estaba algo desarreglado pero eso no importó, llevaba unas pintas horribles pero tampoco hizo caso.

Shikamaru le había besado! A ella! y eso…eso no podía haberlo hecho por pena, verdad que no?

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Shikamaru entró a la habitación de Naruto. Este se encontraba desayunando en aquella gran sala que tenía como despacho. Con una mesa, sillas, un par de cómodos sofás, una gran televisión y en otra sala sin puerta, estaba su cama, otro sofá más y los muebles necesarios.

El moreno le encontró sentado en el sofá de la otra sala, con sus brazos descansando en el largo del respaldo del sofá, con su traje azul oscuro, con sus zapatos de piel y su incomparable cabello rubio.

-Soy un genio- dijo Naruto sonriendo con suficiencia hacia Shikamaru-se la voy a devolver…-masculló mirando a un lado- eso es lo que pasa por meterse con el gran Namikaze Naruto- y sonrió de nuevo, pensando en lo grande que tenía preparado para esta noche. Se alzó del sofá y acercó a Shikamaru- por cierto, que haces aquí tan temprano?-Shikamaru siguió observándole y él alzó una ceja- no me digas que has venido a verla?-y él siguió sin responder, dejando a Naruto asombrado- Shikamaru que…-

-Naruto- le interrumpió-la próxima vez intenta no hablarle mal de mí- y observó que la expresión de felicidad de Naruto cambiaba a una seria- preferiría que no huyera cuando me acerco-

-….-

-Mira…-se rascó la cabeza-si tú quieres jugar con ella…yo no te lo puedo prohibir, pero …intenta no meterme mucho en esa relación que tienes. No quiero que me odie- volvió a meter la mano en el bolsillo- ni tampoco discutir contigo.-le sonrió y dio media vuelta-así que por favor no rompas esa amistad-

-Amistad?-repitió Naruto incrédulo, deteniendo a Shikamaru-Dices amistad?- caminó y paró delante de él mientras este asentía.

-Me cae bien. Es inteligente, habla poco y solo lo necesario, se preocupa por los demás…no es una cabeza hueca que únicamente anda pensando en joyas, ropa, dinero y moda…no sé. Solo sé que me cae bien- y pasó por su lado

-Te cae bien!-exclamó Naruto volviendo a pararse delante de él- Eso te caen bien!-

-Es una chica, Naruto-

-No, no lo es.-Shikamaru rodó los ojos- Acaso no viste el tremendo golpe que me propinó?, las palabrotas que salen de su boca? Lo bruta y grosera que es!-

-Lo he visto-

-Entonces, como puedes pensar que eso…esa chica de campo es…te cae bien?-volvió a preguntarle, incapaz de creerse eso.

-Pero también es hermosa- y recordó el día de la fiesta, sonriendo, dejando a Naruto sin palabras. Porque no podía ser eso que se imaginaba. No podía ser que su amigo…

-Tú…-movió sus labios, esperando que las palabras salieran de su garganta- estas…te has enamorado de ella?-

Shikamaru le miró unos segundos, estudiando su rostro.

-No.-respondió-pero eso no quita que pueda llegar a enamorarme. Hinata es perfecta y me gusta-

Hinata? Incluso ya la llamaba por el nombre?

-Aunque supongo que esto es algo que no debe importarte.-y siguió caminado- tu, con lo tanto que la odias, deberá importarte muy poco lo que haga o con quien salga- Naruto miró a un lado-ella es libre de elegir a quien quiera-se detuvo delante de la puerta y miró a Naruto- y yo también-

Abrió la puerta y salió de la habitación, dejando a un Naruto incrédulo por sus palabras.

Shikamaru, enamorado de ella?

Miró la puerta, incapaz de creer en eso.

-Debes estar de broma, verdad?-

Y es que le parecía algo realmente ilógico.

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Durante todo el día, Hinata se la pasó comiendo y durmiendo. Ino la visitaba muy a menudo y charlaban, también Minato y Kushina le fueron a ver. A los únicos que no vio fueron a Naruto y Sasuke, ya agradeció eso. No podía mirar a la cara a Sasuke después de lo que le había hecho y Naruto…prefirió no pensar en él en todo el día, porque esa noche…

-Hinata-llamó Ino

-E-eh...p-perdón-se sonrojó- estaba pensando..- Ino sonrió

-El baño lo tienes listo- y le dejó una toalla, que Hinata agarró.

-Gracias por todo-bajó su cabeza, sonriendo- ha estado cuidando muy bien de mí. No sé cómo podría devolvérselo.-

-Que tal visitándome más a menudo?-ella volvió a alzar la cabeza, viendo como Ino sonreía y le guiñaba el ojo- me gusta estar contigo-

-C-conmigo?-se sonrojó y miró de nuevo el cobertor-y-yo no…-Ino rió y a Hinata, contagiándose, sonrió.

-Gracias- y con su sonrisa, salió de la habitación.

Hinata se levantó de la cama y entró al baño, donde se detuvo delante del gran espejo. Se observó. Su rostro volvía a tener color, sus ojeras habían desaparecido, incluso su rostro parecía más lleno. De su cuerpo no podía decir mucho. Seguía teniendo el mismo color de piel pálida que siempre, sus pechos se desarrollaban demasiado rápido, empezaba a tener ciertas formas y seguía igual de bajita que siempre. Suspirando, cerró la puerta del baño y empezó a quitarse el pijama, observándose con la ropa interior.

-Lo siento- masculló Naruto, mirando a un lado- supongo que aunque te odie, no puedo negar que tu cuerpo me atrae-

Se ruborizó al recordar eso. Naruto sentía atracción por su cuerpo? Se miró de nuevo, observando cada detalle, sus pechos-a los que empezaba a odiar-su vientre plano, sus caderas, sus piernas…no veía nada bueno en ella. En unas zonas tenía demasiado, en otras faltaba.

-Te espero esta noche en mi habitación, cuando todos se haya ido a dormir-

Palideció al momento.

Esta noche…

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Y la terrible noche llegó. Hinata no pudo probar bocado de la deliciosa cena que le prepararon, nada pasaba por su cuello, y su estómago estaba cerrado. Sus nervios la mataban, temblaba, sentía que estaba a punto de llorar.

No podía...no podía hacerlo. No quería. Y tenía miedo; miedo por saber lo que le iba a hacer.

Apretó el cobertor con tanta fuerza que temblaba.

-Estás bien?-aquella pregunta la descolocó y alzó la cabeza, sonrojándose al encontrar tan cerca el rostro de Shikamaru.

-N-na-na…-

-Porque tiemblas? Tienes frio?-se sentó a su lado, con las manos en los bolsillos. Hinata negó, bajando su rostro.-quieres comer algo? Ino dijo que no comiste nada en toda la tarde-pero Hinata volvió a negar y en ese momento, el silencio se formó entre ellos.

Hinata jugando con el cobertor entre sus manos y Shikamaru mirando la nada, en el suelo. Los dos sabían que tenían que hablar de aquel beso pero, a veces no era mejor el silencio?

-Me vuelvo a casa- dijo él alzándose- mis padres se preguntaran donde estuve todo el día-la miró y con una sonrisa se despidió- nos vemos- y se volteó, pero antes de dar el primer paso sintió un agarrón en su camisa y volteó su rostro, viendo a Hinata sujetar su camisa.

-N-no te vayas-balbuceó soltando la camisa de este, que se volteó a mirarla.-llévame a casa…por favor-

Shikamaru frunció el ceño, extrañado.

-por favor…-su voz tembló y se abrazó-n-no quiero seguir aquí-

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Shikamaru detuvo su flamante coche delante de la casa de Hinata.

-Estás segura?-viró el rostro hacia el asiento del copiloto, donde una Hinata cabizbaja estrechaba las mangas de esa chaqueta que Shikamaru le había prestado cuando salieron a escondidas de esa casa.

-Naruto se enfadará mucho cuando vea que te has ido- murmuró, mirando al frente mientras Hinata fruncía el ceño-y ya has visto como son de problemáticos sus enfados-

-Porque tiene que ser así?...-la pregunta quedó al aire- porque tiene que tratarme así? Porque no puede comportarse como una persona normal?..-se encogió en el asiento- nadie tiene la culpa de que esa chica le hiciera eso.-Shikamaru volteó su rostro ante sus palabras- si el amor cambia a las personas de esa forma, no pienso enamorarme nunca-

Shikamaru sonrió y volvió a apoyar la cabeza en el cabecero del asiento.

-No es el amor lo que cambia a las personas, sino las circunstancias- la miró- no todo el mundo afronta los problemas de la misma forma-

-Sé que…Naruto podrá haber sufrido mucho, pero que tengo yo que ver con eso? Porque la tiene tan tomada conmigo? Sé que aquella vez me pasé, pero se lo merecía, además alguien tenía que hacer algo, no podía dejar a ese chico inconsciente.-se cruzó de brazos y bufó- pero a veces pienso que debería haberme callado, que de esa forma no estaría aguantando todos sus caprichos y seguir con mi vida de siempre…pero…-

-Una Hinata callada?-Hinata le miró- realmente no te veo así- y rió, provocando que ella se sonrojara y bajara su cabeza.

Así es como la veía él? una charlatana? Una chica ruda?

-A mí me gusta cómo eres- Hinata alzó su mirada, encontrándose con la de Shikamaru-y sabes que.-volvió a mirar al frente, sonriendo- me gusta que hayas golpeado a Naruto, que le grites y que le demuestres tu valentía. Naruto…nunca ha sabido llevarse bien con chicas problemáticas-

-S-soy problemática?- y él rió-L-lo siento…-

-Es por eso.-siguió-que no le agradas- ella ladeó la cabeza y él la miró- te pareces un poco a ella-

-Ella..?-

-A Sakura- sonriendo, volteó el rostro-ella también…golpeaba a Naruto con frecuencia, le gritaba ignorando cuán importante fuera…ayudaba siempre a los más débiles e incluso era capaz de ir contra él y sus tarjetas rojas. Sakura lo aguantaba todo…era una chica fuerte, decidida, con un gran corazón, demasiado testaruda y…-

-Pero yo no soy ella-interrumpió Hinata de manera brusca mirando un punto fijo, molesta.

-Eso lo sé-se inclinó hacia ella, quedando los rostros muy cerca- el problema es que Naruto no lo ve así-

Hinata tragó saliva, sintiendo sus mejillas arder al estar tan cerca de sus labios. Cerró sus ojos y bajó la cabeza.

-Tengo que irme- y tanteando con la mano salió del coche-gracias por traerme- se inclinó, volteó y entró corriendo a su casa. Shikamaru negaba sonriendo.

-Naruto realmente está bien ciego- y tras eso arrancó el coche y se alejó de esa casa.

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Hinata cerró la puerta de su habitación con cuidado y se apoyó en ella, con su corazón acelerado.

Shikamaru iba a volverla a besar?

Puso la mano sobre su pecho, notando los latidos de su corazón.

-A mí me gusta cómo eres-

Y una sonrisa surcó su rostro al recordar eso.

A Shikamaru…le gusto

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Mientras, en otra casa, en una habitación…

Naruto miró el reloj por quinta vez esa noche; las doce de la noche, toda su familia y servidumbre durmiendo y esa chica sin aparecer.

Bufó, cansado de tanto esperar. Que se suponía que hacía? Acaso se había asustado en el último momento?

Y aunque pensó en eso casi sin tenerlo pensado, frunció el ceño. Por supuesto que se había asustado; se lo había pensado en un último segundo.

-Tsk- se sentó en la cama, apartando el cobertor de mala forma-era de esperarse.-se levantó y salió de la habitación- pero no pienso perdonarle el haberme hecho esperar- se cruzó de brazos mientras se dirigía a la habitación de invitados- no sabe que nadie puede hacer esperar al gran Namikaze Naruto- abrió la puerta y encendió la luz- oye tú, pero…-se detuvo al no verla en la cama y miró a ambos lados- pero donde…-se acercó al baño y abrió la puerta; sin éxito.-Dónde demonios se ha metido..-y salió de esa habitación, pensando que tal vez estuviera de nuevo merodeando por la casa, buscando la forma de salir-si me la encuentro juro que se va a acordar…-

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Hinata se alzó esa mañana temprano para ir a clases. Se puso su uniforme, desayunó junto su familia y salió de casa, dirigiéndose sin prisas al instituto. Los exámenes ya habían pasado y ahora tan solo iba a tomar clases extras para subir aún más su nota.

Tenía que superar a los F3, especialmente al idiota que la confundía con su "amiga".

-Nadie podrá detenerme- mascullo apretando su puño al aire y mirando al cielo convencida.

-Hinata!-la nombrada de volteó y una sonrisa apareció en su rostro al ver a un chico acercarse a ella.

-Kiba!-

El chico detuvo su bicicleta delante de ella y le sonrió, mostrando su perfecta dentadura, su cabello revuelto por el aire, sus mejillas rojas por el frio y vestido con la chaqueta del uniforme del instituto al que antes ella iba. Al recordar su antiguo instituto no pudo evitar bajar su cabeza y pensar en sus amigos. Los echaba de menos a todos. A Kiba, Shino, Temari, Choji…que estarían haciendo?

-Hinata- Kiba se acercó-estás bien?-

Y cuando Hinata alzó la cabeza, con lágrimas en sus ojos y sus labios temblando, asintió.

-No digas que si cuando es evidente que no! tonta!-y dejando la bici en el suelo, la abrazó con una gran sonrisa-al menos no has cambiado en nada-

Hinata se abrazó a él, negando con una sonrisa. Feliz de volver a estar junto su mejor amigo.

-Os echo de menos…-sollozó contra su pecho.

-Normal. Seguro que en esa escuela no te dejan hacer nada, verdad?-se separó él, cogiéndola por los hombros- pero no te preocupes que aquí está tu caballero de brillante armadura para cuidarte-

Y Hinata sonrió.

-Quieres que te lleve?- y ella asintió.

Los dos emprendieron el camino hacia el instituto, con ella sentada en el sillín de atrás y Kiba pedaleando, como siempre habían hecho, se contaron todo lo que habían hecho mientras estuvieron separados, aunque Hinata se ahorró la parte de que servía a Naruto y de que sufrió un abuso por parte de toda el colegio. Si se lo contaba a Kiba, y conociéndolo como lo conocía, podría llegar a meterse en un gran problema por defenderla.

-Este es tu instituto- Kiba detuvo la bicicleta frente la puerta de hierro de este- increíble-

Hinata sonrió al recordar que ella también pensó lo mismo cuando llegó aquí por primera vez.

-Tampoco es gran cosa- se bajó de la bici- tiene muchas salas que no sirven de nada, pero sí que hay una gran biblioteca repleta de libros-

Kiba rodó los ojos.

-Y seguro que te pasarás ahí todo el día- rió él provocando que ella inflara sus mofletes. Se bajó de la bici y agarró sus mofletes, sonriendo- espero que estés sacando las mejores notas porque como averigüe que suspendiste aunque sea una…-

-Kiba…-sollozó agarrándose de sus muñecas-n-no thienesh clashes?-

Y él abrió sus ojos alarmado.

-Demonios!-soltó sus mofletes y subió a su bicicleta-hoy sí que llegaré tarde- y empezó a pedalear.

-Hasta la próxima!-exclamó Hinata alzando la mano para despedirse, pero Kba volvió a darse la vuelta y acercarse a ella- q-que ocurre?-

-Nos vemos mañana en el mismo cruce?-preguntó él dando vueltas a su alrededor.

-Eh?-

-Es que…- se detuvo delante, sonrojándose- mi bicicleta no es lo mismo sin ti-

Hinata alzó sus cejas pasmada para luego ponerse a reír.

-De que te ríes!-exclamó Kiba sonrojándose- está claro que aunque vayas a una escuela de ricos sigues siendo igual de molesta- y volvió a alejarse, molesto.

-KIBA-KUN!-llamó ella, haciendo que él se detuviera- hasta mañana!-

Y con una nueva sonrisa, Kiba se alejó, pedaleando más rápido. Hinata también se alejó y entró en el instituto. Tras unos segundos, un coche negro se detuvo delante y de ahí salió Naruto, con su traje y zapatos de piel, aflojando su corbata.

Miró a un lado de la calle, viendo al chico de la bicicleta y más adelante a Hinata meterse en el edificio. Una sonrisa ladina surcó su rostro.

-Buenos días, querida sirvienta-
.
.
.
CONTINURÁ

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