Mire bien el piso, era tremendamente conocido.
Sería imposible que lo olvidara.
Este era el cuarto de Amelia.
Si, el mismo cuarto que compartía junto con las otras dos prostitutas que odio más que nada en este mundo y también en el que Black Hat se las tiraba.
Qué asco pensar que aquí estaban los fluidos de estas tipas.
O que pasaron ese tipo de cosas puercas aquí, no es que sea santa, eso es lo que menos soy pero, me da un asco de solo pensarlo.
Ya, Demencia, enfócate.
Ahora parece más una bodega de todas las cosas que no quieren ni Brittany ni Kiaryu.
Es sumamente puerco y eso es mucho decir de mi parte.
Ya saben, porque soy la loca de la casa y eso.
Y ¿Qué onda? ¿Quitaron las luces de esta habitación?
Esta mierda no me ilumina lo suficiente, apenas puede iluminar lo mismo que un foco que está a punto de apagarse por que se le acabaron las baterías.
Por más que buscaba ese maldito interruptor, enchufe o lo que sea para encender la luz y nada.
Me tire al piso, al menos ya se en donde estoy y eso ayuda un poco.
Lo más loco de esto es que nunca pensé que esa pequeña propuesta que le hice a Flug ese día en el laboratorio se volvería esto.
Amelia no es tan puta o al menos ella si hace eso porque necesita dinero y no porque la panocha le pique y necesite rascarse con todas las vergas que se encuentre.
Flug no es tan aguado y sumiso de Black Hat después de todo.
Uy, eso sonó mal.
Solo yo puedo recibir eso del jefe, además, no creo que a Black Hat le guste hacerlo por el ano sabiendo que puede llenarse su masculinidad con mierda.
Olvidemos eso.
Las drogas destruyen bien feo, Brittany y Kiaryu son la prueba viviente de qué pasa si te dicen "Te vas a sentir bien chido" y lo único chido es el gran cambio que te da después de probar de todo un poco en las calles, en fin, hasta apareció un tío de Flug que ni siquiera sabía que existía.
Juraba que la familia de Flug estaba bien muerta y él era el único vivo.
Vaya, que cosas las que analiza uno cuando está secuestrado en un viejo cuarto de orgias en la casa donde antes solía vivir.
He reflexionado y he llegado a la conclusión que si mi vida depende de Flug y 5.0.5 es mejor que ya me considere muerta a este punto.
Ojala que este imbécil me conteste la llamada.
Suena, suena y suena.
¿Por qué diablos tienes esta cosa si ni siquiera respondes, inútil?
Ya quiero salir de aquí.
Bueno, maldito flaco con bolsa, ni se te ocurra pedirme ayuda cuando te secuestren o te hagan algo, recibes lo que das, estúpido cuatro ojos.
Tome la cosa esta, no sé cómo llamarle a este invento.
¿Wokitoki inteligente tal vez?
Ilumine mejor el suelo, si encuentro la parte de la puerta puedo hacer algo, al menos ver si hay manera de no estar en plena oscuridad.
Piso, piso, piso y más piso.
Sonó el aparato este, ya era hora que llamaras.
-¿Quieres que me muera o que carajos? –respondí apenas conteste la llamada. –
-Bájale, –me pidió, debería de saber que no está en posición para pedirme cosas. – ¿Puedes? –NO. – Llevo al menos media hora llamándote y no contestabas, lagartija. –añadió y creo que eso cambia un poco todo. –
-Hasta ahorita sonó esta cosa, –replique y esta vez yo no estoy mintiendo. – tu tío el desquiciado me encerró en el cuarto de Amelia.
-Estoy a las afueras de la mansión, –me dijo y eso me súper tranquiliza. – has de estar más vigilada que alma en pena en la casa de un cura.
Gracias por levantarme los ánimos, por darme esperanzas y ayudarme tanto, estaría muerta si no fuera por ti.
Para decirme tremenda brutalidad mejor no me hubiera dicho nada.
-Menos parloteo y más sacarme del cuarto de las cochinadas. –me queje, si hubiera tenido seguridad el apartamentucho en el que estábamos yo no estaría aquí encerrada y no estaríamos metidos en este problema. –
Te estoy odiando mucho.
Demencia Tip, a los imbéciles pégalos con cemento al piso o a donde sea, la pega después se seca mucho y quedan libres al rato.
-¿Estas segura que estas en la habitación que era de Amelia? –pregunto, ¿Sos bruto o te haces? Te lo dije por algo. –
-Si te lo dije es por algo ¿No crees? –solté molesta, a este paso voy a terminar gritándole y todos se darán cuenta que quiero escapar o algo así. –
-Te estoy tratando de sacar y tú te pones así. –refunfuño. –
-¡PUES SACAME DE UNA VEZ POR TODAS ENVES DE HABLAR! –ya está, estoy que quiero ahorcarlo. –
-¡Mantén la calma, por favor! –me dijo y justo cuando iba a gritarle se abrió la puerta. –
-SHHHHHHHHHH. –logre hacer el sonido en el coso ese y retrocedí de pasos.
La luz me golpeo en la cara y me molesto, modo vampiro encendido.
-Que gritona saliste. –se quejó y esa era la voz de Kiaryu. –
Abrí los ojos y a salir de aquí se ha dicho.
Me tire hacia ella, hasta que sonó el piso cuando caímos.
Cayó la puerca mayor y vas a ser el asado del tío de Flug cuando sepa que me escape.
-¡Maldita loca! –exclamo y me quite de encima de ella, era hora de correr donde el negro. –
Ahí te voy, guapo.
-¿Sigues ahí, basura? – le pregunte a don bolsa mientras corría como alma que está a punto de ser llevada por satanás. –
-¡Deja de gritar y busca a Black Hat! –me dijo y eso mero voy a hacer. – Entrare a la mansión a como dé lugar para ya terminar con esto.
-Dale. –respondí agitada y sin soltar el aparato. –
Malditas perras, la droga ya les fundió el cerebro, fui hasta más fácil de lo que pensé salir de esa habitación.
-¡Tu de aquí no sales viva! –escuche a Brittany a lo lejos. –
Demencia, no voltees, no mires atrás, ni se te ocurra ver hacia atrás.
-¡Y TU MENOS! –le grite y siento que nunca llegue a la oficina de Black Hat. –
Malparida estúpida.
Sigue corriendo, no voltees, si volteas te vas a detener y te puede atrapar o algo así.
A su perrísima madre.
Cai de rodillas ya estando a pasos de la oficina, casi lo logre, maldita sea.
Brittany me congelo la pata.
Plan B, gritar hasta que Black Hat se dé cuenta que aquí hay un alboroto.
Ese señor no soporta los ruidos.
Por algo era que no me soportaba antes...
¡Ya, Demencia! ¡No es momento para pensar eso!
-¡BLACK HAT! –grite fuerte, así como si me estuvieran matando. –
Pues por poco y me matan, y si este negro no sale es más que seguro que me matan.
No quiero estar en la Deep Web en un video de snuff.
-¡Cállate! –me ordeno a los gritos, eso pendeja, sigue gritando. – ¡Ni la Llorona haría tanto alboroto como tú!
-¡BLAAAAAACKKKK HAAAAATTTT! –bienvenidos a la mansión de los gritos, a mí no me calla nadie. – ¡BRITTANY TIENE SIDA! –perdón, tenía que decirlo. –
-¡Clamidia tal vez, SIDA no, iguana pendeja! –me grito y estaba cerca de mí, unos pasos más y tendrán caldo de iguana para una semana. –
Y el otro no sale, voy a valer verga a este paso.
Siempre que necesito a alguien nadie esta.
Me cargo una suerte, hasta una bruja desearía cargar con esto para hacer maldiciones.
-Ya es hora de que te calles. –dijo en tono normal y la sentí detrás mío. –
Como estaba de frente a la puerta de la oficina y con en frente me refiero a que un poco más y ya estaba besando esa puerta de lo cerca que podía estar de ella.
Cuando me puse a gritar de nuevo no devolví la vista atrás así que no note lo rápido que avanzo esta cualquiera.
Y aquí estoy, ya creo que solo un milagro podría sacarme de esta.
Ese puto rayo funciona bien, no me puedo despegar, no me volteo porque no quiero verle la jeta espantosa a Brittany.
-Ya es hora de que vuelvas a la calle Brittany. –escuchey que alivio, el cuatro ojos lo logro. –