Ochako observaba su figura frente al espejo y sonrió conforme a su imagen. Se sentía feliz y emocionada, al fin después de tanto tiempo podría salir a divertirse con sus amigos.
Se acomodó su cabello el cual estaba perfectamente liso y contempló su vestimenta; un top de lentejuelas plateadas de escote en V el cual caía delicadamente dejando su abdomen al descubierto en conjunto con unos jeans skynny negros y tacones del mismo color con poca altura.
—Me encanta como te queda ese top— alabó Yaomomo juntando sus palmas mientras sus ojos brillaban. Ella fue quien tuvo la idea de que la castaña usara aquella prenda.
La joven de cabellos azabaches decidió usar un conjunto de un body color negro, el cual resaltaba sus curvas, junto a una falta de cotelé color vino hasta sus rodillas, además de unos tacones color negro los cuales le daban un toque sofisticado.
—Siento que pasaré frío con esto— murmuró Tsuyu acercándose al espejo junto a Uraraka.
Asui optó por una camiseta con cuello de tortuga y manga larga color verde oliva la cual era de una tela brillante, acompañada de un short de tela negro que se acentuaban a sus piernas, además de zapatos bajos del mismo color que su camiseta.
—Te ves preciosa Tsuyu— le habló con sinceridad Uraraka— También tú, Yaomomo.
—Concordando con las palabras de Ochako— Momo tomó la palabra acercándose a sus amigas—, dudo que pasemos frío esta noche— sonrió emocionada contagiando a las jóvenes.— Quiero bailar, mi cuerpo lo necesita.
— Espero que Iida haya practicado sus pasos de baile, la última vez casi terminamos lesionados, quero.
—Eso fue porque se embriagó con un vaso de cerveza— rió Ochako recordando la situación de Iida bailando sin ritmo y control empujando a todos en la pista.
—Solo espero no pasar vergüenzas— murmuró Yaomomo retocando su maquillaje, algo sencillo pero elegante.
—También conoceremos a los amigos de Mina— habló Tsuyu —. Espero que sean igual de agradables que ella, aunque sigo pensando que Bakugo se ve intimidante— finalizó llevando su dedo índice a la punta de sus labios, solo había visto al rubio un par de veces en las cuales dejó en claro su carácter fuerte.
Ochako al escuchar el nombre del rubio miró de forma disimulada a su amiga para luego centrar su atención en su cabello esperando que las chicas no se percataran de su sonrojo.
—¿Bakugo? ¿Ground Zero? ¿Es el que atiende Ochako?— preguntó Momo sorprendida ante lo mencionado por Tsuyu y dirigió su mirada a la castaña.
Ochako sintió la mirada de sus dos amigas sobre sus hombros y trató de parecer lo más calmada posible, aún no les había mencionado nada a sus amigas respecto a sus sentimientos por el héroe ya que no había encontrado el momento para hablarlo.
—Bueno, hace unos días recibió el alta médica— sonrió nerviosa aclarando ese punto —Y no es como se lo imaginan, osea, si es gruñón y algo maleducado pero ambos congeniamos muy bien, fue agradable conmigo y trabajamos mejor de lo esperado.—finalizó con una risita nerviosa— Y no tengo en claro si asistirá hoy, nunca mencionó nada, ni siquiera sabía que teníamos amigos en común. — murmuró eso último más para sí misma tratando de hacer pasar desapercibido el tono de decepción.
Ambas chicas la miraron y asintieron ante sus palabras no muy convencidas; Tsuyu, quien recordó la escena que se encontró hace unos días en la oficina de la castaña decidió intervenir.
—¿Por qué estas tan roja?
—¡¿Qué?! — casi gritó ante la pregunta causando una mirada de extrañeza en Yaomomo.
—¿Y por qué te alteras tanto, quero?
—¿Yo?...No estoy alterada—rascó su nuca mientras reía nerviosamente.
—¿Qué está pasando, Ochako-chan? — preguntó Momo con una sonrisa en el rostro y un tono de voz amenazante.
Uraraka dio un suspiro resignado ante las miradas de sus amigas, ya no sacaba nada con darle más vueltas al asunto y seguir ocultando la verdad, a fin de cuentas ellas siempre se apoyaban en todas las decisiones que tomaban.
—¿Es complicado, si? -— sus amigas abrieron sus ojos sorprendidas, ninguna creyó que Ochako hablaría tan facilmente — No tengo ninguna relación con él, no se alarmen, es solo que me gusta y mucho. — sé sincero esperando el regaño de sus amigas por no mantener los límites profesionales con el héroe.
—¿Y por eso te complicas tanto? — habló de forma tranquilizadora Yaomomo— No tiene nada de malo que te guste alguien—se acercó y pellizcó su mejilla.
Yaomomo, a pesar de conocer a Ochako hace menos tiempo que Tsuyu, tenía una facilidad para poder leer a la castaña y entregarle siempre, y a todo su círculo cercano, tranquilidad y confianza a causa de su innato instinto maternal.
—Eso explica muchas cosas, quero—- Tsuyu dejó escapar una risita.
Asui se alegraba de que por fin su amiga estuviera abriendo su cerrado corazón y fuera aceptando de a poco los sentimientos que tenía por el héroe. Era un paso importante ya que desde hace años que Ochako había decidido no volver a enamorarse ni mucho menos expresar un tipo de sentimiento, por lo que comprendió la intensidad de estos por parte de su amiga.
—¿A qué te refieres fin eso, Tsuyu-chan? — preguntó perspicaz Momo, escuchando las palabras de su amiga.
—¡Tsuyu! — gritó nerviosa Ochako y ruborizada hasta las orejas, sentía que en cualquier momento comenzaría a flotar al ser el centro de atención.
—No creo que Ochako-chan le sea tan indiferente a Bakugo— habló como si nada ignorando a la castaña.
—¿Por qué dices eso? — Momo ahogó un grito de frustración al no comprender lo que sus amigas hablaban.
Ochako decidió intervenir y contar su versión del momento en que Tsuyu ingresó a su sala de trabajo y la encontró en una situación algo comprometedora con Bakugo.
—Hace unos días Tsuyu ingresó a mi sala de trabajo— comenzó a relatar atrayendo la mirada curiosa de Momo—, yo estaba con Bakugo-kun y pasé a rayar mi mejilla con un lápiz, él se percató y bueno...se acercó a limpiar mi mejilla—finalizó cubriendo su rostro a causa de la vergüenza
Yaomomo dejó escapar un gritito de felicidad mientras se abalanzaba a Tsuyu a darle un abrazo, sin percatarse de que la castaña había comenzado a flotar a causa de los nervios.
—¡Nuestra niña esta creciendo, Tsuyu!— festejó la chica percatandose del estado de Uraraka y dejó escapar una carcajada— Baja de ahí, Ochako—jaló su brazo con delicadeza permitiendo que la castaña se tranquilizara y desactivara su don.
—Nunca creí que viviría para presenciar este momento, quero— habló Asui sin salir de su asombro.— Te mereces ser feliz, Ochako-chan.
—¿Ya les dije que las quiero mucho?— habló Ochako en un hilo de voz lanzándose a abrazar a sus amigas, se sentía tranquila y feliz de poder sacar a flote sus sentimientos.
Ya más tranquilas y emocionadas por la noche que recién estaba comenzando, tomaron sus respectivos abrigos y bajaron al estacionamiento en donde Shoto las estaría esperando. El chico se ofreció a recogerlas en el departamento de la castaña y luego se encargaría de ir a dejar a cada una de las chicas a sus respectivos hogares, por lo tanto él no bebería alcohol para resguardar la integridad de sus amigas.
El médico las esperaba de pie al lado de su Jeep, quien al verlas sonrió.
—Gracias por sacrificarte por nosotras, Todoroki— habló a modo de saludo la castaña quien ingresó directamente al asiento trasero junto a Tsuyu.
—Es muy responsable de tu parte, Todoroki-kun— le sonrió Yaomomo mientras este le abría la puerta del copiloto, adentrandose al vehículo.
Shoto asintió ante las palabras de las chicas e inició el trayecto hacia el Deluxe.
—Hablé con Tenya, llegará unos minutos después de nosotros, se complicó un caso en el hospital y tuvo que salir más tarde de lo habitual— comentó el muchacho centrando su atención en el camino.
—Ya me estaba preocupando, quero, todos sabemos lo puntual que es Iida-kun.
Llegaron al sector nocturno del centro de Tokio sin complicaciones, Mina los había citado a las 9:30 de la noche y habían llegado con unos minutos de anticipación. Shoto estacionó su vehículo en el estacionamiento del pub e ingresaron.
Las luces y la música les dieron la bienvenida al Deluxe, por un lado una amplia barra estaba comenzando a dar inicio a la noche; frente a esta se podían encontrar varias mesas para quienes quisieran un ambiente más tranquilo y al fondo del lugar se encontraba la pista de baile.
El lugar aún no estaba al límite de su capacidad por lo que no tuvieron dificultad para desplazarse entre la gente.
Siguiendo las indicaciones de Mina las cuales envió por teléfono previamente, identificaron una amplia escalera cerca de la pista de baile la cual los llevaba al área VIP del lugar.
Al llegar al segundo piso se encontraron con una gran puerta de vidrio polarizado siendo vigilada por un guardia de seguridad.
—Nombres, por favor—solicitó el guardia quien tenía una lista en la mano.
—Todoroki Shoto, Yaoyorozu Momo, Asui Tsuyu y Uraraka Ochako —respondió la castaña.
El joven revisó sus nombres en la lista, al corroborar dio un asentimiento y les abrió la gran puerta de vidrio.
Las luces de neón le dieron la bienvenida al espacio en el cual observaron un gran sofá en forma de L color vino el cual rodeaba dos pequeñas mesas cuadradas de color negro llena de botellas de cerveza.
La música ingresaba en un tono un poco más bajo que en el nivel inferior y se podía observar la pista de baile desde una especie de balcón.
Una animada Mina conversaba junto a un muchacho rubio de estatura promedio y un joven azabache. Ella al percatarse de su presencia corrió a saludarlos seguida del par de chicos.
—¡Al fin llegaron! —comentó emocionada mientras los invitaba a sentarse— Aún falta que llegue el resto de la gente. — revisó su teléfono para corroborar la hora. Eran recién las 9:35 de la noche.
—No nos perderiamos este evento por nada, Mina— le sonrió de forma animada Yaomomo, secundada por el asentimiento de cabeza de las chicas.
—Les quiero presentar a mis amigos— la pelirosa señaló a los muchachos que estaban tras ella y estos se integraron al circulo— Kaminari Denki, alias Chargebolt — el Chico rubio levantó su mano con una sonrisa— y Hanta Sero, alias Cellophane— el azabache imitó la acción de Denki.
—Mina nos ha hablado bastante de ustedes, gracias por salvarle el culo— comentó Kaminari con una sonrisa mientras bebía de su cerveza— Tiempo sin verte, Shoto— Le tendió la mano al muchacho bicolor y este le correspondió, Denki imitó la acción.
Luego de las respectivas presentaciones la anfitriona los invitó a tomar asiento en el cómodo sofá mientras esperaban a que llegara el resto de los demás.
—Eijiro me está estresando con su impuntualidad— murmuró frunciendo el ceño la heroína quien a su vez daba un sorbo a su cerveza.
—Quizás tuvo algún inconveniente, Mina— trató de calmarla la castaña.
—¿Y por qué no estás bebiendo nada?— la pelirosa la miró con extrañeza y luego le tendió una cerveza, al igual que a Yaomomo y Tsuyu—¡Sean libres de beber lo que quieran!
Las chicas aceptaron gustosas mientras entablaban conversación con la heroína y Shoto recordaba momentos con sus ex compañeros de academia. La música iba aumentando su volumen y al observar la pista de baile se podía dar cuenta de cómo el ambiente iba prendiendo con el paso de los minutos.
Después de un rato Iida se integró a la celebración quien, al igual que Todoroki, desistió de beber ya que andaba conduciendo.
—La seguridad ante todo, Iida-kun—le comentó Uraraka al recién llegado.
—Es mi deber como conductor ser el ejemplo y siempre ser precavido, Uraraka-San.
—Tu sentido de responsabilidad está por sobre los límites, Iida—le comentó Mina con una sonrisa, ella no dejó su cerveza de lado.
—Tenía ganas de conocerlos, Mina no deja de presumir a sus amigos del hospital—se unió Kaminari a la conversación.
Uraraka abrió sus ojos sorprendida ante el comentario del rubio y asintió en respuesta algo cohibida, no esperaba que Mina hablara tanto de ellos.
—No creo que sea para tanto, de forma personal, es un honor para mí conocerlos a ustedes, gracias por salvar la ciudad—reconoció Ochako con una sonrisa en su rostro.
—Ambos ayudamos a las personas y eso es lo importante, ¿Uraraka, cierto? — preguntó Kaminari con un leve rastro de duda ante el nombre de la castaña; dejando de lado la conversación del resto del grupo.
—Así es, pero puedes decirme Ochako— le propuso al chico el cual asintió en respuesta.
—Por lo que escuché todos trabajan en el Healer Hospital.
—Así es, Shoto e Iida son médicos, Momo trabaja como enfermera y junto a Tsuyu somos terapeutas ocupacionales— habló con orgullo.
Kaminari asintió pensativo ante las palabras de la chica y luego abrió sus ojos con sorpresa causando la curiosidad de la castaña. Ella reconocía que el muchacho era agradable y sus expresiones le causaban diversión.
—Un amigo se atendió hace unos días ahí— le habló con entusiasmo y dejando escapar una carcajada contagiando a la chica sin saber de quién hablaba.
—Puede ser, trabajamos muchas personas en el equipo de rehabilitación.
—Incluso yo pensé que lo había ayudado Recovery Gril y Bakugo casi me golpeó aclarando que fue una terapeuta— río recordando el momento y luego bebió de su cerveza.
Uraraka sintió su rostro arder al momento de escuchar el nombre de Bakugo salir de los labios de Kaminari y un cosquilleo ya conocido para ella la invadió al percatarse de que él había hablado, o mencionado, algo respecto a ella con sus amigos. Una sonrisa escapó de sus labios.
—Yo atendí a Bakugo-kun— le aclaró al rubio sin borrar la sonrisa de su rostro causando una extrañeza en el muchacho—Fue bastante agradable trabajar con él.
El chico la miró asombrado y acercó su palma hasta la frente de Uraraka.
—¿Estás bien? —preguntó confuso — Por lo visto no tienes fiebre—murmuró observando a la chica.
—Estoy mejor que nunca— respondió confusa.
—Es raro, Bakugo se lo pasa gruñendo— río contagiando a la chica— Ni siquiera quiso venir hoy por mucho que le insistiera Eijiro.
Uraraka no quiso demostrar un rastro de tristeza en su rostro al escuchar las palabras Kaminari, sabía que no debía hacerse ilusiones, aunque ella en el fondo esperaba poder ver al rubio esa noche al saber que tenían muchos amigos en común.
—Mencionó que no le gustan estos ambientes— habló con un tono de voz casual y luego bebió de su cerveza.
—Y hablando del rey de la explosiones asesinas—habló con entusiasmo Kaminari observando la gran puerta la cual estaba siendo atravesada por Eijiro, Bakugo y alguien más a quien no podía ver por la falta de luz.
Sin quererlo sonrió como estúpida al percatarse de la presencia del rubio en el lugar y sus esperanzas volvieron a flote. Las mariposas nuevamente la invadieron al darse cuenta de lo guapo que se veía en su camisa color vino y sus pantalones negros, además de encontrar adorable ese tan característico ceño fruncido en su rostro.
También grande fue su sorpresa al percatarse de quien venía tras el rubio, era Deku, el actual número uno. ¡Oh Dios!, se sentía en un mundo lleno de celebridades.
El rubio se paró a saludar a los recién llegados y Momo se acercó a su oído.
—Mira quién llegó, Ochako-chan. — Le susurró con una risita aumentando el sonrojo en la castaña.
—¡Momo!
—¿Y ese no es Deku? — preguntó asombrada la joven desviando su atención al grupo de héroes.
Todoroki en compañía de Sero se acercaron a saludar a los recién llegados.
Bakugo por su parte estaba contrariado, tuvo que pasar a recoger al idiota de Kirishima y al bastardo de Deku. Si bien aún no simpatizaba del todo con el nerd había aprendido a tolerar su presencia siendo también muy pocas las ocaciones en donde compartía con él, salvo uno que otro programa de televisión o campaña publicitaria.
Tanto bullicio no era de su agrado, pero era un sacrificio que estaba haciendo por ver a la castaña que lo estaba volviendo loco, a quien aún no lograba encontrar entre todos los extras presentes.
No se sorprendió cuando el bastardo mitad mitad apareció en su campo de visión junto a Sero quienes se acercaron a saludarlos.
—¡Todoroki! — gritaron a su lado Deku y Kirishima, él solamente rodó los ojos.
—Tiempo sin verlos — saludó en respuesta Shoto con una sonrisa— Es bueno volver a verlos.
—¡Y no nos olvidemos de Kacchan! — se burló Sero de su amigo, a quien también le tomó por sorpresa el que haya accedido a venir— Todos creímos que no vendrías.
Shoto desvío su mirada al rubio quien gruñó como de costumbre.
—Bakugo — saludo Todoroki de forma cordial al rubio, lo único que había sabido de él era por lo que le contaba Ochako.
—Bastardo Todoroki— saludó a su manera Katsuki recordando la desagradable escena de él en compañía de la castaña hace unos días atrás.
—Esas no son formas de saludar, Kacchan—Habló Denki apareciendo de la nada. —Deku, que bueno que hayas venido.
—Siempre es bueno compartir con los viejos compañeros — Río de forma nerviosa rascando su nuca.
—¿En qué momento llegaste, estúpido? —preguntó Bakugo al rubio quien no dejaba de llamarlo por ese desagradable sobrenombre que le puso Deku.
—Hace un rato, estaba conversando con una de las amigas de Mina— el chico señaló hasta el sofá donde segundos antes estaba sentado.
Y Bakugo la vio, tan bella como siempre, sonrojada mientras su amiga le susurraba algo al oído y a su vez dejando escapar una sonrisa que hacía brillar su redondeado rostro.
No pasó por alto la vestimenta de la joven quien se veía jodidamente sexy en ese conjunto brillante provocando que su boca se secara y acumulando el calor en su rostro.
Extrañaba su presencia y el tacto de sus suaves manos recorriendo su piel, la extrañaba a ella joder, si sólo habían pasado un par de días desde que no la veía pero hacía en falta su presencia.
—Si quieres te acercas a saludar— la voz de Shoto lo sacó de sus pensamientos causando extrañeza y molestia en el rubio.
—¿Y quién eres tú para darme órdenes? —chasqueo su lengua y frunció el ceño.
Dejando atrás a los estúpidos extras se encaminó con un poco de nerviosismo que decidió ignorar cuando los ojos chocolate de Uraraka se posaron en los suyos.
La chica le sonrió como ella sabía hacer y él pensó en lo agradable que sería sentir esos labios sobre los suyos. Ella se puso de pie de forma inmediata dejando ver su exquisita figura por la cual él deseaba pasar sus manos y recorrer cada centímetro que ella le permitiera.
Era hermosa.
-—Nos reencontramos otra vez, Bakugo-kun—se acercó ella a paso tranquilo dejando a su amiga atrás.
Él asintió como estúpido sin ser capaz de emitir palabra alguna.
—No iba a venir— le habló en respuesta mientras trataba de desviar su mirada de su precioso cuello al descubierto.
—¿Y qué te hizo cambiar de parecer? — preguntó curiosa la castaña por su respuesta.
Ella se sonrojó nuevamente al percatarse de lo cerca que estaba cada vez del rubio que podía sentir su perfume con mayor intensidad.
—Había... algo que necesitaba ver— respondió mostrándole una sonrisa ladina a Uraraka que la dejó congelada en su lugar.
—¡ATENCIÓN! — la voz de Mina hizo presencia rompiendo la atmósfera que se había formado entre los dos. —¡Necesito que se acerquen por favor!
Todos los presentes hicieron caso a la festejada y se acercaron al centro en donde Sero y Kaminari comenzaron a golpear la mesa expresando su emoción.
—Como bien saben estoy ascendiendo como heroína y no hay nada mejor que celebrar este momento con mis amigos — un bullicio proveniente de los golpeadores de mesa junto a Kirishima interrumpió el discurso— ¡Así que ha pasarlo bien y a beber se ha dicho! — finalizó la peligrosa seguida de un montón de aplausos de los presentes, a excepción de Bakugo, quien observaba con hastío el escándalo.
El resto de invitados hizo caso de las palabras de la anfitriona y dieron paso a la celebración, se había formado un ambiente alegre y festivo en donde se dio paso a las presentaciones, cortesía de Shoto, para facilitar el diálogo entre los jóvenes.
Bakugo no se había separado de la castaña la cual reía ante las ocurrencias de Kirishima quien llegó a invadir su espacio personal.
—De verdad es bueno verte, Ochako— ambos chicos chocaron sus palma mientras el rubio rodó los ojos.
—Necesitaba salir, el trabajo me estaba pasando la cuenta.
—Debe ser estresante trabajar con Bakugo-rió el pelirrojo provocando un bufido por parte del rubio.
—No, para nada— Río la castaña centrando su atención en el rubio quien solo bufaba— Hicimos un buen equipo, ¿cierto, Bakugo-kun? — preguntó ella llamando la atención del rubio mientras elevaba su palma.
Bakugo comprendió de inmediato y luego de rodar los ojos chocó su palma con la de la chica por el puro placer de sentir sus manos.
—Lo mismo digo, cara redonda— le habló sin quitar sus ojos rojizos de los chocolate de ella.
Kirishima observaba la escena con notoria sorpresa y luego sonrió.
—Se ven bien así— les comentó provocando que ambos se separaran con un notorio sonrojo— Bakugo hasta se ve más calmado, bien hecho Ochako — felicitó el pelirrojo provocando que Bakugo frunciera sus labios en señal de molestia.
—¡Ochako, vamos a bailar! — apareció Mina en compañía de Momo y Asui, quienes arrastraron a la castaña fuera del área VIP para así bajar y perderse en la puesta de baile.
Kirishima observó cómo desaparecían las figuras femeninas y luego centró su atención en Katsuki.
—Ahora comprendo— le habló Eijiro mientras pasaba su brazo por su hombro y guiaba al rubio al balcón para poder observar la pista de baile.
Se podía ver como las chicas se hacían espacio en el lugar para comenzar a bailar; Bakugo no dejó de observar a la castaña entre el tumulto de gente.
—¿Qué mierda dices?
—El por qué quisiste venir, tu odias esto.
—No sé de qué hablas.
—Es Ochako, ¿cierto?
Bakugo frunció su ceño al verse descubierto por su mejor amigo, decidió no emitir palabra alguna.
—-Ella es genial— siguió hablando Eijiro como si nada— De verdad espero que tengas los huevos bien puestos y la invites a salir.
—No eres quien para darme órdenes, pelos de mierda— Gruñó a su amigo.
—Ella es hermosa, cualquiera puede llegar y adelantarse a tus planes, deja tu orgullo de lado y actúa de forma varonil.
Bakugo prestó atención a las palabras del pelirrojo y una molestia lo invadió al imaginarse a algún otro extra queriendo cortejar a la castaña; el odiaba recibir órdenes pero pensó en hacerle caso al idiota a su lado mientras veía a la cara redonda disfrutar de la música.
~
Ochako subió las escaleras agotada, estuvo más de una hora bailando junto a las chicas y necesitaba un descanso.
Al ingresar al área VIP se dejó caer de forma brusca en el sofá y tomó una cerveza de la mesa.
—Veo que tienes un poco de sed.
Ochako observó a quién le habló a su lado y casi se ahogó con la cerveza, sus ojos se abrieron a más no poder a ver a Deku algo nervioso a su lado.
—Perdón, ¿te asuste? —expresó preocupación al ver el rostro de Ochako.
—No —habló mientras pasaba la cerveza—Estoy bien, gracias, fue solo la sorpresa, no todos los días te encuentras al héroe número uno. — rió con vergüenza de su actuar—Soy Ochako, Uraraka Ochako — se presentó.
—Un gusto, Midoriya Izuku o Deku, es como me conocen normalmente.
La castaña rió y entabló conversación con el agradable muchacho, él se sorprendió al relatarle cómo fue su conexión con Mina y Shoto, pero quedó bastante sorprendido cuando le habló de Bakugo.
—Vaya, no sabía lo de Kacchan, me alegro que ya esté mejor—le comento el héroe.
—¿Kacchan? — preguntó Uraraka con curiosidad.
—Fue un apodo que le puse cuando éramos niños, nos conocemos de pequeños.
—Oh — la castaña dejó escapar una sonrisa— Es algo tierno.
—Bakugo lo odia— Shoto apareció a su lado junto a Momo quien no dejaba de reír a causa del alcohol ingerido y tomaron asiento.
—Es verdad— respondió Midoriya rascando su nuca.
—Así que estás hablando con los extras — apareció Katsuki tras el sofá provocando que Ochako se girará rápidamente al escuchar su voz.
—Oi, Bakugo-kun, esa no es forma de hablarle a la gente—le reprendió la castaña.
El rubio en respuesta le pellizcó la mejilla causando asombro en quienes los obserbavan.
—Obligame.
Uraraka iba a responder cuando la melodía de Lost in the wild de Walk the Moon irrumpió en el pub y sus ojos brillaron. Era una de sus canciones favoritas.
—Dios, amo esta canción —sin pensarlo tomó la mano de Bakugo quien la miró asombrado—Necesito bailar esta canción. — Y sin más lo arrastró por las escaleras mientras intensificaba su agarre al momento de correr por el lugar.
Bakugo le siguió el paso a la pequeña castaña que tenía por delante mientras sentía una corriente proveniente de la unión de sus manos, la chica lo arrastró por la pista de baile y se posicionó frente a él con una sonrisa.
—¡Lo siento! — gritó entre medio del bullicio—Te arrastré hasta acá sin preguntar.
—Me la pagarás, cara redonda— Bakugo le mostro una sonrisa ladina.
La chica asintió mientras cerraba sus ojos y disfrutaba de la música. Él disfrutaba verla bailar mientras trataba de seguirle el ritmo a su forma, ella se acercó aún más al héroe y tomó una de sus manos para luego dar una vuelta dejando escapar una carcajada. Bakugo nuevamente la hizo girar hasta quedar frente a frente mientras la chica cantaba, o más bien gritaba, una parte de la canción.
Ochako sintió las grandes manos de Bakugo posarse en su expuesta cintura y dejó escapar un suspiro ante la caricia. Ella lo miró a los ojos y se sintió expuesta ante la intensidad de la mirada de Katsuki. Él apretó aún más el agarre en su cuerpo y Ochako se atrevió a posar sus manos en sus hombros, necesitaba estabilidad o se iba a desmayar en cualquier momento.
Bakugo acomodó uno de los mechones rebeldes del cabello de Uraraka y de paso acarició su mejilla.
—Ya sé como quiero que me pagues este atrevimiento, cara de ángel — le habló en su oído provocando que la castaña se estremeciera.
—Te escucho— le respondió acercándonos sus labios al oído de Katsuki.
Ambos se había detenido en la pista mientras la canción seguía sonando de fondo.
El rubio tomó ambas mejillas de Ochako y acercó su rostro hasta el suyo para así poder unir sus labios en un cálido beso. La castaña cerró sus ojos al sentir la suave caricia y se sujetó aún más fuerte a los hombros de Katsuki.
Ambos creían estar en el cielo, después de tanto tiempo al fin estaban degustando del sabor del otro, sintiendo como la corriente eléctrica los invadía por completo mientras sus labios danzaban al ritmo del otro.
Bakugo bajó una de sus manos hasta apoyarla en la suave cintura de Ochako mientras acariciaba su mejilla, definitivamente los labios de Uraraka eran mucho más suaves y cálidos en la vida real que en su propia imaginación.
La falta de aliento los hizo romper el contacto mientras ambos sentían el calor albergarse en sus mejillas, siendo más notorio en la castaña quien aún no se recuperaba del beso.
—Fue mucho mejor a lo que imaginaba— se burló Katsuki rompiendo el silencio dejando a una sorprendida Ochako.
—¿Osea que ya te imaginabas este momento? — preguntó ella siguiendo el juego del rubio mientras llevaba sus brazos a rodear su cuello.
—Créeme que sí, cara de ángel.— Y la volvió a besar de forma más intensa que la anterior, como si en cualquier momento el cuerpo y labios de Ochako se fueran a esfumar de su lado.
Ochako recibió el beso gustosa disfrutando de la calidez de las manos y boca de Bakugo, definitivamente se estaba haciendo adicta a sus labios, al igual que a las cosquillas en su estómago que no la abandonaron desde que fijó contacto con Katsuki.
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N.A:
Al fin se besaron jajaja sinceramente el beso iba a ser en el próximo capítulo pero lo cambié en último minuto jeje
Ojalá hayan disfrutado de la lectura, cuídense mucho :D