luces doradas y centelleantes solo podía ver
recuerdo que todo era sonrisas
sonrisas y risas
carcajadas que me hacían sacar abdominales
y nosotros, nosotros siempre histéricos
de felicidad o de ira
estábamos muy chicos, pero teníamos grandes cicatrices
se acercó a mí como si adivinara que lo quería cerca
No quería amor ni relación, solo quería su amistad, me decía
ah, qué tonta
Jamás fue mi fuerte convencerme que las mentiras son verdad, me decía
me importó muy poco y seguí
solo sé que quería más, quería hablarle, estar cerca, sanar algunas de sus heridas, hacerlo feliz
pero no sabía lo que él quería
solo me dejé llevar por sus palabras, por sus abrazos, por su atención
su desdén, su odio me importó muy poco
solo fue el inicio del fin
las luces doradas y centelleantes se volvieron duchasos de agua helada
solo recuerdo llanto insaciable
respiraba pero estaba muerta
solo podía sentirme de una sola forma: miserable. Solo de esa forma
querer desaparecer se volvió un estilo de vida
quería irme, siempre
quería estar lejos, siempre
qué tonta
confiar fue mi condena
amar, mi veneno
llorar, mi medicina
escapar, un alivio
estuve en el pozo más oscuro, doloroso, inquietante y tortuoso en el que jamás estuve
tanto dolor
tanta resistencia
tanta soledad
había mucha gente a mi alrededor, y yo no veía nadie
pasaron muchas historias frente a mis ojos
yo solo me podía retorcer embalsamada en mi llanto y mi oscuridad
me hundí, no veía la luz
la busqué y busqué, busqué con desesperación todo el tiempo
solo podía ver negro
pero llegó alguien a iluminarme, y vi la luz de nuevo
llegó el ser más importante a mi vida
y cuidé de alguien más, sané otro dolor, amé sin miedo
y luces doradas y centelleantes solo podía ver