Los dos sujetos se estuvieron besando todo el camino hasta la habitación de Dan.
Allí los dos se sentaron sobre el borde de la cama, Dan acostó a Volkov encima de esta mientras le besaba el cuello.
Comenzó a recorrer el cuerpo del comisario con la lengua.
Notaba como se le erizaba la piel y eso le hacía volverse loco.
El chico de la cresta se subió encima de Volkov y agarró las manos del comisario contra la cama.
Este le besaba por todas partes, de sus labios a su cuello, y de su cuello a su abdomen.
Dan se quitó la camiseta y rápidamente volvió a juntar sus labios a los de volkov, como si no quisiera pasar ni un segundo lejos de estos.
Volkov daba pequeñas mordidas al cuello de Dan y se intercambiaban besos de vez en cuando.
El chico de la cresta bajó despacio las manos hasta llegar al pantalón del comisario, desabrochó el cinturón y después el pantalón. Este lo hacía despacio para intentar no incomodarlo demasiado.
Pero no lo consiguió, Volkov apartó las manos de Dan y pegó las piernas a su pecho.
-Dan...Dan para...- susurró nerviosamente Volkov.
-Ey ey, lo siento ¿te he hecho daño?- le dijo Dan mientras se acercaba a él con cuidado. Este se puso la mascara de nuevo y le quitó la venda de los ojos a volkov.
-No... No me has hecho daño, ves... Te dije que Soy un idiota... Arruino todo.
-Oye, no has arruinado nada, entiendo que no estás preparado no te preocupes...
-No...no es eso, Dan yo...
-oye puedes contarme lo que sea Volkov- le dijo Dan mientras le abrazaba y apoyaba su cabeza en el hombro de este.
-De pequeño.... Bueno da... Da igual...
Dan le miró a los ojos y seguidamente le abrazó con afecto por debajo de los brazos de Volkov pegando la cara totalmente a su pecho.
A este le cambiaron todos sus sentimientos de repente, fué como una píldora mágica.
Notaba que los brazos de aquel robusto hombre curaban de pronto aquella ansiedad.
-Volkov... Si no quieres hacerlo no pasa nada... Entiendo que no estés preparado... Además está máscara no ayuda.- dijo Dan mientras levantaba la cabeza para mirarle a los ojos.
-No,no Dan, te juro que si que quiero hacerlo...-respondió el devolviéndole la mirada
-¿Estas seguro?- volvió a mirar a los brillantes ojos del comisario.
-Si...- asintió Volkov mientras le sonreía.
Dan tumbó de nuevo al comisario sobre la cama y este se acostó en frente de el.
Comenzó a acariciarle la cara mientras le sonreía dulcemente.
Este se levantó otra vez la máscara a la altura de la nariz y le dió un beso.
Volkov no paraba de pensar: "ves no estoy preparado para estar con nadie, doy asco", "debería limitarme solo a trabajar".
Pero aquel ruso amaba las caricias del enmascarado.
Este nunca sintió algo parecido a lo que sentía por ese misterioso hombre.
-Volkov...- este escuchó su nombre y le evadió de sus pensamientos.
-volkov...- volvió a escuchar.
-¿Volkov?...- dijo Dan al verle con la mirada triste y pérdida.
-¿Si?-Respondió este al despertar de sus pensamientos.
- ¿Está usted bien?.
-Si...no se preocupe.
Hubo un pequeño silencio incomodo, Dan se dió la vuelta quedando recostado mirando hacia arriba.
Lo que más necesitaba Volkov en estos momentos era cariño, ya que lo había probado ahora no podía parar, era como su droga..., el afecto era su droga...
El comisario se acercó a Dan, apoyó la cabeza en su pecho y pasó un brazo alrededor de su abdomen quedando totalmente abrazado a el.
El sonido de su respiración y el contacto de su cálida piel hacía que se sintiera genial.
Dan jugaba con el pelo de Volkov y no paraba de mirarle y sonreír.
Le hacía sentir muy feliz aquel momento, pudo evadir sus pensamientos unos segundos y centrarse en lo más importante en aquellos momentos.
El comisario pasaba los dedos juguetonamente por el abdomen de el subinspector, la piel de este se erizaba con el contacto de Volkov.
-Dan...- dijo el comisario mientras seguía jugueteando.
-¿Si? Comisario bombón.
-¿Por qué te preocupaste tanto por mi cuando me dispararon?- subió la cabeza para poder mirarle a los ojos.
-Bueno...Yo... No sé...- respondió nerviosamente rascándose la cabeza.
Horacio hubiera respondido en esos momentos con un "Me gustas ,¿Te gusto?" O con un "porque eres el amor de mi vida" o con un "siempre me has gustado" Pero no debía, no podía hacerlo.
-Me preocupó que te hubiera pasado algo, tienes un cargo muy importante en el cuerpo-
Volkov permaneció callado y siguió haciéndole caricias.
El sonido de la respiración del subinspector y la sensación cálida de su piel relajó tanto al comisario que no puedo evitar quedarse dormido.
Dan se percató de ello así que le acomodó muy despacio para no despertarle y seguidamente le tapó con la sábana.
Antes de salir de la habitación le brindó un cálido beso en los labios y marchó de la habitación cerrando la puerta silenciosamente.
[...]
9:00 am
Volkov se despertó confundido al ver que no se encontraba en un lugar habitual.
Salió a buscar a Dan, abrió la puerta del salon y vió que este estaba dormido, estaba recostado en el sofá con una almohada y una sabana.
Estaba tan cansado que se había quedado dormido con la máscara puesta.
Al comisario esa imagen le dió demasiada ternura, pensó que se habría quedado dormido y Dan no quiso incomodarle así que se fué al sofá.
Este tampoco quiso incomodorle a el así que cerró la puerta del salón.
Pensó en irse a su casa de nuevo, pero no antes sin despedirse.
Fue a su casa a por el bote que Dan le había dado para el azúcar.
Seguidamente lo dejó en la encimera de la cocina de Dan, al lado del azúcar esparcido.
Agarró un post it de papel y un bolígrafo y le dejó la nota pegada en el bote, que ponía:
"Para que vengas a por todo el azúcar que quieras..."