(Capítulo con escenas +18)
"Secuestran a Meg".
Al otro día desperté arriba de las telas donde se hallaba recostado Luffy, estaba junto a Sanji quien dormido abrazaba mi espalda como si fuera un oso de felpa.
-hmm?- refregué mis ojos y me quité las manos del cocinero de encima, estaba profundamente dormido -Luffy?- me levanté y lo busqué por la tienda, ya no había muchas personas, estaba casi vacío -Sanji despierta- lo sacudí un poco -Luffy no está-.
-cómo que no está? - se levantó sin quitarse una de las pieles de encima, parecía tener frío -Luffy?- salimos de la tienda, todos los de la tribu estaban rodeándolo y observando como comía, se hallaba compitiendo con el jefe para ver quién comía más.
-ahí está nuestro Luffy- reí al verlo tan feliz junto a esas personas.
-bueno, parece que tenemos un empate- le dijo uno de los soldados más fieles del líder.
-empate?! pero si yo gané- exclamó el líder.
-no es cierto! ¡yo lo hice! - reclamó el capitán.
-repite eso de nuevo extranjero- quitó una daga de su bolsillo.
-muy bien, terminen esto antes que llegué demasiado lejos! - la vieja anciana le dio un golpe en la cabeza al líder.
-ah! ¡vieja! por qué me golpeas a mí? -
-estabas a punto de lastimar al muchacho, compórtate como un líder-
Luego del desayuno agradable, y de ver que nuestro capitán se sentía muy bien y con muchas energías, el líder de la tribu se presentó y prosiguió a explicarles a Sanji y a Luffy el plan que tenía para acabar con los soldados del pueblo vecino. Yo me separé de ellos para ir a lavar mi rostro a un arroyo que no se hallaba tan lejos.
En ese momento sentí que me observaban, tenía esa sensación de que alguien me estaba siguiendo. Observé por todos lados y nada, solo unas niñas de la tribu que corrían hacia aquí para lavarse también.
-ah! - suspire aliviada y continúe lavando mi rostro.
De repente, la misma sensación de desconfianza regresó a mí. Era como si realmente alguien nos estuviera espiando, no solo a mí, sino también a esas niñas.
-quién está ahí? - me acerqué a unos árboles -sal de inmediato! -
-está bien- un sujeto salió detrás de los arbustos y me apuntó con su escopeta -no hagas ruido mujer-
-ah! - di dos pasos hacia atrás.
-no te muevas o te mato-
De repente los gritos de las niñas me hicieron voltear rápidamente, cuatro sujetos las estaban tomando y amarrando para llevárselas.
-uh- abrí mis ojos, tenía el cuerpo todo adolorido y la cabeza estaba que me explotaba -dónde estoy? - me hallaba en una celda con esas tres niñas del río.
-mujer extranjera- me ayudó una a levantarme del suelo -está bien? -
-q-qué fue lo que pasó? -
-unos demonios del pueblo de al lado aparecieron y nos secuestraron. Le dieron un golpe muy fuerte en la cabeza- otra de ellas me explicaba lo sucedido mientras rompía un poco su túnica para vendarme la frente, el golpe fue tan fuerte que no sentía que me salía sangre.
-muchas gracias-
-no entiendo, por qué la atacó a usted- mencionó la tercera y más joven de ellas, estaba temblando de miedo.
De repente una puerta se abrió y un sujeto bien vestido y acompañado de los que serían dos soldados aparecieron delante de nuestra celda.
-sáquenla- ordenó mientras abrían las rejas y me tomaban de cada brazo.
-suéltenme- les ordené.
-con cuidado- les ordenó él a ellos.
Me sacaron de allí y me llevaron a un salón, este estaba lleno de muebles refinados y una gran mesa con mucha comida.
-disculpe el mal trato señorita- me dijo un sujeto que se encontraba de espaldas mirando su ventanal -no fue intención de mis hombres tratarla de esa manera tan barbárica, me aseguraré de que tengan su merecido- se volteó y acercó a mí, parecía un hombre mayor que llevaba anteojos y una peluca blanca, la cual me recordaba a ciertos habitantes que detesto con mi vida - tráiganme un médico de inmediato!- ordenó y acto seguido el mismo sujeto que me trajo aquí se fue rápidamente -curaremos esa herida- me sonrió amistosamente, pero por alguna razón sentía que no podía confiar en él -me llamó Jack Smith, pero puede llamarme señor Smith- se presentó haciendo una reverencia -cómo se llama usted?-
-me llamo Megan-
-Megan solo? -
-Megan...Ma-...Monkey- comenzó a reírse como si le estuviera diciendo una broma - ¿acaso le parece gracioso mi apellido señor Smith? -
-no señorita lo lamento mucho, mis disculpas- me acercó unos pastelillos para recompensarme.
Megan Monkey, decidí darle el apellido de mi capitán por desconfianza. Mackenzie es el apellido principal del clan más importante de Escocia, no tengo idea si estás personas son ingleses, pero a juzgar por su apellido "Smith" podría afirmarlo. Preferí ocultar mi verdadero apellido por si acaso, tampoco quería perjudicar a Luffy, por eso decidí quitarle la D y usar solo el Monkey. Puede que esté siglos adelante, pero nada me asegura que Escocia e Inglaterra sigan o no en guerra, no sé nada de cómo se encuentra mi país actualmente.
-su apellido me recuerda al de cierto... capitán de barco pirata, ¿alguna vez ha oído hablar de Monkey D Luffy?-
-Monkey D Luffy?- solté un suspiro y una risa sutil - sí he oído hablar sobre ese muchacho, es un desquiciado y un completo monstruo- fingí un pequeño llanto -es mi maldición, este apellido suele ser confundido y comparado con el mismo diablo, ¿qué he hecho para merecer esto? -
-oh! usted no tiene la culpa señorita, uno no nace decidiendo que apellido tener- me consolaba con sus palabras. -ahora dígame ¿qué hacía en esa tribu de indigentes? ¿la tenían secuestrada? -
-s-si- fingí otro llanto -no sabe el infierno que viví allí- llegó rápidamente un médico a sanarme la herida de la frente.
-disculpe señorita, permítame arreglar esa frente- me dijo mientras limpiaba la herida con delicadeza.
-señorita Monkey ¿ha estado dentro de la tribu verdad?, eso quiere decir que ha visto a su líder. Si coopera con nosotros le prometo ayudarla y vengar las atrocidades que esos animales les hicieron-.
-ahora me duele un poco la cabeza, le prometo colaborar con gusto-
-está bien, le conseguiré una habitación para que pueda descansar-
-por favor- le agradecí -muchas gracias-
-no hay de que, todo para ayudar a una bella dama extranjera- sonreí -usted parece de confianza, hemos intentado todo para que esos indigentes nos hablen de su líder, pero no hemos podido sacarles nada. No hablan ni aunque les des cinco latigazos en la espalda- soltó una risa que me hizo enfurecer.
-v-van a torturar a esas niñas? - le pregunté indignada.
-si no hablan no me quedará más opción que hacerlo- intenté mantener la calma, inglés o no, no se le debe torturar a una persona. La respiración se me agitó al igual que el corazón, los recuerdos de aquel día regresaron a mí en el momento menos adecuado.
Flashback:
-qué están haciendo?!- les grité a cinco soldados de mi padre, entre risas y muchos golpes se encontraban torturando a un muchacho inglés.
-ah? Megan- uno se acercó y me dio una daga -llegaste justo a tiempo- el muchacho era el soldado de aquel día, ese joven niño de casi mi edad era el que se negó a torturarme aquel día cuando tomé el lugar de mi hermano.
Mi hermano quiso defender a una niña del pueblo de un grupo de soldados ingleses que querían llevársela y yo cedí mi puesto para que mi pequeño y tonto hermano no sufriera los latigazos que me terminarían marcaron.
-qué pasa Megan? - me preguntó - ¿acaso no recuerdas lo que te hicieron esos cerdos? -
-no es eso, es un muchacho-
-es un inglés-
-y eso que tiene que ver?!- me acerqué al muchacho y lo desaté.
-qué diablos te pasa? -
-hacer lo mismo que ellos es estar a su altura- les dije -no quieren que esta guerra termine? -
-puede que seas la hija del jefe, pero dices demasiadas estupideces mujer- me dijo uno.
-no soy estúpida por tener valores, solo quiero que esta guerra termine de una vez. Yo también los odio, pero estoy consciente de que no todos son así-.
Fin.
-señorita Monkey- regresé a la realidad.
-lo siento, estoy cansada-.
-será mejor que le consiga una habitación- llamó a un sirviente y le ordenó llevarme a un dormitorio -que descanse-
-muchas gracias- hice una reverencia y me retiré, en los pasillos. Mientras caminaba noté a un grupo de soldados llevar a un prisionero a la celda, cuando levanté la mirada pude ver que ese prisionero era el mismísimo Zoro -ah! - me observó de reojo y se sorprendió al verme, pero no hizo espamento.
-ese es Roronoa Zoro, tuvimos suerte de encontrarlo, no sabemos cómo llegó a la isla, pero al jefe le gustará reclamar la recompensa por su cabeza- me dijo el sirviente que me guiaba a la habitación.
Zoro, con que te capturaron. Pensé, una vez en la habitación comencé a pensar una forma de salir de aquí con él y esas niñas.
Luego de un rato decidí salir del cuarto, caminé por los pasillos hasta llegar al calabozo. Dos guardias se encontraban en la puerta, no podía entrar fácilmente.
-maldición, ¿cómo voy a liberar a Zoro ahora? - regresé a la sala donde me reuní con el jefe Smith, pero no se encontraba allí -por aquí debe haber algo- revisé entre los muebles para buscar algún cuchillo o cubierto, pero no hallé nada interesante -ah! - suspiré -difícil- salí de allí y me percaté de dos cocineros con uniformes que pasaron por el pasillo. Los seguí hasta la cocina donde me adentré cuidadosamente. Les robé un encendedor y dos cuchillas que oculté con cuidado entre mis ropas, luego regresé por donde llegué.
-cómo se usaba esto?- intentaba pensar cómo se encendía un encendedor -Sanji lo usa siempre, ¿por qué no lo recuerdo?- le giré la perilla en forma de rueda -okey, ya sé- entré a la habitación donde me hospedé por un rato y perdí fuego una sábana -a-ah! fuego!! fuego!!- escondí el encendedor en mis ropas y comencé a gritar desesperada pidiendo ayuda, los guardias que vigilaban los calabozos corrieron rápidamente a asistirme y en ese descuido fácilmente les quité las llaves.
-quédese aquí señorita Monkey- me dijo uno intentando calmarme mientras se dispusieron a apagar el fuego entre todos. Me escabullí y llegué rápidamente a los calabozos.
-Zoro! ¡niñas! - abrí la celda de las niñas.
-mujer extranjera- exclamó una al verme -se llevaron a una de las nuestras-
-cómo dices? -
-se llevaron a Khia, la más joven de nosotras- me dijo la segunda mientras lloraba.
-no se preocupen, la recuperaremos- les dije intentando calmarlas -han visto a Zoro? es mi amigo de cabello raro-
-estuvo encerrado aquí un rato y se lo llevaron de nuevo-
-maldición- exclamé preocupada -no importa, debemos salir primero- corrimos sigilosas por los pasillos, el fuego fue una gran idea para desviarlos y llamar su atención -por aquí, rápido- cuando intenté abrir la puerta principal encontré del otro lado al señor Smith junto a dos guardias.
-s-señorita Monkey- me observó asombrado al verme con las niñas indígenas -usted ocasionó esto? - apreté las muñecas de las niñas nerviosa -átenla en el parque junto con el espadachín- ordenó enfurecido, ya no había nada que explicar. Me tomaron entre los dos soldados de los brazos y me golpearon en el estómago para dejarme sin aíre y que no pueda poner resistencia.
-ah! - las niñas gritaban desesperadas.
-llévensela- me arrastraron hasta una plaza donde se hallaban varias personas y allí me ataron a un poste largo, de las manos me amarraron fuertemente.
-ah! - algunos de los ciudadanos me lanzaban cosas -déjenme! - a mi lado, a unos metros se hallaba Zoro, al parecer se encontraba inconsciente y muy herido -Z-Zoro- me observó -Zoro qué te han hecho? -
-M-Meg...- escupió sangre.
-tks! Zoro!!- intentaba resistirme y movía mis manos intentando desatarme, aunque no lo lograba solo obtenía un fuerte ardor en mis muñecas -ayúdenme! ¡¡chicos!!- clamaba ayuda -ayúdame Sanji!!- uno de los soldados me golpeó y nuevamente me quedé sin aíre -ah! -
-cállate, no importa que seas mujer, te golpearé hasta morir si no te callas, aquí odiamos a los que ayudan a los indigentes de la tribu de al lado-.
-L-Lu...ff...y- mi cuerpo temblaba -ay...u...dame...- intentaba no llorar del dolor, yo podía resistir mucho más que eso -...LUFFY!!- desgañité con todas mis fuerzas, incluso si eso me dañara la garganta no dejaría de gritar y clamar su ayuda -LUFFY AYÚDAME!!- me golpearon una y otra vez.
-cállate!!-
-LUFFY!!- De repente, un puño golpeó con fuerza al guardia que me estaba lastimando, levanté la vista y lo vi. Realmente era él, había venido a rescatarnos -Luffy-
-aléjense de mis Nakamas!!- les dijo enojado y gritándoles a todos.
-e-es M-Mugiwara!- exclamaron todos los ciudadanos asustados, comenzaron a correr.
-Luffy-
-perdón Meg, llegué tarde- me desataba.
-llegaste en el momento justo- al desatarme caí de rodillas y vomité de tantos golpes que recibí.
-estás bien? - me tocó la espalda.
-s-sí, ayuda a Zoro por favor- me cargó en sus brazos.
-Sanji apresúrate- le dijo, no había notado la presencia del cocinero que llegó junto con el capitán y desató a Zoro.
-ya voy!- se quejó -por qué tengo que desatar yo a Marimo?-
-deja...de quejarte- le dijo Zoro sin fuerzas y muy cansado.
-bien- una vez que estábamos todos listos, rápidamente nos tomó a los tres con sus largas manos y como si fuera una catapulta nos retiramos de allí, nos disparaban, pero por suerte ninguna bala nos dio. Logramos escapar con éxito y regresamos a la tribu.
-esas niñas se quedaron- les dije -debemos ir por ellas-.
-no, quédense aquí- llegó el líder ordenando -lo que hicieron fue muy arriesgado, debemos pensar un plan antes de entrar a su pueblo-.
-ayúdenlo por favor- les rogó Luffy para que curarán las heridas de Zoro -es mi nakama- rápidamente la anciana llegó y nos llevó a la tienda donde nos sanarían, yo por suerte estaba bien, el espadachín fue el más afectado.
-Meg-chwan- me abrazó -no le perdonaré la vida a esos malditos por golpearte-
-estoy bien por suerte- sonreí -todo gracias a ustedes- les agradecí -cómo estás Zoro?-
-bien, no es nada-
-a un herido mantienes tu orgullo?!- le regañó Sanji.
-estoy bien- respondió furioso.
-te trataremos, tienes muchas heridas que podrían ser mortales- la anciana revisaba los brazos del espadachín -las trataré de inmediato, necesito que salgan así puedo hacer mi trabajo-.
-si- nos retiramos con Sanji, Luffy se encontraba hablando con el líder y parecía muy serio. Ya era de noche y me preocupaban esas niñas que no logramos rescatar, temía de lo que podría hacerles.
-será mejor que coman algo- llegó el soldado y mano derecha del líder a decirnos -acompáñenme- nos llevó a cenar junto a los habitantes de la tribu, al parecer comían todos juntos y reunidos.
Yo no tenía mucha hambre, así que me retiré, me acerqué a un pequeño arrollo no muy lejos de la tribu y allí me quedé, me senté en el pasto a observar la luna.
-Meg?- me volteé al oírlo -qué haces aquí sola? - decía Luffy mientras terminaba de comer una fruta.
-hola Luffy- se sentó a mi lado -quería alejarme un poco de la multitud, quería reflexionar un poco-
-reflexionar? ¿sobre qué? -
-bueno pues...sobre muchas cosas, también me preocupé por esas niñas, espero que estén bien-
-el líder dijo que estemos tranquilos, así que eso haré hasta mañana, confío en su palabra-
-ya veo- sonreí.
-y Sanji?-
-se quedó hablando con unas chicas en la tribu, mujeriego- solté una risa al decir eso -también me preocupan los chicos, espero que estén bien, no saben nada de nosotros-
-no te preocupes por ellos, estarán bien. Te preocupas demasiado por todos-
-je! - sonreí irónica -puede que tengas razón, pero aquí son lo único que tengo, es normal que me preocupe por ustedes-.
-aquí? -
- ¿sería loco si te dijese que vengo de una línea temporal diferente a la tuya? -
-hmm...si así fuese creo que te creería, este mundo es demasiado extraño- sonreí al oír esa respuesta.
-Luffy...¿puedo besarte una vez más? - le pregunté mientras se sonrojaba y desviaba la mirada.
-hmm...bueno- me dijo con los ojos serios y entrecerrados y con un tono orgulloso. Me acerqué a él y le corrí un mechón de cabello que le tapaba los ojos, se veía muy tierno y adorable con su rostro rojo y sus labios temblorosos.
-me gustas demasiado- le sonreí una vez más y lo besé con suavidad mientras acariciaba su rostro con mis dedos, luego apoyé mis manos en el suelo para desprenderme de él, pero sus manos me tomaron de la nuca y no me permitieron alejarme.
-no te detengas- me dijo con una sonrisa amable y feliz -sigue-
-ah! s-si- me asombre al ver esa reacción por su parte, continúe besándolo con suma suavidad y delicadeza. Estaba muy feliz, mi corazón estallaría en cualquier momento de alegría, bajé mis manos a su pecho y desabroche su camisa.
-uh! Meg!- me detuvo algo nervioso -q-qué estás haciendo? -
-lo siento Luffy- me disculpé algo apenada -no me di cuenta, lo siento fue por impulso- soltó una risa.
-está bien, continúa-
-p-pero...de verdad?...es decir...¿tienes idea de lo que estuve a punto de hacer?-
-sí, no soy tonto- rio -me gusta descubrir cosas nuevas- se quitó el sombrero y lo dejó a un lado -me gustaría experimentarlo- me tomó de la mano -p-pero no sé cómo se hace! -
-jeje!- me acomodé el cabello -yo tampoco- lo besé una vez más y proseguimos, le quité la camisa y comencé acariciando sus suaves hombros y su pecho.
-uh! - soltó un quejido.
-je! - me acerqué y besé su cuello de arriba abajo -eres muy suave-
-M-Meg- me tomó de los hombros, comencé a lamer su cuello y a mordisquearlo con suavidad para no lastimarme.
-te duele? -
-n-no, solo que se siente raro. Me late el corazón, me voy a morir de un paro cardíaco-
-jaja! - me reía de lo ingenuo que era -eso no pasará Luffy- me subí encima de él y comencé a besarlo en su torso y hombros mientras los acariciaba.
-ah!- me jaló suavemente del cabello -Meg...siento algo raro-
-raro?-
-s-si...m-mi entrepierna se siente rara- me dijo avergonzado.
-ya veo- bajé mi mano y desabroché sus pantalones con cuidado -aquí verdad? - toqué su bulto.
-ahh! ¡¿q-qué rayos?!-
-tranquilo- no paraba de sonreír, se me hacía demasiada graciosa la forma de como reaccionaba -está bien- lo miré a los ojos para calmarlo -tranquilo déjame a mí, no seré perfecta, pero haré lo posible para hacerte sentir bien- le quité el resto de la ropa dejándolo desnudo, su piel era extremadamente suave como la seda misma, era el paraíso mismo -Luffy... eres muy hermoso- tomé su miembro y comencé a acariciarlo con mis pulgares.
-ah! M-Meg- se tomaba del césped al sentir mis caricias mientras soltaba unos suaves gemidos, era una ternura, no paraba de moverse y retorcerse de placer.
-te sientes bien? -
-sí, sigue por favor- me sonrió -me está gustando-
-me alegra que así sea-
-quítate la ropa también-
-l-lo haré luego-
-ahora! - hizo berrinche.
-jeje! está bien- desabroche lentamente mi camisa, al llegar al último botón sus manos entraron rápidamente y comenzaron a tocarme los pechos -ah! -
-son muy suaves- decía curioso -jaja! me encantan, podría tocarlos toda la noche-
-n-no es un juego-
-jaja! lo sé- reía - ¿podrías quitarte el sostén por favor? - acto seguido hice lo que me pidió, me invadió la timidez al exponer mi cuerpo y que lo vea con esos ojos simpáticos. No podía notar una sola gota de lujuria en su mirada, parecía que solo me veía con ternura.
-no pensé que las mujeres fueran tan suaves- me tocaba con curiosidad y carisma, era como si quisiera investigar.
-ah!!- me tomé de su cuello, solté unos jadeos al sentir sus dedos tocar mis pezones.
-te estoy lastimando? -
-no Luffy, me hace sentir bien-
-qué bueno- abracé su cuello y comencé a restregar mi cuerpo en él, movía mis caderas para sentir sus rodillas en mi feminidad.
-ah! se siente bien- apreté su cuerpo.
-Meg- me tomó de la cintura -es normal que me sienta extraño allá abajo? -
-sí, no te preocupes- besé sus mejillas -nunca tuviste una erección? -
-n-no, y si la tuve alguna vez no me he dado cuenta-
-que tierno eres- me quité el resto de la ropa y continúe refregando mi entrepierna en la suya.
-ahh!- me abrazo y apoyó su rostro en mis pechos -Meg esto es genial- decía en un tono feliz -es raro, pero me gusta mucho-
-Luffy puedo meterlo dentro de mí? -
-s-si- lo tomé con cuidado y lo introduje mientras me tomaba de la cintura -Meg! auch! hij!- temblaba.
-ah! - le clavé las uñas sin querer, el dolor que sentí al adentrarlo en mí fue muy profundo -perdón si te lastimé Luffy-
-Meg estás sangrando! - me dijo desesperado al ver un hilo de sangre recorrer su pierna.
-no te preocupes está bien-
-p-pero te lastimé-
-tranquilo, es parte de mi cuerpo Luffy- besé su frente -mi pureza ahora te pertenece-
-segura que estás bien? -
-si- sonreí mientras me caían las lágrimas de dolor -estoy muy bien y feliz- lo tomé de las mejillas y lo besé una vez más -te adoro Luffy-
-Meg- sonrió -e-eres linda-
-tú eres el lindo- comencé a mover mis caderas, ambos emitimos gemidos que no creí que escucharía, se veía muy tierno con su rostro rojo lleno de placer, su sonrisa no se desvanecía -aj! L-Luffy, no puedes ser tan tierno-
-ajj! M-Meg esto es hermoso- rio -quiero más-
-más rápido? -
-podrías hacerlo? -
-s-si- apoyé mis manos en su pecho y proseguí a mover más rápido mis caderas, me dolía y ardía, pero quería complacerlo, era lo único que deseaba en este momento tan bello.
-jaja! me encanta- me besó en los labios dulcemente, por fin me besa él -ah! Meg- me susurró al oído -creo que ya sé cómo se hace esto- me tomó de las caderas y comenzó a moverse él rápidamente -me encanta me encanta! -
-ah! Luffy! ahh!- me vine al llegar al clímax.
-Meg- reía y gemía, estaba muy feliz y satisfecho -Meg- se detuvo -lo siento... pero me dieron ganas de...orinar- exclamó apenado, su sonrisa se desvaneció al instante porque creyó que arruinó el momento.
-no tienes ganas de ir al baño Luffy- reí para calmarlo -tranquilo- me quité de él -tranquilo- tomé su miembro nuevamente.
-n-no Meg-
-descuida, no tienes ganas de ir al baño. Es parte de hacernos uno, debes soltar todo lo que tienes-
-estás segura? -.
-si cielo, no te contengas o vas a explotar- le sonreí y continúe jalando su miembro.
-ah! Meg! ¡no! ¡¡espera!!-
-tranquilo Luffy, no voy a hacer nada que te incomode-
-ahhh! Meg!!- se movía de un lado al otro -ahh!- se retorcía de placer, de verdad le encantaban mis caricias.
-Luffy-
-ahh!- se tomó el pasto y arqueado la espalda se vino, gimió bastante fuerte al hacerlo, me derretía por completa oírlo respirar fuerte y jadear con dulzura -Meg- quedó exhausto y sus manos temblaban -jajaja! se sintió genial- me abrazó -gracias Meg, me encantó de verdad-
-Luffy- acepté su abrazo.
-estoy exhausto- se recostó nuevamente y se quedó dormido.
-n-no te duermas aquí!- solté una risa -tonto no es un lugar para descansar-
Continuará...
Espero que les haya gustado, no tienen idea lo que me costo hacer una escena lemon con Luffy, tal vez por su personalidad aniñada...
Disculpen si no estoy actualizando con la frecuencia que suelo tener siempre, estoy bastante ocupada con los estudios últimamente. Por lo menos intentaré sacar dos capítulos por semana :D muchas gracias por leer y apoyarme lo aprecio mucho.