— ¿Entonces, han recordado algo?
Aprovechando el recorrido, los muchachos iban mirando las calles del Reino. Al estar en el centro de la plaza, las calles estaban animadas. Muchos comerciantes y tiendas estaban abiertas. Aunque claro, por esa zona las tiendas vendían productos más lujosos y finos. Detalles más elaborados, contrario a los mercaderes de la entrada al Reino.
— Yo solo tuve un presentimiento. No hay nada en mi memoria aún.—Kuro mencionó. No había quitado su mirada del enorme edificio blanco.
— ¿Entonces Lawless también?— Mahiru buscó al ángel. Lo vio bajar la mirada al suelo en una faceta poco conocida. Parecía algo triste. Mahiru se preguntó si Lawless fue capaz de recordar algo...
Cuando se acercaron lo suficiente a la gran Iglesia. Todos, incluido Licht -un chico de Reino- se sorprendieron de lo grande e impresionante que era. Solo la puerta estaría midiendo más de seis metros cuadrados. Mahiru pensaba que su interior debería ser tan espacioso como el tamaño de su pueblo... Quizás estaba exagerando.
— Parecen viajeros.— Una mujer se les acercó. Vestía de comerciante; un delantal ligero y una pañoleta en su cabeza. En sus manos llevaba un ramo de flores.— Si van a entrar a este lugar sagrado por primera vez, deben llevar una ofrenda.
— ¿Ofrenda?.— Mahiru no llevaba dinero con él, y dudaba que lo demás tuvieran algo. —No tenemos dinero para ofrendas...
La mujer los miró levemente sorprendida pero luego sonrió amable. Le entregó a Mahiru un ramo de flores blancas, para después revelarle:
— Siempre se debe dar una ofrenda cuando visitas a los Ángeles.
Fue en ese momento que Mahiru entendió el significado en el comportamiento de Kuro y Lawless. O al menos en el ángel. ¿lo que acababan de recordar, era otro hermano? Mahiru buscó a los muchachos, pero Lawless ya estaba entrando a la Iglesia, los demás lo seguían y solo Kuro lo esperaba.
Mahiru sabía que dentro poco comprendería qué pasaba con ellos. Así que entraron al gran lugar.
— Todo aquí se ve terriblemente lujoso.— La voz de Lawless resonó en las paredes. Éstas parecían hechas de cristal, por lo que el sonido viajaba con rapidez.
Desde afuera, la gran Iglesia era blanca construida a base de hormigón. Pero en el interior el cristal celestino abundaba en cada rincón. Parecía hielo, y resplandecía tenuemente por la luz que se filtraba por los ventanales que estaban en las alturas.
— ¿A quién buscamos?.—Licht no se molesto en husmear el lugar. Simplemente se limitó a sentarse en las primeras filas de bancos.
Mahiru en tanto admiraba el sitio. De cierta forma. La construcción del lugar le hacía recordar a la cueva en donde Kuro estuvo cautivo. El cristal, y esas rocas, parecían ser del mismo material. Aunque no estaba del todo seguro.
Tocó uno de los pilares que conformaban la Iglesia. La sensación de suavidad no le dijo absolutamente nada. Quizás solo estaba imaginando. Siguió caminando por el transepto. De pronto los muchachos dejaron de hablar y solo resonaban sus pasos. Mahiru caminó sin entender porqué Licht lo miraba extraño y Lawless con ganas de reír.
Kuro se encontraba cerca al altar, mirando unas pinturas de ángeles en el cielo. Y solo cuando estuvo cerca de él, Mahiru proceso lo que seguramente Licht y Lawless pensaban. Él caminaba con un ramo de flores hacia el altar donde Kuro lo estaba esperando...
— Entonces, lo declaro marido y mujer.— Lawless bromeó tomando las manos de Kuro y Mahiru; uniéndolas. Kuro no entendió nada, pero Mahiru se avergonzó completamente.— No. Son semi-humano y demonio. ¿Incluso solo hombre y hombre?
— Cállate rata mierdosa. Sólo cásalos. — Licht le siguió el juego. Y Tetsu simplemente aplaudió emocionado.
Kuro no entendía esta vez el juego de ellos. Entre sus memorias, sabía que estaba en un lugar sagrado. Además, el mismo lugar tenía cierto toque divino en el aire. Pero no entendió por qué Mahiru se avergonzó tanto, sin embargo cuando el chico le miró totalmente apenado pero expectante de algo... Kuro sintió que su corazón se agitó, y se terminó por sonrojar también.
Aquello hizo que Lawless riera y los pusiera nervioso a ambos.
Pero también sintieron aplausos ajenos en la Iglesia. Tanto Kuro como Lawless se pusieron en alerta. La gran puerta de la Iglesia se cerró por completo para sorpresa de todos. Cerca del altar, había una tarima hecha de cristal transparente. La luz se acumulaba en especifico en ese punto.
Mahiru y los demás vieron que del cielo una silueta comenzó a formarse. De blanco resplandeciente, alguien descendía a ellos. Las alas blancas fueron visibles, y muy pronto la silueta comenzó a tomar forma de un hombre.
Un ángel descendió y les sonrió.
— Me estaba preguntando, cuánto tardarían en llegar. — La voz melodiosa resonó con suavidad.
Kuro cuando vio al ángel sintió una punzada dolorosa en la cabeza. Hizo una mueca. No vino ningún recuerdo a él, pero su cabeza había comenzado a doler bastante. Sin darse cuenta había llevado una mano tocándose la zona que le dolía. La mano de Mahiru se unió a la suya, y eso lo trajo a la realidad.
— ¿Estás bien?.— Mahiru estaba preocupado. Shirota tomó sus manos y lo guió a los asientos. Lo hizo sentarse, y trató de calmarlo tocando su cabello. Kuro pareció calmarse en su toque, y después Mahiru miró hacia el ángel.— Eres un hermano de Kuro.
La mirada del ángel los analizó a los dos, en completo silencio. Tenía cabellos dorados y cortos, un rostro delicado pero varonil.
— Mi apodo es All of Love. Aunque hay humanos que me llama Snow Lily. Pueden llamarme simplemente Lily. — El hombre sonrió. Parecía bastante carismático. Pero por alguna razón, el ambiente estaba bastante tenso. — Uhm... ¿No van a preguntarme nada?
Mahiru no sabía si debía hacer preguntas. Miró a Lawless pero éste parecía algo molesto. ¿Acaso no se llevaba bien con ese hermano? o quizás...
— Entonces, ¿Algunos recuerdos desagradables vinieron a ti? — Ante la pregunta de Lily, Lawless chistó los labios y optó por sentarse en el suelo malhumorado.
— La verdad es que tengo un remolino de recuerdos en mi cabeza ahora mismo... Pero voy a hacerte la pregunta sin rodeo.— Lawless apunto a Kuro y habló. — ¿Qué tanto recuerdas de él?
Kuro sintió la mirada ajena. Tenía su cabeza reposada en el hombro de Mahiru, pero no dejaba de dolerle.
— Es nuestro hermano, por supuesto.— Sonriente, Lily respondió.
— No te pregunto eso. Queremos saber por qué Nii-san es un demonio. ¿Tú sabes la respuesta?
Esta vez, Lily se acercó a Kuro. Lo observó de cerca, especialmente a los ojos. Incluso tocó sus parpados y ojeras, como queriendo ver si podía sacárselos. O al menos, eso creyó Kuro. Se sintió algo incómodo, así que alejo la mano del ángel.
— Ciertamente, es un demonio... Qué extraño, ¿por qué? .— Lily preguntó bastante confundido a Lawless.
— ¡Nosotros te estamos preguntando eso! — La paciencia de Lawless parecía estar acortándose. Y por lo ruidoso que era, Licht le golpeó la cabeza, aunque extrañamente fue un golpe suave.
— Uhm... Me gustaría preguntar algo.— Esta vez, fue Mahiru quien llamó la atención.— Me llamo Mahiru Shirota, soy quien hizo un contrato con Kuro... ¿Es posible que Kuro haya sido un ángel y lo desterraron del cielo? — Tanto Lawless como Lily le miraron curioso.— Cuando fui al infierno a recuperar la conciencia de Kuro, un ángel en su estado puro me dijo que Kuro era un ángel...
— ¡¿Qué?! Mahiru conversaste con ese ángel? ¡¿Por qué no nos dijiste eso?! .— Lawless se acercó bastante agitado a ellos.— ¿Qué más te dijo?
— Bueno yo... — Mahiru se mordió los labios. Habían pasado tantas cosas, una detrás de otra, que nunca encontró el momento para decirlo.
— Los ángeles jamás se convierten en demonios. — Lily habló.— No es así como los demonios nacen. — aquella revelación hizo preocupar a Mahiru. No es posible que aquel ángel le haya mentido. — Ciertamente, un ángel en estado puro es solo energía con pensamientos... ¿Es posible que aquel ángel haya visto un lado divino en Kuro?.—Esta vez Lily le preguntó a Lawless. Ambos estaban pensando en aquella información.
— Cuando estamos en estado puro, nosotros no somos capaces de ver correctamente al ser humano. La vista en nuestros ojos cambia y solo somos capaces de ver el aura de la vida.— Lawless mantenía mas la conversación con Lily, pero Mahiru se puso nervioso con esas palabras. Él también era capaz de ver esa aura...
Mahiru observó a Kuro, el demonio aún estaba recostado en su hombro aunque había cerrado los ojos. Mahiru sabía que estaba despierto. Y también vio la tenue aura blanca del chico. Realmente, ¿qué significaba aquello?
— Entonces, ¿Por qué Kuro tiene un ala de ángel? .— Mahiru preguntó.
— ¿La tiene? .— Lily trató de confirmar con Lawless, y este asintió.
— Aunque solo es una, y es negra. Nii-san no parece tener control sobre ella. Solo la hemos visto una vez y fue cuando quiso salvar a Mahiru.
— Esto sí es extraño. Solos los ángeles pueden tener alas... — Aquello Mahiru ya lo sabía, Lawless se lo había mencionado antes.— Pero, Kuro no es un ángel. Los ángeles caídos, son incapaces de volver al cielo, y su poder mágico baja considerablemente...
— ¿Eh?... — Esta vez, Lawless se confundió. De pronto, fue como si temiera la respuesta de Lily.
— Los ángeles caídos... ya no son capaces de volar, y volver a tierra Santa.
De pronto, Lawless sintió que sus pensamientos se iban. Las palabras de Lily formaron un eco en su mente... Los ángeles caídos ya no vuelven a volar... Sus alas no están. No es capaz de sacarlas... Sintió la mirada de todos en el, hasta que cruzó la suya con su hermano Kuro. Los ojos rojizos lo miraban con pesar. Confundido, Lawless sintió que un vago recuerdo llegaba a él...
Ophelia estaba frente a él. Tomaba sus manos y le susurraba algo que no logró escuchar. Ver el rostro de la chica hizo que su cuerpo temblara. Se sentía paralizado bajo el recuerdo de ella.
Hasta que alguien le golpeó ambas mejillas. La figura de ella se desvaneció, y en su lugar estaba Licht mirándolo, con una mezcla entre preocupación y fastidio.
— Hey, estúpida rata.
— Yo... — Lawless tomó sus manos, y las alejó.— Necesito salir un momento.
A Mahiru le preocupaba el comportamiento de Lawless. Lo vieron irse de la Iglesia bastante decaído. Entonces Mahiru comprendió, al igual que el resto, que Lawless era un ángel caído. Casi no había ese tipo de información en los libros que leyó alguna vez. Entonces no sabía con exactitud la apariencia de un Ángel caído, pero al parecer, era algo tan simple y terrible como cortarles las alas... Aunque también es posible que solo estén selladas.
Pero Lawless perdió su posición en el cielo, ¿Por qué?, ¿Qué hizo?
— Solo existen dos reglas que un ángel no puede romper. — Lily mencionó.— Mantener la palabra de tu juramento. Y la otra... — Lily dudó, y Mahiru supo que la otra regla no la podrían saber.— La otra es algo que ningún ser humano puede saber. Lo siento.
Aun desde lejos, Kuro fue capaz de sentir la triste en Lawless. Sus recuerdos aun no volvían. Pero al parecer, Lawless si logró recordar algo. Kuro se preguntó, qué hizo Lawless para que lo expulsaran del cielo... ¿Además, dónde se supone que estaba ese llamado Cielo?
— Entonces, tendremos que esperar a que Kuro recuerde. Ya que Lily no sabe mucho de el... —Mahiru miró el suelo, se sentía ansioso por alguna razón. Quizás era el miedo a que Kuro vuelva a perder el control al tratar de recordar.
— Ciertamente, algunos de mis recuerdos también se encuentran sellados.— comentó Lily.— Me pregunto; quién lo hizo, y por qué razón... También no puedo saber la naturaleza actual de Kuro. ¿No han encontrado nada mas en el camino? ¿Qué ha recordado Kuro cuando se encontraron con Lawless?
— Mis recuerdos son bastante vagos... — Kuro habló antes que Mahiru lo hiciera.— Sé algunas cosas básicas de este mundo, pero no recuerdo nada de esta vida.
— Tsubaki .— Al momento de nombrarlo, Lily hizo una mueca. Mahiru notó aquello.— Tsubaki es uno de los hermanos de ustedes.
— Nos ha estado atacando, y no creo que nos diga nada. — Kuro se alejó de Mahiru. El dolor en su cabeza se sentía más tenue.— Al parecer la única manera para que recordemos, es encontrándonos.
— ¿Y qué tenemos que recordar? —Lily comentó confundido — La verdad, he estado en este Reino por mucho tiempo, y no siento que haya olvidado algo importante... Todo lo que sé, es todo lo que necesito.— Lily subió a la tarima del altar. El aleteo de sus alas había hecho que algunas plumas blancas se desprendieran en el aire.— Pero sería egoísta de mi parte pretender que no los conozco, y no ayudarlos... ¿Pueden venir mañana a esta misma hora?
—¿Mañana? ¿ya te vas?— preguntó Mahiru. — Aún no hemos resuelto nada.
— Soy un ángel que hizo su juramento de no salir de este lugar, lo siento.—Lily se disculpó con una sonrisa nerviosa. — El Reino entero está bajo mi protección, seguramente se dieron cuenta que hay pocos guardias en la entradas... Yo los dejé entrar a este Reino. Pero a cambio de proteger todo esto, el gasto de mi magia es enorme.
Mahiru se preguntó si por eso no había sellos anti-demonios en el Reino. ¿Lily era capaz de proteger todo un Reino por si solo? La fuerza de los ángeles era abrumadora, por lo que sabía. Pero, Mahiru pensó en lo fuerte que era Tsubaki también, y temió que algo pudiera ocurrir...
— ¿Estás seguro que quieres permitir que un demonio esté en tu Reino?
— Bueno, no me estas atacando, ¿O si hermano? .— Lily desplegó sus alas y se mantuvo suspendido en el aire.— Mañana hay una reunión importante en el castillo. Esto es un secreto pero... — Lily hizo una pequeña señal de silencio con sus manos.— Nadie sabe más de demonios, que un demonio.
— ¿Qué quieres decir?
— La naturaleza de tu demonio es extraña incluso en este mundo.— Lily le respondió a Mahiru.—Un ángel puro logró ver divinidad en el. Pero eso no quiere decir que sea un ángel... y al parecer tampoco es un demonio. Me pregunto, ¿Qué es realmente? Quizás si visitan a un demonio puedan encontrar una respuesta... — Lily después de esas palabras desapareció.
Mahiru se quedó bastante inquieto. La aparición de Lily solo trajo mas pregunta que respuestas. Además que los dejó a todos pensativos. Licht parecía preocupado por Lawless aunque trataba de disimularlo.
Después de dejar las flores en el altar, decidieron salir de la Iglesia y encontraron a Lawless sentado en las escaleras. El ángel no los miró pero se levantó. Había una extraña mezcla entre tristeza y odio. Y Mahiru intentó animar un poco el grupo.
— ¿Qué les parece si buscamos un lugar en donde quedarnos?
— ¿Con qué dinero? Ninguno de nosotros tiene algo de valor.— Lawless respondió tajante, y eso hizo que el ánimo de Mahiru bajara. Kuro lo sintió y trató de hablar con su hermano.
— Lawless... —
— Ya lo sé! .— interrumpió bastante alterado, asustando a Kuro .— Es injusto saber que perdí mis alas, pero ni siquiera recuerdo por qué fue!... esta maldita maldición solo trae pedazos de mi memoria. ¿Por qué estoy involucrado en esto también?!.— El grito de Lawless atrajo la atención de varias personas. Mahiru comenzaba a ver la situación preocupado. Licht avanzó y solo tomando de la ropa a Lawless, le propinó un fuerte golpe a la cara.
Tanto Kuro como Mahiru quedaron pasmados. El golpe fue fuerte y llevó a Lawless al piso.
— Este no es el lugar para hablar ese tema. Estás haciendo un espectáculo... — Licht parecía bastante enfadado, pero se controlaba .— Yo también quiero saber qué sucede. Viajo con ustedes pero no sé nada. Busquemos un lugar y hablemos esto.
Lawless no respondió, pero si hizo una mueca entre puchero y disgusto.
:::***:::
Cuando Mahiru y el grupo entraron al cuarto que les correspondía, quedaron asombrados. Licht había pagado una habitación bastante reconfortable para los cinco. Como ninguno de ellos tenía ni una moneda de plata, Licht solo pudo pagar una habitación. Aunque bastante amplia, habían decidido pasar la noche en una finca estilo japonesa antigua.
El lugar en donde se hospedaban, estaba casi a la afueras del Reino. Lejos del bullicio de la plaza y el centro. Rodeados de la misma naturaleza. Era cómodo y silencioso.
— Entonces, creo que ya es momento de que nos digan qué sucede. —Licht se sentó en el tatami al centro de la habitación, los demás se sentaron e hicieron una especie de circulo.
— Supongo que tengo que empezar yo... — Mahiru sabía que todo había comenzado con él. Después de todo, el había encontrado a kuro primero.— Esto ocurrió hace varias semanas ya. Aunque... — Mahiru hizo memoria a aquel día. Si tomaba en cuenta los sucesos anormales que le ocurrieron. — Creo que comenzó con la visita de un carruaje negro en mi aldea.
— Dijiste que te había perdido de tu aldea. ¿Alguien fue a visitarla? — Kuro mencionó y Mahiru asintió.
— Era de noche y un carruaje cruzó la carretera. No sé quién iba en ella, pero uno de sus familiares me persiguió por el bosque, era un zorro negro. — Mahiru recordó a la criatura, la energía espesa y oscura de ésta, se le hacía familiar al aura que emana Tsubaki.— Después de eso llegué a un lugar desierto. El bosque estaba muerto, había una playa y un castillo... cuando entré a ese lugar, Kuro estaba sellado en una cueva .— Mahiru miró a Kuro, el demonio tomó su mano porque sintió que la ansiedad de Mahiru estaba subiendo.
— La verdad yo no recuerdo absolutamente nada, así que es poco lo que puedo aportar.
— Bueno, dejando de lado a Nii-san y su amnesia .— Kuro bufó por sus palabras .— Si es cierto que recuerdo algunas cosas de mi pasado... aunque no recuerdo por qué perdí mis alas.— La voz de Lawless se suavizó de tristeza. —Solo sé en medio de todo este lío que Kuro es mi hermano... creo.
— ¿Crees? .— A Mahiru le resultó levemente curioso ese titubeo.
— Ah! De todas maneras, todo esto es más confuso que al principio .— Lawless se levantó y comenzó a caminar de un lado a otro, pensando .— Entre más nos enteramos de la naturaleza de Nii-san, mas dudas surgen.
— Entonces, ¿están buscando las memorias de tu demonio? — Licht comprendió después de un rato. Miró a Mahiru y dudo de hablar o no. Decidió hacerlo, ya que cualquier pista podía ser importante .— Cuando ese demente nos atacó en el lago. Tu demonio tenía otra apariencia.
Tanto Kuro como Lawless quedaron curiosos. Y Mahiru bajó la mirada pensativo. Aquello ya lo sabía pero aún no podía darle una respuesta a sus palabras.
— ¿ A qué te refieres Lichtan?
— Había otra persona ahí. Cabello negro, ojos rojos y cuernos.— Licht describió la imagen. — ¿Quizás un demonio lo poseyó?
Algo hizo click en la cabeza de todos. Mahiru miró por un tiempo indeterminado los ojos de Kuro, preguntándose, si aquello era posible.
— Los demonios solo pueden poseer cuerpos débiles como los humanos. Pero Nii-san ha estado vivo por muchos años, incluso si un demonio posee un cuerpo humano. No le dará inmortalidad, el cuerpo humano envejece de todas maneras .— Lawless agradecía las palabras de Licht, por muy fantasiosas que sonara, quizás era posible.
— Y quién dijo que él era un humano, pudo haber sido un ángel. ¿No estaban diciendo que tiene un ala de ángel? Además son hermanos .— Licht ya se estaba enojando para mal de Lawless. No quería contradecirlo, pero las palabras de Licht lo estaban perdiendo mas.
— Lichtan, un ángel y un demonio no pueden convivir en un mismo ser. Son dos entidades que se contrarrestan. Se eliminarían mutuamente.
— Entonces, el demonio hizo que el ángel cayera del cielo, se debilitó, y luego poseyó su cuerpo .— Licht parecía encaprichado, y eso estaba haciendo que la paciencia de Lawless también bajara.
— ¡Eso tampoco es posible te digo!
Mahiru dejó de prestarle atención a la discusión de ellos. Si es cierto que la idea de que Kuro fuera un ángel aun rondaba en su cabeza. Pero también estaba el hecho de que Lily lo había descartado. Aún así, ¿A quién le creía? Algunos le decía que era un ángel, y otros que no.
Tantas preguntas estaba haciendo de su cabeza un lío. Y no podía imaginar qué tan confundido estaba Kuro en ese momento. Lo miró, y el demonio se mantenía mirando el tatami. No había hablado mucho, pero sabía que pensaba en todas palabras que habían cruzado.
Mahiru deseo poder ayudarlo. Pero no sabía qué hacer.
— ¿Puedo salir un momento? .— La voz suave del pequeño Tetsu hizo que el pleito entre Licht y Lawless cesara.— Me gustaría aprovechar estas horas para buscarlo.
Es verdad. Mahiru había olvidado que habían llegado al Reino por otro motivo. Sonrió y se le ocurrió una idea. Lawless se veía tenso por la noticia que le acababan de decir, y Kuro estaba bastante decaído.
— Es cierto, tenemos que buscar al compañero de Tetsu. ¿Qué les parece si nos dividimos en dos grupos? Licht no puede pagar este hospedaje por muchos días, y necesitamos algo de dinero.—Cuando Mahiru dijo dinero, los muchachos hicieron una mueca que a Shirota, le pareció un berrinche.— Una pareja ayudará a Tetsu, y la otra tratara de conseguir algo de dinero. ¿Qué dicen?
— Cuando dices dos grupos, ¿estás diciendo que la rata mierdosa tendrá que venir conmigo?.— Licht no parecía del todo convencido, y menos cuando Mahiru asintió a su pregunta.— El señor gatito vendrá conmigo entonces, no quiero estar solo con esta rata y sus lloriqueos.
— ¡¿Quien llora?! .— gritó ofendido Lawless.
— Entonces, con Kuro trataremos de buscar algún trabajo temporal... — Mahiru buscó la ayuda del demonio pero este le miraba con desanimo total.— ¿No quieres?
— Trabajar no es nada animador. —Kuro bufó pero se levantó, tendiéndole una mano a Mahiru— No prometo que pueda ayudar mucho.
Mahiru aceptó, porque sabía que Kuro lo terminaría ayudando igual.
:::***:::
— ¿De verdad piensas que te darán algún trabajo aquí?
Mahiru y Kuro habían decidido volver a la zona urbana del Reino. Mahiru sabía que en plena ciudad nadie le ofrecería algún trabajo a unos completos desconocidos. Quitando el hecho de que ellos no vestían tan elegantemente... La clase social en los Reinos eran bastante discriminadoras, y era más probable de que los tacharan de ladrones, que empleados.
— Se ve difícil. Aunque en realidad pensé que Tetsu vendría con nosotros. — Mahiru suspiró cansado. Habían vuelto al mercado.— Pensé que Lawless necesitaba un momento a solas con Licht. Parece llevarse bien con él, entonces, quizás... podía desahogar un poco la tristeza que tiene.
Kuro comprendía aquello. La noticia de Lawless obviamente no la esperaban. Su hermano era fuerte, o al menos ha demostrado serlo en la compañía que llevaban. Esperaba que pudiera aceptar y afrontar ese mal.
— ¿Crees que la pérdida de sus alas, esté conectado a mi culpa? — Mahiru detuvo sus pasos, mirándolo. Kuro en realidad no quería comentarlo, pero estaba preocupado.— El hecho de que los recuerdos de mis hermanos estén sellados, se debe a mi... quizás Lawless...
— No lo sabemos Kuro.—Mahiru tomó sus manos, apretándolas con cariño.— No te culpes por algo que no sabes si hiciste. — Los ojos de Mahiru también estaban tintados por la tristeza. Kuro es demasiado importante para él, y el verlo así de indefenso le dolía. —Hasta no saber la verdad, por favor, no te desmorones.
Por alguna razón, el malestar en Kuro se disipó. La tranquilidad que emanaba Mahiru le hizo sentirse mejor. No quería comenzar a cuestionarse nada, pero las dudas iban surgiendo cada vez más, entre mas caminaban a su pasado... Realmente, él no quería involucrar a nadie más. Porque alguna razón, sentía que Tsubaki les traería más problemas...
— Kuro, espérame aquí.
Mahiru se alejó de su lado y corrió hacía las tiendas de mercaderes. Entre las tantas que había, su maestro decidió ir donde había un hombre cargando cajas. Sabía lo que Mahiru tramaba y aquello hizo que ya comenzara a cansarse. Y más cuando Mahiru parecía agradecido con algo, y luego volvía donde él feliz.
Si. Aquello era un trabajo que no quería hacer.
:::***:::
Kuro miraba curioso los dos objetos que llevaba en la mano. Habían ayudado a uno de los comerciantes a ordenar algunas cajas, bastante pesadas, y llevar otras a un carro que luego llevarían a alguna aldea, o algo así había escuchado. Poco y nada entendía, solo se dispuso a hacer lo que Mahiru le pedía. Al finalizar el pequeño trabajo, el señor les había pagado dos monedas de plata a cada uno. Kuro no entendía absolutamente nada del significado del dinero en ese mundo. Hace tanto que había visto una moneda que ya no sabe cuánto es el valor de cada uno...
— ¿Es suficiente para pagar el hospedaje?
— Licht pagó una moneda de oro por el hospedaje. Pudimos conseguir un lugar más rentable pero Licht parecía muy quisquilloso.— a Mahiru le preocupaba que no tuvieran suficiente dinero para costear las noches en el Reino. — Conseguimos cuatro monedas de plata, para tener una moneda de oro son cien.
A Kuro le bajó un escalofrió. Aquello era como trabajar veinte veces mas... No. No parece que estuviera hecho para trabajar tanto. Mahiru se distrajo por el camino, había terminado de trabajar, y estaban dando vueltas por los alrededores. Visitar los mercados siempre era entretenido. A veces traían objetos misteriosos que a Mahiru le llamaba mucho la curiosidad.
Se detuvieron en un puesto en específico de hierbas. El olor a flores y demás, era fuerte pero agradable. La señora que atendía simplemente los dejó curiosear por el local. Y Mahiru se detuvo en los ungüentos medicinales.
— Me gustaría comprar algunas medicinas. — la faceta de Mahiru se tornó preocupada. Kuro sabía que quería comprar para estar prevenidos en caso de...
— Lawless y el chico violento discuten mucho, y a veces salen heridos. Me parece bien .— Kuro apoyó y Mahiru sonrió agradecido. Aunque sabía que aquellas medicina las compraba para peleas más serias.
Mahiru tomó algunos frascos y los llevó al mostrador. Kuro se mantuvo alejado mirando las estanterías. De alguna manera, el olor y mezcla de las hierbas, se le hizo nostálgico. El demonio hizo una mueca. ¿Por qué sentía que aquello lo conocía?
— Que curioso. ¿Es un reloj de arena? .— En una de las estanterías, había una pila de relojes. Lo curioso para Mahiru es que éstos brillaban. La arena tenían un leve resplandor dorado. Mahiru sabía que aquello funcionaba con magia.
— Tienes buenos ojos, muchacho .— la señora tomó uno pequeño y se lo mostró.— Funcionan con magia. Suelen llevarlo mucho cuando quieren medir un tiempo exacto. En la base tienen una balanza. Si quieres que el reloj solo te mida una hora, dale la magia que corresponde. — Mahiru lo conocía. Eran relojes que algunos magos usaban para preparar las pócimas. Como las preparaciones de éstas suelen pedir tiempo exactos, los magos usaban estos relojes. — Si lo quieres, son tres monedas de plata.
Mahiru dejó el reloj en la mesa. Tenía un color llamativo y era pequeño, pero era más importante llevar las hierbas medicinales. Hasta que Kuro colocó sus monedas en el mostrador sorprendiéndolo.
— Tú tienes dos monedas más .— Kuro le dijo a Mahiru, y luego se dirigió a la señora.— ¿Con cuatro monedas de plata podemos pagar todo esto? — La señora los miró a ambos y luego sonrió. Pagaron y salieron del local.
— No era necesario Kuro. Solo necesitamos las hierbas — Aun cuando lo dijo, Mahiru miraba con extraño cariño el pequeño reloj. Aquello se podría considerar como el primer regalo que Kuro le hacía. Se sintió feliz, y no pudo evitar acurrucarse más en Kuro.
— Bueno, solo digamos que no pudimos conseguir ningún trabajo.
La broma de Kuro hizo sonreír mas a Mahiru. Aquello era imposible si llevaban varios frasquitos con medicina. Caminaron tranquilos por las calles. El tono anaranjado gracias a la puesta de sol era agradable. El clima del Reino era bastante cálido, y Mahiru olvidó por un momento todos los problemas que tenían encima.
Caminar tranquilo con Kuro como si fueran dos personas normales, hacía que se sintiera en paz.
Llegaron a la posada y cuando entraron al cuarto que se hospedaban. Estaba vacío. Los muchachos aun no regresaban. Mahiru buscó su bolsa que le había regalado Halia, y guardó las medicinas. Pronto se haría de noche y los chicos volverían. Esperaba que al menos Lawless se haya distraído. O en el mejor de los casos que Tetsu haya encontrado pistas de su pareja.
—¿Cómo es que funciona esto? Intenté darle magia pero no sucedió nada.— Kuro veía curioso el reloj, como tratando de encontrarle el truco.
— Se supone que solo es magia.— Mahiru tomó el reloj y trató de hacerlo funcionar. La pequeña balanza en la base comenzó a llenarse y mostrar números. Mahiru entendió que así se calculaba el tiempo y lo dejó en cinco minutos.— ¿Quizás no pudo reconocer tu magia demoníaca?
Kuro se miró sus manos. ¿Tan distinta era su magia? Mientras Mahiru miraba maravillado como el reloj comenzaba funcionar. En una de sus bases caía la arena, y resplandecía como oro. Era cautivador el efecto dorado y brilloso, parecía agua cayendo. Luego miró a Kuro distraído, y en un mero impulso, besó su mejilla.
— Gracias.
— ¿Por qué?... — aquello lo tomó por sorpresa, y Kuro se había avergonzado. Mahiru apoyó su cabeza en su hombro en total silencio. — Estás raro, ¿O estás ansioso otra vez?
— Estoy bien, no molestes .—Mahiru dejó el reloj en el suelo, mirándolo. — Pero, podríamos usar este reloj para algo...
Mahiru no quería admitirlo del todo pero, la presencia de Kuro lo ponía algo inquieto. Durante el día podía disimular un poco la necesidad de estar junto a él. Pero había momentos en donde necesitaba al menos tomar su mano. Sentir su piel en sus dedos, para que la extraña ansiedad en su cuerpo bajara. Le asustaba un poco el hecho de aferrarse a Kuro incluso físicamente. No quería hostigar al chico con su extraño comportamiento.
— Cinco minutos debería ser suficiente todos los días. — A Mahiru le extrañó las palabras de Kuro.— No soy tonto Mahiru, y sé que te pones ansioso porque necesitas que te toque.
Mahiru sintió que su rostro ardió completamente. Por supuesto que sabía que Kuro era inteligente, pero no creyó que descifraría lo que sucede con su cuerpo solo con su actitud. ¿Kuro lo ha estado observando? Quizás Lawless le haya dicho algo.
— ¿Por qué piensas que necesito eso?.— Incluso la sola pregunta le tomó algo de valor a Mahiru. Sus propios labios temblaban por lo avergonzado que estaba.
— Lawless a veces bromea con eso. Además que últimamente... — Los ojos de Kuro se suavizaron. Cautivando mas a Mahiru.— Creo que es el contrato que tenemos lo que me hace sentir lo que necesitas...
Mahiru sentía que sus ojos lagrimeaban por lo caliente que estaba su rostro. Le apenaba de sobremanera aferrarse a Kuro de una manera más intima. Pero la verdad es que si lo necesitaba, tanto que su pecho varias veces al día dolía. Pero le daba miedo dar otros pasos en su relación.
— Esta bien si solo nos besamos hoy.— Kuro acaricio su cabello.— No quiero abrumarte con nada.
Kuro dio vuelta el reloj, comenzando los cinco minutos nuevamente. Mahiru estaba completamente inmóvil sin saber qué hacer. Esperaba expectante pero nervioso, hasta que Kuro estuvo frente a él -ambos sentados sobre el tatami- y acarició los cabellos castaños de Mahiru. Tratando de alejar la tensión de su cuerpo.
Kuro acercó su rostro y con suavidad besó sus labios. Solo un toque superficial. Apoyando luego su frente contra la de Mahiru.
— Necesito saber si realmente quieres comenzar esto Mahiru.
En respuesta, Mahiru apoyó sus manos en las mejillas de Kuro, atrayéndolo en un nuevo beso. Bastante tímido pero que fue seguido por el movimiento de los labios de Kuro. Su corazón latía tan fuerte que zumbaba sus oídos. Pero las manos de Kuro aferrándose a su cintura, y haciendo una caricia de arriba-abajo en su espalda. Hizo que los nervios se disiparan un poco.
La leve separación de sus labios y la lengua caliente de Kuro trazando una línea húmeda en su boca provocó que Mahiru soltara un leve gemido. Un sonido tan bajito pero que fue percibido fuertemente por el demonio. Mahiru se avergonzó pero dejó que Kuro inclinara su cuerpo sobre el tatami.
Desde arriba, el cabello largo de Kuro caía sobre su rostro. La mirada posesiva pero cariñosa del chico, hizo que el corazón de Mahiru latiera mas desbocado. En ese momento, la silueta de Kuro era demasiado varonil. Se veía tan atractivo que no creyó que se podía enamorar más de él.
Mahiru elevó sus manos y atrajo a Kuro para abrazarlo. Su sentimiento correspondido hizo que la habitación se sintiera bastante cálida para el demonio. Incluso Kuro fue capaz de percibir, nuevamente, como la magia de Mahiru se estaba desbordando. Era como si de pronto solo se sintiera feliz solo abrazando a Mahiru.
Los cinco minutos ya habían pasado. El reloj de arena se había detenido. Pero la ansiedad de Mahiru se había calmado.
Kuro besó los labios de Mahiru una ultima vez, para luego reclinar su cuerpo totalmente sobre el chico, pero cuidando de no aplastarlo ni sofocarlo con su peso. Permanecieron varios minutos mas, solo abrazados. Las manos de Mahiru estaban en su cuello, y las del demonio sobre la cabeza castaña. El atardecer iluminaba la habitación de tonos naranjas.
Había pasado un tiempo en donde Kuro había encontrado tanta paz, con algo tan simple. Deseó, desde el fondo de su corazón, que aquella alegría no se viera interrumpida por nada. Deseó que su conflicto con Tsubaki no hubiera existido... Los problemas de Mahiru, y la tranquilidad que estaban viviendo. Todo era causado por él, y podía ser quebrado por él.
Su sola existencia estaba trayendo tantos problemas. Y aún no era capaz de recordar absolutamente nada. ¿Quién habrá sido el que selló sus memorias? y sobre todo, ¿por qué razón?
— Kuro .— la suave voz de Mahiru lo distrajo. Pero no levantó su rostro del cuello del chico.— No pienses tanto...
Kuro tuvo que reír. Mahiru parecía incluso leerle los pensamientos. Seguiría abrazándolo pero escucharon voces familiares. Kuro se levantó del cuerpo de Mahiru, dándole su espacio, y pronto la puerta fue abierta bruscamente.
En el umbral, Lawless y Licht estaban cubiertos de lodo. De pies a cabeza, y malhumorados. Kuro suspiró cansado. Ellos seguramente habían peleado nuevamente.
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Después de disculparse con el propietario de la residencia por ensuciar todo el corredor de la casa. Lawless y Licht se habían bañado. Tetsu les contó que Lawless quería hacer trampa en un juego callejero, y ganar algo de dinero a unos niños. De pronto, de alguna manera, el pequeño juego se había convertido en una especie de guerra de barro. Todos los niños mas Licht versus Lawless.
Al final, solo quedaron Licht y Lawless jugando, o peleando. Los chicos quedaron tan cansados que tan pronto Licht se acostó en su futón, se quedó dormido. Aunque Kuro sabía que Lawless aún estaba despierto, pues lo sentía suspirar de vez en cuando.
— Oye Nii-san, ¿estás despierto? .— Kuro sabía que estaban en plena madrugada. Mahiru dormía con él, y se removió por la voz de Lawless.
— ¿Qué quieres? ¿No estás cansado de jugar todo el día?
— Un poco, pero me preguntaba... — Lawless se inclinó en su futón, mirando a su hermano. Habían solo cuatro futones en la habitación. Y sonrió pícaro.— Mahiru no deja de desprender un aura bastante agradable, ¿qué hicieron mientras no estábamos?
Kuro le tiró su almohada, y se acomodó para ya no seguir escuchando a su hermano. Debían descansar bien aquella noche, porque algo le decía que los próximos días serán bastante problemáticas ahora con la existencia de Lily... Solo esperaba que aquello no les trajeran más problemas de los que ya tenían.
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Este capítulo resultó más largo de lo que esperaba , y eso que me faltó añadir algo más que quería meter, pero lo dejaré para el próximo ~~ xP
Quiero con todas mis ganas poder tener el otro lo más rápido posible~ Espero que los días no pasen tan rápido esta vez~
Nos vemos en el siguiente! Muchas gracias por leer hasta aquí~
Bye Bye~