Bonnie ya estaba en su habitación cuando la enorme puerta que la custodiaba se abrió y entraron cinco personas. Cuatro de ellas eran mayores de edad, tres hombres y una mujer, llevaban el uniforme reglamentario para todos los soldados, Bonnie pudo darse cuenta en seguida pero la quinta era una chica que parecía ser de la edad de Bonnie o tal vez un poco menor, tenía el cabello verde, suelto y bastante largo, el fleco le cubría los ojos, pero él no necesitaba verlos para saber de que color era, solo podía tratarse de una roja, de lo contrario nunca la habrían llevado con él a esa habitación. Era una roja, su nueva compañera.
Detrás de ese grupo entró uno un poco más numeroso que cargaba una cama y una mesa de noche, luego de eso sin decir más palabra salieron del cuarto dejándolos a ambos solos.
Bonnie: Eh... Hola, soy Bonnie, tú debes ser mi nueva compañera ¿no es así? Es un gusto cono...
Cami: No molestes. Mi nombre es Camila, y no es necesario que finjas ser agradable ¿De acuerdo? Me importa muy poco si nos llevamos bien o no, así que ahórrate la hipocresía.
Bonnie: No es hipocresía... -Dijo un tanto incómodo- Además, yo solo quiero que haya una buena relación ya que nos pasaremos el día juntos ¿No crees?
Cami: A diferencia de ti, yo siempre he estado sola, mis padres murieron cuando yo era pequeña y desde entonces he tenido que estar cuidando de mí misma ¿Si? Así que no veo porque ahora tendría que acercarme a ti... No lo necesito ¿Me entiendes? Las personas son una porquería y una perdida de tiempo, eso te incluye a ti...
Bonnie: Oh...si, bueno... en ese caso tenemos más en común de lo que crees, porque yo también estuve mucho tiempo solo y quiero evitar que alguien más se sienta así... por eso aunque no lo quieras puedes contar conmigo para lo que quieras, verás que no todo el mundo es tan horrible como crees -dijo sonriendo- Tenemos tiempo para conocernos, así que puedes tardarte todo lo que quieras, yo tengo paciencia.
Cami se quedó sin saber que contestar, cualquier persona habría dado media vuelta cuando ella dijo eso, pero Bonnie era muy diferente, él le había ofrecido amistad a pesar de todo y parecía ser sincero...pero a esas alturas Cami ya no caería en un par de sonrisas tan fácil. Por eso se acostó y como si nada se tendió a dormir, tratando de despejar su mente para encontrar una manera de salir de esa espantosa prisión en la que acababa de entrar.
Bonnie por otro lado, estaba pensando un poco en todo lo que le deparaba el futuro, antes nunca había pensado en lo que pasaría más adelante, solo se dejaba guiar por la vida de aquí allá, de forma monótona...Pero ahora, Bon le había dado una nueva esperanza, podía decidir su vida a partir de ahora, y eso realmente se lo agradecía internamente... Sacó un cuaderno y comenzó a anotar estos pensamientos. Nunca le gustó llamarlo "Diario" pero eso era lo que era, un viejo cuaderno en el que anotaba las cosas más importantes y relevantes que vivía, los pensamientos que tenía... y en ocasiones los sentimientos que tenía en ciertas circunstancias.
Empezó a fantasear con la vida que soñaba de niño, cuando sus padres seguían con vida, cuando era un pequeño niño de 6 años que disfrutaba de comer gomitas, jugar videojuegos, ver caricaturas y soñar... Soñar en lo que haría cuando fuese adulto, recordó la pequeña guitarra de juguete que su padre le había regalado, era hermosa, y par Bonnie había sido lo mejor del mundo, por supuesto no sonaba como una guitarra de verdad porque las clavijas ni siquiera se movían, y solo tenía 5 trastes, pero Bonnie se sentía maravillado con ella... Deseaba algún día aprender a tocar una guitarra de verdad y quizá algún día convertirse en músico... Sueños de niño que nunca tendría oportunidad de realizar... Pero ahora, tal vez tendría una pequeña oportunidad...Tal vez con algo de esfuerzo, paciencia y esperanza podría lograrlo...
Inconscientemente comenzó a tararear una linda canción que si no recordaba mal su madre le solía cantar... no tenía del todo una letra, y si así era Bonnie no la recordaba, así que solo la tarareaba suavemente mientras recordaba a sus padres y la vida que alguna vez tuvo...
Cuando terminó de escribir le dio una repasada mental al plan que habían elaborado la tarde anterior:
Según lo que habían acordado, Abby le pediría ayuda a Félix para que les informara cuando volverían a tener una de esas extrañas salidas que ella había presenciado el día en que estaba cuidando a Freddy y Fred, luego, cuando supieran esa información, aprovecharían aquello para robar una o dos de las enormes camionetas y escapar en ellas.
Bueno... así era como lo habían resumido, pero Bon había dicho que era mucho más complicado que eso, comenzando por el hecho de que habían planeado que primero le quitarían el collar a Bonnie, y eso era lo más complicado, aunque Bon le había restado importancia diciendo que él podía hacer eso y más. Por eso, mientras Bonnie pensaba en esto era consciente de que Bon estaba ya trabajando en un artefacto que le permiticie inhabilitar ese espantoso collar, Bonbon y Onnie estarían ayudándolo para que fuese más fácil.
Abby por otro lado estaría ya hablando con el pelirrosa, que si todo salía según el plan, aceptaría ayudarlos y también iría con ellos. Era un plan algo tardado y laborioso pero bastante funcional, y quizá el único que realmente podría sacarlos de aquel lugar.
Bonnie se sentía un poco mal porque todos estaban colaborando con el plan de una u otra manera, y a él, Bon solo le había pedido que esperara a que acabaran de encargarse de los preparativos y no se preocupara por nada más, pero el rojo no estaba muy cómodo con esto, aún así, eso era lo único que podía hacer por el momento.
Un rato después se quedó dormido, sin siquiera imaginar que cierta peliverde también tenía un plan para escapar, y se estaba poniendo en pie con la intención de llevarlo acabo... pero ese plan incluía terminar con la vida de el adorable rojo que ahora dormía en su cama sin ser consciente de la situación en que se encontraba.
Holiiiiiiiii
Bueno, pues aquí estás el cap :3 y un bello dibujito de Conrack que me ha encanto bastante!!!!!!!! UuU.
Nos leemos luego