Del cielo oscuro y relampagueante baja una figura, no se podía distinguir de quien se trataba, atrás de aquello venia lo que parecían eran soldados, con brillantes armaduras, la figura desconocida se acercaba cada vez más, hasta el punto donde todos los presentes que se encontraban en el Santuario reconocieron de quien se trataba, no podían creerlo, la duda y la curiosidad se hicieron parte de ellos, aunque sabían que el Olimpo estaba en busca de Artemisa y Rodric, no se imaginaban que el mismísimo Zeus fuera el que se presentara en el Santuario. Los gemelos por su parte sintieron una energía diferente como por arte de magia el miedo se esfumaran y una fuerza se apodero de ellos que recorrió todo su cuerpo, extrañados por esos cambios decidieron mantener la calma... pero en el fondo sentía que lo que fuera a pasar cambiaria el curso del destino drásticamente...
– Alguien me puede explicar ¿Qué hace Zeus aquí? – dice Death
– Que no es obvio, viene a matarnos –refuta Afrodita-
– Guarden silencio los dos –les dice el Patriarca- Rodric y Artemisa ustedes tienen alguna idea de porque Zeus esta aquí
– No, ni la mas mínima, estamos igual que ustedes, no sabemos ¿Qué es lo que quiere?– respondió Rodric, tensando su mandíbula-
– Quizás solo viene conversar, no tenemos que apresurarnos a las cosas –comenta Kiki que se encontraba atrás de Mu-
– Claro, cualquier persona que quiera hablar viene acompañada de un ejército – dice Milo-
– Solo hay que guardar la calma y mantenernos alertas, de Zeus podemos esperarnos cualquier cosa –dice Athena
Zeus se hizo presente ante todos, de apariencia joven, alto y de cabello platinado largo, con facciones finas y mirada penetrante portaba una armadura de color blanco con destellos dorados, la actitud del Dios era tranquila con un aire de orgullo y soberbia, miro a todos los caballeros sin hacer ninguna expresión, hasta que su mirada se encontró con la de Artemisa y Rodric, inmediatamente su seño se frunció y su cuerpo se tenso, sin decir nada se acerco un poco quería ver a los dos jóvenes más de cerca, al ver los ojos de ambos no le quedaron ninguna duda supo que eran ellos dos ... el silencio continuo hasta que por fin Zeus hablo...
– Por fin los encuentro –con una leve sonrisa en su rostro-
– Bien ¿Qué es lo que quieres? –dijo Rodric sin expresión alguna en su rostro-
– Es obvio a ustedes dos
– ¿Por qué? No vamos a ir contigo, no te conocemos y no queremos nada que ver con el Olimpo y mucho menos contigo – reprocho Artemisa-
– No tiene la más mínima idea de nada, no quiero que vengan conmigo, viene a matarlos
El asombro enmarco la cara de todos ante tal afirmación, Rodric y Artemisa se voltearon a ver estaban desconcertados, no entendía cómo es que Zeus quería matarlos ¿con qué propósito? Si ellos jamás habían tenido nada que ver con los Dioses, que cambio ¿Por qué les importaba e incomodaba sus existencia? Después de lo que dijo el Dios definitivamente se estaba declarando la guerra... Ahora los hermanos entendía todo aquellos que los Caballeros les habían dicho, la diplomacia no era una opción en esto, Zeus estaba decidido a cumplir su cometido
– Si crees que voy a dejar que les hagas daño estas equivocado Zeus –dijo Mu enojado-
– Y que es lo que puede hacer tu Caballero contra un Dios -lo mira despotamente-
– No está solo... si quieres lastimarlos tendrás que pasar por mi primero –comento Camus poniéndose delante de Artemisa-
– Y de nosotros –se escucho decir a todos los demás-
– No me hagan reír, hoy me siento benevolente así que dejen que mate a esos dos y les perdono la vida
– No lo entiendes Zeus, esos dos como los llamante, son nuestra familia y defendemos a los nuestros, ¡si tenemos que morir lo haremos! –intervino Shaka-
– Como pueden defenderlos si no conocen nada de ellos, ni siquiera ellos conocen su pasado ni su origen
– No nos importa su pasado ni su origen, nos importa el presente y lo que ellos significan para nosotros como te lo dijeron son nuestra familia – contesto Saga-
– Y tu ¿Qué sabes de nosotros? –en tono desafiante dijo Artemisa, alejándose de los caballeros y quedando a poca distancia de Zeus-
– Exacto –Rodric se coloca al lado de su hermana- si sabes de nuestro origen dinos y haznos entender porque quieres matarnos, que yo recuerde no te conocemos ni te hemos hecho nada
– Nunca se preguntaron sobre su cosmo... de donde surgía y el porqué lo tenían
– No, supe que era el cosmos cuando llegue al Santuario y Rodric por Mu supimos que lo usamos cuando éramos niños, pero después no paso nada y cuándo nos entrenaron los caballeros fue cuando nuestro verdadero cosmo despertó gracias a ellos lo controlamos – comento Artemisa-
– Controlar... no, no los enseñaron a controlar, los contuvieron es diferente, veras su poder va más allá de lo que estos pueden comprender –señala a todos los caballeros- por separado su cosmos es particularmente fuerte mucho más que el de un santo de oro, pero juntos se iguala al de una divinidad, ustedes no conocen todo su poder y sus caballeros jamás se los enseñaron, porque sabían lo peligroso que podían ser
– ¡Mientes! –grita Mu- No intentamos contenerlos... si sabíamos de lo fuerte que son, hasta hace poco sentimos ese poder de divinidad, pero desconocíamos muchas cosas
– Zeus –en tono calmado se dirige Rodric a él- nos enseran o no, es algo que a mi hermana y a mí no nos interesa, te lo diré una última vez ¿Por qué nos quieres matar?
– Hay una profecía –respira profundo- que dice que dos hermanos gemelos con ojos azules y cafés, acabaran con el Olimpo llevando caos y destrucción al lugar... y como te podrás imaginar es algo que no voy a permitir jamás...
– La profecía no va así –en voz baja dice Aioros- dice algo diferente...
– Así es, no puedo creerlo –con el seño fruncido dice Shura-
– ¿De dónde proviene ese poder? – piensa Milo- ¡Camus! Ellos son...
– Así que terminare con el problema de una vez –dice Zeus-
– No puede ser –con cara de sorprendido- ¡Artemisa, Rodric! Alejen...
Antes de que Camus pudiera advertirles, Zeus alzo la mano en un movimiento rápido y un rayo cayó justo en el lugar que estaban los hermanos...