Hendery despertó en una habitación totalmente blanca, él miro hacia todos lados tratando de acostumbrar sus ojos a la luz hasta que una castaña llegó a su mente haciéndolo entrar en pánico
— EunBin.— Dijo en un susurro.— ¡EunBin!
Él grito varias veces el nombre de la chica mientras trataba de levantarse hasta que lo logro él se desconecto de todos los aparatos y comenzó a caminar con dificultad hacia la salida de la sala en la que estaba pero al abrir la puerta una cara conocida lo detuvo
— ¿Qué haces? debes descansar.— Él nego ante la petición del doctor
— EunBin ¿Dónde esta EunBin?.— Él doctor lo ignoro y lo hizo caminar hacia su cama de nuevo conectándolo a los aparatos
— Hendery debes descansar aún no te recuperas del accidente.— Él miro al chico
— ¿Accidente?.— Él asintió
— Sufriste un accidente hace tres días en realidad no esperábamos que despertarás tan rápido pero es un alivio.— Hendery comenzó a tener dificultades para respirar
— ¿Y EunBin dónde esta? ¿ella está bien?.— Él doctor se colocó su estetoscopio y reviso los latidos del pelinegro
— Debes tranquilizarte.— Hendery nego
— Te hice una pregunta Taeil ¿Dónde está ella?.— Él castaño suspiro
— Primero debes tranquilizarte tu padre quiere verte y hablar contigo después contestaré tus preguntas ¿bien?.— Hendery suspiro
— Bien.— Taeil salió de la sala y a los minutos él padre del pelinegro entro con una gran sonrisa
— Hola campeón ¿cómo te sientes?.— Hendery miro a su padre y sonrió a medias
— Me siento bien no tenías que estar aquí debes estar muy ocupado.— Él nego y se acercó al pelinegro para tomar su mano
— Tú eres mi prioridad no me he alejado de este hospital en los últimos tres días.— Hendery lo miro
— Gracias papá.— Él hombre nego
— Se que tu madre no se hubiera despegado y debía hacerlo por ella.— Los ojos de ambos se llenaron de lágrimas
— Creo que mamá me hizo despertar.— Su padre asintió con una sonrisa triste
— En cuanto te den de alta nos iremos a dónde tú quieras ¿bien?.— Él nego
— Primero debo hablar con EunBin.— Su padre lo miro neutro
— Hijo las cosas no siempre son como uno las planea y...— Él callo
— ¿Qué está pasando papá?.— En ese momento Taeil entro
— Lo siento señor Wong pero debo hacerle unos chequeos.— Él hombre asintió y se levantó para después besar la cabeza de su hijo y salir de ahí
— ¿Ya responderas mis preguntas?.— Taeil lo miro y suspiro
— EunBin esta en la otra sección del hospital.— La cara de Hendery se iluminó.— Pero...
— ¿Pero qué? ¿ella está bien?.— Taeil asintió y Hendery suspiro aliviado
— Ella está bien... Físicamente bien
EunBin abrió sus ojos y ladeó su cabeza solo que está dolió horriblemente y la hizo volver a ponerla en su lugar original mientras sus ojos se cerraban tratando de aguantar el dolor
Ella abrió los ojos y miro todo lo que pudo después miro a los demás pacientes y se sintió desorientada algunas de ellas la miraron con una sonrisa lo cual no entendía
— Al fin despertaste.— Le dijo una voz a su lado pero ella no pudo girarse.— Cuando llegaste estabas muy grave pensamos que no lo lograrías pero eres muy fuerte
Ella parpadeo un par de veces pero no dijo nada no se sentía en condiciones para hacerlo, estaba en un hospital eso era seguro pero ¿cómo había llegado ahí? esa era la pregunta que se repetía en su cabeza
— ¿Cómo llegué aquí?.— Pregunto con la voz ronca
— Tuviste un accidente automovilístico.— EunBin respiró hondo y tratando de ser cuidadosa giró su cabeza viendo a todos los aparatos en los que estaba conectada
Ella sintió unas inmensas ganas de llorar pero aún estaba desorientada miro la pulsera en su mano la cual decía su nombre y suspiro pesadamente fue ahí cuando la puerta se abrió dejando ver a una mujer y a un hombre los cuales sonrieron ampliamente al verla
— EunBin, estás despierta.— Ella colocó su mano en su mejilla pero la castaña solo la miraba seria
— No puedo creer que al fin despertaste.— Dijo él hombre y ella lo miro
— ¿Cómo te sientes cariño?.— Ella tomó la mano de su cara y la alejo de ella haciendo que su madre se sintiera mal.— ¿Te duele algo?
EunBin nego lentamente y los miro a ambos a los ojos en ellos vio arrepentimiento demasiado diría ella
— Me siento bien.— Ambos sonrieron.— Mi cabeza duele un poco.— Ella toco la zona con cuidado y después los miro.— Pero...
— ¿Pero qué cariño? ¿Qué ocurre?.— Pregunto la mujer
— ¿Quiénes son ustedes?
En ese momento los momentos que nunca se quisieron olvidar se esfumaron