Narra Sandy
Desperté en un entorno muy oscuro. Algo impedía que moviera mis manos, estaban como... atadas , y algo tapaba mis ojos, impidiendo que pudiera tratar de ver lo que me rodeaba. Senti el viento recorrer mi abdomen haciendo que tratase de encogerme en busca de calor. Tras unos segundos, me di cuenta de que mis pies estaban libres. Era un alivio que no estaba completamente atado.
- ¿Hola? ¿Hay alguien?
Sentí una lengua pasando por mi abdomen humedeciendolo desde mi pelvis hasta uno de mis pezones.
- Siento haber tenido que hacer esto pequeño - ¿León? - Pretendía esperar un par de meses para hacer esto, pero tengo que hacerle saber a la gente lo que es mío
- ¿L - Leon?
- ¿Sandy?
Senti como sus manos pasaban por mi cabello deteniéndose en un punto exacto de mi cabeza. Tras unos segundos comencé a ver cómo me encontraba atado a la cama con un León vestido con un traje negro que dejaba su cuerpo descubierto, tapando solo su entrepierna y unas tiras que tapaban sus pezones . Realmente excitante, Un momento... ya se lo que pasa aquí.
- Otra vez el mismo sueño- dije sin darme cuenta
- ¿Otro? - dijo León acercándose lentamente a mi y con un tono coqueto
- Si, aunque nunca llegamos a nada solo puedo verte. Sueles meterla o me muerdes antes de despertarme - dije algo rojo
Volvi a ver cómo sonreía de una forma intimidante. Lentamente se acercó a mi bajando mi pantalon y dejando ver mis boxers con un creciente bulto. Comenzo a lamer la tela provocandome jadeos y pequeñas corrientes eléctricas. Comenzo a abrir su boca y...
- ¡Ah! ¡No muerdas hay! - dije encogiéndome
- Pensaba que en tus sueños no llegaba a morderte - dijo con un tono coqueto
Me quedé unos segundos pensando lo que había sucedido. ¿De verdad estaba pasando esto? Sentí un ardor en mi entrepierna y vi como mi pene se erectaba por completo. Mis boxers se deslizaron dejando mi miembro a la vista.
- Vaya, parece que a alguien le gusta más la idea que a mi - dijo dejando caricias por mi miembro
- L - León - mi respiración era pesada y mi voz se entrecortada
Más tarde me di cuenta como en sus boxers de látex se veía un bulto palpitante. Me quedé observando aquel bulto hasta que León se dió cuenta. El sonrió y buscó la venda que llevaba puesta para volver a ponérmela. Escuche algo caer mientras que sentía como se sentaba en mi abdomen. Sentia su trasero desnudo cerca de mi entrepierna mientras que su miembro llegaba hasta mi barbilla.
- Espero que sepas que es lo que te toca- dijo con un tono seductor
Trague en seco sintiendo el nerviosismo y las ansias de comenzar este juego que tanto quise. Abrí mi boca todo lo que pude sacando mi lengua, esperando su pene. Este llegó tras unos segundos, comenzando a dar pequeños golpes en mi lengua. Su punta comenzó a entrar en mi boca. Tras unos segundos tenía la mitad de su pene en mi boca. Senti como una de sus manos pasaba entre las hebras de mi pelo mientras la otra comenzó a masturbarme. El placer que me daba Leon era increíble, por no mencionar el sabor de su delicioso pene. El presemen comenzó a salir de mi miembro, humedeciendolo y haciendo que aumentara la velocidad de su mano. Mis gemidos eran ahogados por su miembro, que parecía entrar cada vez más rápido en mi boca. El seguía con esos movimientos, acariciando cada parte de este y frotando la punta cada vez que llegaba. Ya no aguantaba más, era demasiado... y me corrí .
- Vaya, parace que alguien tenía mucho guardado - dijo dejando pequeñas caricias en la punta - Supongo que ahora es mi turno ¿no?
Senti como su otra mano se colocaba junto a la otra. Las embestidas se intensificaba y su pene ya dejaba su marca en mi garganta. Tras unos minutos comence a saborear el presemen que salía de su miembro.
- Hazme un favor, no tragues
Tras unos segundos se corrió llenando mi boca casi por completo. Senti como me quito la venda y pude ver cómo lentamente pasaba su lengua por mi abdomen lleno de mi propio semen. Me sonroje bastante, y aún más cuando me besó, con nuestras bocas llenas del semen del otro. Su lengua abrió lentamente mi boca haciendo que el semen se mezclara. Era una sensación extraña, pero la mar de excitante. Tras varios segundos metió su lengua de vuelta a su boca y la cerró . Yo imite su acción. Tras unos segundos abrió su boca viendo esta vacía. Estaba completamente rojo, ¿de verdad había hecho eso?
- Creo que te toca - dijo acercándose a mi
Yo me puse aún más rojo. Asentí lentamente para luego tragar todo el líquido de mi boca. Después tímidamente abrí mi boca sacando levemente mi lengua.
- ¿Y qué tal sabe? - dijo susurrandome al oído
- B - Bien - dije desviando la mirada
- Bien, pues supongo que podemos seguir - dijo poniendo su pene sobre el mío
Yo miré impresionado como su pene sobrepasaba al mío. El comenzó a hacer pequeños movimientos frotando nuestros miembros. Yo quería más, lo necesitaba. Me enganché con mis piernas a su cintura y lo bese de nuevo. Comencé a hacer el mismo movimiento tratando de provocarle el mismo placer que el a mí .
- Te gusta ¿verdad? - dijo cuando nos separamos. Yo solo asentí avergonzado - Entonces, ¿debería seguir?
Yo rápidamente volví a besarlo y subí mis caderas todo lo que pude. Cuando su pene ya no estaba en contacto con el mío, volví a bajar hasta sentir su miembro con mi trasero. Comence a frotarlo y soltar pequeños gemidos que eran rápidamente ahogados por nuestro beso. Tras varios segundos sentí como mis manos eran liberadas. Me separé para mirar mis manos al fin libres.
- Esta es una de las dos recompensas que te daré hoy - dijo sosteniendo las esposas en una mano y una pequeña bolita atada con una especie de interruptor
- ¿ Q - Que es eso ? - pregunte algo rojo
- Uno de los muchos juguetes que compré para esta noche - dijo antes de volver a tratar de besarme
- Espera - lo frene - ¿Para que los has comprado?
El aparato la vista avergonzado . ¿Como podían esos hermosos ojos verdes pasar de ser tan seguros a unos tan vulnerables en tan poco tiempo?
- No lo se... solo... no me gustó que Penny te tratara de besar - dijo cabizbajo
- ¿Celoso? - el solo asintio levemente - No pasa nada Leon, pero sabes que yo te quiero a ti, fue ella la que me quiso besar - me acerque a el y dejé un pequeño beso en su frente - La próxima vez dímelo, no me gustaría no poder quedar sin ti y que me violaras por cada persona con la que fuera .
- Vale, lo siento Sandy - dijo algo más seguro
- Bueno, ya que estamos así... podríamos seguir, ¿no? - dije abrazándome a su cuello
- Me encantaría
Volvimos a besarnos. Sentí como sus manos se aferraban a mi trasero. Comenzó a bajar sus besos por mi cuello. Lentamente me volteó poniéndome boca abajo. Siguió dejando besos por mi espalda hasta bajar a mis nalgas. Comenzo a dejar pequeñas mordidas. No pude evitar dejar escapar algún gemido. Tras unos segundos paso a mi entrada dejando pequeños besos y profundas lamidas. Tras varios minutos dejó mi trasero y colocó su miembro en mi entrada. Sus manos se colocaron en mi cadera mientras que yo lo miraba bastante rojo.
- Preparate, porque pienso darlo todo
No me dejo si quiera contestar, porque tras decirlo sentí como su miembro entraba lentamente mi. Su punta quedó dentro de mi, comenzando a dilatar mi entrada. Mis jadeos no dejaban de sonar por la habitación, era enorme, y tan solo había metido la punta. Tras unos segundos comenzó a hacer un pequeño vaivén en el que cada vez metía un poco más su miembro. Sentía un ardor en mi estómago junto con un creciente dolor. Tras un rato la mitad de su pene estaba metido en mi entrada. Sentia como su pene golpeaba algo dentro de mi, algo que me estaba volviendo loco. Los gemidos empezaron a salir de mi boca junto con pequeñas lágrimas por el dolor.
- P - Para - dije agarrandome a las mantas
Sentí como dejaba pequeños besos en mi espalda. Ha decir verdad ayudaba un poco. Pasaron varios minutos hasta que logré acostumbrarme.
- Vale... ya puedes seguir - dije moviendo un poco mi cintura
- Bien, pero primero - sentí como Leon volvía a voltearme haciendo que quedara completamente expuesto - Mejor
Tras esas palabras volvió a besarme. Su miembro siguió entrando en mi lentamente hasta que sentí como su pelvis chocaba con mis nalgas. Sentía algo completamente aplastado dentro de mi que me producía un gran placer. Tras unos segundos comenzó a moverse.
- ¡¡Ahh!! - gemi algo tímido - ¡L - Leon!
- ¿Te gusta? - dijo con un tono seductor
- S - Si... mmm... ¡¡L - LEON!!
Al parecer eso pareció excitarlo aún más. Tras mi gemido sentí las bestiales embestidas que comenzó a darme. Sentia como me rompía por dentro. Mis gemidos inundaban la sala junto a los jadeos de León y el choque de nuestras carnes. Tras unos minutos sentí la mano de Leon agarrar mi miembro y comenzó a masturbarlo. Sus embestidas eran profundas, cada vez más. El presemen comenzó a salir de mi haciendo que mi pene se lubricara y la mano de Leon fuera más rápido.
- ¡L - Leon! ¡¡AHHH!! - Gemí para acabar corriéndome en mi abdomen
El paro en seco de darme embestidas y con una sonrisa pasó su dedo por mi abdomen lleno de semen.
- ¿Tan bien lo estaba haciendo para que ya te vuelvas a correr? - dijo en un tono seductor. Yo aparte la vista avergonzado - Porque si es así tendré semen para un mes entero
Tras esas palabras tragó el semen que había recogido con su mano. Volvió a colocar sus manos en mis caderas y continuó embistiendome con fuerza. El sonido de nuestros cuerpos chocando y el calor que emanaba su pene me hacía sentir en el mismísimo cielo. Los gemidos volvían a inundar la sala junto a sus pequeños jadeos. Se hacerco a mi y volvió a besarme. Nuestras lenguas se entrelazaban mi boca. Sentía el presemen que volvía a salir de mi pene al igual que del suyo. No aguantaría más , eso estaba claro. Su mano bajaba hacia mí miembro dejando caricias por la punta de este.
- Preparate Sandy, ha llegado la hora
Después de eso se fue a mi cuello donde se dedico a dejar marcas de mordidas. Mi pene latente necesitaba correrse ya, y eso hizo nada más sentir como el semen de Leon comenzaba a llenarme. Por fin había hecho realidad una de mis fantasías, y se sentía genial. Cuando terminó de correrse saco su pene de mi entrada para dejarlo junto al mío entre los restos de mi semen. Nuestros abdomenes estaban llenos de semen, pero nos daba igual, estábamos tan cansados que simplemente no pensamos en eso. Mis párpados comenzaban a pesar cada vez más y más. Cerré mis ojos y, antes de quedar profundamente dormido, escuché un delicado "descansa pequeño, te lo mereces".
Fin del Capítulo 9