Narra Hana
- Bien, vinimos aquí para observar a Azul, pero...
- Nunca pensé que vendrías... - le comenté a mi compañero, el hecho de que Jack estuviese saltándose las clases para ayudarme era bastante increíble.
- Es una orden del director. Estoy seguro de que pasará por alto nuestras faltas. Solo quiero descubrir la razón de la fuerza de Azul. Eso es todo - se excusó haciendo que levantase una ceja, realmente es un tsundere.
Pasamos todo el día siguiendo al líder de Octavinelle, observando sus habilidades, comportamientos y debilidades, y tengo que admitir que me dejó impresionada, quiero decir, ¡se le daba bien todo! Incluso calculaba al milímetro lo que comía.
- Azul es un estudiante de honor de imagen perfecta de principio a fin ¿eh?... - me susurré a mí misma pensativa mientras me sentaba junto a Jack en una mesa de la cafetería.
- Ya estoy tan cansado de ser el lacayo de Azul... - escuché quejarse a Grim junto al resto del grupo el cuál siguió quejándose incluso ya sentados en la mesa.
- Hmph, os lo merecéis... - hablé en un tono duro, debían aprender la lección y no les venía mal algo de mano dura. Ante este comentario empecé a recibir quejas de los afectados, quejas a las que no les presté atención alguna, pero distinguí una voz distinta a la de mis compañeros.
- ¿A qué vienen esas caras tan largas? - escuché una voz detrás de mí y un escalofrío recorrió mi espalda, ¿por qué creo que ya sé quién es?
- ¡Otra vez, los gemelos tenebrosos! - exclamó Grim acertando mis sospechas. Me giré lentamente encontrándome con los dos integrantes de Octavinelle, intenté mantener una expresión tranquila pero impasible.
- Me parece que estás profundamente preocupada, por algo... - habló dirigiéndose a mí con una sonrisa tranquila - ¿podría ser que lo que te preocupa... tiene que ver con estas tontas anémonas? - cuestionó sin dejar de sonreír, empezaba a perturbarme.
- Su sonrisa engreída delata sus verdaderas intenciones - comentó el peliplata con el ceño fruncido.
- ¿Quién eres tú? Eres tan puntiagudo como un erizo de mar - comentó felizmente el gemelo menor, esta persona tiene unos cambios emocionales bastante repentinos.
- ¿Qué? ¡No soy un erizo, soy un lobo! - exclamó enojado y no pude evitar pensar en Riddle y sus erizos, eran realmente achuchables.
- Si la fuente de tus problemas está relacionada con las anémonas, es mejor consultar con Azul directamente sobre el asunto - siguió hablando Jade dejándome extrañada - Azul es una persona muy compasiva, muy parecida a la Bruja del Mar de los siete grandes.
- (Uy, si es como Úrsula ya me puedo ir despidiendo de mis piernas) - pensé manteniendo mi semblante impasible.
- Azul puede resolver cualquier problema - afirmó con su típica sonrisa haciendo que mi ceño se frunciese levemente y una sonrisa algo extraña se formó en mi rostro.
- No creo que pueda conceder cualquier deseo - cuestioné con una sonrisa burlona, la expresión del contrario no cambió en absoluto.
- Por supuesto que puede hacer cualquier deseo realidad... - volvió a afirmar.
- ¿Acaso puede devolver la vida a un muerto? - cuestioné levantando una ceja inquisitiva y una expresión seria. Todo se quedó unos instantes en silencio y podía sentir las miradas sorprendidas de los presentes clavadas en mi nuca. Esto comenzaba a molestarme ¿por qué me miraban tanto?
- ¿Acaso quiere revivir a alguien importante para usted? - preguntó Jade sin borrar su sonrisa.
- No - contesté firmemente - no se debe jugar con la vida de las personas - dije dándole un sorbo a mi café.
- Agradecería que fuera sincera completamente - me pidió sin dejar de sonreír, mi pupila se dilató por la sorpresa y después por la ira, por un momento me planteé golpearle pero la mano de Jack sobre mi hombro me tranquilizó. Suspiré y retomé la conversación.
- Bueno ¿a qué querías llegar con lo de "Azul puede arreglar todos mis problemas"? - cuestioné intentando no alterarme demasiado, seguro que los desgraciados podían sentir el miedo.
- Por ejemplo... puedes desear que liberen a las anémonas - en ese momento sentí las miradas de los afectados clavadas en mi nuca ¡el desgraciado lo había dicho aposta! Sabía que no debía haber preguntado.
- Por supuesto, debes entender que no será gratis - comentó el otro hermano, lo que decía, adiós a mis piernas.
- Ese es el problema. Están intentando que firmes un contrato - me dijo el de ojos ámbar, gracias Sherlock, no me había dado cuenta.
- No tienes que ser tan rápido para descubrir tus colmillos - uff, y por qué no me han visto enfadada todavía - Los habitantes de la tierra son violentos - ante este último comentario ladeé levemente mi cabeza confundida ¿Acaso eran aliens o algo así? - en fin, si os interesa esta oferta, no dudes en acudir al Mostro Lounge a las 9 de esta noche. Te estaremos esperando con un delicioso té.
- Te estaremos esperando,
Koebi-chan - se despidió el otro gemelo con una sonrisa y después los dos se marcharon de allí.
Cuando me giré de vuelta me encontré con las intensas miradas del trío dinámico, bajé la cabeza a mi comida y empecé a comer ignorando a mis amigos.
- ¡Por favor Hana! ¡Gana contra Azul! - exclamaron los tres a la vez.
- ¿Y por qué debería? - cuestioné en un tono duro junto a una expresión impasible y algo enojada - esto es vuestra culpa, no la mía - al levantar la cabeza me encontré con las miradas entristecidas de mis amigos ¿me había pasado?
- Ya hemos aprendido nuestra lección ¿sabes? - se quejó el pelirrojo frunciendo el ceño por mi respuesta cortante. Levanté una ceja inquisitiva pues dudaba que de verdad hubiese recapacitado.
- Sí, no lo volveremos a hacer ¡Simplemente aceptaré una nota fallida la próxima vez...! - exclamó el de dibujo de pica de forma dramática.
- Deberías estudiar más la próxima vez - contesté algo divertida por las dramáticas reacciones de mi compañero.
- Entonces ¿qué vas a hacer, Hana? ¿Vas a ayudarlos? - preguntó el de pelo plateado tomando de su almuerzo. Me quedé pensando unos momentos mientras le daba un sorbo a mi café expresso hasta que me decidí.
- Solo escucharé lo que tiene que decir... - contesté, creo que Jack me está pegando lo tsundere.
- Está es la primera vez que realmente de admiro como prefecta ¿sabes? - habló el animalito con lagrimitas de felicidad en sus ojos.
- Grim, no hagas que me retracte - le avisé fulminándole un poco con la mirada, realmente son unos casos perdidos.
- Tch... Iré contigo, porque pareces el tipo de persona que se lanza contra el peligro sin dudarlo - dijo el de ojos ámbar con su típica expresión impasible.
- Guau... nunca pensé que vendrías... - admití bastante impresionada.
- Jackie es muy amable ¿eh? - se burló el de dibujo de corazón.
- ¡N-No me malentiendas! ¡Simplemente no estoy de acuerdo con cómo Azul hace las cosas! Y no quiero perder contra personas que tuvieron buenas calificaciones gracias a otros - se excusó el de orejas de lobo, y ahí vuelve el lado tsundere.
- ¡Las anémonas están tirando de nuevo...! - gritó el peliazul adolorido.
- ¡Owowowo! ¿¡También planea hacernos trabajar en la hora del almuerzo!? - exclamó Ace.
- ¡Eres nuestra única esperanza! - gritó el de cola de tridente mientras comenzaba a irse junto a los dos de Heartslabyul hacia donde las anémonas tiraban.
- Caray, esos tipos están desesperados. Intentemos ir esta noche al Mostro Lounge - habló Jack empezando a comer, me quedé mirando por unos instantes el camino por dónde se habían ido mis amigos y sentí un escalofrío recorrer mi espalda, esto no iba a acabar bien.
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- Hay muchísima gente... - comenté al entrar en el local.
- Oh, koebi-chan ¡Bienvenida! Veo que el erizo de mar también te acompaña - habló de forma burlesca el gemelo más tétrico mientras se nos acercaba.
- ¡Ya dije que no soy un erizo de mar! - exclamó enojado el nombrado.
- Qué sorpresa. Muchas gracias por tomar una decisión rápidamente. Bienvenidos al Mostro Lounge. Supongo que es la primera vez que nos visitan - se acercó el otro gemelo con su típica sonrisa, su actitud era bastante repelente - Mostro Lounge es una instalación social para caballeros. Absténganse de discutir con personas de otros dormitorio. Aquí, todos los dormitorios deben cumplir las reglas de Octavinelle. Recuerden estas reglas y disfruten de su estadía. Ahora ¿para que han venido hoy? - preguntó "amablemente" sin dejar de sonreír, sí que le gusta hacer preguntas de las que sabe la respuesta.
- Quiero discutir algo sobre las anémonas - contesté en un tono tranquilo pero firme.
- Fufufu - se rió - muy bien. En este momento el gerente está ocupado discutiendo con otro cliente. ¿Estaría bien esperando un poco en el Lounge? - cuestionó con la misma expresión ¿solo puede sonreír o que le pasa? - Por cierto, merodear está prohibido - y, ahí se fue mi forma de entretenimiento - Compre una bebida si desea quedarse. Anémonas, tomen su orden - ordenó mientras dejaba de sonreír, no sé si eso es bueno o malo, pero no lo quiero averiguar.
- Lo siento, tengo que entregar estas bebidas - se excusó Deuce.
- ¡Yo también! - exclamó enojado el compañero - ¡Podrías tomar tu sus órdenes! - añadió cruzándose de brazos.
- No creo que puedas contestarme así dada tu posición - contestó de forma tajante y tras unos segundos las anémonas empezaron a tirar de las cabezas de los implicados - Azul me dejó a cargo de los recién llegados, y los que no sigan mis reglas serán castigados - proclamó sin cambiar su expresión seria.
- ¡¡Owowowo!! ¡Ya lo entiendo, ya lo entiendo! - gritó adolorido el de dibujo de pica y me di cuenta de que estaba temblando.
No era la primera vez que sentía aquella impotencia cuando herían a alguien, las palabras no salían de mi garganta y sentía que rompería a llorar en cualquier momento. Pero esta vez estaban lastimando a mis seres queridos frente a mí.
- ¡¡YA BASTA!! - grité enojada, más de la mitad de mi pelo se tornó fucsia al igual que mi ojo y una espiral morada apareció en éste a modo de pupila.
Todo se quedó en silencio unos instantes, podía sentir las miradas de los presentes sobre mí y comenzaba a molestarme.
- Lo siento querida, pero como ya dije debes seguir nuestras nuestras reglas mientras estés en el Lounge - habló Jade con una sonrisa algo nerviosa.
- Tenemos el derecho de estrangular a los niños que nos den problemas - añadió el otro gemelo.
- Vuelve a decir algo así y seré yo la que te estrangule... - le amenacé cruzándome de brazos y fulminándole con la mirada, su actitud de "psicópata" estaba empezando a fastidiarme. Pude sentir la mirada enfadada de su gemelo sobre mí por lo que dije pero sinceramente no me importaba, se lo tenía merecido.
- ¿Intentas decir que si te llevamos la contraria nos harás daño? - cuestionó mi compañero ignorando mi amenaza.
- ¿Entonces ayudarás en su lugar? - preguntó Floyd con su típica sonrisa.
- ¡Ah, eso suena bien! ¡Hagámoslo! - exclamó el de dibujo de corazón.
- Ace, no hables de más... - le advertí con una mirada letal ¿acaso todos se habían puesto de acuerdo para ponerme de mal humor? Porque lo estaban consiguiendo.
- ¡Ya estamos cansados! - nos susurró para que los dos maniáticos no le escuchasen - ¡Grim ha estado lavando platos por tanto tiempo que su cuerpo está cubierto de burbujas! - nos explicó bastante alarmado, y en ese momento sentí algo en mi pecho ¿esto era empatía? Hacía bastante que no sentía algo así.
- ¿Eso significa que koebi-chan y el erizo de mar ayudarán? Entonces lleva esta bebida a la mesa 3 - habló el de cabello azulado alegremente mientras nos empezaba a dar varias bandejas.
Y así pasamos el último rato. Sirviendo las órdenes de los clientes. Tengo que admitir que fue una experiencia entretenida y a Jack parecía que se le daba bastante bien.
- Los clientes finalmente comenzaron a disminuir - comenté algo aliviada, la experiencia me gustó pero fue algo estresante.
- Gracias por ayudar koebi-chan y compañía - comentó alegremente el heterocromático abrazándome. En ese momento escuché unos aplausos que poco a poco se iban haciendo más cercanos, al girarme me encontré con aquel sujeto de gafas.
- Debo admitir que su espléndido trabajo fue de gran ayuda - comentó el de ojos azules con una sonrisa - lamento haberte hecho esperar. La sala VIP está lista, así que sígueme. Jade, Floyd. Haced un poco de té para nuestros invitados - y tras decir esto los dos gemelos se marcharon a la cocina mientras Jack y yo empezamos a seguir al líder de Octavinelle a la sala VIP. Debía mantener la calma todo lo que pudiese o posiblemente caería en su trampa, y no dejaría que eso pase.
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El otro día estuve viendo un juego llamado "Man of Medan" y pensé "¿y si incluyo algo de aquí con la historia de Hana?" y me pareció una excelente idea, así que prepárense porque se vienen cosas intensas (obviamente no meteré demasiado del juego porque no tiene mucho que ver con TW, más bien es un detalle que me pareció interesante) , pero bueno ¿qué les pareció el capítulo? Yo solo digo que Hana poco a poco va a ir perdiendo la cabeza y va a estar intenso 😈😈😈😈
Tengan un buen día/tarde/noche y nos vemos en el próximo capítulo.
Continuará ❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️