Sus ojos hipnotizaban a los míos, y una pequeña sonrisa comenzaba a esbozarse en su rostro. Lleve mi mano a su cabello, y hundí mis dedos en él. Mientras tanto su mano acariciaba mi espalda ,despacio, haciéndome estremecer por el deseo contenido. Justo cuando creí que no podía resistirme más a la provocación, él comenzó a aproximar lentamente su rostro más cerca del mío. Mi corazón en respuesta comenzó a latir de alegría ante la idea de que me besara, si me besaba, entonces esto significaría que todavía me quería y todo lo que había hecho por mí desde que lo habíamos dejado realmente significó algo para él.
¿Tendría razón Bonnie sobre el hecho de que todavía me quería? Él no podía estar mirándome como una alumna; porque su boca estaba ahora peligrosamente cerca de la mía. Cada centímetro de su cuerpo endurecido y tonificado estaba presionado contra mí, y yo apenas podía contenerme de chillar por la excitación.
Cuando sus labios estuvieron a punto de tocar los míos, la puerta del dormitorio se abrió otra vez y los pasos de Bonnie comenzaron a llegar en nuestra dirección. Liam gimió cuando se separó de mí. La desilusión me inundó. ¡Por dios, Bonnie, márchate! Le miré en un tono suplicante. Él sonrió tristemente cuando retrocedió y dejé que sus brazos se apartaran de mi cintura.
Él seguía haciendo esto todo el tiempo, y esa situación me mataba. Un minuto parecería que iba a besarme y en el siguiente volvía a ser sólo un profesor otra vez. Era como si quisiera ilusionarme de nuevo, sólo para entonces poder arruinarlo por diversión o quien sabe qué. ¿Pero ese no podría ser el motivo, verdad? Quizás era sólo que no podía contenerse, él había sido un mujeriego antes de que nos conociéramos, después de todo, así que probablemente no estaba acostumbrado a estar cerca de una chica que le gustaba y no hacer algo. Siempre que él quería a una chica no tenía problema en conquistarla. Creo que para él era un poco difícil estar cerca de mí a veces debido a esto. Sólo deseé ser más que sexo para él, esperaba que quisiera algo más que sólo mi cuerpo.
Suspiré y me obligué a no llorar. Estaba cansada de esta situación infernal.
—Iré a por mis cosas, y estaré lista para irme -mascullé mientras Bonnie entraba en la cocina -.
Ella parecía un poco avergonzada; como si hubiera interrumpido algo. Resistí al impulso de fulminarla con la mirada por arruinar mi casi beso con Liam por segunda vez en la misma mañana. Primero arruinó mi abrazo y ahora había arruinado un beso y una posible sesión de más besos. Adoraba a mi mejor amiga, pero a veces podía realmente estrangularla.
-Tienes tu macuto allí, Lo saqué del coche de Dylam anoche -murmuró Liam, frotándose la nuca y mirando a todas partes menos a mí -.
-Gracias, tardare sólo un par de minutos – asentí -.
Agarré la mano de Bonnie y la lleve al dormitorio conmigo, no quería dejarla sola con Liam. Las cosas ya eran lo suficientemente incómodas como para estar agregándole presión o pequeños comentarios sobre nosotros diciendo que éramos una pareja adorable o algo por el estilo.
Ella me miró con curiosidad cuando cogí mi bolso comencé a quitarme la ropa de anoche con la cual había dormido.
-¿Vas a decirme por qué sigues disparándome miradas asesinas? -preguntó, riéndose mientras se sentaba en el borde de la cama -.
Suspiré y cerré los ojos.
-Liam iba a besarme pero saliste del cuarto -admití de mala gana -.
Ella chilló y prácticamente boto en la cama. La callé y me estremecí, esperando que Liam no escuchara esto y se preguntara qué pasaba.
-¡Lo siento tanto! -susurró -.
Suspiré y me puse unas mallas de deporte, y una sudadera de mi bolso.
-No te preocupes, habría sido un error de todos modos y sólo habría despertado mis esperanzas. - me encogí de hombros -Lo mejor fue que salieras cuando lo hiciste porque no le puedo dejar tomarme el pelo todo el tiempo.
Traté de creerme las palabras que acababa de decir.
-¿April, qué vas a hacer? Tú todavía estas totalmente loca por él -dijo ella, mirándome con compasión -.
Me encogí de hombros.
-No hay nada que yo pueda hacer – asentí - Él no me quiere así que lo estoy dejando ir e intentando seguir adelante, como me dijiste.
Ella puso los ojos en blanco.
-Te dije que siguieras adelante porque creía que no había ninguna posibilidad de que volvierais a estar juntos – comenzó a decir ella -me dijiste que no había posibilidad, pero créeme; ese tipo todavía te quiere. Hay una posibilidad ahí y no creo que debas rendirte.
Hice una mueca.
Ella fue la que prácticamente me forzó para que avanzara a estar con alguien más. Incluso me había hecho salir en esa cita con Justin y darle una oportunidad. ¡Mierda, Justin! Me había olvidado completamente de él. Era una novia horrible, casi me había dejado besar por Liam en la cocina.
-Tú fuiste la que me dijo que me rindiera, Bonnie – puse mis brazos en jarra - Avanza, me dijiste. Además, no tengo posibilidades con él. Ya no le gusto así, creo que todavía desea mi cuerpo, pero él está con la señorita Teller de todos modos, asi que no tengo ninguna oportunidad compitiendo contra ella, quiero decir, ¿la has visto? Ella es perfecta.
Me deje caer sobre la cama a su lado.
Ella sacudió su cabeza.
-¿Sabes qué? No creo que él esté saliendo con ella - dijo Bonnie -.
La mire como si estuviera loca. Por supuesto, que él salía con ella; lo sabe todo el instituto.
-Creo que él no está interesado en ella en absoluto – inclinó la cabeza - nadie los ha visto besarse, o abrazarse, ni mostrar cualquier señal de estar en una relación. Todo el mundo sólo asume que ellos están juntos, tal vez ellos son sólo amigos. Él te mira como si te quisiera, entonces, ¿por qué estaría con ella si él te quisiera? - preguntó ella, mordiendo su labio como hacía cuando pensaba realmente con fuerza-.
Suspiré profundamente.
-Bonnie, la lleva al instituto cada día y después a casa con él. Es bastante obvio que duermen juntos, ella es hermosa, simpática, elegante y lo suficiente mayor para él. - confesé de mala gana -Ellos hacen la pareja perfecta.
Ella sacudió su cabeza.
-Tal vez es algo más – repitió ella -.
Había tenido suficiente sobre este tema, no quería seguir con lo mismo, era doloroso. Necesitaba largarme de la casa de Liam, porque mientras más tiempo pasaba aquí, más extrañaba los viejos tiempos que pasamos juntos.
-Vamos a olvidarlo -dije firmemente, dejándole saber que esto era el fin de la conversación-.
Comprendió la indirecta, y asintió tristemente antes de dirigirse al cuarto de baño. Cogí mi macuto para buscar mi peine, pero debí haber olvidado meterlo. Suspiré y me acerqué a la cómoda de Liam donde él siempre guardaba un peine. Mientras revolví el cajón superior en busca del peine vi un cuadro. Estaba justo en la parte de atrás, prácticamente escondido por un montón de ropa.
La curiosidad sacó lo mejor de mí, así que lo cogí preguntándome de quién era. Yo no había visto que el tuviese ninguna foto cuando me quedaba aquí, así que esta era nueva.
Contuve la respiración mientras que miraba a la pareja en el cuadro. Éramos Liam y yo en la boda de su hermana. Nuestra primera cita. Fue la fotografía nos había echo en el jardín detrás de la iglesia. En ella nos sonriamos el uno al otro. Sonreí por el modo en el que él me miraba tiernamente en la fotografía.
¿Por qué demonios tenía él esto? ¿Estábamos aún juntos cuándo él la pidió? ¿Pero no estábamos juntos ahora, así que por qué lo tendría aun en un marco? Si quería guardarlo lo habría escondido en un cajón o algo, así nadie lo vería. ¿Y si la señorita Teller lo vio cuando se quedó aquí? Ella naturalmente sabría que era yo y le preguntaría sobre ello. ¿Le diría algo sobre nosotros?. De alguna manera me había olvidado un poco sobre aquel día, las fotos siempre tenían un modo de recordarte cosas que tu mente olvidaba. Incluso me encantaría realmente tener una copia de esta foto, yo no tenía ninguna foto de él, y me encantaría poder contemplar una imagen de él antes de irme a dormir.
¡April, eres afortunada de que nadie pueda oír tus pensamientos porque suenas seriamente como un acosador trastornado!
Bonnie salió del cuarto de baño así que rápidamente volví a meter la fotografía busqué en el cajón otra vez el peine. Traté desesperadamente de fingir que mi corazón no trataba de salirse de mi pecho. Le sonreí cuando terminé y fingí que no había visto nada allí.
El trayecto a casa fue tranquilo; íbamos todos envueltos en un silencio incómodo de camino a casa de Bonnie. Él aparcó el coche un par de casas más allá, de modo que sus padres no la verían llegar en el coche de un tipo extraño cuando se suponía que había estado quedándose en mi casa a dormir.
Le sonreí a Bonnie cuando abrió su puerta.
-Gracias por traerme, Señor Cowell -ella le sonrió -.
-No se preocupe, la veré mañana en clase – contestó Liam -.
-Te recogeré por la mañana, April -me dijo ella, cuando salió del coche -.
Asentí y sonreí.
-Sí gracias, nos vemos -dije mientras cerraba la puerta y caminaba por la calle hacia su casa -.
Liam arrancó otra vez, dirigiéndose hacia mi casa. Lo mire de reojo. No tenía ni idea de qué decirle, así que no dije nada. Hubiera preferido realmente que me hubiera dejado primero para no quedarme en el coche a solas con él. Aquello que había estado apunto de pasar en la cocina, me hacia sentirme un poco incomoda ahora que pensaba sobre ello. Pero claro, no tampoco quería que Bonnie se quedara a solas con él, por si acaso le decía algo sobre mí y lo empeoraba.
Aparcó un par de casas lejos de la mía y apagó el motor, se giró para mirarme con curiosidad.
-¿Crees que Bonnie dirá algo a alguien? Si crees que sí, entonces sería mejor que nosotros fuéramos y digamos algo primero, sonará mejor viniendo de nosotros – murmuró Liam -.
Sacudí la cabeza.
-Ella no dirá nada, no tienes de que preocuparte – respondí -.
Pareció un poco aliviado.
-Bien, dale las gracias de mi parte – asintió -.
-Gracias por traerme, y por lo de anoche – trague saliva -.
-No te preocupes, no tienes que seguir agradeciéndome – me dijo -.
-¿Sería inadecuado si te abrazara otra vez? -pregunté, tratando de no mostrar cuánto lo necesitaba-.
Él sonrió tristemente y asintió.
-Totalmente inadecuado -confirmó él -.
Suspiré y sujeté con mi mano la puerta, no me atrevía a admitir que estaba solo era mi profesor a partir de ahora.
-¿April?-se rió y se inclinó hacía mi, pasando un brazo alrededor de mi hombro, acercándome más cerca de él -.
Sonreí y le devolví el abrazo, aferrándome a él, aspirando su olor. Realmente no quería salir del coche y regresar a la normalidad. Estar cerca de él, incluso por pequeñas cosas como esta, sólo hacía acelerar mi corazón. Daría lo que fuera para que esto fuera normal, para que esto fuera fácil. Pero supongo que no todo en la vida es fácil porque ¿Dónde estaría la diversión si no?.
Me aparté de él cuando sentí que mis ojos comenzaban a hormiguear por las lágrimas; tenía que marcharme antes de llorar delante de él.
-Gracias, y supongo que te veré en clase mañana -mascullé, forzando una sonrisa -.
Él asintió y frunció el ceño.
¿Él tampoco quería que me marchara? Lo mire detenidamente durante unos minutos pero no dijo nada, así que abrí la puerta y me fui sin mirar atrás, luchando con las lágrimas durante todo el camino.