Un mes había pasado desde su último sueño, no había vuelto a soñar con ese chico de cabellera blanca azulada y piel pálida cubierta por un kimono de color azul, aún se preguntaba quién era y por qué el dolor insoportable de su pecho al verlo muerto, ¿Qué significaba eso? ¿Quién era el? ¿Por qué el y no otra persona? Esas y muchas preguntas más rondaban por su mente.
El día de hoy estaba en clase de invocación con konohamaru-niichan, había invocado un sapo gigante que le pareció genial y muy fuerte, el también quería invocar uno así, y entonces ve que las chicas van a tratar de hablar con el, y konohamaru-niichan se sonroja.
Vaya pervertido ¿no?
Quiso molestarlo un poco, pero las chicas se enojaron, enserio, ¿que le veían? Si es un poco genial pero nada más, le pareció más genial el sapo, aunque preferiría otro animal, por ejemplo una serpiente, eran grandes y geniales, debían ser fuertes.
Aaah, ¿quien le tendría envidia a ese pervertido? Le robó el pergamino a konohamaru y procedió a invocar algo, no funcionó, se le olvidó un pequeño detalle, primero tenía que escribir el nombre.
—ahh, ¿Eres tonto? — oye decir a Sarada.
Que molesta, ¿que ya no se te pueden olvidar las cosas?
Escucha hablar a las chicas de miedo o asco a los reptiles, ¿Enserio les daba tanto asco? ¿Qué gracia tenía invocar algo y que no sea fuerte? A quien le importa la apariencia, que sea feo pero fuerte.
Ahhh, como quería invocar a una serpiente, le propuse a los chicos invocar algo, pero Sarada empezó a fastidiar, ¡Que no eran niños! En el sentido de madurez claro, si que eran hombres, pero no niños, que fastidiosa.
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A la hora del almuerzo estaba yendo a la cafetería y hablando con sus amigos, fue a pedir un pan de yakisoba y se encontró con Sarada pidiendo uno, pero la gordita (nombre real Chouchou) los había comprado todos para comerlos ella sola y solo quedaba uno.
Sarada se le adelantó y pidió el único que quedaba, hoy no rendiría bien por su culpa.
Los chicos y el iban a pelear con las chicas, pero llegó shino-sensei y los detuvo, les hizo una propuesta de tener un enfrentamiento después de clases.
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Cuando llegó el momento del enfrentamiento no se imagino que fuera así, no estuvo mal, pero tenía preguntas rondando por su mente, no se arrepentía de salvar a Chouchou y por consecuencia perder, estaría fastidiado por tener que hacer algo que las chicas quisieran, pero las chicas lo dejaron pasar por esta vez.
Acordaron comer hamburguesas en su restaurante favorito, estaban casi todos comiendo allí, algunos se habían ido a su casa con sus padres, el no quería regresar todavía a su solitaria casa, y aparte tenía ganas de una hamburguesa súper picante, así que se quedó, no obstante, seguían las mismas preguntas en su cabeza sobre su invocación, le parecía raro, y había visto otra cosa aparte de la serpiente, si le pareció genial está última, pero enserio que era raro, juraba haber visto unos ojos amarillos.
—Boruto, Boruto, oye, ¿estás ahí? — Escucha que le pregunta shikadai.
—¿e-eh? Si claro, ¿Dónde más voy a estar? —
—¿Estas bien? Desde hace un rato estás distraído— Pregunto de nuevo shikadai.
—Si, ¿En qué piensas? ¿Siquiera piensas? — dijo con burla inojin.
—¡Claro que pienso! — respondió indignado.
—Aja, si claro, y yo soy el Hokage —
respondió con burla Iwabee.
—¡Eh! ¡Que si pienso! Y más que tu-ttebasa — exclamó con burla.
—¡Que dijiste! ¡¿Quieres pelea?! — grito Iwabee.
—Chicos, chicos, no peleen — respondió un nervioso denki.
Iwabee solo bufo y se calmo, el y los demás siguieron comiendo y hablando, al parecer se habían olvidado del tema.
Terminaron de comer y se estaban despidiendo, ahora solo se encontraban shikadai y el, despidiendose porque si shikadai no llegaba temprano la tía Temari lo iba a matar.
—Hey, te note distante mientras comíamos, ¿Estás bien? — pregunto
preocupado shikadai.
—Si, estoy bien, no te preocupes —
—Bueno, pero ya sabes, puedes contar con nosotros, aún si es un fastidio, y si te sientes solo en casa podemos ir a pasear o algo —
—Gracias, entonces ve a casa, la tía Temari te va a matar — dijo agradecido.
—Ahhhh, que fastidio, nos vemos mañana — respondió shikadai y se fue.
El se quedó observándolo mientras oscurecida, ah, maldición, cómo lo envidiaba, extrañaba que su madre lo regañara por llegar tarde, y que luego le sirviera la cena, que al llegar a casa no
estuviera oscura y fría.
—No lo aprecias hasta que lo pierdes, je— dijo con amargura.
Volteo y camino a casa, viendo las familias ir y venir, algunas personas saliendo del trabajo, otras familias o amigos divirtiéndose, haciendo las compras, o simplemente caminando a lo que suponía el a casa.
Siguió caminando, a medida que avanzaba las calles se volvían más solitarias, al punto de que ya no había nadie, era solo el caminando a casa.
De pronto escucho un ruido, trato de encontrar de dónde vino, pero no hayo nada, siguió caminando pensando que había sido su imaginación o algún ruido de una casa.
Por un segundo vio unos ojos amarillos resplandecientes, brillantes, parecían con luz propia, como las estrellas.
Luego desaparecieron, intento buscarlos de nuevo pero no los encuentro, se quedó un rato parada buscándolos, luego miro al cielo y afirmó que los ojos que había visto eran igual de brillantes que las estrellas, incluso más.
Siguió su camino a casa, cuando estaba por entrar los volvió a ver, brillantes, ahora que los veía bien sus pupilas eran como las de una serpiente o un gato, se veían como los de un depredador, luego volvieron a desaparecer.
Volvió a buscarlos, pero de nuevo, no los encontró, entro a casa, se quitó sus zapatos, fue directamente a su habitación y se tiró en la cama.
Se puso a pensar ¿por qué los había visto?, ¿de quién eran esos ojos? ¿Qué hacía el/la perteneciente de esos ojos allí? ¿Eran humanos?
Preguntándose eso y muchas cosas más se quedó dormido.
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Se encontraba en algún lugar de la aldea, estaba vacío, no se oía nada, todo parecía abandonado, y por cómo estaban los edificios, no era un abandono reciente, le ponía unos ocho años de que nadie habitará allí.
Empezó a caminar, todo estaba vacío, no se escuchaba nada más que sus pasos, se preguntó la razón del abandono, ¿que habría pasado para que las personas se fueran? Todo se veía como siempre, quitando que la vegetación estaba acabando con los edificios.
Siguió caminando y vio un chico a lo lejos, corrió hacia el, a medida que avanzaba veía bien sus rasgos, era alto, debía medir 1.80 aproximadamente, llevaba un kimono azul, sus ojos eran amarillos resplandecientes, debía tener unos 20 a 25 años, era atractivo, su cabello era un ¿azul con blanco? No sabía muy bien.
Paró de correr cuando estaba solo a unos metros de el.
—¿Q-quien eres? Y ¿Por qué todo está vacío y desolado? — pregunto el, pero el chico no le respondió.
—Boruto, me alegra verte, pero no deberías estar aquí, todavía es demasiado pronto — dijo el chico, con una con una voz alegre pero sería.
—¿Me conoces? ¿A qué te refieres con que es pronto? Esta es la aldea ¿no? — dijo confundido.
—Eso no importa, debes despertar, es demasiado pronto, todavía eres inmaduro, así que, despierta — respondió con una voz sería pero amable.
—¿Eh? ¿A qué te refieres con despertar? ¿Esto es un- —no pudo terminar de hablar, el chico lo había interrumpido.
—Y recuerda, pronto nos veremos, cuídate —
—¿A qué te refieres con- —no pudo terminar, todo se volvió negro.
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Se despertó en su cama confundido, estuvo unos 10 minutos acostado mirando el techo, luego sonó la alarma y recordó que tenía que ir a la academia.
Que pereza.
Verdaderamente no quería ir, pero tampoco se quedaría en la fría casa y recibir un reproche de su padre.
Se levantó con pereza y lentamente se dirigió al baño, se ducho y se dirigió a la cocina a hacer su desayuno.
—Buen provecho — Huevos con tocino y una tostada con un vaso de leche, algo simple pero rico.
Termino de comer, dejo los platos en el lavavajillas y se fue a lavar los dientes, luego cogió su mochila y se dirigió a la academia.
Camino allí se encontró a Iwabee y shikadai, iban caminando hasta que oyen gritos, y ven a alguien que parecía ser un ex-estudiante de la academia, je, se parecía a Iwabee.
Esquivaron el ataque, vio lo mismo que
con denki y metal, fue a por el, Iwabee lo cubrió de un ataque, luego le lanzó un golpe en la cara y se agruparon.
El sujeto lanzó un ataque, y salió corriendo.
—¡No escaparas-ttebasa! —
Salió corriendo el también y lo persiguió hasta un callejón dónde se encontró al sujeto en el piso y un chico.
El chico de sus sueños, literalmente, el que siempre ve morir, tenía los mismos ojos amarillos brillantes que ayer camino a casa vio, su cabello era celeste, no un blanco con un toque de azul, era celeste, tan celeste como el cielo, llevaba un kimono de color azul y su piel era tan pálida como la de un muerto, un color blanco, que se podía comprar con el color de la leche, pero si te fijabas tenía un poco de color rosa.
—¿Quien eres? — Pregunto y el chico solo le sonrió.
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Como estuvo?
Espero que les haya gustado.
Si hay algún tipo de falla háganmelo saber.
No olviden votar.
Si, se que la semana pasada no actualize, y si, se que debí actualizar el jueves, pero me estaba muriendo, estaba ahogada en trabajos y exámenes, sigo ahogada, pero tome lo que tenía de tiempo libre para terminar este cap.
Personalmente no me gustó del todo, siento que está flojo (?) Pero no tenía más tiempo, creo que las actualizaciones no van a poder ser todos los jueves, si actualizaré los jueves en su mayoría, pero no todos, por lo menos hasta que termine año, que es en unas dos semanas.
Les dejo una imagen mitsuboru de disculpa y nos vemos en el siguiente capítulo:
-Extrañamente Cómodo.